Disclaimer: Los personajes de Harry Potter son propiedad de J.K. Rowling . No hay ninguna intención de lucro ni de infringir el copyright. La trama es enteramente mia así como los personajes originales que puedan llegar a aparecer.
A/N: Bueeeeeeenisimas a quienes esténacompañándome en este mi primer Fanfic en años (Tuve un terrible pasado oscuro de adolescente y escribí Fanfic de Crepusculo OwO! Lo seeeeeeeee! Es medio traumatico, de todas formas... TEAM JASPER POR SIEMPRE!) La verdad es que no tengo mucho para decir, solo les pido que le den una oportunidad a esta historia que es de progresión lenta pero apunto a desarrollar un monton de situaciones y brujerias.
La trama la tengo ideada hasta el final, solo debo encaminarla con tenacidad, No tendré un personaje principal UNICO, y los focos de importancia irán rotando acorde a la necesidad de la historia, sin embargo habra posibles favoritismos de mi parte con Hermione (Simplemente es mi idola desde los 8 años.)
Sus criticas y opiniones son bienvenidas, no nos abandonemos, ya les amo!Abrazos Cosmicos!
AQUELARRE LUNAR
Capitulo 1: Comprensión y Rechazo. Parte I
Flamas verdes la envolvieron en el instante en que los polvos floo impactaron junto a sus pies. Deshaciéndose de cualquier resto de ceniza que quedara en sus hombros, Hermione se alejó de la ostentosa chimenea de mármol blanco. Un leve tirón en la parte trasera de su túnica le indicó la presencia de Prudy, la elfa doméstica más coqueta que ella hubiera conocido.
"Buenos días señorita Granger. " Saludó cortésmente la criatura. "Se me ha pedido que le informe que hoy la Señora se encuentra indispuesta para recibirla en su entrevista."
"¿Está ella enferma Prudy?" Hermione observó el rostro dubitativo de la elfa, y decidió darle un incentivo para que le fuera honesta con respecto de la situación en la que se encontraba su Ama. "Es muy importante que tu señora complete exitosamente todas y cada una de sus entrevistas si queremos que evite Azkaban. Yo estoy aquí para ayudarle a limpiar su nombre, pero no podré hacerlo cuando me pregunten por la sesión de este día. ¿Crees que aceptaran 'indispuesta' como excusa?"
Aparentemente el resultado fue el esperado, pues la elfina desapareció con un seco 'plop'. Suspirando decidió moverse del Hall hacia el Estar Principal, donde normalmente esperaba a la mujer, quien luego la guiaba al solar del ala oeste de la Mansión, pues este era el favorito de ambas con su exclusiva vista del más majestuoso liquidámbar.
"¿Manipulando a un pobre elfo doméstico, eh Granger? Nunca imaginé que llegaría el día en que utilizaras la propia naturaleza de alguien en su contra." La característica voz deslizante de Draco la sorprendió por detrás. Este se arrimó a ella y con una inclinación de cabeza le ofreció su brazo para escoltarla hacia la sala siguiente. Esta lo aceptó naturalmente y con una sonrisa ladeada le contestó con voz tranquila "Pues parece que hoy es un día para las sorpresas, yo nunca imaginé que te escucharía considerar a un elfo doméstico como 'alguien' y no 'algo'."
Una libre y relajada carcajada salió de los labios de Draco "Tengo muchas otras sorpresas para presentarte si me lo permites algún día Granger." Antes de que ella pudiera responderle Narcisa carraspeó tras ellos. Ambos se dieron la vuelta un poco sobresaltados. La imagen de la mujer, si bien impecable, lucía agotada, con ojos rojos y amplias ojeras.
"Estoy segura de haber educado a mi hijo de otra manera ¿Qué clase de comentarios son esos Draco?" La imponente mujer claramente sabía cómo intimidar. "Esta amable señorita viene aquí hace un año, explícitamente a ayudar a tu madre a recobrar el respeto de la sociedad mágica, e inconvenientemente veo la misma situación cada vez que me encuentro con ambos juntos." Un bufido escapó de sus labios mientras su rostro se volvía más severo, con la mirada fija en los ojos de su hijo.
