INTeRiOR
1.- Shaoran y Tomoyo…
[Shaoran]
Caminaba como idiota, de qué otra forma sino. Mi cuerpo se tambaleaba cada tanto y la sensación del dolor de cabeza y los mareos apenas me dejaban respirar.
Mi mirada se encontraba pérdida, mis pupilas dilatadas y seguramente ojos enrojecidos, me había pasado de la dosis y por supuesto que había sucedido después de haberme metido a la garganta dos anfetaminas extras a la dosis adecuada para poder mantener el paso.
Sudaba y al mismo tiempo tenía frio, estaba asustado y confundido y rogaba a todos los dioses que existieran que por favor no se cruzara en mi camino un asaltante, un vecino, un conocido o santo cielo la policía o peor aún, un profesor.
Caminaba distraídamente con la mano en la pared por si llegaba a flaquear hasta que mi estúpido cuerpo golpeó con el cuerpo de alguien más.
Yue Tsukishiro.
Recuerdo partes y momentos pero en mi cabeza ahora no sé qué es lo que sucedió en realidad y cuál parte es la inventada.
― ¿Li Shaoran?
¡Mierda!; fue lo primero que pensé o tal vez dije en voz alta pero no quise levantar la mirada, si así ya me había reconocido; mirar, bueno… no sé…
―Estoy bien…
Conseguí decir…
― ¡Mierda estás drogado!
― ¡No, no lo estoy!
Y quise salir corriendo pero mi estúpido cuerpo me estaba fallando, no podía caminar mucho menos correr.
―Yo creo que sí― consiguió decirme mientras que lo veía agacharse a mi lado, poner su rodilla derecha en el suelo, como si me diera caridad.
Él no tenía que esforzarse por nada, ni por complacer los deseos de su familia.
Estúpidamente acepte que me sujetara de los brazos para levantarme, grabe error, estaba tan drogado que sentí que de la bolsa del saco se había caído mi celular.
Entonces por primera vez mire los ojos azules, rojos y algo cansados de Tsukishiro.
Estaba asustado, estaba más pálido que de costumbre y parecía sudado, un rasguño en su cuello y su labio algo partido e hinchado como si lo hubieran mordido, tal vez estaba equivocado y en lugar de haber sido asaltado o algo, tal vez salía de una sesión de sexo, justo como yo horas atrás, pero no recordaba con quién.
Al escuchar el "plap" del celular en el suelo nos bastaron dos segundos para mirarnos fijamente y luego otro "plap" junto con el sonido de algo que podía parecer una sonaja porque mis anfetaminas también habían ido al suelo, una respiración profunda y al mismo tiempo ambos nos agachamos con toda la rapidez que nuestro cuerpo nos permitió para poder tomar ese frasquito naranja.
Cual niño emberrinchado tiro de mi mano para arrebatarle mi medicamento pero él es más ágil y se mueve para poner su mano detrás.
― ¿Te estás drogando?
Preguntó pero era más que lógico, me estaba dando el beneficio de la duda pero estaba tan fuera de mí.
¡Mierda!; volví a decir o pensar mientras apretaba los ojos con fuerza como si me fuera a poner a llorar y sin conocer camino a cuál ir di media vuelta para caminar en sentido contrario a él, caminar como cualquier derrotado.
Si él hablaba estaría perdido, mi familia, mi esfuerzo, mis estudios TODO.
―Li… Li… Li… ¡Li Shaoran!
Gritaba detrás de mí y era tan sencillo detenerme pero no sé qué había sucedido en el momento.
Fue un vínculo que se creó.
― ¡Mierda, Li!
Me vuelve a gritar tomándome con fuerza del hombro haciéndome girar, creo que estaba llorando, no estoy seguro, casi no sentía nada.
