Las imágenes fluyen en su memoria como el semen que libero Adrien, gracias al espectáculo que brindo Marinette, esa madrugada.
Se había masturbado pensando en ella. Pensando en lo que hizo.
Algo que no podía sacarse de su mente, mucho menos si la veía en la escuela. Tan inocente, cuando en al noche fue tan lasciva.
Negó con la cabeza. Debía estar imaginándolo, pensó. Ella no podía hacer una cosa así. Era un delirio, ella no podía abrirse de piernas, colocar su mano en su...
-Hey bro -llamó Nino, interrumpiendo sus pensamientos para luego observarlo con atención-Estas rojo-se percató.
Sus mejillas, sus orejas, su cuello. Todo su cuerpo tenia esa tonalidad. Adrien no creía poder estar de otro color, si seguía rememorando en su cabeza las imágenes sensuales de Marinette que se grabaron en su retina.
La misma que arqueaba su espalda, suspirando, jadeando, gimiendo. Dándose placer a si misma. Gritando su nombre, llamándolo.
¿Llamándolo? No, no eso era muy egocéntrico. Hay mas de un millón de Adrien en el mundo ¿Por que debía ser el dueño de sus fantasías y de sus noches de lujuria? No...
-No, no estoy rojo -respondió con la voz ronca.
Su respiración se volvió errática. La voz de la chica lo perforan y hacen que su pantalón le apriete.
¿Es que debía calmarse en el baño?
-Alya, Marinette-llamó Nino, invitándolas a acercarse. Antes de que ingresen al salón. Adrien levantó la mirada ante la mención de la ultima-¿No crees que esta rojo?
Al posar sus ojos verdes en los azules. El chico puberto, sintió que estaba en llamas. Debían llamar a los bomberos, se estaba quemando.
No dejó que las chicas hable, que Adrien alegando que iría al baño en un tartamudeo bastante nervioso, se fue corriendo hacia allí.
Habiendo arreglado su problema y mojado su cara, regresó al salón, sentándose en su asiento. Incómodo, si atrás estaba Marinette.
"Ahhh..." "Adrien"
Se tapó los oídos como si con ello, evitara rememorar aquello que jamas debió haber escuchado, ¡visto!, pero cuando lo hizo no pudo apartar la mirada.
-¿Estas bien? -preguntó Nino, el afirmó. Diciendo a si mismo que no debía actuar extraño, que no debía pensar en ello, que debía fingir que nunca paso-Hey estas caliente-exclamó de pronto su amigo y Adrien refutó de inmediato, denegandolo.
-¡No estoy caliente!-gritó, chocando las dos palmas a su mesa.
Su cara no podía delatarlo. Entró en pánico, ¿Estaba haciendo un gesto que un pervertido haría?
Era cierto que seguía rememorando lo pasado y sus pantalones le apretaban pero, pero... su respiración se volvió pesada, comenzó a marearse.
Todo le daba vueltas.
Efectivamente, Adrien estaba caliente; tenia fiebre. Producto de una ducha, en plena madrugada, con agua fría.
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De seguro, no se esperaban esta continuacion. Yo tampoco :/ ¿Va a haber mas? Todo es posible, pero va estar "complete", para mi salud mental, mas para Adrien (?)
¡Nos leemos! y ¡Cuidense!