Antes que nada, una mega disculpa por tardar tanto en subir este capítulo. Como algunos ya sabrán, no sólo escribo fics de YOI sino que también dibujo doujins viktuuri.

Actualmente estoy dibujando "Entre tú y yo y el mar", un AU donde Viktor es un tritón y Yuuri un mercader pirata. Actualmente llevo 28 páginas. Lo pueden encontrar en mi facebook rhapeseuhansface. Trato de actualizarlo dos páginas por semana (dibujar quita mucho tiempo para escribir :Du)

Y bueno, creo que eso es todo lo que necesitaba decir. ¡Recuerden votar y comentar si les gusta el cap! ;D

Advertencias: Las que ya dije desde el principio.


Después de que la pareja de Omega y Beta se separaran para ir cada uno a una habitación diferente, Viktor a la oficina con su padre y Yuuri al salón principal con Nina y Makkachin; ya había pasado alrededor de una hora y Yuuri seguía sin tener noticias de su novio o su suegro.

Yuuri no estaba especialmente preocupado por Viktor, aunque sí deseaba saber por qué su padre le pidió hablar con él en privado y por qué tardaban tanto. Al menos la actitud animada de Nina, y Makkachin rogando por caricias, lo distraían lo suficiente para no estar tan nervioso como para pensar en cosas funestas. Además, ver que Viktor había sido tan adorable desde niño le llenaba el corazón de ternura.

"Aww, Viktor era un bebé gordito." Comentó divertido mientras miraba el álbum familiar y cambiaba de hoja para ver más fotos. El peliplateado aparecía en muchas de ellas desde recién nacido hasta de un poco de más edad, y en todas mostraba su gran sonrisa con forma de corazón. Sólo en una estaba llorando junto a un plato de verduras, y en algunas abrazaba a un poodle de peluche.

"Sí. Desde pequeñito Vitya siempre ha sido muy revoltoso y aventurero. Había veces en las que se quitaba el pañal y corría desnudo por toda la casa y Sergei tenía que convencerlo de ponerse el pañal de vuelta ofreciéndole barras de chocolate." Dijo Nina, y Yuuri rió tras imaginárselo sin mucho esfuerzo, puesto que Viktor aún era así de mayor (olía andar por su Dormitorio sin camisa). La mujer Alfa dejó de sonreír un momento para pasar a una expresión más seria, frunciendo el ceño. "Yuuri... Espero que la primera impresión que tuviste de mi esposo no afecte tu relación con Vitya."

"Ah. No, por supuesto que no. Está bien. Viktor me advirtió que esto podía pasar. " Contestó mientras se encogía de hombros e intentaba sonreír. "Sé que el desprecio del Señor Nikiforov hacia los Betas no tiene nada que ver conmigo, o eso espero; así que trato de no tomármelo personal. Aunque sí me gustaría que tuviese una mejor impresión de mí..." Yuuri no se dio cuenta que había dicho lo último en susurros hasta que Nina rió levemente.

"Entiendo." La mujer sonrió de nuevo, aunque su mueca parecía más bien dolida a pesar de que trataba que no se notara tanto. No obstante, las expresiones de Viktor eran muy parecidas a las de su madre, por lo que el Beta pudo notarlo. "Eres un buen hombre, Yuuri. Realmente espero que Vitya y tú se casen." Dijo con la misma voz juguetona que su hijo.

Si Yuuri hubiese estado tomando de su té de en ese momento, lo habría escupido.

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"Papa, ¿se puede saber por qué trataste de esa manera a mi novio?" Inquirió el peliplateado menor, en Ruso, nada más abrir la puerta, cerrándola tras de sí sin importarle el ruido, caminando con pisadas pesadas hacia una de las sillas frente al escritorio de Sergei. No obstante, el otro Omega solamente alzó el rostro con expresión sería, la cual había estado previamente escondida entre sus manos, con los codos apoyados sobre su escritorio. "¡Prometiste que tratarías de conocer a Yuuri antes de juzgarlo!"

