-Persona hablando...

-(Persona pensando)...


Prologo

Estaba absolutamente harto de todo esto…

No lo soportaba un segundo más, estar metido en ese maldito traje de ardilla, sin duda todo lo que le había sucedido podría considerarse muy exagerado, pero no lo era…

¿Cómo era que su familia lo hacía pasar por este sufrimiento? Por ser "mala suerte". ¿Por qué ninguna de sus hermanas lo había ayudado?. Porque nunca les importo. ¿Por qué sus amigos lo habían abandonado? Para cuidar sus reputaciones de ñoños.

¿Por qué estaba sufriendo tanto?...

Llevaba ya un mes… ¡un maldito mes dentro de ese horripilante traje de ardilla!, Aguantando las burlas en la escuela, en las calles y ni hablar de su propio "hogar"

Con su "familia" sus grandes padres, los cuales habían vendido todos sus muebles y lo había sacado de la casa a que durmiese en la casa de Charles.

Sus hermanas… las que se burlaban de él cada que tenía oportunidad, las que solo lo utilizaban como si de un amuleto se tratase y no dudaban un segundo en humillarlo ya sea en público o no…

¿Cómo era que habían cambiado?...

Once años de risas, abrazos, juegos, mimos, aventuras, travesuras, desdichas, alegrías… no había servido en lo absoluto.

Había tirado todo eso a la basura por… una simple superstición de la chica más supersticiosa que conocían y afirmada por una disque genio "prodigio", afirmando que él… su hermano mayor, aquel que le había cambiado sus pañales de bebe, le preparaba sándwiches cada que ella quisiera, que le ayudaba en cada experimento por más peligroso que fuera, el que la abrazaba siempre que tenía una pesadilla, que siempre le brindaba, no solo a ella sino también el resto de sus hermanas, todo el amor y cariño que un hermano podría darle a sus hermanas… y esa mocosa afirmaba de él era causante de todo lo malo en la familia.

Apretó los puños con tanta fuerza que se pusieron pálidos mientras rechinaba los dientes con furia.

Se miro así mismo y vio su maltrecho cuerpo, lleno de moretones, un apestoso olor y su clara desnutrición.

Su familia decía que lo quería… y podía notar todo su amor reflejado en su salud.

Tener golpes propinados por las malnacidas de Lynn, Lola, Luna y Lori o algún tarado que lo molestaba en la escuela, su horrible olor causado por estar encerrado en ese maldito traje durante todo el día y su desnutrición causada por la gran negligencia de sus padres al solo darle de comer una mugrienta avena.

Miraba el traje de ardilla al lado suyo y sintió unas horribles ganas de hacerlo pedazos, destrozarlo y quemarlo hasta que no quedase absolutamente nada de él.

Sus manos temblaban tanto por la furia y el dolor que su cuerpo estaba sufriendo.

-Ya… no lo soportare más – susurro con veneno casi escupiendo las palabras.

Su mirada no demostraba tristeza, mostraba un gran rencor, hacía aquellas personas que lo habían traicionado, que lo había abandonado, maltratado, humillado, despreciado…

Miro a la luna llena fijamente sin quitar el profundo ceños fruncido que tenía.

El hombre del plan había vuelto y esta vez con el plan más importante de todos… escapar de su hogar.

No era para nada complicado, de hecho, era bastante sencillo. Mañana cuando toda su familia saliese de visita con la tía Ruth y dejasen la casa para el solo…

Sabía que lo dejarían para que no sucediese una "tragedia", aunque si llegaba a pasar siquiera una hora con toda esa bola de egoístas, está seguro que ahorcaría a Lynn con sus propias manos, a pesar de saber que ella le daría una paliza por eso.

Tampoco era que estuviera en la mejor condición del mundo.

Para nada…

-*Da un bufido de molestia* Maldita sea no puedo esperar a mañana – murmuro para así mismo, para después voltear a ver al lector – Creo que ya saben exactamente lo que esta ocurriendo por lo que saltémonos esa parte tan molesta de recordar…

-Mejor hablemos de mi plan para escapar de este infierno… es bastante sencillo, únicamente esperaremos a que todos se larguen a casa de tía… no… a la casa de Ruth… una vez hecho eso simplemente haré lo que he deseado por más de tres semanas… una ducha y comer hasta hartarme – se encogió de hombres, la verdad antes de siquiera pensar en atacar a alguien primero debía de pensar en su propia salud.