―Por favor, por favor no se lo digas a nadie ― digo sosteniéndome sobre sus brazos, estando a punto de ponerme de rodillas ―, por favor haré lo que sea… lo que quieras…
―Alto Li ― me dice impidiéndome hacerlo ―¸tranquilízate, no diré nada…
Lo vi levantar su mano y unas luces se acercaron a nosotros, era un jodido taxi y al subirnos no hicimos ningún ruido, estaríamos en casa en cinco minutos, él se bajó del taxi, creí que llamaría a mis padres pero fue muy tranquilo, no hubo ruidos extras, tomó mis llaves de la mochila y abrió la puerta con cuidado.
Todos sabíamos que era gay y estaba tan drogado y tan asustado que hice la estupidez más grande de todas: lo bese.
Tome su rostro en mis manos para acercarlo y aunque me respondió por dos jodidos segundos inmediatamente sus manos me alejaron sujetándome de mis hombros.
―No tienes que hacer esto ― dijo en tono bajo y ronco ―, mírame ― me dijo ahora él sosteniendo mi rostro en sus manos ―. No te atrevas a tomar más esta noche, y nunca las vayas a combinar con alcohol ― suelta ahora tomando mis manos al mismo tiempo que me entregaba mi celular y las pastillas ―, ten mucho cuidado cuando las consumas fuera de clase…
―Si mis hermanas me escuchan… ¡Dios si lo hacen mis padres!…
―No lo harán ― me dijo más seguro de lo que he escuchado a otra persona ―. Favor con favor se paga ― suspiró ―: vas a llevarte este celular y no me lo entregaras hasta pasada la jodida fiesta que organiza Mihara― me puso su celular en la bolsa de mi pantalón pero yo apenas sentí su tacto y me limite a asentir ―, nunca vayas a responder este teléfono… tú tuviste suerte con eso… yo no creo que corra con la misma. Ahora ve y duérmete, esto nunca sucedió.
―Si alguien lo sabe, discúlpame… te destruiré.
―No hay necesidad, de todas formas el rumor de que consumes droga siempre se ha dicho.
―Sí… pero si es por tu boca… hasta mañana…
Y simplemente cerré la puerta y comencé a llorar cual niño pequeño. Después de eso no volví a saber nada de Yue Tsukishiro.
[Tomoyo]
Hacia un mes de la muerte de Yue, el fallecimiento de Yue, el suicidio de Yue; en los periódicos se anunciaba que los días pasaban y que seguramente en un año se daría nota de aniversario luctuoso como si fuera una sensación, como si se tratara de una jodida celebridad y no de un compañero de clases que ya no se encuentra más con nosotros.
Y es que apenas si podíamos seguir asistiendo a clase y luego con un psicólogo y luego soportar a nuestros padres controlando todo lo que comíamos, lo que bebíamos, con quién hablábamos porque no es normal, en Tomoeda esas decisiones de drogas y actos suicidas no te van a llevar muy lejos.
Probablemente la muerte de un adolescente duela más, somos jóvenes y se supone que la vida apenas comienza para nosotros ¿Cómo podría estar por destruirse?, si realmente no se siente de esa manera y tal vez lo vea de una manera un poco más fría porque aunque estábamos en el mismo colegio no estábamos en el mismo circulo… tal vez sí, lo que quiero decir es que no éramos tan cercanos no había necesidad de platicar entre clases, no teníamos nuestros números telefónicos y bastaba con que fuéramos educados los unos con los otros.
Mi mejor amiga sí que era cercana a él, dormían en la casa del otro, conversaban por teléfono por largas horas, platicaban entre clases y fue a la única que vi llorar a mares por él cuando se supo la noticia y por supuesto que estaba vuelta loca cuando el momento de decirle adiós llegó.
Pero cada quién lleva el luto como mejor le corresponde y bueno, Sakura es más aprensiva a las personas que cualquiera de nosotros aquí.
Miro nuevamente el periódico casi al mismo tiempo que le doy un sorbo a mi jugo de naranja porque mi madre me mira todo el tiempo, está sentada cerca de mí y no puede dejar de mosquearme.
Pongo los ojos en blanco porque finge que no me presta atención y que el hecho de que beba su café mientras revisa su agenda no me hace pensar que estoy en un momento privado y que tengo una burbuja individual, que sí que la hay pero en la burbuja hay un ziper que ella sube y baja y entra y sale a su antojo.
