EL CASO DE LA CABAÑA EMBRUJADA


Prólogo

La granja de Sweet Apples Acres

Entre los cientos de árboles cargados de manzanas, podía verse una gran casa donde sus habitantes dormían. La luna con el perfil de unicornio se destacaba sobre un cielo azulado, casi purpúreo, rodeada de pequeñas estrellas.

La pequeña ciudad de Ponyville llevaba poco tiempo fundada de manera oficial, aunque el valle en donde se alza, al lado sur del río Nerung, estaba habitado desde hace tiempos inmemoriales por diversos pobladores. Los más antiguos fueron los grifos, miles de años antes siquiera de la fundación de los primeros reinos de ponis, cuando la tecnología dominante se basaba en el sílex, y los grifos prefirieron levantar dólmenes y estructuras circulares a edificar ciudades. Los arqueólogos no han averiguado mucho más, pero sí saben que las poblaciones grifas comenzaron a avanzar hacia el norte mientras los ponis comenzaban a asentarse ahí; algunos aseguraban que los ponis expulsaban a los antiguos pobladores, pero dicha teoría ha sido rechazada por las autoridades en historia.

Lo que resulta innegable es que los ponis que se asentaron en el valle de Ponyville no seguían las mismas costumbres de los grifos, y no tardaron en derribar las estructuras de piedra para cultivar extensamente aquellas fértiles tierras. Los principales restos arqueológicos son primitivas herramientas de bronce, halladas sobre todo en las zonas cercanas al poderoso río. Eso sí, parece que compartían el temor de los antiguos pobladores hacia el veterano Bosque Everfree, poderoso, tenebroso, lleno de criaturas desconocidas hasta para los biológicos. En sus lindes se han hallado algunos dólmenes antiguos, cubiertos de musgo, que hacen pensar que el Bosque ha ido creciendo en tamaño con el pasar del tiempo.

A pesar de estar habitado desde siempre, la historia anterior a su fundación por parte de una agricultora de manzanas es nebulosa y llena de leyendas inconexas. Algunas leyendas hablan de una fortaleza Diamond Dog sobre la cual un tal Discord levantó una primitiva ciudad, misma que fue abandonada con el pasar del tiempo y sobre la cual no se han hallado restos, aunque no falta el teórico que indica que sus cimientos están cubiertos bajo tierra, justo debajo de todo el pueblo.

Sea como fuere, sí se sabe que existieron varias pequeñísimas aldeas agrarias, que rápidamente cambiaron su rubro al comercio cuando se fundó el pequeño pueblo. Varias costumbres ancestrales, como Envolver el Invierno, se conservaron entonces.

Fue una agricultora de la familia Apple quien levantó prácticamente la ciudad, gracias a las manzatruenos, y es por eso que tienen gran preeminencia. Y a la vez, varios rivales que no tardaban en irse.

Precisamente, en esa casa, ahora duerme una yegua que en el pasado fue una Pear.

La noche retrocede y da paso a un día de colores ardientes. Un gallo grita como el hielo en el invierno congelado. Las sombras retroceden y unos últimos ojos acechantes pueden verse antes de esconderse para que la luz no los alcance. La familia comienza a levantarse: una abuela, la descubridora de la manzatrueno. Su hijo, un semental fuerte como el árbol más sano. Su esposa, que dejó todo por él. Un adolescente que habla muy poco baja a desayunar. Una niña honesta también se junta en la cocina. Falta la bebé.

Su madre sube para despertarla. Una gigantesca nube cubre el sol, y la luz por unos momentos se vuelve penumbra. Unos panes se tuestan. El té se está preparando. Un reloj hace su sonido de perfección mecánica a un ritmo lento. Por alguna razón, el aire parece volverse frío.

Y entonces, el grito de una madre rompe toda la quietud de la mañana.

—¡BRIGHT MAC! ¡ALGUIEN SECUESTRÓ A APPLE BLOOM!