"Quería ver su reacción." Contestó encogiéndose de hombros. Su respuesta había sido tan simple que Viktor se sobresaltó.

"¿Qué? ¿Ver su reacción?" Repitió incrédulo, frunciendo el ceño de nuevo, dejándose caer sobre la silla. "No puedes estar hablando en serio. ¡¿Dijiste todas esas cosas hirientes sólo para ver si Yuuri se enojaba?!" Protestó levantando cada vez más la voz. "¿Acaso esperabas a que reaccionara como un Alfa salvaje e intentara dominarte a golpes? Papa. Yuuri es un Beta, y él es la persona más dulce que conozco. Yuuri no le haría daño a nadie a menos que sea para defenderse a sí mismo o a las personas que ama." Dijo mientras gesticulaba de manera errática, lanzando sus brazos al aire mientras intentaba no explotar. En verdad estaba muy molesto.

Sin embargo, Sergei se mantuvo callado, sin levantar la vista mientras que un muy molesto Viktor esperaba con el cejo fruncido a que dijera algo para, por lo menos, tratar de defender su postura.

"Tu Beta es un buen hombre." Dijo al fin varios segundos después, haciendo que el peliplateado volviera a sobresaltarse debido a la sinceridad en su voz. "No se dejó intimidar pero tampoco respondió con agresividad. Me agrada."

"¿Qué?" Viktor estaba cada vez más confundido debido a la contradicción que acababa de presenciar que olvidó levantar la voz esta vez. "¿Quieres decirme ya lo que está pasando?" Rogó mientras se peinaba el cabello hacia atrás con una mano. Tendía a jugar con su cabello cuando estaba nervioso.

"Acepto a Yuuri como tu pareja." Aclaró, y vio cómo su hijo se tranquilizaba sobre su asiento, mirándolo atentamente en busca de más explicaciones.

"Oh... De acuerdo. Eso es bueno. Gracias." Un suspiro de alivio escapó de su boca, pero sintió que la conversación aún no había terminado. "¿Hay algo más que quieras decirme?" Viktor esperaba no sonar tan pasivo-agresivo como se sentía, pues trataba de calmarse tras escuchar a su padre entrar en razón. "Sé que, por alguna razón que desconozco, odias a los Betas." Le ayudó a iniciar.

"Viktor." Oh. Su nombre de nuevo. "... ¿Alguna vez te has preguntado por qué no tienes hermanos?"

"Eh..." ¿Pero qué tenía que ver su falta de hermanos con el tema? Aún así, Viktor decidió contestar. Quizás así obtendría las respuestas que buscaba. "Sí, me lo he preguntado algunas veces. Pero Mamá es Alfa, así que sería peligroso para ella intentar tener más hijos. Además, una vez me dijo que fue muy difícil para ella quedar embarazada de mí en primer lugar. Y tú... estuviste enfermo y quedaste estéril." Dijo lo último en tono de duda. Realmente nunca había tocado ese tema con Sergei, siempre lo había hablado con Nina.

"Sí. Es verdad. Soy estéril. Pero no fue a causa de ninguna enfermad... " Viktor esperó pacientemente a que su padre hablara, pues no se atrevía a interrumpirlo. "Yo... fui violado por un grupo de Betas, y un Omega, cuando era joven. Tenía más o menos tú edad."

"Tú... ¿qué?" Viktor sintió como si un balde de agua fría le callera por la espalda y sintió escalofríos por todo el cuerpo. Por un momento rezó porque su padre le dijera que eso era una broma. Sin embargo, sabía que Sergei nunca bromearía con algo así. "¿Có-cómo...?" Calló de pronto, no estando seguro de si debía preguntar cómo sucedió, pero el peliplateado mayor, con una expresión de incomodidad disfrazada de calma, decidió contarlo por sí mismo.