Extraño fallecimiento de joven en Tomoeda:
Dice el artículo especulando que no había sido un suicidio.
Hoy hace un mes dimos la lamentable noticia de que uno de nuestros jóvenes promesa había fallecido. Yue Tsukishiro era, como todos nuestros jóvenes de la región: excepcional, fuerte y tenaz, caritativo y siempre blanco de burlas a sus expensas por su orientación sexual.
Aunque la causa de la muerte se haya especulado como suicidio hoy por hoy gracias al apoyo de la morgue y del centro de ayuda a jóvenes y del centro de victimas la necropsia fue entregada a nuestras manos de periodismo para dar la triste noticia que el joven en cuestión no se ha suicidado.
"No estamos afirmando ni negando nada […] la familia cercana (abuelos maternos) del joven ya tienen está información en sus manos y piden justicia y que el caso sea puesto en manos de la unidad de victimas que se manda a llamar directo de Tokio […] cuando nosotros recibimos el cuerpo del joven de diecisiete años con herida de bala en su boca dimos por hecho que se trataba de un suicidio, un suicidio que hasta la fecha no se puede catalogar como tal; no hubo nota, no había indicios de querer quitarse la vida […] muy a pesar de su orientación era aceptado por un grupo de amigos, hay fotografías en sus redes sociales y un collage en su habitación, amigos de él venían a su casa […] y aunque la abuela del menor asesinado no quiere que se haga una gran investigación en el instituto que estudiaba ahora mismo el director de victimas especiales en jóvenes quiere pedir se levante un acta para poder hacer la investigación con el alumnado y amigos cercanos […] la herida que fue recibida en su boca no da señales de haber forcejeado lo que nos dio por entendido que se trataba de suicidio pero en la prueba rodizonato de sodio que se le hizo al cuerpo de la víctima nunca se encontraron rasgos de pólvora…"
Evito seguir leyendo y hago bolita el periodico en cuanto leo la palabra "víctima" casi al instante en que me muerdo el labio inferior.
―No hagas caso ― me dice mi madre mirando el reloj de su muñeca ―, en Tomoeda jamás se ha cometido asesinato o secuestros o demás cosas tan monstruosas, ese periódico siempre ha sido amarillista desde que se le permitió publicar aquí por Tokio, mandare una carta muy fuerte al editor.
Sí claro, puedo decir que sí y lo que sea pero algo en lo que no se había equivocado el artículo es en el hecho de que sí que se le había torturado a Yue de una o de varias formas, desde hombres y mujeres, al principio yo incluida.
Pero no por la razón de su gusto sexual, no tiene nada que ver con eso… él me vio con alguien y por supuesto la persona con la que estaba no es para enorgullecerse y… él también me había amenazado con comentarlo sino le ayudaba con una situación que tal vez no era amenaza si lo vemos desde otra perspectiva, parecía desesperado porque alguien le ayudara sin hablar del tema y poderme chantajear fue un escape para el suyo.
Mi madre me lleva al instituto y hay varios reporteros tomando fotografías, personas entrevistando a algunos compañeros de primer año quienes tímidamente decían que no podían comentar del asunto y yo trato de caminar lo más rápido que puedo, el logo de la empresa de mis padres está en el auto de tal forma que parece gritar ¡Mírame soy un Daidouji!, que mi padre me vea en la televisión siendo entrevistada y luego por un tema como ese, bueno, va a pegar el grito en el cielo.
Camino tan rápido incluso dentro de las instalaciones que siento empujar a varios a mi paso pero tampoco le presto mucha atención a las quejas de las personas en cuestión, lo primero que quiero hacer es llegar al salón y ver a Sakura, que milagrosamente llega primero que todos, sentada en su pupitre mirando a la amplia ventana sonriendo a la nada y porque seguro tiene un recuerdo de Yue, porque lo extraña y quiere recordar cada momento que tuvo con él, lo que a mi parecer es más doloroso que la misma muerte porque esos recuerdos jamás volverán.
