Saludos a todos, aquí esta este nuevo fanfic, continuamos con las peripecias de la Legión Oscura, y de los enredos a los cuales se enfrentaran en la época moderna. Agradeciendo nuevamente a todos aquellos que siguen mis historias (Sombra02, Soldado Dragon, gracias por su apoyo), pronto tendremos más y más historias de este peculiar ejército, pero también aviso que tengo un nuevo trabajo, así que andaré un poco más ocupado, pero prometo que estas historias seguirán actualizándose pronto (igual que mis proyectos de Paw Patrol, y si hay chance, uno de The Loud House, que ando aún aterrizando).

Comentarios, dudas y demás son bienvenidos, diviértanse y disfruten la lectura.

FANFIC MLP

3.- FRUTOS DEL PASADO, SEMILLAS DEL FUTURO

CAPITULO 1.- Medidas antiguas

Un día más de labores había terminado y la noche había caído sobre Ponyville. La mayoría de sus habitantes dormían plácidamente, descansando y recuperando energías, mientras la Legión Oscura, ahora encargada de la protección y seguridad de los pobladores, iniciaba sus labores de patrullaje. La oscuridad marcaba el momento preciso en que las barracas bullían de actividad, tanto de los legionarios que se preparaban para salir a recorrer los oscuros alrededores, como de los soldados que se quedaban en la fortaleza. Algunos se coordinaban para tomar los turnos respectivos para hacer guardia en las barracas o auxiliar en las tareas cotidianas, mientras que otros procedían a entrenar y ejercitarse para mantenerse en forma, y otros más se dedicaban a hacer otras actividades que en su época antigua nunca pensaron hacer, como buscar algo de diversión nocturna: leer novelas actuales, charlar entre ellos, pasear y recorrer las nuevas inmediaciones, admirar las estrellas, o acudir a algún salón de baile, taberna o club social.

Sin embargo, esa noche alguien se encontraba nervioso, era ni más ni menos que el dirigente del laureado ejército, el general Grey Shadow, quien se veía ansioso e impaciente, como si estuviera esperando algo. Se había encerrado en su oficina, sin dar mayores indicaciones, lo que para los más veteranos de su legión significaba que nadie debía molestarlo, dejando a los capitanes al mando. Durante largo tiempo permaneció en sus aposentos, sin hacer otra cosa más que permanecer pensativo. Incluso la taza de café que su fiel cocinero Jean Pierre Croissaint le había preparado estaba fría y llevaba largo rato sobre su escritorio sin haber sido probada. El unicornio gris solo se limitaba a estar sentado frente a la ventana de su habitación, con la barbilla recargada en sus cascos, contemplando la hermosa luna que iluminaba el cielo nocturno de Equestria, algo que hacia cuando meditaba asuntos de suma importancia, o que lo preocupaban.

De pronto, alguien tocó a su puerta, y dos de sus guardias entraron a su oficina. Eran Vectoria, una pony terrestre y miembro de las "Lancers" y su estratega en batalla, y Lexy Libris, una batpony de las NightWings, quien desempeñaba el rol de su secretaria personal, así como guardiana de la biblioteca secreta de la Legión y del diario personal de la Princesa Luna. Ambas entraron en silencio, procurando no hacer ruido.

-Infórmenme- dijo secamente el general.

-Señor, verificamos cinco veces los datos que tenemos con los registros que encontramos en la biblioteca de la Princesa Twilight, así como en la alcaldía, y en los registros de la biblioteca de Canterlot. Todo concuerda con lo que nos pidió- dijo Vectoria.

Con su magia, el unicornio tomó los pergaminos que sus guerreras le llevaron y los leyó detenidamente. Una y otra vez repasaba la información como si en cada lectura tratara de encontrar algo. Tras una última revisión, acomodó los papeles y se los devolvió educadamente a Vectoria.

-Hicieron un buen trabajo de investigación, se los agradezco. Lexy, tienes el formato que te pedí que redactaras?-dijo Grey Shadow.

-Aquí esta, señor- dijo la batpony mientras le pasaba a su superior un pergamino enrollado con el sello lacrado de la Legión Oscura, atado con un listón azul marino con una franja roja, los cuales eran usados solo para asuntos de alta prioridad e importancia.

-Bien, regresen a sus puestos, me encargaré personalmente de esto.

