Corazones en llamas

Los personajes no me pertenecen, los tomo prestados de la gran Rumiko

Capítulo 1

- ¡Vamos chicos! ¿Queréis sentaros de una vez?

- Ya vamos… ¿Por qué estás tan impaciente, Daisuke? Si tenemos aún toda la noche por delante.

- Tengo ganas de desplumaros. Papi necesita unas botas nuevas para su moto.

- Pasad de mí, yo estoy ahorrando para la boda. Dentro de poco llegará mi bella prometida y quiero llevarla a los mejores restaurantes de Tokio- Decía un joven de procedencia China, con cabello largo y ojos esmeraldas.

- Mousse, eso se hace para conquistar a una chica, tú ya has engañado a esa preciosidad para que se case contigo- Decía su compañero Hiroshi.

- ¡Ey, más respeto para mi futura esposa!

- Vale, Vale… cómo están los ánimos hoy…

- ¿Casamiento? ¿Para qué atarse a una sola mujer cuando puedes tener el amor de varias? Miradme a mí, las tengo a todas loquitas, claro que no hay chica que se resista al más guapo, musculoso y sexy de Kuno Tatewaki.

- Tan locas que van derechitas al manicomio- un chico de cabello azabache, largo y atado en una trenza hacía su aparición en la estancia

- Saotome, haré que no te he oído porque estoy de buen humor, por cierto, mi hermana me manda darte recuerdos, desde luego no sé por qué se ha encaprichado contigo. ¿Le doy algún recado de tu parte? Dice que no te llegan sus mensajes

- Quizá sea porque la tengo bloqueada… familia de locos- murmuró el chico de la trenza lo más bajito para no ser escuchado por «otros».

- ¿ Has dicho algo, Saotome?

- N-no nada… qué he recibido sus saludos

- ¿Se puede saber dónde está Shinnosuke?- pregunta un Daisuke más que desesperado porque empiece ya el juego.

- Estará a punto de salir de la ducha, hemos estado entrenando en el gimnasio por un buen rato-dijo Ranma sentándose junto a sus compañeros

- ¿Habláis de mí?- aparece un chico de pelo corto castaño, levemente húmedo gracias al baño que se había dado previamente- ¿Otra noche jugando a las cartas?

- Esta vez os dejo elegir el juego ¿Qué decís?

- Está bien, ¿qué tal si jugamos al mentiroso?

Todos sus compañeros se quedan mirando al chico de la trenza azabache con los ojos como platos.

- ¿Por qué me miráis todos así? - sonaba a una buena idea; los demás no pensaban de la misma forma.

- Ranma, ¿en serio has dicho de jugar al mentiroso? ¿Todavía no te has enterado de que no se te da bien mentir? Bueno, la verdad, es que no se te da bien ningún juego de cartas que implique una estrategia- le recriminó Hiroshi.

- ¿Cómo que no soy buen estratega? Responde el azabache más que molesto- Proponed el juego que queráis y veremos a ver quién es mal estratega aquí- dando un manotazo, haciendo rezumbar la estancia.

- Como quieras amigo pero vas a salir con el rabo entre las piernas y tu enorme orgullo más que herido-

¿Qué era, una estrategia? ¿Para hacerle rabiar? ¡Si él era el mejor, el más guapo, el top de todo Japón! Y eso, todas las mujeres lo sabían, pues siempre se lo decían; ahora no caería tan estrepitosamente en un juego «de niños».

Son las 8 p.m. de un día que por fin empezaba a dar tregua el sofocante calor que se instalaba en el recién comenzado verano. Aunque Tokio nunca se ha caracterizado por ser una ciudad tranquila ese día estaba siendo especialmente "aburrido" claro, laboralmente hablando. Un grupo de 6 chicos pertenecientes al cuerpo de bomberos más prestigioso de la ciudad por sus innumerables méritos, se disponía a seguir su guardia de la manera más tranquila posible, si sólo eso se pudiera, porque cuando se trataba de jugar, un aura de competitividad inundaba la sala.

De repente una muy conocida alarma hace eco en todo el edificio, sin dudarlo ni un segundo los 6 compañeros y amigos transformaron sus caras a una de total concentración, aquel juego ha acabado antes siquiera de comenzar, el deber les llamaba.