Apenas me siento a su lado ella ni siquiera lo nota, me siento en la mesa y tampoco lo nota o tal vez sí pero no tiene mucho que decirme, ni siquiera un "buenos días" porque para ella no lo son.
Paso mi mano por su cabello y a mi caricia ella se estremece y veo su labio inferior levantarse en un puchero y las lágrimas caen de su rostro porque no puede reprimirlo por más tiempo.
―¿Es esto una pesadilla?
Me pregunta pero no sé responderle, cualquier cosa que diga puede herirla.
Cuando alguien muere lo primero que se nos viene a la cabeza es decir "lo siento mucho" pero realmente no sabes ni lo que sientes tú mucho menos la persona en cuestión.
―Tengo su bufanda, me lo dio el día que murió, la huelo todos los días y creo que el aroma se va… nunca me dijo su perfume, creo que ya no puedo recordar su voz… sus manos, trato de sentir su cabello en mis dedos pero no hay nada, es como si nunca hubiera estado aquí.
―¿Quieres visitar a su hermano?, creo que Yukito no regresara a estudiar sino hasta…
―¡El titular ya casi entra!
Grita uno de nuestros compañeros y de inmediato todos nos ponemos en nuestros asientos tratando de aparentar que somos correctos y muy bien portados.
―Muy buenos días ― comienza a decir el profesor Mitsukui quitándose los lentes de media luna mostrando sus ojos azules gracias a los rayos del sol, pasa una mano por su cabello escaso y blanco por la vejes y suspira ―. Hay mucha gente que quiere hablar sobre Tsukishiro, era un joven ejemplar, inteligente y participativo. Cualquier cosa que les pregunten o especulen ustedes saben qué clase de compañero tuvieron así que no se dejen engañar ni guiar por apariencias y por ello mismo quiero el mismo respeto para su hermano, el joven Yukito regresa a las instalaciones, háganle saber que fue extrañado y que es bienvenido.
Yukito entra por la puerta en cuanto el profesor se acerca para darle acceso y se nota mucho más cansado, más pálido y ojeroso, por supuesto es lógico, nosotros hemos lidiado con esto lejos, en nuestros hogares, Yukito era su hermano, su gemelo, creció con él y vino al mundo con él.
―Por órdenes del director el joven Tsukishiro no seguirá en la misma clase que tenía así que en su lugar se le asignara el lugar de Yamasaki.
Nuestro compañero Takashi Yamasaki el chico de los ojos rasgados y negros profundos que siempre tiene una sonrisa en su rostro se levanta ya aceptando su destino porque probablemente ya lo sabía y camina hasta el titular para recibir una hoja pequeña que seguro entregara al siguiente titular.
Creo que es comprensible y hasta humano por parte de la escuela el no dejar a Yukito en el mismo salón que su hermano.
[Shaoran]
El tic y el toc del reloj comienzan a sacarme de quicio en cuanto la última hora aparece casi como por arte de magia, el director comienza hablar con varios docentes fuera en el pasillo y un hombre trajeado de manera tan elegante que da mucho más miedo de lo que puedo admitir, con él tres policías federales que más bien parecen perros entrenados y huelen el miedo.
Nos observan a todos y miro de inmediato a mi mejor amigo Eriol, sus ojos azules protegidos por los lentes circulares no me hacen ver si se encuentra preocupado, tal vez porque él jamás le había hecho nada malo a Yue, es más, íbamos con él de paseo, al cine y en muchas ocasiones estudiábamos con él en la biblioteca, yo no era tan cercano a él por la situación con Sakura pero fuera de eso no tendría que temer.
Sí, se había acostado con quien era mi novia y de repente nos enteramos de que siempre había sido gay pero gay o no se había acostado con ella y por supuesto que de mi parte había una amenaza de por medio y varios lo escucharon pero de eso a que yo sea capaz de asesinar a alguien por supuesto que no.