"Madre, lamento que veas las cosas así. Puedo asegurarte que no practico ninguna clase de hostigamiento con la Señorita Granger. No más, en todo caso." Se defendió humildemente el muchacho, buscando el apoyo de su ex compañera de clases.
"Tranquila Narcisa, solo son viejas costumbres. La conducta de su hijo respecto a mi persona ha mejorado indudablemente. Pero creo que ambos estamos de acuerdo en que bajo nuevos términos, más respetuosos, nos divierte molestarnos el uno al otro." La mujer se relajó ante el comentario de Hermione, sin embargo pareció un poco irritada con la situación.
"De acuerdo, si prefieren seguir comportándose como niños, procuren no hacerlo en mi presencia, ya bastante tengo con conductas irracionales por un siglo y medio. Esperaré en el solar, Hermione." Con esto se dio la vuelta y caminó elegantemente hacia la galería que conducía al solar.
Draco y Hermione se miraron preocupados por un instante. Con un asentimiento de cabezas se despidieron y la castaña se fue tras Narcisa. Un rato más tarde, Prudy ya les había servido la bandeja habitual de masitas y té, y Hermione ya había terminado de completar la grilla rutinaria de cada reunión.
Posando los pergaminos a un costado de la bandeja, la muchacha puso los codos en la mesa y apoyó sus labios en sus dedos unidos, manteniéndose con la espalda recta al borde de la silla. Miraba a la mujer mayor, quien parecía impasible, pero que esquivaba su mirada. Luego de unos minutos decidió que ya le había dado suficiente tiempo para acomodarse y decidió preguntar el motivo de su humor. Solo esperaba que no fuera algo demasiado privado, puesto que uno de los efectos del contrato entre ambasera que como su responsable legal, Hermione tiene la capacidad de conseguir siempre la respuesta sincera a cualquier pregunta que le realice a Narcisa, y para ser honesta consigo misma, no disfrutaba en absoluto ese poder.
"¿Por qué Prudy me recibió con una negativa esta mañana Narcisa?" La mencionada suspiro cansada y sus ojos se llenaron de frustración y dolor.
"No he dormido en toda la noche, y..." Tragó pesadamente y sus ojos se llenaron de lágrimas. "Y tuve una especie de ataque de histeria. Me fue imposible controlar mis emociones, y le dije a Lucius que quería el divorcio." Hermione aspiró sorprendida. "En un momento de arrebato envié la carta al solicitor de Lucius, y estoy segura que los papeles llegarán para esta tarde a Azkaban."
"Antes de que me expliques los motivos exactos de estas conductas, dime ¿Te arrepientes?"
"No lo se. Se siente correcto, pero por los motivos... incorrectos." Tomó unos sorbos de su té y con ello también tomó coraje. "Ayer por la tarde visité a Lucius en Azkaban. Esta vez fué en una de esas habitaciones donde la pareja puede ponerse cómoda y olvidar que uno de ellos está preso. Apesar de eso, en este último año he sentido cada vez más difícil los encuentros intimos con mi esposo. Algo no se siente bien, no puedo explicarlo, pero no deseo que él me toque, tampoco deseo tocarlo. Eso mismo me produce culpa ¿Acaso no es eso lo que hace una pareja que se ama?" Dejó la pregunta colgando unos instantes y prosiguió. "Aun así nunca le negué ese momento. siempre le entregué el amor y consuelo que tanto necesita para sobrevivir ese hediondo lugar. Hasta ayer. Cuando la situación comenzó a ponerse más íntima le detuve, y le pedí que solo pasáramos el rato charlando. Él se enfureció inmediatamente, y luego de discutir un rato exclamó que esa no era una decisión que yo pudiera tomar." Narcisa dejó de hablar cuando un sollozo lleno de angustia escapó de sus labios. Hermione se incorporó y se dirigió a la bruja mayor agachándose junto a sus piernas,le tomó las manos para darle consuelo.
"No necesitas seguir relatando, si no quieres Narcisa. En este momento no quiero ser tu Responsable legal, solo quiero ser tu amiga." La joven dijo con voz calma en un susurro, dándole la oportunidad a la otra de decir o no libremente lo que quisiera. Ésta negó apretando sus ojos en un intento de detener las lágrimas que inundaban su mirada.