"Sucedió dos años antes de que nacieras. Yo era el rostro estrella de una marca de ropa para Omegas varones en Rusia, por lo que el fotógrafo me retuvo más de lo necesario durante la sesión de fotos para asegurarse de que todo saliera perfecto. Así que era más de la medianoche cuando por fin me dejaron ir a casa. Al salir del estudio un chico Beta me estaba esperando, me tomó del brazo y me pidió un autógrafo. Yo accedí sin problemas... Después de eso no recuerdo mucho, sólo sé un segundo Beta me golpeó por la espalda y quedé inconsciente. La policía atrapó a cinco personas por medio del ADN que dejaron en mí." La voz de Sergei era firme, pero cada vez se tornaba más temblorosa.

"Papa... Yo... No tenía idea..." Viktor se llevó una mano a la boca, tratando de aguantarse un grito de horror mientras luchaba por no llorar.

"Está bien, Vitya. Eso sucedió ya hace muchos años. Yo... ya estoy bien." Sergei se levantó de su asiento para sentarse en la silla junto a su hijo, y Viktor no tardó en echarse sobre él para abrazarlo con fuerza.

"Pe-pero eso es horrible." Replicó entre sollozos, con su voz siendo amortiguada por el hombro de su padre. "¿Por qué...?"

"Eran mis fans, o eso afirmaban... Estaban molestos porque iba a casarme pronto con tu madre, una mujer Alfa. Pensaron que ella no querría casarse conmigo si era... 'manchado', si tuviera en mi vientre el hijo de alguien más." La voz de Sergei se fue quebrando conforme hablaba hasta al punto que por fin algunas lágrimas escaparon de sus ojos y los de Viktor. Pero el hombre se mantuvo firme, acariciando el cabello de su hijo para asegurarle que ya no le molestaba hablar del tema, o al menos ya no tanto como antes. "Pero tu madre es una persona maravillosa y se mantuvo a mi lado, incluso cuando los médicos nos dijeron que no podríamos tener hijos porque mi útero quedó muy lastimado; y se mantuvo a mi lado todos estos años a pesar de que su padre la desheredó por dejarse embarazar de un 'debilucho Omega' como yo."

"Por eso tuvieron que irse de Rusia." Concluyó Viktor. Él había nacido en Rusia, pero tuvieron que mudarse a América cuando era pequeño, y jamás le dieron una razón concreta. Pero un pequeño Viktor recordaba perfectamente haber visto al padre de su madre gritándole a ella y mirándolo a él como si se tratara de un grave error. Nunca se sintió correcto llamar 'abuelo' al señor Plisetsky.

Dios. Viktor incluso comenzaba a recordar que su madre y él solían a acompañar a Sergei a consultas médicas varias veces a la semana, teniendo que esperarlo por una hora en la sala de espera mientras que Nina parecía cansada y Viktor se distraía con su poodle de peluche. El pequeño Viktor no entendía por qué su padre decía tener gripe por tanto tiempo si tomaba medicinas a diario.

No era un hospital. Era un consultorio psiquiátrico.

"Sí." Quitó las manos de la espalda de Viktor y las llevó a sus mejillas para acariciarlas y mirarse fijamente uno a al otro. Ambos tenían el rostro lleno de lágrimas. "Lamento que te hayamos ocultado esto, Vitya. Tu madre insistió en que debíamos contártelo cuando fueras mayor, cuando tuvieras la edad necesaria para comprender que existe gente mala sin importar su raza, género o religión, y pudieras discernir en quién confiar... Pero yo no quise decírtelo por vergüenza, y por años culpé a otros Betas por lo que me sucedió... Cuando supe que tenías un novio Alfa pensé que él te cuidaría como tu madre me cuidó a mí, pero en cambio, ese tipo sólo buscó aprovecharte de ti y te hizo daño. Así que no puedes culparme por sentir aún más desconfianza al saber que, tan sólo un mes después, tenías ya otro novio, un Beta."