Suspiro un poco más calmado y relajo su cuerpo, a pesar del frío de la noche y de los escalofríos que tenía cada vez que el viento soplase, estremeciendo su cuerpo.

Se sentía bien ser libre de nuevo. Era lo que más anhelaba en estos momentos, ser libre otra vez, si es que alguna vez fue libre realmente y no solo un esclavo de su propia familia.

Alguna vez lo quisieron o era verdad todo lo que sus hermanas le decían para lastimarlo: "Solo fuiste una desgracia para la familia" "Ojalá nunca hubieras nacido" "Lo que daría porque mamá te abortara" "Me decepcionas hijo" "recuerda que esto es por el bien de TUS HERMANAS" "Que no puedes hacer nada bien" "¡Ugh! ¡Tenías que ser un inútil, Lincoln!"

Dicen que las palabras hieren más que las heridas y… quien quiera que había inventado esa frase… tenía razón… ¡TENÍA LA MALDITA RAZÓN!

Aun recordaba como si fuese ayer, llorar desconsoladamente en la casa de Charles mientras una gran tormenta azotaba contra la frágil casa del perro y su familia se relajaba en su cálida casa sin siquiera molestarse en echarle un vistazo.

Tantas lagrimas tiradas por gente que no lo valía…

Intento hacerlos entrar en razón, pero solo lograba que lo ignorasen, lo insultasen o lo golpeasen y ya estaba harto de intentar hacer que los ciegos viesen. Sencillamente era completamente útil.

Ni siquiera las personas fuera de su casa lo ayudaban, ni sus vecinos, que nada más miraban sin hacer nada, ni sus "amigos", que lo abandonaron para cuidar sus reputaciones en la escuela e incluso ¡Los malditos policías no hacían nada!

¡CARAJO! ¡LITERALMETE HABÍA PASADO ENFRENTE DE UNA PATRULLA ESPERANDO QUE LOS POLICIAS NOTASEN QUE NO ESTABA BIEN!

¡PERO QUE DIJERON LOS DESGRACIADOS!: "je… pobre diablo sin suerte"

Eso había sido el colmo, casi se le había lanzado encima, pero no era tonto como Lisa afirmaba, de hecho, cualquiera con sentido común sabría que no tenía ni una posibilidad contra un adulto, menos si es policía.

Pero no había vuelto a buscar ayuda con un policía desde entonces…

Él sabía que a quien debía recurrir en estos momentos era la policía, a pesar de que se había ganado su desconfianza, solo ver a los policías que se burlaban de los necesitados en lugar de protegerlos, le enfermaba.

Ahora que lo pensaba, nadie en todo este pueblo lo había ayudado, en lo absoluto, ¡¿Qué acaso a nadie le importaba un niño de once años sufriendo de abusos y negligencia?!

Cualquier ciudadano podría ayudarlo a liberarse de este infierno con una simple llamada, llamar a la maldita comisaria para que los policías inútiles espabilasen y fueran a ayudarlo, aun si la intención de la persona fuese ser "famosa" por salvar a un niño o que conservase su anonimato…

¡PERO NI UNA MALDITA LLAMADA!

No le importaba quien la hiciese, aun fuese un niño, un anciano, ¡hasta un loco de remate le ayudaba!... pero absolutamente nadie…

A nadie le importaba…

Pero ya no más…ya no sufriría más por esa bola de insensibles…

Entonces por que permanecer en este pueblo de pacotilla, no… se largaria fuese lo último que intentase…todavía quedaba esa posibilidad.

Sabía que podría morir en su recorrido por encontrar una nueva vida, pero valía la pena el riesgo, si con eso implicaba no volver a ver a los desgraciados que tanto daño le hacían.

Era mejor para todos…


Era hora…

Su "familia" se había ido hace una hora y tenía la casa completamente para él solo.

-Hmp… que bueno que esos idiotas piensan que si voy con ellos se estrellaran o vanzilla quedara varada en mitad de la carretera, aunque… de seguro la "Señorita literalmente" se terminara matando por tanto ver al celular en la carretera je… ojalá ocurra – sonríe de cínicamente

Nunca antes le había deseado el mal a nadie, de hecho, nunca había odiado a nadie en toda su vida y en solo un mes, bien podría planear un homicidio.