Empieza la carrera, se colocan el uniforme, bajan por la barandilla fría, se suben al coche de bomberos y arrancan a toda velocidad, rumbo a su nueva tarea.

-¡Edificio de 4 pisos en llamas, 2-4-2 Yaesu Chuo-ku! ¡Hay personas atrapadas! Policía y ambulancia ya están en camino- les informan por radio.

- Como jefe de equipo de hoy ya sabéis cómo estáis distribuidos- se dirige Kuno a sus compañeros - Conductor y encargado de la bomba de agua, Mousse. Rescatistas Daisuke e Hiroshi, Shinnosuke y Ranma con las mangueras ¿queda claro?

- Kuno, sabes de sobra que yo siempre ejerzo de rescatista. No sé por qué hoy me cambias de puesto- Ranma habla a Kuno con un tono bastante molesto en su voz.

-¿Es que acaso no te fías de la capacidad de tus compañeros? Si yo fuera ellos estaría muy pero que muy ofendido- Una media sonrisa asoma en el rostro de Kuno

- Estás tergiversando lo que yo he dicho, nunca he dudado de la capacidad de mis compañeros pero sabes de sobra que el sargento Happosai siempre nos ha distribuido pensando que es aquello que mejor hacemos dentro del cuerpo. Por eso somos el equipo número uno de nuestro departamento.

- No tengo nada más que decir, hoy los rescatistas serán Daisuke e Hiroshi, además parece que la cosa no es grave así que en menos que canta un gallo estaremos de nuevo en el parque.

Llegaron al lugar indicado por radio, un revuelo de gente estaba alrededor observando todo lo que pasaba. En ese mismo momento apareció la policía y empezó a acordonar la zona alejando a la par a todos los mirones.

Tras una primera evaluación pudieron comprobar que el fuego había empezado en la segunda planta

Kuno empezó a dirigir a los que hoy eran su equipo- ¡Daisuke, Hiroshi coged el material y adentro! ¡Vamos,vamos!

Mientras los rescatistas se adentraban en el edificio los demás empezaron a organizarse para estar listos y cuando ya todo el mundo estuviese a salvo proceder a la extinción del fuego.

- Shinno, vamos a ir preparando la torre- decía Ranma a su compañero

- Sí, vamos- los chicos estaban perfectamente sincronizados, era normal porque ya llevaban muchos trabajos a sus espaldas. Ya estaban preparados con la manguera en la mano esperando la orden de Kuno y la salida de sus compañeros.

Pasaban ya 20 minutos desde que Daisuke e Hiroshi se adentraron en el bloque de pisos, un vecino se acercó donde se encontraba Kuno - ¿Por qué no están apagando el fuego mientras? ¿A qué esperan? -

Kuno miró al hombrecillo por encima del hombro, hinchó su pecho y se dispuso a darle una clase magistral - Caballero, si se extingue el fuego con personas dentro el vapor de agua provocará que baje el plano neutro haciendo que los que están dentro sufran quemaduras por la acción de los vapores y del humo-

El hombre se quedó mirando a Kuno como si le estuviera hablando en un idioma desconocido -Emmmm ¿qué ha dicho señor bombero?

- ¡Qué no se puede y punto! y sin más Kuno se alejó para poder seguir coordinando a los que hoy eran sus hombres sin interrupciones, a ser posible

- ¿Por qué tardarán tanto?- Ranma ya estaba que se subía por las paredes, sí, confiaba en sus compañeros pero él era un hombre de acción, el estar esperando para poder actuar, le quemaba las entrañas.

De repente sus compañeros salieron del edificio escoltando a unas 10 personas.

- ¡Ya está todo el bloque registrado! Nos han dicho que prácticamente todos los vecinos están de vacaciones así que podéis proceder a la extinción

Cuando Ranma y Shinnosuke se disponían a apagar el fuego oyeron el grito desesperado de una chica a sus espaldas

- ¡Nooooo, por favor mi compañera de piso sigue dentro! Un policía cogió a la chica por la cintura y detuvo sus pasos que iban directos a Ranma y a Shinnosuke

- ¡Por favor, suélteme! ¡Necesito que me escuchen, hay una chica que sigue en el edificio!

- ¿Ukyo?