"Lo entiendo, papa." Viktor sonrió, y quitó las manos de su padre para poder secarse las mejillas con las mangas de su ropa. "Sólo hubiera deseado que me lo dijeras antes. Pero entiendo que no es un tema fácil. Y ahora entiendo tu renuencia hacia Yuuri. Pero puedo asegurarte que, desde que lo conocí, Yuuri siempre ha sido bueno y honesto conmigo y nunca me ha obligado a nada." El peliplateado menor calló un momento, pensativo. "Además, fui yo el que lo buscaba y tuve que convencerlo de salir conmigo. ¿No fue fácil, sabes? Yuuri es realmente tímido." Ante aquello, Sergei rió un poco. "Como sea. Sé que te agradará cuando lo conozcas mejor, y también los Katsuki."

"Espero que tu Beta no se haya llevado una mala impresión de mí." Dijo Sergei, de pronto dándose cuenta de lo tirano que había actuado con Yuuri. Se sentía avergonzado.

"Eh..." Viktor no supo cómo contestar a eso mas que encogerse de hombros. "Bueno, si el señor Toshiya me hubiese recibido así, definitivamente le tendría miedo." Posó una mano sobre la espada de su padre en un intento de consuelo. "Pero Yuuri sabe que no tienes nada personal contra él. Te perdonará si le pides disculpas." Dijo con una sonrisa maliciosa. Sergei era el tipo de persona que odiaba disculparse. Viktor lo sabía porque lo había heredado de él.

El Omega mayor dio un suspiro de enfado, pero asintió para darle la razón.

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Cuando Viktor por fin salió de la oficina de su padre y fue a la sala común para encontrarse con el resto, Yuuri no esperaba a que Sergei, de manera un poco mecánica y cautelosa, se acercara a él y le ofreciera una mano de nuevo, pero esta vez como señal de paz.

"Yuuri, espero que puedas perdonar mi comportamiento anterior." Dijo tras soltar su mano. El Beta trató de sonreír, pero los nervios le ganaban y no podía evitar temblar un poco. No tenía miedo de Sergei ahora que su frente ya no estaba arrugada con una mirada severa, pero sí le temía la idea de decir algo mal y echar a perder ese pequeño momento de reconciliación. No obstante, Sergei en verdad parecía sincero y apenado, sin tomar en cuenta que evadía decir directamente que su rechazó fue debido a su género "Es la primera vez que Vitya trae un chico a casa, así que... creo que mi instinto de padre me hizo sobre reaccionar. En serio lamento los inconvenientes. Espero que nuestra relación mejore." Para sorpresa del moreno, Sergei se inclinó hacia adelante, muy al estilo de un Keirei (disculpa japonesa), y vio por el rabillo del ojo como Viktor levantaba un pulgar en señal de aprobación mientras Makkachin movía la cola.

Yuuri se sintió más tranquilo y aceptó sus disculpas. Al final la pareja se quedó a cenar.

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"No esperaba a que tu padre se disculpara conmigo." Comentó Yuuri con una risita cuando regresaban a Yu-topia en el convertible rosa. Pasaban más de las diez de la noche por lo que la carretera estaba a oscuras, siendo iluminaba por los faroles de los coches. "Es una persona agradable ahora que sé que no me odia"

"Yuuri. Papá nunca te odió." Le aseguró el peliplateado con su vista al frente. "Él... tenía miedo de que fueras igual que mi ex. Por eso intentó provocarte."

"...Oh." Se refería al imbécil de Charlie. "Tiene sentido. No lo culpo." Yuuri recordaba haber escuchado en alguna parte que las personas abusadas por sus parejas tendían a buscarse otras relaciones igual de abusivas, así que tenía sentido que Sergei se preocupara por eso.

Yuuri mismo temió por varios años acabar con una persona igual de ruin que su exnovia Chihoko.

