MEATBALLS

Disclaimer: Love Live! No me pertenece.


Desde hace un tiempo iba contando los días. Incluso antes de año nuevo, de navidad, de el día de gracias o hasta de Halloween, esperaba San Valentín. No es que fuera su festividad favorita ni que amara el chocolate como su amiga de ascendencia rusa, no, era más complicado que eso. En algún momento la líder de Muse fijo su vista en el tesoro que todo hombre desea; el amor.

Lo sé, es anormal que alguien que come pan el 99% de su tiempo libre piense en algo más, pero tampoco era imposible.

Simplemente un día pensando de más, nació una inquietud en su pecho. Honoka no está enamorada, sigue siendo un poco más complicado… Y si fuera así, ¿de quién estaría enamorada? No conocía a ningún chico. Entonces, ¿alguna chica? ¿Quién de sus amigas? En todo caso es imposible, todas ellas son pareja. Ella era la tercera rueda del trió de segundo y para ser más concretos, quizá, era el aguijón de una araña mientras sus amigas eran las patas.

El problema es que ella quería dejar de ser un aguijón ¡Ejem! No quería quedarse excluida, aunque sus amigas nunca la dejaban de lado… Lo que quería decir es que Honoka quería estar en su lugar (No literalmente), solo quería saber que se sentía e incluso sentía envidia.

¿Por qué? Quizá por la confianza que ganaba Umi cuando estaba Kotori de por medio, porque la expresión de aburrimiento de Maki se borraba cuando estaba al lado de Nico, porque el amor de Hanayo por Rin superaba su admiración a las idols o porque Eli perdía el miedo a la oscuridad cuando Nozomi tomaba su mano.

¿Por qué? Tal vez era porque Kotori ponía más esfuerzo en los trajes de Umi que en ningún otro, porque Nico olvidaba presumir cuando Maki tocaba el piano, porque Rin se quedaba quieta cuando su "Kayochin" la abrazaba o porque Nozomi no le hacia washi washi max a Eli.

¿Por qué? Puede ser que sea porque veía en ellas sonrisas que nunca antes aprecio, porque mejoraban cada día más como personas, porque sus ojos brillaban como luces cuando estaban juntas, cada día eran más hermosas, cada día parecían más inmutables, inseparables, cada día entendía más que ellas habían nacido para conocerse… Sin importar cuanto lo intentara no existían palabras que pudieran describir lo que sus orbes azules apreciaban y lo que su corazón percibía.

Realmente no conocía la respuesta a esa pregunta, no sabía decir la razón de sus celos, ni si en algún momento podría deshacerse de ese molesto sentimiento. Por mucho tiempo creyó que el pan era lo único que necesitaba en su vida pero en estos momentos se sentía como un capullo sin florecer.

Quería enamorarse. Lo había pensado tanto que sabía que aunque quisiera lo mismo que sus amigas, sería totalmente diferente y eso solo lograba que su anhelo creciera mas. Por eso esperaba San Valentín. Tenía esperanza que en día tan comercial se presentaría el amor de su vida y le diría palabras que nadie más podría pronunciar con tanta vehemencia o que hicieran tanto efecto en su ser.

Pero no sucedió, ya había pasado un par de días desde esa fecha y no apareció el amor de su vida. ¿Quién era? Ella no lo sabía y quizá eso solo lograba hacerla enfadar más. Honoka no era tan buena persona, sentía envidia como todo ser humano. Estaba tan cuerda que deseaba con intensidad volver en el tiempo y evitar, que en ese día de falta de pan, su cerebro se pusiera a trabajar.


Sentí que debía escribir algo.

PD: El titulo es porque tengo hambre.