- ¡Ranma, eres tú! ¡Qué alegría! ¡Tienes que creerme, mi compañera de piso sigue dentro

- Eso es imposible-ahora fue Daisuke quien se acercó al oír la conversación -Hemos registrado todos los pisos, no hay nadie en todo el bloque-

-Ukyo, ¿cuál es tu piso?- Ranma la agarró por los hombros con una expresión seria, sabía que Ukyo no era capaz de mentir, se conocían desde la infancia y además ese mal presentimiento desde que vislumbró a sus compañeros salir del edificio no se le iba y él siempre hacía caso a su intuición, nunca le había fallado.

- El tercero izquierda… - antes de que ella pudiera terminar lo que iba a decir Ranma salió como alma que lleva al diablo adentrándose en el edificio

- ¡Ranma! ¿Se puede saber a dónde vas sólo? ¡Es muy peligroso!- Los gritos de Shinnosuke se oían a lo lejos pero no podía esperar más. Si era verdad que una persona estaba dentro seguro ya estaría inconsciente debido a la inhalación de humo.

Subió las escalera con una agilidad más propia de un felino que de una persona, al llegar a la tercera planta tuvo que ir caminando a gatas y con la mano puesta en la pared para poder orientarse porque el humo le impedía ver bien hacia dónde se dirigía. La puerta estaba abierta, empezó a mirar en todas las habitaciones.

-¡Hola! ¿Hay alguien ahí?- No encuentra respuesta alguna. ¿Se habrá confundido Ukyo y verdaderamente no hay nadie aquí?

Entra a la última habitación que le queda por revisar, cada vez hay más humo, la mascarilla poco le está protegiendo ya iba a darse por vencido cuando de repente divisa una pequeña mano debajo de la cama.

Rápidamente coge la mano de una chica y la saca a rastras, le toma el pulso, un suspiro de alivio sale de su boca, le coloca otra mascarilla a ella, la toma en brazos y lanzando una potente patada rompe la ventana de la habitación.

Shinnosuke ya estaba esperando subido a la escalera mecánica, preparado por si su compañero necesitaba ayuda. Sin pensarlo un segundo Ranma saltó a tiempo de que el fuego empezara a colarse por la habitación que dejaba a sus espaldas.

- ¡Rápido Mousse, bájanos de aquí! Se oye gritar al chico de la trenza

Dejó a la chica en el suelo- ¿se puede saber dónde está el personal de emergencias?

- Viene una ambulancia de camino, han tenido que trasladar a varias personas al hospital- le dice Shinnosuke a su compañero y amigo.

De repente la chica comienza a toser, se mueve algo agitada porque no sabe dónde se encuentra. Comienza a abrir los ojos y lo primero que visualiza son unos ojos color mar mirándola fijamente, parecen preocupados…

- ¡Akane, Akane!- le parece escuchar la voz de Ukyo pero la oye muy lejana. Vuelve a enfocar la vista en esos ojos que no apartan la mirada de ella. No sabe por qué pero se siente tranquila y segura en ellos.

- ¿Puedes oírme? ¿Te encuentras bien?- una voz grave sale de la boca del dueño de esos ojos, no puede hablar aunque lo intenta, parece que él le lee el pensamiento

- No hables, sólo mueve la cabeza

Asiente y entonces llegan a su lado más personas que le colocan otro tipo de mascarilla y la suben a una camilla. Sigue oyendo la voz de Ukyo pero ahora la escucha justo al lado suyo. La puerta de la ambulancia se cierra y se alejan directos al hospital.

¿Volverá a ver al dueño de esos ojos color mar otra vez?

Si es así, que sea muy pronto…

- Ranma ¿se puede saber qué haces ahí parado? ¡Hay que empezar ya a extinguir el fuego!- Shinnosuke gritaba a su compañero que parecía haberse quedado en shock.

- Sí, sí lo siento… ¡Vamos rápido!- sabía que debía concentrarse, aún le quedaba mucha noche por delante pero no conseguía quitarse la imagen de esa chica de la cabeza. Tenía que volver a verla. Y con este pensamiento se dispuso a cumplir con su deber.

Continuará…

Quiero dar las gracias a mis #transtornadasporeldiosgriego que fueron las que me animaron a subir esta historia.

Es la primera que escribo y público, espero que les guste y perdón si hubiera alguna falta de ortografía

Sakura Saotome :)