La chica lo había maltratado por meses. Yuuri era joven e ingenuo en aquel entonces, y su autoestima era tan baja que le tomó un tiempo darse cuenta que no debía dejarse humillar por su pareja simplemente por ser su pareja. Incluso pensaba que sus padres exageraban cuando le decían que la chica era malvada. Hasta que un día, ya cansado de todo, Yuuri rompió su relación con ella sin importarle que ésta lo amenazara con hacerle la vida imposible si la dejaba. Yuuri no se dejó manipular y comenzó a ignorarla hasta que la chica se consiguió a un nuevo novio a cual atormentar. Eso sí, dejó a Yuuri con el suficiente miedo a que su siguiente relación fuese igual de horrible... Pero Viktor no era así. Viktor nunca lo obligaba a hacer nada que no quisiera ni lo insultaba. Era todo lo contrario.

"De hecho, Minako también llegó a pensar mal de mí porque inmediatamente puse mi aroma en ti." Comentó de pronto, y Yuuri lo miró con sorpresa. "Me lo hizo saber el día que la conocí. Tú estabas ayudando a mamá Hiroko en la cocina, así que Minako aprovechó para hablar conmigo en privado. Decidí no decirte las cosas amenazantes que me dijo para no preocuparte, y porque sé que las dijo porque trataba de protegerte debido a tu ex novia. Tampoco la culpo." Se encogió de hombros para restarle importancia tras percibir la mirada horrorizada del Beta.

"De acuerdo... Pero la próxima vez que alguien de mi familia te amenace por alguna razón, por favor dímelo." Viktor asintió sin problemas. Ambos confiaban en que eso no sucedería. "Por cierto..." Continuó con timidez. "¿De qué hablaron tú y tu padre?"

Yuuri había notado que tanto Viktor como Sergei habían entrado a la habitación con los ojos rojos y una postura dócil, así que debieron tener una conversación bastante emocional y personal, así que no estaba seguro de si debía preguntar.

"Sobre eso..." Viktor lo miró un segundo y después volvió su vista a la carretera. "Papá me dijo por qué odia a los Betas. No, espera. No los odias." Se corrigió a sí mismo. "Me dijo por qué es tan precavido alrededor de ellos. Yo... te lo contaría, pero papá me pidió que no se lo dijera a nadie."

"No hay problema." Le aseguró con una sonrisa. Aunque sentía curiosidad, no necesitaba saberlo si eso significaba que su suegro trataría de conocerlo mejor.

"Pero dijo que te lo podía decir después de que nos casáramos." Agregó en tono coqueto y un guiño, y Yuuri se hubiese ruborizado sino fuera porque se quedó más anonadado ante la implicación.

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Eran alrededor de las once y media cuando la pareja por fin llegó a Yu-topia, y Viktor se bajó del auto para acompañar a su novio hasta la puerta y despedirse con besos. Pero cuando deshizo el abrazo para volver al auto, sintió la mano de Yuuri sobre su brazo.

"Viktor, espera. Ya casi es media noche. ¿Qué tal si te quedas a dormir?"

El Omega entonces se detuvo, quedándose paralizado tras oír aquello, sin atreverse a mover un músculo.

Media noche. Su padre había sido violado porque estaba solo durante la media noche. Viktor entonces sintió un irracional miedo apoderándose de él y quiso soltarse de la mano sobre su brazo.

"¿Viktor?" Le llamó Yuuri de nuevo con preocupación.

Yuuri. Su Yuuri. La persona que lo mimaba con comida y besos gentiles. Y los Katsuki, quienes lo habían recibido con los brazos abiertos a pesar de que los Betas temían acercarse a los Omegas por miedo a los Alfas posesivos; ellos nunca le harían daño.

Tras varios segundos sin decir nada, Viktor dio un suspiro hondo, y se volvió hacia su novio con una sonrisa.

"Sólo pensaba." Tomó la mano de Yuuri y la entrelazó con la suya. "Debo llamar a los Dormitorios y avisar que no dormiré allí, o sino pensarán que desaparecí y llamarán a la policía. Es parte de sus políticas."