Odio.

Las Odiaba.

Por haberlo traicionado, humillado, entre otras cosas más…

Pero por lo que más las odiaba era por hacerlo sentir este horrible sentimiento. Odio. Las odiaba por haber matado a quien alguna vez fue Lincoln Loud.

Ahora solo era Lincoln… un cascaron de lo que alguna fue…

Ya se había quitado por completo el traje, aunque había sido algo complicado romper el candado que le habían puesto al cierre, en fin, las herramientas de Lana lo ayudaron bastante.

Una vez libre de ese odioso traje, me vi a mismo, mi ropa era prácticamente arrapos y apestaban horrible, por lo que con una mueca en mi rostro me quito todo, incluido la ropa interior. Total, estaba solo en casa.

Me dirigí al baño para darme mi tan ansiada ducha, desde hace tres semanas, una vez dentro del baño y como estaba desnudo simplemente me metí a la regadera.

Le abrí al agua caliente y me quedé con los ojos cerrados, disfrutando el agua calienta recorrer todo mi cuerpo, se sentía tan bien, a pesar del dolor en algunas partes de mi cuerpo, gracias a la perra de Lynn y sus ataques de ira.

Cerré los puños deseando en mi interior darle un golpe a Lynn, pero debía de relajarme, para empezar, ella no estaba aquí y me daría una paliza aun estuviese.

Ya no debía pensar en mi familia, seria una perdida de tiempo, literalmente, el viaje que había tenido esos hipócritas no duraría más de tres días y para cuando volvieran, yo debería estar a tres estados lejos de ahí.

No me iba arriesgar a largarme de este pueblo caminando, había demasiados peligros y no tenía la condición para enfrentarlos o huir, ya sea de un animal salvaje o una persona, no podía arriesgarme.

La ducha duro hasta que se acabo el agua caliente, una vez terminado mi aseo y yendo al cuarto de la perra mandona y la retrasada, para ver si alguna ropa de esta última podría quedarme.

Sin importar la desnudes de mi cuerpo y del hecho de que todavía seguía mojado fue a la habitación de Lori y Leni.

Entre y comencé a buscar algo con lo que pudiera vestirme dentro del armario de Leni y Lori, pero solo encontraba vestidos hechos de adornos navideños, de las cortinas o… ¿esa era la camiseta de usada de Mick Swagger?, que no Luna la tenia colgando de su habitación.

Bueno eso importa…no se iba a poner esa cosa, estaba muy sudorosa y apestosa tanto como él, antes de que se duchase.

Siguió buscando hasta que se encontró con un precioso vestido azul celeste muy adornado que tenía una cubierta de plástico protegiéndolo con un papel que decía: "PARA MI GRAN CITA CON BUBBOSITO…NO TOCAR, SI LO HACES TE CONVERTIRE EN UN PRETZEL HUMANO"

Definitivamente era de Lori iba a ignorar el vestido hasta que una idea surco mi mente y una sonrisa malvada apareció en mi rostro.

Tomé el vestido y con cuidado quite el plástico y lo puse en la cama de Leni.

Mi cuerpo todavía seguía bastante mojado y estaba dejando un rastro por la alfombra, pero como esos tontos no volverían hasta dentro de tres días, cuando volviesen ya estaría seco.

Que bueno que se llevaron a las mascotas con ellos, ya que nadie me va a impedir hacer esto…

Me comencé a secar con el vestido de Lori, lo usaba como si fuese toalla, me secaba cada parte de mi… escucharon cada parte jejejeje… Hasta estoy bailando como si fuese al mayor evento de mi vida.

Una vez termine de secarme vi el vestido que estaba mojado y con una pequeña risa coloque el plástico encima del mojado vestido y lo puse donde lo encontré.

Como ya ni entraba a la casa de seguro Lori le echaría la culpa a alguna de las otras por eso.

