Capítulo 1: Uchiha Sasuke

"No hay nada que pueda cambiar mis sentimientos por ti, ni la distancia, ni el tiempo, ni nada." Anonimo

Aunque la vida pase y el tiempo al igual, hay recuerdos que nos acompañarán a lo largo de nuestra existencia, para bien o para mal.

No muy lejos de la Aldea de la Hoja se encuentra un joven de cabello oscuro y mirada vacía, quien pertenecía a un clan que en sus tiempos fue bastante respetado, ahora solo queda él, los demás fueron asesinados o se perdieron en su camino en búsqueda del poder y del amor. Él se encuentra viendo al cielo, preguntándose cómo hubiera sido su vida si hubiera tomado decisiones diferentes, si solo hubiera confiado en sus seres queridos, si solo hubiera elegido el camino de la luz, abandonando para siempre la oscuridad y el odio que rodea al mundo. Pero también piensa que de nada sirve cuestionarse sobre esto, lo hecho, hecho está; y no hay posibilidad de ir hacia atrás.

De vez en cuando, piensa en su pasado, en sus amigos, en su sensei, en sus compañeros; aquellos que estuvieron a punto de morir por salvarlo, por traerlo de vuelta; sin embargo no sirvió de nada, todo fue por nada; aunque supo todo lo que ellos sacrificaron por el, nada hubiera podido hacerlo cambiar de parecer, su mente solo estaba enfocada en la venganza, una venganza que hoy le supo amarga; porque al final, lo que él dio por sentado, no era real.

A veces, vienen lágrimas a sus ojos, al recordar esos sentimientos de remordimiento y odio que tenía por su hermano, quien solo quería un mundo en paz para él, solo se sacrificó en su beneficio, si solo lo hubiera sabido… pero ya de nada sirve lamentarse.

Su nombre es Uchiha Sasuke, y su historia no es de las más hermosas, o llenas de vida y color; su historia está más llena de oscuridad y odio; una maldición con la que nació y con la que debe vivir por el resto de su vida.

Si Sasuke tuviera que hablar sobre luz en su vida, solo habían unas cuantas cosas que contar, o unas cuantas personas de las que hablar, porque no han sido muchas las que han calado fondo el en corazón de este hombre. Pensaria en Naruto, su mejor amigo y eterno rival, una persona que lo hizo querer superarse, ser mejor ninja de lo que era, un sujeto con una personalidad tan brillante y alegre como un dia soleado, Naruto es una persona importante para él, y muy en el fondo sabe, que es debido a él, que tomo la decisión de hacerse mas fuerte y poder dominar el sello maldito que Orochimaru puso ahí para el. Naruto siempre fue una marca, un indicador, una meta a la cual llegar para lograr más poder.

También está Kakashi, su mentor, aquel que lo hizo entrenar hasta desfallecer, aquel que le enseñó que no es importante el nivel de las misiones, sino tu capacidad de resolverlas; aquel que le enseñó que aquellos que rompen las reglas son basura, pero que aquellos que abandonan a sus amigos son aun peor que eso; no lo admitiría pero muchas veces se sintió peor que la basura, sabia que habia abandonado a sus amigos, pero al final no hubo marcha atrás.

Y por supuesto la luz más brillante de la Hoja, su compañera Haruno Sakura, una kunoichi que a pesar de la falta de habilidades natas, tenía una inteligencia y una capacidad de percepción increíble; tanta que supo que quería irse, que quería abandonarlos, que tomaría otro camino; ella intento hacer todo lo posible por salvarlo de la oscuridad; quiso acompañarlo en ese tormentoso camino, quiso ser alguien más para él; pero aun asi no la dejó, para él era claro que no dejaría que alguien como ella, tocara jamás la oscuridad de su corazón; porque sabía el amor profundo que la aldea tenía hacia ella, sabia que la admiraban, sabía que era importante… Sabía que ella lo amaba… como él a ella; por eso a pesar de sus súplicas y lloros, decidió que lo mejor era que ella se quedara en la aldea, acompañada de sus amigos, siendo la gran ninja en la que sabía que se convertiría.

