® BNHA y sus personajes pertenecen a Horikoshi Kohei-sama.


"Radiante"

Todoroki no podía dejar de pensar en esa palabra cada vez que miraba a su compañera poseedora del q uirk de la creación. No era precisamente que la miraba a propósito (al menos que él admitiera), la miraba solo de reojo cuando en realidad no quería verla.

Está bien, tal vez la miraba un poco más que solo de reojo. ¡Solo un poco!

Sin embargo, cuando se cruzaban de repente sus miradas en medio de las clases teóricas o en medio de cualquier entrenamiento y ella le sonreía no podía evitar sentir ciertas palpitaciones que le hacían pensar que tal vez estaba enfermo.

Tenía un brillo propio que atraía constantemente su mirada (Bueno, sí, la miraba con bastante frecuencia); con el tiempo no podía evitar pillarse a sí mismo emocionado porque ella diera una de sus explicaciones o tratara de resolver un problema, solo para tener una verdadera razón para posar los ojos sobre ella.

Ella se veía tan feliz cada vez que decía algo. O cada vez que ayudaba a alguien. O cada vez que hacía algo.

¿Cómo podía ser tan encantadora?

Constantemente pensaba en si sería él el único que notaba la forma majestuosa en que brillaba el aura que la rodeaba.

— Todoroki-kun —Quiso maldecir a su amigo cuando lo hubo interrumpido de su para-nada-encantador pasatiempo, pero no tuvo de otra que apartar la mirada de Yaoyorozu.

— ¿Qué pasa, Midoriya?

— ¿No has pensado en declararte? —la castaña miraba a Midoriya con una mirada cómplice, con una pisca de emoción en sus enormes ojos marrones.

Todoroki frunció el ceño extrañado por aquellas palabras, y antes de que preguntara nada, Midoriya lo interrumpió:

— Es Yaoyorozu-san.

— ¿Qué pasa con ella? —preguntó aún sin entender cómo aquellos dos no paraban de mirarse y mirarlo de manera intercalada.

— ¡No puede ser! —vociferó Uraraka levantándose de su lugar eufóricamente, para luego sentarse al verse notada en todo el comedor; él levantó una ceja, perplejo— Todoroki-kun, como todo el tiempo estás mirando a YaoMomo, pensé que te gustaba.

Si no fuera porque tenía bastantes años practicando con su quirk, probablemente hubiera terminado incendiando el lugar por el calor que de repente sintió al escuchar esas palabras juntas:

YaoM- Yaoyorozu. Gustar.

Sin embargo, todo ese entrenamiento que tuvo desde pequeño no pudo evitar que perdiera momentáneamente el control de su cuerpo, poniéndolo ligeramente ruborizado, mientras, estático, solo atinaba a mirar a sus compañeros del otro lado de la mesa.

Uararaka se sonrojó también, agitó los brazos con nerviosismo al pensar que había imprudente; Se disculpó tantas veces como pudo mientras Todoroki volvía de su periodo ictal.

— Lo siento… No es lo que… Agghh —aulló al fin sin saber qué más decir. Midoriya trataba de tranquilizarla de una manera un poco torpe.

Recuperó el color de sus mejillas, pero cuando creyó controlarse por fin, desvió la mirada para ver a Yaoyorozu en otra mesa. Ella estaba hablando tan alegremente con Ashido mientras hacía gestos, aparentemente le enseñaba algunas cosas.

Solo por un segundo, la pelinegra lo miró también y le dedicó una de esas sonrisas amables que ponía a galopar su corazón sin que él pudiera hacer nada para detenerlo.

— ¡Todoroki-kun, por favor reacciona! —Midoriya estuvo a punto de arrojarle agua cuando él habló por fin, aunque seguía en su estado confusional.

— Está bien —Todoroki tomó su bandeja y se levantó de su lugar más calmado. Los miró a ambos desde arriba mientras disimuladamente usaba su lado derecho para enfriarse un poco del calor que estaba sintiendo.

— No te preocupes, Todoroki-kun —La castaña se levantó también, quedando a su altura—. Si eres tú, sin dudas que YaoMomo te aceptará.

Midoriya la tomó de la muñeca y la estiró para que se sentara a su lado y dejara de decir tantas cosas imprudentemente como lo estaba haciendo. Uraraka entendió que había vuelto a meter la pata, pero cuando quiso disculparse, el bicolor ya los había dejado.

¡Cuánta estupidez!

¿Gustarme? Pensó mientras distraídamente iba caminando por el pasillo del colegio.

Un rayo de flashback se cruzó por su mente cuando la recordó sonriendo, y de nuevo, todo su cuerpo se sintió tal cual lava ardiente a punto de explotar.

Bufó con frustración mientras se convencía de que solo la admiraba un poco.

Tal vez un poco más de lo que una persona promedio normal la admiraría.

Se sonrojó de nuevo sin poder evitarlo cuando al entrar a la clase casi se choca con ella, deteniéndose justo un segundo antes. Estaba siendo maldecido por el destino o definitivamente era una broma pesada: ¿Por qué tenía que pasarle esto?

Antes de que pudiera controlar su rubor con su lado derecho, ella ya lo había notado y no tardó en preguntarle si se encontraba con fiebre: Su escurridiza mano se estiró para apoyarla en su frente, y él, antes de dejarse tocar y sufrir aún más de su (hormonalmente) desequilibrado cuerpo, se hizo hacia atrás, evitándola.

— Todoroki-san —murmuró llevándose la mano en el pecho. No pudo evitar encontrarla tan linda al verse un poco indecisa.