Pero todavía seguía desnudo y no había encontrado nada que me quedase, tal parece Leni dejo de hacerme ropa… como ya no soy su modelo y doy "mala suerte" aprendió que yo era "peligroso" …

-Algo tan siquiera se quedó en esa aparte de aire – dijo con veneno, por muy buena que Leni fuera lo había traicionado, aun, aunque le hubieran metido esa tonta idea de la mala suerte en la cabeza, ella pudo haberlo ayudado… pero no hizo absolutamente nada…

-Como sea, necesito encontrar ropa lo antes posible, el tiempo es oro y no lo voy a desperdiciar *su estómago gruñe* y… tengo mucha hambre… espero que haya quedado pizza de ayer.

Al final pude encontrar ropa que pudiese usar, eran unos vaqueros azules que me quedaban algo largos, pero nada que un dobladillo pueda arreglar, aunque los pantalones fueran para chica…

También encontré una camisa completamente blanca, algo raro de Leni que conservé sopas tan simples, pero bueno sus motivos no me importan ni un pepino. Y una sudadera roja deportiva que tal parece iba a ser un regalo para Lynn de cumpleaños… ¡pues esa perra se jode! ¡ya que me la llevo!

Las zapatillas fue lo más difícil que encontrar, pero pude encontrar unas viejas que Lynn ya no usaba, lo malo fue que apestaban incluso peor que yo dentro de ese traje. Así que tuve que darle una buena lavada antes de ponérmelos.

También encontré el botiquín de primeros auxilios y me trate los moretones que tenía y unos pequeños cortes.

Una vez ya estuve vestido me dirigí a la cocina y al estar ahí abrí el refrigerador en busca de comida de verdad y no una mala avena.

- ¡Genial! ¡Todavía hay pizza! – vi tres rebanadas de pizza y sin siquiera calentarlas me las comí con desesperación.

A pesar de que estaban frías era lo mejor que había comido después de una cascara de plátano que encontré en la basura, que era mejor que esa avena.

Una vez me comí las tres rebanadas de pizza, alguna fruta y todo el jugo de naranja que había, saqué lo que me podía llevar de comida y lo metí en un gran topper para llevármelas.

Dejando el topper en la mesa, me dirigí al ático en busca de una vieja mochila para llevarme la comida y otras cosas…

Una vez tenía la vieja mochila de Luna cuando iba a la primaria, me le quede viendo unos momentos…

Esa cosa viaje la conservan, pero a mi me tiran todo lo que tengo…

Sacudí la cabeza para apartar esos pensamientos, ¡no eran momentos para eso! Y no debía de pensar en ellos durante su travesía, ya que si lo hacia las cosas no terminarían bien para él…

Sacudí la mochila quitándole lo que le restaba de polvo y me dirigí a la cocina en busca de la comida que había guardado. Pero me le quede viendo a los cuchillos…

- ¿debería de llevarme uno?... el viaje va a ser peligroso, tal vez es incluso más peligros que quedarme aquí, pero… - luego de pensarlo un momento se dirigió donde estaban los cuchillos y tomo el más pequeño que había.

-Sí… bueno al menos tiene filo – había más cuchillos por lo que nadie notaria el faltante.

Guardo el cuchillo en el bolsillo de la sudadera y la comida en la mochila, junto a una linterna, otra camisa que había encontrado, una botella de plástico llena de agua simple y unas venditas… eso era todo…tampoco es que tuviera muchas cosas que llevarse habían vendido todo después de todo…

-Me hubiera encantado llevarte conmigo Bum-Bum – dije triste, en verdad extrañaba a mi amigo de felpa, pero esos idiotas lo habían vendido también.

-Solo me queda la plata – Si sus hermanas habían vendido todas sus cosas para comprase lo que quisiesen. ¿Por qué no él se podía llevar todos los ahorros qué tenía? Me parece un justo intercambio.

Sabía exactamente donde ocultaban sus ahorros todas y cada una de ellas, eran hermanos, aunque lo odiase, pero conocía muchas cosas de ellas, tal vez más de lo que ellas se conocían entre ellas.

Una vez todo el dinero guardado en su mochila y dejar todo como estaba antes solo quedaba una cosa por hacer…

El traje de ardilla… era momento de deshacerse del…

Por más que quisiese golpearlo con el bate de Lynn, sé que voy a terminar lastimándome y eso no ve va ayudar en nada, era mejor para el viaje y su cuerpo, pero eso no quiere decir que no podre ver como ese traje arde…

Veía el traje de ardilla dentro del bote de basura mientras tenía en mis manos una caja de cerillos y una botella de aceite de cocina. Regué una buena cantidad del aceite en el bote y cuando pare, deje la botella aun lado y saque un fosforo y lo encendí.

