Devil: Muy buenas a todos, mi querido público. Aquí su amigo Devil con una nueva historia.
Estoy al día con la manga de Black Clover y me surgieron varias ideas.
Esta es solo una de ellas.
Espero que les guste y disfruten.
Hace muchos años, la humanidad estaba a punto de ser completamente aniquilada por un demonio de tres ojos. Pero un solo mago surgió y salvó a toda la humanidad. La gente más tarde lo llamaría el Rey Mago.
Muchas generaciones después, el Rey Mago se convierte en un título otorgado a un mago elegido por las personas con el deber de proteger al Reino del Trébol de cualquier daño.
En el Reino de los Renegados, un pequeño pueblo llamado Hage acaba de terminar una ceremonia para presentar a sus aldeanos a jóvenes de 15 años con grimorios donde un niño huérfano llamado Yuno recibió un grimorio que tiene un trébol de cuatro hojas en la portada mientras su hermano adoptivo Asta no recibe uno debido a su falta de poder mágico.
O eso fue hasta unas horas después de cierto incidente donde Asta obtuvo un Grimorio sucio y viejo. Pero este tenía un trébol de 5 hojas.
El incidente había pasado y luego de varias presentaciones, explicaciones, llantos y alegrías. Nuestro protagonista estaba preparándose para dormir.
Asta, es un joven musculoso con el pelo gris y ojos verdes. Normalmente era un niño con mucha energía pero ahora tenía un semblante sereno, vestido con unas ropas cómodas para dormir.
El paso sus manos acariciando su grimorio con una leve sonrisa. Mientras se sentaba en uno de los muchos bancos de la iglesia, en el salón principal.
-Esto es genial, aun no puedo creer que tengo un Grimorio, estoy a un paso más cerca de ser el Rey Mago.- Dijo con entusiasmo pero sin gritar ya que todos los demás ya estaban dormidos.
-Créeme que yo tampoco puedo creerlo.
Asta parpadeo varias veces y miro hacia atrás buscando a quien le había hablado.
Pero no había nadie.
-¿Hola?- Pregunto él.
-Estoy justo aquí.- Dijo la voz nuevamente.
Asta ahora estaba comenzando a preocuparse, esto tal vez era una broma de alguien. Pero tenía que tener algo contra ellos para que se tome tantas molestias.
-No te veo.- Dijo Asta pero por precaución apretó un poco su grimorio listo para sacar su espada.
-Estoy aquí en tu mano.- Dijo la voz.- Y te agradecería que no me aprietes tanto.
El peligris comenzó a sudar frio por lo que había oído. Lentamente bajo su mirada hasta donde estaba su grimorio.
De este salió lo que parecía ser un señalador el cual tenía un circulo amarillo, este parpadeo.
-¡AHHHHHH!
Asta hiso lo correcto en esta situación. Grito del susto y lanzo su Grimorio al techo mientras buscaba algo para defenderse.
-Oye, calma. Yo tampoco sé lo que pasa.- Dijo el Grimorio.
-¿Que carajos eres?- Pregunto Asta armado con un candelabro.
El grimorio saco un segundo señalador que actuó como un segundo ojo, y parpadeo un par de veces. Luego de eso se encendió en un aura de color rojo con negro y se elevó en el aire.
-Se nota que no eres el más listo de este lugar.- Dijo el libro.- No tengo la obligación de decirte mi nombre, pero aun así lo haré.
Asta se preparó mientras una gota de sudor caía por su mejilla. Definitivamente lo que estaba pasando no era normal, nunca había escuchado que un mago pelease contra su grimorio.
-Yo soy el Trébol de 5 hojas.- Dijo el libro.- Y desde ahora tu grimorio.
Asta se quedó quieto unos segundos.
-¿Eso es todo?- Pregunto Asta.
-¡¿Que quieres decir con eso, mocoso?!- Grito indignado el libro.
-Es que esperaba un nombre real, ósea, sé que eres ya un trébol de 5 hojas, está en la portada.- Dijo como si fuera lo más obvio del mundo.- No me vas a decir cosas que ya se, ¿o sí?
El grimorio comenzó a refunfuñar.
Pero dejaron eso de lado cuando escucharon unos pasos.
Asta rápidamente tomo su grimorio y se encerró en una de las habitaciones, por suerte fue donde guardaban la comida, así que estaba solo.