"LINDA"

Se maldijo internamente con mil latigazos mentales mientras trataba de excusarse con ella.

Si llegó a pensar que no podía ser peor, estaba tan equivocado.

No dejaba de pensar en ella: En clases, en recreos, en horas de estudio, en entrenamientos y si estaban haciendo tutoría o algo por el estilo, él no dejaba de preguntarse si ella estaba bien.

— Todoroki-kun, sé que es difícil para ti, pero si te niegas a aceptar lo que sientes solo estarás haciéndote más daño.

Midoriya, atrevido e inocente como él solo, llevó su mano a su hombro, consolándolo sin siquiera él haberlo autorizado.

— ¿Cómo sabes cuando alguien te gusta? —preguntó al fin resignado, al parecer todos estaban al tanto de sus sentimientos, y era él el único idiota que intentaba fingir engañarlos. Sus dotes en la actuación estaban descartadas a partir de ese día.

— Uhhm… es fácil —se llevó la mano en el mentón pensando—. Ehh…

Midoriya no estás siendo de ayuda.

Creyó saber quién, en su infinita sabiduría, podría serle de ayuda y, curiosamente, era la misma quien estaba a punto de sacarlo de quicio.

Presumió que preguntarle a ella no estaba exactamente en su top 50 de ideas brillantes, pero al parecer sus músculos recibieron tarde la señal de que debían detenerse, pues, solo se detuvo cuando se encontró de pie en frente de la puerta de la pelinegra.

"No toques la puerta, Shoto". Pensó mientras de fondo escuchaba el sonido de sus nudillos golpear la puerta.

— Soy un idiota.

Ella no tardó en abrir la puerta. Tenía el pelo totalmente suelto y usaba un par de gafas que no tuvieron el mejor de los efectos deseados sobre él.

— Todoroki-san —Ella sonaba tan feliz como siempre, él no pudo evitar mirar hacia otro lado mientras su mente se replanteaba la fuga—. Estamos estudiando lo que viene en los exámenes de este periodo, ¿quieres unirte a nosotros?

Ella se hizo a un costado dejando ver a varios de sus compañeros sentados en el suelo alrededor de una mesa redonda con varios libros sobre la mesa. ¿Estaba pensando preguntar sobre el amor en esas condiciones?

Realmente se sintió idiota.

— Yaoyorozu —murmuró mientras en su mente ya se había despedido—. Quiero hablar contigo un momento. ¿Puedes venir conmigo?

La voz dentro de su cabeza ya se había suicidado o algo por el estilo, porque ya ni siquiera eso le estaba deteniendo.

¿Qué es lo que me está haciendo decir estas cosas?

Caminaron juntos a través del edificio hasta abandonarlo, ella lucía muy confundida, mientras él… él ya no podía siquiera ser descrito.

— Todoroki-san, ¿sucede algo malo? —Ella se detuvo, haciéndolo detener a él en el mismo momento. Estaban en frente de la entrada, el peor lugar para detenerse porque estaba seguro que a través de la ventana todos los verían.

— ¿Podemos caminar un poco más? —Momo se sonrojó un poco, eso simplemente había terminado por hacerle un K.O.

— Tengo que volver pronto junto a los demás para que estudiemos —estaba siendo más estricta de lo que quería ser en realidad, pero era su deber ayudarlos así que no podía perder más tiempo

Él suspiró. Su mente reavivada le gritaba que dejara que se fuera con ellos, pero como era de costumbre en esos últimos días, él no hizo caso e impidió que se fuera.

Incluso si era en frente de todos…

Sus ojos se posaron en los ojos negros brillantes como estrellas que no podía dejar de buscar últimamente, y dejándolo todo atrás, se acercó a ella sin saber qué iría a hacer.

Estiró su brazo y colocó su mano en su mejilla, y, de un empujón, acercó su rostro al suyo, uniendo sus labios.

Los labios que sabían a victoria, victoria fresa con una mezcla de aceptación. Triunfó, pero sin triunfar, pues ella le había empujado un segundo después.

Ella estaba totalmente roja.

Rojo radiante, pensó.

— ¡Yaoyorozu! —tomó su muñeca en un intento por no dejarla ir… Porque no quería que se fuera, mucho menos si en ese momento ella le odiaba.

— Todoroki-san —Ella lo miraba con esos ojos brillantes, hermosos, pero estaban un poco ensombrecidos, sintió miedo por un segundo—, esta no es la manera de actuar.

— Lo siento —avergonzado, se tapó la boca con el antebrazo.

— ¿tal vez deberíamos dejar que pase un tiempo? —se congeló sin usar su quirk, se enardeció al mismo tiempo porque no entendía ni un poco lo que quería decir.

Ella se acercó a él y le abrazo.

¿Abrazo victoria?

Definitivamente se sentía a victoria, pero antes de que su cuerpo le fallase de nuevo quiso terminar ese abrazo.

— ¿Qué dices? —preguntó ella— ¿Lo intentamos?

Esa era la victoria por la que tanto había estado esperando.


¡Muchas gracias por ayudarme en esta TodoMomo week! Termino tarde, pero contenta de haberlo logrado. A lo mejor no está siendo seguida por muchos pero me hace muy feliz haber alcanzado mi meta (Terminarla). Ahora.. Si me disculpan, voy a llorar en mi habitación.

Sus reviews serán bienvenidos, sobre todo quiero saber cómo vieron esta sin angst. xD

Nos vemos en la próxima historia.