Y tal vez ese no era mi mayor miedo ¡joder!, el simple hecho de cuando me vio llegar drogado a mi casa, él me llevo hasta la puerta, tuvimos un ligero encuentro en ese momento que recuerdo apenas si con neblina porque no recuerdo del todo, amanecí con el celular de él en mis manos, treinta y tantas llamadas y cientos de mensajes que jamás había leído y tal vez ahí estaban sus notas de suicidio y no las mostré en su tiempo, si lo hago ahora sería cómplice y se me puede acusar de homicidio imprudencial o auxilio al suicidio, no recuerdo como se dice, conozco la ley; mi padre es el canciller de Hong Kong, mi madre es la tataranieta del primer fundador de la agencia aduanal de toda China, en mi familia materna son los importadores y exportadores de mí país.
Si alguien sabe que estoy guardando evidencia seguro que iré a la correccional y lo que es peor, mi padre me va a desconocer como su hijo.
Camino al lado de Eriol y de Yamasaki otro de mis mejores amigos, los dos parecen muy tranquilos pero nada es lo que se aparenta conozco a estas dos aves de rapiña, tienen cola que les pisen y si una persona empezó acosar a Tsukishiro ese fue Yamasaki cuando todo comenzó a destaparse.
No quiero entrar en detalles ni acusar ni señalar a nadie pero ¿estábamos todos tranquilos en realidad?
Cada uno, así como yo tiene una historia con él y creo que nadie, salvo Sakura Kinomoto, se salva de todo este desmadre que ya se inició.
Caminamos porque las clases se terminan antes de lo esperado, caminamos porque nadie más comenta que quiere irse a su casa y porque el parque pingüino estaba más cerca de lo que cualquiera pudiera decir o es que tal vez el camino ya es tan repetitivo que ni siquiera pensamos cuando caminamos a él.
Al lado del enorme rey pingüino por el cual le damos el nombre al parque, que en realidad se llama Tomoeda´s park, se encuentran recostados y sentados unos compañeros de clase, compañeras a decir verdad. Compañeras que aunque nos vemos en fiestas, reuniones y porque han pasado por nosotros y por muchos otros, bueno, no nos hace amigos.
No se molestan en poner una manta debajo de ellas porque seguramente se encuentran lo suficientemente preocupadas como para pensar más allá.
Las reconozco a todas perfectamente pero salvo un "buenos días" no hay más.
Además que nosotros estamos en grupos diferentes.
―Pues como dicen los japoneses ― comienza a decir Eriol deteniendo nuestro andar para quedarse frente al grupo ―: al grano, tenemos todos que hablar.
Daidouji, la chica de cabello largo negro y ojos azules apenas le dirige una mirada, ella es la primera en no tenerle miedo a mi amigo. Daidouji se encuentra semi recostada apoyándose con los codos mientras su mejor amiga y mi ex novia recarga su cabeza en sus muslos, Sakura, es la primera en mirarme fijamente y trata de que nadie lo note.
Me muerdo el labio inferior.
Chiharu Mihara, el nuevo amor de Yamasaki está de rodillas al pasto mientras Naoko, la chica de lentes que seguramente es más que lesbiana porque la hemos visto y porque ni Eriol ni yo conseguimos nada, le hace tranzas a sus coletas pelirrojas.
―¿Quién falta?
Pregunta ahora Yamasaki metiendo las manos a las bolsas del pantalón en un gesto totalmente despreocupado.
―Akiho viene para acá con Meiling y su novio Yuna, Rika dijo que salieron más tarde y Akiho fue por ambos.
Yuna D. Kaito es un chico de la misma edad que nosotros pero que dejo de estudiar en el mismo instituto cuando pasamos a la preparatoria, al igual que Rika Sasaki quienes estudian en un colegio privado y exclusivo de Tomoeda llamado Céfiro.
―Ahí vienen ― anuncia Sakura por lo que todos nos giramos lo suficiente para ver a Li Meiling que no tiene nada que ver con mi familia como todos creían, caminando elegantemente con sus largas coletas negras y tan delgada como nunca, iba tomada de la mano de Rika Sasaki, no sabía que fueran mejores amigas. Akiho Shinimoto caminaba al lado de Yuna con el rostro tan rojo que parecía extraño que fueran novios.