"Ah, ya veo." Yuuri sonrió, animado. Esa sería la primera vez que Viktor pasaría la noche en su casa (aunque ya habían intimado algunas veces en su habitación).

El restaurante estaba vacío, y los Katsuki ya debían estar descansando en la segunda planta. La pareja entonces subió los escalones en relativo silencio, tratando de no hacer ruido para no molestar a nadie. Al llegar al segundo piso, Yuuri abrió la puerta con sus llaves y ambos se quitaron las zapatillas para dejarlas en el recibidor y tomar un par de pantuflas japonesas (Uwabaki, o algo así Viktor recordaba que se llamaban.)

"Le pediré a papá que te preste un yukata." Dijo, y le señaló a Viktor que fuera a su habitación.

Y así lo hizo el peliplateado, acostándose sobre la cama de su novio para esperarlo y abrazar una de sus almohadas porque le gustaba su olor, e hizo la llamada a los Dormitorios.

"Con quien yo esté es problema mío." Dijo Viktor voz irritada antes de colgar. La chica que había contestado el teléfono le había preguntado si 'estaba con ese Beta' con voz precavida, como si esperaba a que el Omega comenzara a gritar y pedir ayuda. Viktor no tenía idea de quién era esa chica ni por qué le interesaba su vida amorosa, pero en verdad odiaba que la gente no los dejara en paz.

Cuando el moreno volvió varios minutos después, traía consigo un yukata verde.

"Mamá dice que hará de desayunar blinis porque son tus favoritos." Comentó tras cerrar la puerta, y al ver a Viktor tan plácido ya acostado, agregó. "Ah. Puedes quedarte con la cama, yo usaré un futón."

"Wow, Yuuri. Qué caballeroso." Se levantó de la cama y caminó directo hacia su novio para acorralarlo contra la puerta, presionando su cuerpo contra el suyo, y continuó hablando con su boca pegada a su oído, haciendo tiritar al moreno debido a su respiración caliente. "Por un momento pensé que me invitabas a dormir para aprovecharte de mí." Yuuri, sorprendido, se quedó sin aliento y no pudo contestar. "No sé si sentirme aliviado o... decepcionado." Viktor entonces tomó su barbilla y la levantó, acercando sus labios sin juntarlos, pero los suficientemente cerca como para rozarlos si quisiera. No obstante, se limitó a sonreír. "Yuuri, quiero hacerlo. Ahora." Dijo, más como una sugerencia que como una orden, agitando sus pestañas plateadas para dar más efecto.

"Yo...también quiero." Yuuri, siempre maravillado con el hecho de que tenía como novio a un Omega tan adorable (quien más bien actuaba como un territorial Alfa), no pudo evitar que su rostro se encendiera y el bulto dentro de su pantalón saltara con deseo. No obstante, algo lo detenía de actuar. "Pero... se me acabaron los condones."

"... Oh. Yo tampoco tengo."

La pareja, aún de pie contra la puerta, se quedó en silencio algunos segundos hasta que Viktor volvió a sonreír con coquetería.

"Supongo que puedo usar mis dedos." Ante aquella sugerencia, Yuuri enrojeció más y asintió, y eso le valió un pequeño beso en los labios como recompensa.

Viktor se separó de él, y lentamente se fue quitando la ropa, dejándola caer gentilmente al piso mientras le daba la espalda. Primero desabotonó su camisa azul, la cual se deslizó sugerentemente por sus anchos hombros, mostrando su espalda desnuda acentuada por su largo cabello plateado; después desabrochó su pantalón, y su ropa interior cayó junto con él. Yuuri pudo ver el trasero de su novio en todo su esplendor (trasero en el cual muchos Alfas deseaba entrar) antes de que Viktor se sentara sobre la cama e hiciera visible su erección.

Ver a Viktor desnudo siempre era una visión difícil para Yuuri, pero en el buen sentido. Se sentía realmente afortunado de saber que su Omega lo había elegido a él sobre cual otra persona y que además se esforzaba por seducirlo cuando no era necesario (porque Yuuri siempre se sentía atraído por él)

"Yuuri." Le llamó con voz quejumbrosa pero juguetona, abriendo más las piernas. "No me dejes esperando."