Sasuke lo negaría, aunque no para sí mismo, que muchas veces pasaba el dia pensando en ella, en su molestia de cabellos rosados y mirada brillante. pensando en que seria de su vida, que estaría haciendo, si estaría bien, si se había lastimado, qué sería de su vida, si aún lo recordaba… o si en cambio lo habría olvidado. No es que la culpara realmente por ello, pero no negaba que pensar en ello le provocaba un profundo dolor en su corazón.

Ahora en su camino de redención no tenía más remedio que caminar solo, porque esa había sido su decisión desde que tuvo la determinación de hacerlo, aunque la realidad era que no estaba muy convencido de que lo dejarán libre después de todas las atrocidades que cometió, jamás se imaginó que Kakashi se jugaría su puesto de Hokage para liberarlo y menos que la junta Kage se pusiera de acuerdo para darle una oportunidad. Al principio fue muy frustrante para él pero aún así decido que como pago por esa concesión protegería a la aldea como una sombra, después de todo no es como si pudiera borrar de la mente de las personas los crímenes que cometió, y así se propuso salir rumbo al mundo para tener una perspectiva mucho más amplia del mundo Shinobi.

Cuando se despidió en la entrada de la aldea de Kakashi y Sakura se sentía agobiado, una parte de él le pedía a gritos quedarse por la promesa que la pelirosa le hiciera antaño, pero como ya había reflexionado, no servía de nada, ya que eso solo provocaría que ella se involucrara en su oscuridad y no quería eso… para nada. Sin embargo un impulso de su corazón lo obligó a darle una despedida esperanzada a la dueña de ojos jade, con el fin de corresponder en poca medida su cariño y amor preseverante durante tantos años.

Al partir aún las palabras de Sakura retumbaban en su mente… ella había querido acompañarlo, estar con él, ser parte de ese viaje que emprendía, y aunque no quisiera, en ciertos momentos se arrepentía de haber dado una negativa, había llegado a un punto en que no se sentía cómodo estando solo. Es como si hubiera empezado a querer la compañía de alguien, pero cuando pensaba mejor, no era un alguien cualquiera, era ella… Empezaba a desear luz en su vida, una luz que sabía, solo ella podía darle.

Asi que decidio tomar la decisión de regresar a la aldea de la hoja y ocuparse de aquel asunto que lo inquietaba sobremanera; a pesar de haber decidido regresar por ella, no podía evitar pensar en los posibles escenarios en los que ella ya no estuviera dispuesta a estar con él, tal vez hubiera encontrado a alguien más, se había olvidado de él… Pero una voz en su mente siempre le recordaba que los sentimientos de Sakura no cambiarian tan fácilmente, un pensamiento egoísta, lo reconocia, pero no quería pensar en la posibilidad de perderla.

Cuando dejaba su mente divagar en el hecho de perderla de una u otra forma, un profundo dolor en su corazón se instalaba, persistente e incómodo, sin poder controlarlo. Quería ser el hombre que Sakura merecía, por ella y por nadie más; pero no sabía si podría lograrlo. Y entonces, en medio de sus turbulentos pensamientos, llegó a la aldea de la hoja, era de noche, una noche que le hacía recordar aquellos tiempos en los que aun era un gennin allí, una noche que le recordaba otra similar hace años, en la que tomó la decisión de perseguir el poder tras Orochimaru.

Y justo como una ilusión sacada del cuento de hadas más maravilloso de la historia, como un sueño imposible, ella estaba allí, sentada, como esperando algo, o mejor, a alguien.

-Sakura...

-Sasuke-kun, bienvenido a casa

-Sakura, estoy en casa

Ambos se sonrieron, allí empezaba su historia.