Ambos visten un uniforme verde, camisa blanca y Rika tiene una corbata roja a modo de listón, sus medias blancas y zapatos marrones iguales en tono a los de Yuna.
Yo estuve a punto de estudiar con ellos pero me cegó el jodido "amor" que sentí por Kinomoto.
En fin, no es tema para pensar en este jodido momento.
Por un breve instante medito; si estamos aquí todos reunidos es porque seguro se trata por lo de Tsukishiro por lo que puedo entender que algunos aquí nos hayamos quedado pero de Yuna y de Rika no entiendo absolutamente nada, ellos hace tres años que dejaron el instituto.
―Bien, estamos todos aquí.
Comienza a decir Tomoyo Daidouji sin quitar su pose despreocupada o arrimar a Sakura quien a momentos me mira y yo a ella, creo que es inevitable, creo que es imposible no hacerlo.
―¿Quién lo mató?― pregunta directa y secamente Sakura haciendo que yo abra los ojos como platos porque por muy jodido y loco y paranoico que pueda escucharse siento que todas las miradas se posan en mí.
[Tomoyo]
Hay un silencio sepulcral y puedo entenderlo, hay algunos que siguen sentados arrancando el verde césped, otros que miran a los niños de la primaria jugar con un balón, otros que miran las copas de los árboles o como los hermanos extranjeros, como siempre les hemos llamado a Li y Hiiragizawa; ellos recargados en el rey pingüino, Shaoran con las manos dentro de las bolsas de su pantalón y Eriol que tiene los brazos cruzados.
Ellos dos siempre se han parecido mucho, tal vez porque no son japoneses pero tampoco va por ahí la situación, ambos en cuanto se conocieron congeniaron de tal manera que lo que le gustaba a uno al otro también, de ahí su sobrenombre de hermanos extranjeros y ahora, si hablamos de una manera más franca ellos fueron los primeros en joder a Yue en cuanto Sakura tuvo una supuesta noche con él, que no sucedió.
Sakura necesitaba un favor y Yue siempre fue su mejor amigo después de mí, era lógico que lo que ella fuera a necesitar él lo haría sin chistar así como yo, en esa ocasión no pude ayudar y él lo hizo, Eriol, de aquella situación se enteró por mi boca lo que obviamente sabríamos que se lo contaría a Shaoran y aunque no hicieron mucho ruido sobre lo sucedido Eriol sí cobró venganza y de eso no lo saben ni Sakura ni Shaoran pero Eriol, su hermano de Yue y yo sí.
Nadie se distrae con su celular y sé que lo hacen porque sienten que hacerlo es ser juzgado inmediatamente como si estuviera ocultando algo así que el silencio es lo mejor que se puede hacer.
―¿Nos vamos a empezar a culpar?
Pregunta Rika Sasaki, ella fue por muchos años novia de Yue hasta que de un momento a otro hace un año y medio él salió del closet, ella está aquí porque enloqueció de tal manera que comenzó a acosarlo y sus abuelos sabían de eso.
Yuna está aquí porque cuando se destapó el asunto de que él dejaría el instituto tuvieron una fuerte discusión ellos dos respecto a que Yue había besado en una fiesta a Akiho lo que no había sido cierto porque en la fiesta de disfraces no la besó a ella, me besó a mí. Pero en fin, cuando se destapó que era gay fue Yuna el que repartió un montón de carteles de él y otro chico que jamás vimos su rostro, que aparentemente estaban tomados de la mano, ahí todos comenzamos a dudar todavía más sobre su sexualidad y luego el asunto de Shaoran.
Aquí todos tenemos la misma calidad de culpa por una u otra razón, todos menos Sakura porque ella era su mejor amiga, se quedaban a dormir el uno con el otro, la persona que más lo amaba, más lo respetaba era Sakura y nadie más.