A diferencia de Viktor, Yuuri se quitó la ropa con prisa y saltó a la cama, provocando que el peliplateado riera, aunque no pasó mucho para éste lo tomara entre sus brazos y comenzaran a compartir besos. Yuuri se había sentado sobre su regazo, juntando sus miembros y tomándolos entre sus dedos para causar fricción. Sus gemidos eran apagados con sus bocas a la vez que sus respiraciones se mezclaban en un compás lento.

Viktor deslizó las manos por todos los lugares que pudo alcanzar del cuerpo de su Beta mientras su dentadura hacia una gentil presión sobre su cuello y hombros, lo suficiente para dejar una marca pero sin lastimar su piel. Entonces sus manos se detuvieron sobre sus glúteos. Viktor se llevó tres dedos a la boca, los cuales cubrió de saliva y entonces los llevó de vuelta a la entrada de Yuuri, metiendo uno primero hasta que el moreno estuviera el suficiente espacio para los otros dos.

Al sentir los dedos revolverse dentro suyo y los dientes de Viktor sobre su cuello, Yuuri tuvo un momento de contemplación y pudo darse cuenta que el Omega en verdad le gustaba morderlo. Por lo que, llevado por la pasión del momento, acercó su boca al cuello de Viktor e hizo lo mismo.

De pronto sintiéndose más sensible, Viktor soltó un gemido tan sonoro que el Beta se sobresaltó, olvidándose por un momento de la situación en la que se encontraban.

"¿Viktor? ¿Es-estás bien?" Preguntó preocupado, pero Viktor se volvió a verlo con una sonrisa satisfecha mientras respiraba agitado, faltándole el aliento.

"Hazlo de nuevo, solnyshko." Pidió con la respiración entrecortada, con su cuerpo temblando y su piel caliente enchinada. "Se sintió muy bien. Hazlo de nuevo." Repitió, esta vez con tono de súplica. Ladeó la cabeza para darle mejor acceso a su cuello. Yuuri no tardó en hacerle caso.

Para cuando ambos terminaron, abrazados y cansados tras una intensa sesión, Viktor tenía un rastro de mordiscos por el cuello de los cuales se sentía muy orgulloso.

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A la mañana siguiente, el moreno tuvo que prestarle a su novio una bufanda para esconder las marcas mientras que él mismo usaba una camisa de cuello alto. No obstante, Viktor tenía una sonrisa de oreja a oreja que cualquiera que pudiera leer entrelineas se daría cuenta que era el tipo de felicidad ligada a una buena noche de sexo.

Cuando Mari, todavía en pijama, entró al comedor familiar y notó al Omega, se detuvo un momento para mirarlo con confusión. Viktor entonces le dio los buenos días, y la muchacha se encogió de hombros antes de regresarle el saludo entre bostezos y doblar las piernas para sentarse junto a ellos en la mesa.

Hiroko estaba en la pequeña cocina preparando el desayuno (los blinis que había prometido) mientras Toshiya leía y reía con las tiras cómicas del periódico junto a ellos en la mesa. El ambiente en la familia Katsuki era cálido y seguro.

Viktor dio un suspiro risueño sin parar de sonreír, sintiendo la hinchazón de las mordeduras sobre su cuello. Sabía que iban a sanar pronto puesto que Yuuri no era un Alfa, pero eso no le impedía que su lado más Omega saltara de felicidad al saber que había sido marcado por su pareja.


Okay, cuando dije que el fic no tendría nada de lemon/smut (en este caso lime) fue para espantar a los lectores que sólo vienen buscando sexo y no se fijan en la trama, así que pido disculpas a cualquiera que se haya podido sentir incómodo con la escena :c
Eso sí, no prometo que haya más en el futuro. Simplemente sentí que en esta ocasión quedaba bien.