-¿Asta?- Pregunto una voz femenina.- ¿Estas ahí? ¿Estás bien?- Pregunto genuinamente preocupada.
Asta ahora estaba sudando balas, no sabía que decir. Una mentira blanca serviría por ahora.
-Ah, Hermana Lily.- Dijo identificado a la voz del otro lado.- Si, estoy bien.
-¿Que fue ese grito de antes?- Pregunto ella.
-Estaba...- La mente del peligis estaba trabajando a mil por hora.
Su salvación vino cuando su grimorio se elevó a la altura de su cara. Este se abrió y comenzaron a aparecer unas palabras.
Asta las leyó en voz alta.
-Estaba... ¿Explorando mi cuerpo?- Dijo.
-Oh, si es solo eso.- Respondió la hermana antes de que se oigan pasos de que se alejaban.
Asta suspiro de alivio cuando había evitado un problema. Poso su vista a su grimorio el cual ahora lo estaba mirando con una mirada picara.
-¿Hermana Lily?- Pregunto el libro antes de volar hacia un papel que había en el suelo.
Y comérselo.
Asta miro confundido esto. Luego su grimorio se elevó en el aire y se acercó a su dueño.
Este comenzó a emitir unos sonidos extraños. Como los de una impresora y luego salió el papel que se había comido, este cayo en el regazo del ojiverde.
Asta miro algo asqueado esto, pero cuando lo levanto.
-¡Ohhhhh!- Dijo mientras un hilillo de sangre caía de su nariz.
Su grimorio tenía la capacidad de hacer dibujos, dibujos de gran calidad, dibujos no aptos para menores.
-¡Jajajaja!- Rio el Grimorio.- Era de esperarse esa reacción para a un niñato como tú.
Asta sacudió su cabeza, tomo lo primero que tenía cerca y lo uso para apuntar a su grimorio parlante.
-No dejare que profanes de esa manera a la hermana Lily.- Dijo Asta.
El grimorio lo miro con algo de desdén.
-Como si tú pudieras detenerme.- Dijo el libro.- No tienes ni siquiera tu espada, y aunque la tuvieras no sabes controlarla.
Asta se maldijo, realmente su libro le golpeo en los lugares correctos.
-Aun así, no voy a rendirme.- Dijo levantando en mano lo que había recogido, un libro de cocina.
Pero el peligris abrió los ojos cuando vio que su Grimorio llevo toda su atención al libro de cocina.
-Hola nena, ¿Estas libre el sábado?- Pregunto el Grimorio al libro.
Asta se quedó de piedra. Su grimorio estaba coqueteando con un libro de cocina.
-Eres un pervertido- Dijo Asta.
El grimorio pareció insultado.
-No soy un pervertido. Soy un admirador de la estructura literaria.- Se defendió el.
Asta bajo el libro y se masajeo la sienes. Su grimorio bajo y continuó su asalto al libro de cocina.
-Sabía que ser Rey Mago sería difícil.- Dijo Asta.- Pero esto es ridículo.
-¿Quieres ser Rey mago?- Pregunto el Grimorio de repente.
-Si.- Dijo con convicción el peliverde.- Y como mi grimorio me vas a ayudar.
El grimorio miro a su dueño unos segundos antes de responder.
-Me rehusó.- Dijo.
-¿Que? ¿Por qué? - Pregunto Asta.
El grimorio lo miro.
-A mí solo me interesan los libros.- Dijo este mientras se frotaba contra el libro de cocina.- Estas hermosuras son mi vida y mi felicidad.
El joven miro a su grimorio de manera inexpresiva, de cierta forma se sentía enfermo. En esta situación tan ridícula.
Una lámpara se encendió en su cabeza cuando tuvo una idea.
-Sabes si me convierto en Rey Mago, los grimorios y libros del todo el reino estarían a mi alcance.- Dijo Asta, sabía que eso estaba mal.
-¿Y qué estamos esperando?- Pregunto su grimorio entusiasmado con la posibilidad de estar codo a codo con esas hermosuras.
Devil: Y CORTEN
¿Qué les pareció? ¿Divertido? ¿Malo, Bueno?
Bueno, eso ha sido todo por ahora.
Espero que les haya gustado y recuerden.
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BYE