Drabble que participa en la actividad del grupo de 'Zona Hero'. Cuarto día, edades diferentes.


La respiración le falla, si no era en ese momento no sería nunca, pero… ¿cómo declarársele sin que riera? Ella era única, toda una mujer. ¿Y él qué? Cinco años, se llevaban cinco años… y aunque parece poco, es un martirio ¿qué podía hacer? ¿Cómo rellenar ese espacio?

Y con qué.

Cuando él saliera de la secundaria alta, ella habría terminado la universidad, cuando él saliera de la universidad… ella debería de estar casándose. Su corazón se oprime ante la idea, ella estando en los brazos de alguien más… por el resto de su vida.

—Quita esa cara de ratón enjaulado, fuiste tú quién me citó aquí, Deku. —Ella le llama por el apodo que obtuvo cuando eran más pequeños. Su madre le contó una vez, que cuando él estaba por nacer, Katsuki empezó a llamarle Deku. Sin motivo aparente, cosa de niños quizás.

—Kacchan… —Y luego estaba él, quien, con todo el cariño del mundo, le llama de aquella manera tan dulce. —¿Alguna vez te ha gustado alguien?

—Eh… problemas de amores, ¿no? Ya estás en esa edad… ¿quieres que compre revista porno por ti? —Ella ríe ante el nerviosismo que causa en el chico. Y él queda encantando con el sonido de su risa.

—¡K-Kacchan! ¡Esto es importante!

—Sólo dile lo que sientes, y ya. —Se encoge de hombros. —No sé para qué me llamaste.

—Porque...

—¿Quieres que te de tips para cuándo llegues a tercera base?

—N-No… no es necesario. —¿Por qué se lo toma tan la ligera? Quisiera saber. Quizás ella no estaba interesada.

—Ya sabes, protección ante todo.

Entendería si ocurriera, pero él necesita decirlo.

—No necesito saber eso…

—¿Debería empezar a explicarse sobre el punto G? —Él niega varias veces, las palabras empiezan a atorarse en su garganta, y debe obligarse a hablar sí o sí. —Vamos, cuando tengas novia te harán falta estos consejos útiles, sólo necesi-.

—¡Me gustas! —Ni siquiera pude mirarla a la cara, por los nervios, por la pena. Lo único que entiende es que sus mejillas arden.

Silencio.

—¿Qué?

—Tú eres quien me gusta, Kacchan… —Su voz tiembla. Comienza a preguntarse si fue buena, pero cuando siente sus labios sobre los suyos… todo deja de importar.

—Repítelo cuando tengas veinte años. Quizás te de una oportunidad.

¿Qué más daba esperar cuatro años?