"No. Quiero decirte, quiero quitarme este veneno." Una respiración profunda después prosiguió. "Como bien sabes, los contratos matrimoniales del mundo mágico constan de una unión unidireccional. La mujer toma el apellido del hombre, mágicamente queda atada a serle fiel, jamás podría estar con otro hombre voluntariamente, a menos que su esposo se lo ordenase.."
Hermione asintió "Y esa es la peor parte. La mujer está atada mágicamente a obedecer a su pareja ¿Verdad?"
"Así es. Ayer por la tarde Lucius se atrevió a comandarme nuevamente. Me obligó una vez más a hacer algo que no quiero hacer." Su rostro no solo denotaba dolor, también una ira contenida. En todo el año que Hermione venía trabajando con Narcisa Malfoy, nunca, ni por un solo instante ésta última había demostrado emociones tan fuertes. Y a pesar de que ambas comenzaban a forjar una nueva relación, una amistad, la bruja mayor parecía siempre compuesta y bajo control.
Hoy no era el caso, lo cual desorientaba plenamente a Hermione. No tenía una sola clave de cómo actuar. Si se tratara de Ginny o Luna, inclusive si se tratara de cualquier otra mujer, un abrazo, parecería lo correcto. Pero con esta tradicionalista sangre pura, temía salir herida si el contacto entre ambas superaba un roce de mejillas. Pensó en la forma más cortés de expresar empatía. Le extendió un pañuelo.
Narcisa lo aceptó naturalmente, y limpiándose los ojos con ellos siguió hablando. "Lucius me ha ordenado cosas terribles en el pasado, pero jamás se atrevió a cruzar una línea tan delicada. Siento que no importa que tan legal sea lo que sucedió ayer, se siente mal, se siente incorrecto, es... "
"Violación. Eso es violación. Un abuso a tu cuerpo, a tu decisión de no compartir intimidad ¡Esto es terrible Narcisa!" Interrumpió la castaña muy enojada. Se había parado, y caminaba de un lado a otro como una leona enjaulada, con sus manos como puños y el entrecejo fruncido. "¡No te atrevas ni por un segundo a pensar que tus motivos son incorrectos! Esto no puede quedar así, debes denunciarlo."
"Eso es imposible Hermione. Son las leyes de nuestra sociedad las que amparan este tipo de situaciones."
"Pues no pienso permitir que atrocidades así sigan sucediendo." Dijo con una seguridad absolutamente cargada de ira. En su mente ya empezaban a generarse mapas mentales de cómo proceder.
"Es inútil de todos modos. Él no aceptará el divorcio, no firmará ningún papel, y es cuestión de que me ordene que desista de ello para que todo quede resuelto a su antojo. Claro que sufriré ciertas repercusiones por mi atrevimiento, en cada visita a Azkaban, o si consigo evitarlas, las sufriré potenciadas dentro de tres años cuando le den su libertad condicional." Dijo resignada y con un ápice de miedo en su mirada. Sin dudas el episodio del día anterior había sido lo suficientemente traumático como para cambiar drásticamente la conducta de Narcisa.
"¿Qué? Nada de eso. Buscaremos la forma de resolverlo." Ambas brujas se miraron un minuto, una abatida, la otra resuelta. "No leerás ni escucharas ni una sola palabra que Lucius mande a decirte. De eso se encargará tu abogado. Claro que no podrá ser el de tu familia, pues corresponderá a lo que tu esposo diga. De esta forma toda interacción estará libre de intervenciones indeseadas."
"Pero cuando llegue el día del juicio él estará ahí, y yo también, y no podré evitar oirle." Repuso Narcisa.
"Ya pensaremos en una solución para eso. Hay tiempo. Un año o más para esto. Hoy sería prudente contactar un abogado."
"Bien. Pero considerando la naturaleza del asunto preferiría que el motivo no sea mencionado. Debe quedar entre tu y yo, Hermione. Mi orgullo está en juego. Y eso es algo que deseo cuidar. Poco me queda después de lo que sucedió durante todos estos últimos años."
"Comprendo."