Me mantuve inmóvil mirando el cerillo y el pequeño fuego que lentamente comenzaba a devorar la madera del cerillo, luego miré a ese maldito traje de ardilla con mucho odio.

-Ahora ¿quién da mala suerte?... eh traje de mierda – sin nada más que decir tire el fosforo en el bote causando que una gran llamarada saliese del bote, haciéndome retroceder para evitar quemarme.

A una buena distancia del fuego guardé los fósforos en mi mochila, por si acaso los necesitaba y rápidamente fui a dejar la botella en la cocina y cerrar toda la casa.

Una vez la casa estaba cerrada salí de esta y me puse la capucha que la sudadera tenía y tomé la tapa del bote para cerrarlo y por unos instantes todo fue muy lento y solo miraba ese traje arder junto con todo el cariño que alguna vez tuve hacia mi familia…

Finalmente, tape el bote de basura y coloque unas cajas de basura encima de estas para que por algún motivo se tirase la tapa o el bote.

-Adiós para siempre… Casa Loud… - dije con un tono vacío y sin emoción, aunque estuviera sintiendo muchas emociones en este momento, pero eso no importaba así que solo me fui directo a la estación de buses de Royal woods.


-Y… ¿ahora como entro sin que se den cuenta? – dije frustrado, no había pensado como escabullirme dentro de uno de los buses con destino a otro estado.

Obviamente no iría a comprar un boleto directamente, para empezar, era un niño de once años que todavía no puede comprar un boleto sin un adulto, y sabía que si lo hacía lo más seguro que ocurriría seria que llamasen a seguridad y estos llamasen a la policía la cual llamaría a sus padres y lo entregarían de nuevo con esos monstros.

No permitiría que eso sucediese por nada en el mundo.

Después de esperar un rato oculto detrás de unas maletas, vi que un bus se preparaba para salir por lo que estuve esperando el momento indicado para colarme en el.

Mire detrás de mi para asegurarme que nadie me viese, quiero decir ocultarme detrás de unas maletas no es la mejor idea de todas.

Pero vi que el conductor salía corriendo agarrándose el estomago directo al baño, voltee para ver a la señorita que revisaba los boletos, se encontraba distraída revisando el equipaje de un hombre y el resto de personas, que no eran muchos, también estaban distraídos revisando su equipaje.

Era el momento.

Corrí lo más rápido y silencioso que podía y subí al bus, me dirigí hasta el último asiento y me oculte lo mejor que pude para que nadie me viese, pero esperaba que nadie se sentara hasta atrás.

Pasando como media hora ya todos los que estaban en esa fila para abordar estaban adentro del bus listos para partir, el conductor también estaba listo.

Dejé de esconderme y me senté en el asiento, al fin y al cabo, nadie miraba donde esta yo. Abrace mi mochila, era todo lo que tenía y si lo perdía, estaría perdido, sin dinero, sin comida, sin nada… otra vez…

Esta era su segundo chance y no lo desperdiciaría por nada del mundo.

(Fin del capítulo)

Sí si si… lo sé, no hace falta que me lo recuerden, sé que dije que esto estaría el fin de semana, pero me pico un mosquito llamado flojera y valió verga xP. En verdad lo lamento, pero ¡Hey! Ahora ya esta listo y la verdad, no me quedo nada mal B-)

Recuerden que esta historia es HUMOR, a pesar de ser una historia NSL y el prólogo que le acabo de dar, aunque eso es para los que no la han leído con anterioridad, Lo único que estoy haciendo es remplazar mi viejo prologo que era una aberración y me daba mucha pena verlo, pero ahora eso ya no existira.

También de que la pueden encontrar en Wattpad en mi perfil, pueden buscarme y seguirme como : DarkMaskUzumaki (mi nikename de wattpad).

Como sea estaré reescribiendo los capítulos 2 y 3, pero esperen otra actualización de "Oscuros secretos", no sé si esto contara como actualización (creo que sí :V) pero no olviden comentar este nuevo prologo.

Espero de verdad que les haya gustado :3

Sin nada más que decir se despide Dark-Mask-Uzumaki bye…