- Hinata-sama retomará sus labores como líder del clan después de dar a luz. Luego de eso Tenten-sama deberá obtener la marca maldita del clan. - anuncia uno de los ancianos del clan.

- Pero Tenten-sama no lleva la sangre Hyuga, no es necesario que sea marcada - reclama una mujer desde el fondo de la sala.

Hiashi observa como los ancianos comienzan a hablar entre sí, sugiriendo lo mejor para la nueva integrante del clan.

El antiguo líder se pone de pie logrando obtener la atención del resto de su gente, quienes parecían ansiosos por las palabras que este estaba a punto de entregarles.

- Será Hinata quien decida lo mejor para las nuevas generaciones del clan, por esa razón vamos a esperar hasta que mi nieto nazca y nuestra líder sea capaz de guiarnos sin problemas -

- Hiashi-sama - llama uno de los hombres a los costados del ex-lider del clan. Hiashi voltea en su dirección, con el rostro relajado. - ¿Usted está claro que cuando Hinata-sama de a luz, tanto Hanabi-sama y Tenten-sama junto con su descendencia deberán ser sellados? -

Hiashi no respondió.

Sabía perfectamente como funcionaban las reglas dentro del clan y no iba a permitir que uno de sus subordinados le recordará lo que sucedería en el futuro de su familia.

Pero confiaba plenamente en las decisiones de la mayor de sus hijas. Hinata más de una vez lo había sorprendido con su inteligencia a la hora de elegir su futuro.

Estaba seguro que su hija podía hacer prosperar al clan, incluso mejor de lo que el lo había hecho años atrás.