Mal

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Por ahí y Osomatsu tan idiota no es, y quizá nota (porque él en eso de leer a sus hermanos es un genio, y ojalá le pagaran por eso, que sería millonario) que a Ichimatsu algo le pasa.

Y ese algo quizás tenga que ver con él y esa especie de relación que no tienen (porque por allí dicen que es tabú). Pero que no sea algo idiota, cuando mucho, sería un milagro, y aquí de eso no hay. Porque después de todo, incluso sabiendo qué es, no sabe cómo solucionar el problema.

Karamatsu le ha dicho que lo hable (y es que el tipo es un idiota, si piensa y la cabeza se le parte) con Ichimatsu, porque tiene que averiguar qué le pasa al menor que sino algo se va a partir ahí, y ya no será su cabeza de tanto pensar. Esas veces el mayor parece el azul, que es más protector con todos y menos despilfarrador, no como alguien que siempre usa el color rojo y no saca sus dedos de la nariz.

Aunque le de miedo hablar con el cuarto Matsuno tiene que hacerlo porque es su hermano (y él en realidad tampoco quiere ser eso) y le quiere, no como a los demás, pero lo que está mal está mal.

Es irónico que siendo él al que menos le importa lo moral venga a hacerse el santo a esas alturas, donde ha tocado a su hermano tantas veces que si fuese posible las manos se le caerían, pero tiene que frenar lo que les pasa porque no quiere lastimarse, y menos lastimar a Ichimatsu. Pero Todomatsu le increpó, y le dijo que si hizo las cosas mal desde el principio las haga hasta el final, porque es él y nada bueno saldría, incluso si se reforma en una iglesia y como cura. Y no le fue mejor con Jyushimatsu que le soltó una retahíla de frases secacocos y le dejó con la cabeza hecha un lío.

Y quizá tengan razón los dos menores, y lo que mal empieza mal acaba, pero si es con Ichimatsu está bien.