―¿Tienes a alguien qué culpar?― pregunta Eriol en tono defensivo y casi en automático Shaoran se mueve cual espejo.
―¿O tal vez tienes algo que decir?
Yo me muerdo el labio inferior tratando de incorporarme un poco para hacer a Sakura quitarse de mis piernas y ella también se incorpora.
―Todos tenemos aquí cosas qué decir ― dice ahora Yamasaki poniéndose de pie y cada quien comienza hacerlo, no es un circulo perfecto el que se forma pero notamos que hay cierta tensión y nuestros movimientos para mirarnos causan cierto efecto alrededor.
―Todos no ― comienza a decir Sakura ―, él era mi amigo.
―¿Y ya por eso eres menos culpable?― inquiere Meiling cruzándose de brazos casi poniéndose al frente de Sakura como si tratara de encararla ―, el que hayas sido su amiga no quiere decir que seas menos culpable o digna de acusar, todos sabíamos que te acostaste con él y que engañaste a Li.
―¿Eras novia de Li?― pregunta extrañada Akiho abriendo la boca casi hasta el suelo.
―¿Cómo lo mantuvieron en secreto?― pregunta ahora Chiharu quitándose un mechón del cabello.
―Ya no es secreto, muchas gracias Li ― recrimina Shaoran a Meiling quien apenas le mueve la mano como si espantara una mosca ―, pero tú también estuviste metida en mi cama como para que te atrevas a juzgar.
―¿Te acostaste con ella cuando estuviste conmigo?― demanda Sakura señalando a Meiling.
―¡No lo hice, en ese tiempo lo hizo Kaito!
Grita Shaoran señalando al novio de Akiho quien abre los ojos como platos.
―¡Mentira yo fui novio de Daidouji cuando Hiiragizawa también trataba de entrar a la relación!
―¿Te acostaste con él cuando te estaba pretendiendo?― ahora me recrimina Eriol caminando casi hasta donde estoy poniendo la mano derecha en su pecho en señal de estar dolido pero eso había pasado hacía mucho tiempo.
Inmediatamente varios gritos, culpas, dimes y diretes se hacen presentes en lo que había sido o podría haber sido una conversación, nos señalamos, nos palidecemos, nos resignamos y aparentamos estar dolidos por algo que había pasado hacía varios años.
Tomoeda es un pueblo muy pequeño a todas las personas aquí presentes los conozco desde que tengo uso de razón, no siempre fuimos a las mismas escuelas pero sí vivimos lo suficientemente cerca como para vernos día a día, nuestros padres nos llevaban al mismo zoológico, el centro comercial, los jodidos restaurantes donde los juegos nos hicieron conocernos más allá de lo que en cualquier otra ciudad.
En Tomoeda nunca pasa nada.
En Tomoeda nunca hay secretos.
En Tomoeda hay un infierno muy grande.
Nos seguimos culpando por unos minutos más hasta que finalmente Sakura queda en medio de todos nosotros y comienza a llorar descontroladamente cubriéndose el rostro con las manos.
El cielo comienza a tornarse gris y las nubes se ven más gruesas que de costumbre, uno que otro trueno a lo lejos.
La primera lluvia.
―Sakura…
Quiero y trato de acercarme a ella pero inmediatamente siento la tensión en sus hombros, no quiero que me empuje o se niegue y aparte a mi toque así que me pongo las manos en el pecho haciendo puños y todos apenas nos volvemos a mirar.
―Ven aquí ― le dice Shaoran quitándose el saco para ponerlo encima de ella, un acto que lo vi hacer muchas veces cuando estaban solos o muy en confianza, que lo haga ahora significa que realmente se siente muy consternado y que no le importa que los demás le observen ―, creo que hasta aquí llegamos todos, mañana podremos seguir jugando clue antes de que lo haga la policía, todos leímos el periódico en la mañana y está más que claro que si el culpable está o no está aquí la pólvora no estará en nuestras manos y el arma que tuvo Tsukishiro…
―Desapareció― dice rápidamente Akiho mordiéndose el labio inferior.