Ambas guerreras se excusaron y salieron de su oficina. Con su magia tomó el pergamino y lo colocó en su alforja, se puso su casco, y salió galopando de sus aposentos, dirigiéndose al recién remodelado Castillo de las Hermanas Nobles, a fin de solicitar una audiencia con la Princesa Luna. Los Guardias Lunares Reales, un par de batponies destacados a las afueras del remodelado castillo lo reconocieron al acercarse, y al ver la expresión de su rostro, y la prisa con que se conducía, solo se limitaron a hacerle una reverencia y le permitieron el paso. Bajó la velocidad, tras casi atropellar a un grupo de delegados que habían acudido para discutir asuntos con la princesa, y se limitó a trotar a un paso moderado para no verse tan apresurado. Llegó al salón principal de los tronos gemelos, y al entrar vio a la Soberana de la Noche, sentada en su trono, preparándose para comenzar sus tareas nocturnas de velar por los sueños de sus súbditos. A su lado estaban dos de sus recién asignadas doncellas, una batpony que le ofrecía una taza de té y una pony terrestre, quien cepillaba su etérea melena. Se acercó lentamente hasta llegar al pie del trono de su regidora, se quitó el casco de su cabeza y comenzó a hablar.

-Princesa Luna, perdone esta abrupta intromisión –dijo cortésmente mientras se inclinaba ante su superiora,- solicito me permita unos minutos de su valioso tiempo para discutir un asunto de carácter urgente.

Luna hizo una seña a sus doncellas, quienes hicieron una reverencia y se retiraron, dejando a solas a su Princesa con su subalterno para hablar con libertad.

-General, sabe usted que no tiene que requerirme una audiencia -dijo sonriente-, es libre de acudir ante mi cuando lo requiera, ahora dígame que es lo que necesita.

-Gracias Su Alteza, tras investigar lo suficiente, pude verificar que mis sospechas respecto a ciertos acontecimientos pasados son ciertas, por lo que humildemente me tomo el atrevimiento de pedirle su autorización para implementar la medida de "Actio Legis Restitutio", aquí tengo la solicitud formal para hacerlo.

La alicornio se extrañó al oír ese término que no había oído en siglos, pero conocía muy bien, una frase que encerraba una tremenda carga emocional y acarreaba mucho dolor y sufrimiento, pues eran procedimientos implementados en las épocas oscuras de Equestria, medidas de corte marcial que ejecutaban en casos muy serios y que la princesa esperaba no volvieran a ser usados. Tomó con su magia el pergamino, y al ver la fisonomía y los rasgos característicos del documento oficial, comprendió la importancia de la petición de su subalterno. Lo abrió y comenzó a leerlo; conforme veía el contenido de la carta, su rostro se tornaba cada vez más serio al ver en qué consistía la solicitud de su general, una solicitud que no se podía tomar a la ligera, pero que de aprobarse, implicaría graves consecuencias para quienes serían los afectados de esa medida.

-General ¿es necesario que aplique esto?- preguntó Luna extrañada.

-Princesa Luna, es lo que nos dicta la tradición y las normas de la Legión en estos casos, y aunque usted, por obvias razones, no pudo atestiguar esa falta, sigue siendo una afrenta para el honor de nuestras tropas. Además, usted es la Comandante en Jefe de nuestro ejército, por lo que debo requerirle su permiso para implementar esta medida.

Luna meditó durante unos minutos la petición de su subordinado. Sabía que era algo de rutina en el pasado, una época que justificaba esas acciones, pero que en el presente carecía de sentido, era una locura, pero hasta donde sabia, aún era una medida legal y aplicable, además que no podía correr el riesgo de que algo así manchara el honor y reputación de su armada, pero tampoco podía dejar que fuera aplicada con la misma rigurosidad de los tiempos antiguos, así que con resignación y tras un largo silencio, retomó la palabra.

-Está bien, General….por el poder y la investidura que tengo, lo autorizo para llevar a cabo su petición, pero lo acompañaré, para ver que la justicia sea impartida de manera equitativa e imparcial, y verificar que la legión no se exceda en sus atribuciones.

-Le agradezco, Su Alteza, hare los preparativos para que mañana acudamos al lugar que los pobladores de Ponyville llaman….Sweet Apple Acres.