Disclaimer: Todo es propiedad de Nakaba Suzuki.

Summary: Un día él está ahí y al siguiente se ha ido.

Pareja: Harlequin|King/Diane.

Advertencia: Posible OoC. Spoilers del segundo episodio de la segunda temporada, supongo (?).

Notas: no podía seguir viviendo sin escribir algo de esta ship, son un amor juntos :3


Reminiscencia

[cuando un recuerdo muy antiguo llega a tu mente]


Un día él está ahí y al siguiente se ha ido.

Eso es, se da cuenta Diane, curiosamente similar a lo que ella siente que ocurrió con sus recuerdos. No puede definirlo con exactitud; pero fue como si, en un momento determinado, algo hubiera despertado dentro de ella, un algo que ella ni siquiera sabía que había estado allí durante tanto tiempo, en lo recóndito de su mente. Un algo que ella tampoco imaginó haber llegado a necesitar tanto.

Y es que, en el instante en el que logró terminar de asimilar aquellas memorias, no pudo más que recriminarse a sí misma por haberlas olvidado en primer lugar. Por haber vivido tanto tiempo en plena ignorancia de lo que mucho que él significó —y significa aún— para ella, y por haber llegado a creer que había estado sola toda su vida; porque, después de todo, no fue así. Para nada. King— Harlequin había estado con ella, había jugado con ella, la había cuidado; él había sido su primer amigo real, su hogar y algo así como su familia durante siglos, momentos que ahora le parecían tan extrañamente cercanos y familiares. Casi nostálgicos.

Él la había querido— y la sigue queriendo, de algún modo, a pesar de que a ella le hubiera costado tanto el recordarle.

(Pero ya lo había hecho. Finalmente lo había hecho).

Y aun así King volvió a marcharse.

Su ausencia le pesa en el ventrículo izquierdo, como una tristeza mortífera que le embarga el cuerpo y le empaña los ojos de culpabilidad. Porque no fue capaz de decírselo. Él se fue y ella no pudo decírselo: que ya le recordaba, que le recuerda y que—

Y que le ama. Que siempre fue a él a quien amó.

No se lo dijo y ya ni siquiera sabe cuándo volverá a verle, o si es que él regresaría alguna vez al menos. Es doloroso, vivir con esa incertidumbre en el pecho. No puede ni imaginarse cómo se habrá sentido King entonces todos esos años después de su primer rencuentro, al ver que ella ya no le recordaba.

Pero ya lo hace. Y quiere verlo, quiere poder tener el valor para decirle toda la verdad; decirle cuánto lo quiere y cuánto lo ha querido durante ese tiempo, incluso sin darse cuenta. Quiere poder preguntarle entonces si él la sigue queriendo de aquella misma forma en que en antaño se lo había prometido, y pedirle que, de ser ese el caso, le permita estar a su lado; porque sin él, siente que ya no sería capaz de aguantar aquella soledad.

Y, mientras tanto, resguardaría aquellas memorias en su corazón, por todo el tiempo que estuvo sin ellas; esperando la oportunidad de volver a encontrarse con él. Después de todo el destino les había permitido reencontrarse ya dos veces, y quiere creer que sólo tendrá que esperar un poco más a que aquella tercera ocasión llegara. Pero esta vez sería diferente, ella se aseguraría de eso.

Porque esta vez se lo diría.