Inmediatamente trato de hacer memoria sobre lo que leí en la mañana en el periódico y no hubo mención sobre que se haya perdido el arma con el que Yue su "suicido" porque de haber estado perdida desde el inicio hace un mes no se habría dictado suicidio sino homicidio como ahora, que hayan perdido el arma o algo haya pasado eso ya es muy diferente pero de eso yo no sé absolutamente nada.
―¿Cómo sabes que está perdida?
Pregunta Eriol cruzándose los brazos poniéndose a mi lado al instante.
Y ahora todas las miradas se centran en ella pero no parece muy preocupada al respecto.
―Mi mamá es abogada ― dice inclinando los hombros ―, les lleva el caso a los abuelos de Tsukishiro, no se sabe cómo o cuándo el revolver se extravió, dicen que hay muchos pasantes que pudieron haberlo tomado para tratar de no inculparse así que…
Se vuelve a morder el labio inferior mientras suspira.
―La mayoría de aquí tiene padres en gobierno o que tenga que ver con el servicio público ― dice Yuna apretándose los dedos de la mano derecha y comienza a tronar sus huesos en señal de nervios, nervios que tenemos todos por supuesto ―. De todas formas nos pueden culpar.
―¿Tienes miedo?
Pregunto tranquilamente pero en mi tono siento que hay algo más que parece culpa.
―No― dice él tan rápido que de inmediato captamos su nervio ―, y sí al mismo tiempo ― suspira ―. Aquí todos le hicimos daño y aunque no creo que alguien aquí lo haya hecho sí tengo miedo de que me puedan culpar y que las cosas hagan que me encierren aunque no lo haya hecho, muchos nos vieron a cada uno hacer algo contra él, no lo quería muerto pero tengo diecisiete años ¡carajo!, todos nos enojamos a ese grado.
Suspira.
―Tal vez sea mejor terminar con la conversación ahora ― dice Meiling sin dejar de ver a Shaoran que sigue pasando su brazo por encima de los hombros de Sakura ―, tenemos mucho que hacer y nuestros padres seguro que se van a preocupar, el director mandara algún correo para el consentimiento de un interrogatorio.
―Yo no― dice rápidamente Chiharu ―, mi papá es juez, ni siquiera lo van a intentar.
―¿Te da miedo confesar?
Demando.
―Miedo no ― se defiende ―, porque no soy culpable, solo digo que no me interrogaran a mí, es lógico que será por mi padre.
―Quien nada debe, nada tema ― finaliza Shaoran suspirando dando dos pasos al frente con Sakura todavía con la cabeza gacha y sacando lágrimas ―. Yo me voy, me llevare a Sakura a su casa.
Esto último parece que me lo dice a mí y yo apenas asiento para poder decirle algo cuando Meiling da dos pasos al frente llamando la atención y casi en un tono autoritario con las manos en sus caderas dice "hey" pero apenas logramos captarlo por el tono tan brutal que lo soltó.
No es secreto, Shaoran siempre le ha gustado, a ella, a mí y a muchas de por aquí.
Suspiro.
―Tú fuiste el último en ver a Tsukishiro con vida…
Y entonces si las cosas comenzaban otra vez apaciguar el corazón de cada uno o por lo menos el mío comenzó a latir a mil por hora.
The Melancholy Drama Queen: que tal mis bellezas y ahora nuevamente de regreso! En mi tiempo que tuve muchos otros fics han sido escritos y ahora listo para su publicación tal el caso de este nuevo. Debo recordarles y a las nuevas integrantes anunciarles que yo soy criminóloga por lo que todo este tipo de temas de secretos, asesinatos y personas con personalidades múltiples me atrae demasiado además del drama del cual ya conocen y están acostumbradas.
Ahora les presento Interior y espero que les agrade mucho, espero sus comentarios con ansias como siempre y ya saben que la música por la que me inspiro siempre se encuentra en mi página de Youtube para escuchar mientras lee. Hasta la próxima bellezas.