Estaba tirada en mi cama cuando me llego esto a la cabeza. Trate de resistirme, pero fue en vano. Asi que aqui estoy escribiendo esto con mas cosas encima. Pero espero que valga la pena. si mas, les dejo disfrutar. ¡Chau!

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Él no era rosas ni nada bonito, estaba dañado. Lo sabía muy bien. Trabajar tanto tiempo con él se lo había demostrado. Detrás de esa coquetería y malos chistes; estaba alguien roto. Muy roto. Por eso ella quería ser la que lo reparara.

La primera vez que lo descubrió, fue el día en que le pidió una cita. Cuando ella estaba suspirando en su balcón, si escuchar que Chat se acercó sigilosamente a ella.

-Buenas tardes.

Por supuesto que ella se sobresaltó. No lo espera.

Después de una pequeña plática, ella descubrió que era una persona que había sido dañada. En su mirada se podía percibir la tristeza. Y ella, aunque había sido indirectamente, lo había causado.

-Lo siento.

Chat solo sonrió suavemente.

-¿Por qué te disculpas? No fue tu culpa.

Y eso lo empeoró.

Decidió que si bien como Ladybug no podían hablar, intentaría serlo como Marinette.

-También necesito que alguien me anime.

Eso pareció sorprender a Chat Noir.

-¿También tienes penas del corazón?

-Si.- respondió ella con desanimo.

Aquello alegró a Chat, parecía que tenían cosas en común.

Después de llevarla al lugar de la cita, empezaron los problemas, llegó Glaciator. Y llegó el momento en el que Chat tuvo que enfrentarse a Ladybug. Claro que estaba molesto. Tanto esmero para nada. Pero entendió que no fue culpa de ella, es solo que no pudo ir y ya.

Tenía que entender que había cosas que salían de improvisto. Y de esa manera, le perdonó.

Después de la batalla, quiso ir a hablar con Marinette. Por alguna extraña razón, quería contarle lo sucedido con Ladybug. Todo.

Cuando llegó al balcón, tocó ligeramente la puerta y salió Marinette.

-¿Chat Noir, que sucede?

-Me arreglé con Ladybug. Quería contarte eso.- le respondió de inmediato con una sonrisa.

La cual Marinette le regresó la sonrisa cálidamente. Y una emoción se instaló en el pecho de Chat.

-Eso es fantástico. ¿Me contarás los detalles?

Después de esa noche Chat había ido varias veces a la casa de Marinette, a veces solo para estar con ella, otras para jugar, otras para hablar de Ladybug.

Un día Marinette estaba cociendo una capucha que quería regalarle a Chat; mientras estaba arreglando un bolsillo, el sonido de unos toques en la ventana le llamaron la atención.

-¿Chat?

El gatito estaba completamente mojado

Y no pareciera que le importara.

Una vez que se escondió Tikki, con premura, Marinette lo metió a su habitación. Con una toalla en la mano se acercó dispuesta a secarlo, pero una vez estuvo frente a él, Chat la abrazó con fuerza.

Marinette quedo estática. No sabía qué hacer, lo iba a empujar cuando escuchó unos leves sollozos. Volvió a quedarse estática. Lentamente puso sus manos en su espalda. Dejando que soltara todo lo que quisiera.

Se quedaron en esa posición durante unos minutos. Cuando Chat aflojo su agarre, ella le sostuvo el rostro con las manos.

-¿Estas bien?

Chat le dio una sonrisa quebrada.

-La vedad es que ahora mismo estoy completamente roto- ladeo la cabeza hacia la derecha, recargando su rostro en las manos de ella.- ¿Te gustaría repararme?

Y ella estaba dispuesta a hacerlo.

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Y eso es todo...Por el momento.

¡Adios!