Cap.9

Recuerdos y vino

"La primera vez que amé"

El trabajo en la oficina era regular aquel día, Rainbow se encontraba en su oficina preparándose para encontrarse con uno de los proveedores de la empresa, un viejo conocido llamado Soarin, la cita estaba programada para las 6:00 p.m. checó en su reloj de muñeca debería irse ahora si quería llegar temprano.

Tomó los papeles necesarios junto con su gabardina y salió de la oficina, inmediatamente se encontró con Thorax.

— Oh, ¿va a reunirse con el proveedor? —preguntó Thorax al ver a su jefa.

— Sí, no tardaré mucho, pero si no llego puedes decirle a los demás que se vayan retirando.

— Si señora.

Rainbow asintió y camino en dirección al elevador, pero este tardaba demasiado. Al final Rainbow no era una persona de mucha paciencia por lo que decidió tomar las escaleras "Tal vez, deberíamos instalar otro elevador" pensaba mientras bajaba, pero su caminata fue interrumpida al escuchar una voz femenina hablar, inmediatamente supo que se trataba de Fluttershy, no conocía a nadie que tuviere el timbre de voz tan fino.

— Ey Zephry, lo siento no llegaré a casa a tiempo…

— Tengo que terminar algo…

— Comeré pastel cuando termine, dile a Sara que muchas gracias…

— Está bien, te llamó cuando termine, bay.

"Una llamada" pensó Rainbow recargada en la pared "hoy era su cumpleaños" Rainbow metido la situación, sentía algo de culpa pues fue ella la que le encargo ese trabajo extra a Fluttershy, pero después sus ojos se abrieron por la sorpresa "Yo… ¿estaba espiándola?".

La cita con Soarin estaba yendo de lo mejor, la propuesta de negocios era muy buena, la materia prima que ofrecía era perfecta para la empresa y el precio era razonable. Rainbow tomó los documentos con satisfacción.

— Me parece excelente, creo que con eso concluimos —dijo Rainbow mostrando una sonrisa de negocios.

— No te parece un poco triste que solo nos veamos para hablar de negocios —dijo Soarin con la intención de continuar disfrutando de la compañía de aquella mujer.

— Pienso lo mismo —respondió la chica tratando de no parecer descortés, al final del día negocios son negocios.

— En ese caso podríamos almorzar juntos, dada la hora que es.

— No quisiera interrumpir tu tiempo —se negó inmediatamente.

— Mi tiempo es suyo.

"Este se está poniendo pesado" pensó Rainbow tratando de conservar la paciencia, los negocios habían salido muy bien como para echarlo todo a perder pero el tipo se estaba poniendo demasiado intenso.

Estrecho su mano con la de Soarin en señal de despedida, esperando que él captara sus intenciones de dar por concluida aquella cita.

— ¿Hace ejercicio? —preguntó él mientras frotaba la mano de Rainbow con su pulgar— su mano es muy…

— ¡La cuenta, por favor! —interrumpió Rainbow dando a entender que no hablaría más.

Cuando la camarera atendió, Rainbow no pudo evitar preguntar.

— ¿Venden pasteles aquí?

En la oficina todo transcurría de forma tranquila, la hora de salida se acercaba y Fluttershy aún estaba trabajado arduamente, eso, hasta que escucho unos golpecitos en su escritorio. En seguida se topó con la mirada magenta de Rainbow.

— Creó que es muy desconsiderado de mi parte hacerte trabajar en tu cumpleaños.

Fluttershy la miró desconcertada.

— Usted, ¿Cómo sabe que es mi cumpleaños?

Rainbow lo pensó un poco antes de contestar mientras se rascaba la sien.

— Digamos que sin querer escuche una plática que no me concernía.

A Fluttershy le pareció un gesto adorable la manera en la que Rainbow evitaba mirarle mientras decía aquello, no pudo evitar dedicarle una sonrisa cuando termino de hablar.

— ¿Comiste pastel hoy? —preguntó Rainbow tratando de ignorar la belleza de esa sonrisa.

— No, pero de todas formas me dieron muchos regalos.

— Mmm… ¿Cuánto te falta para que termines?

Fluttershy observó su computadora.

— La verdad, aun me falta un poco.

— Toma un descanso y ven a mi oficina —más que una invitación eso parecía una orden, pero eso no impidió que Fluttershy siguiera a su jefa con una sonrisa.

En menos de dos minutos Fluttershy se encontraba divagando por la gran oficina, mientras que Rainbow preparaba el pastel que había comprado.

— Señorita Dash —dijo Fluttershy desde el otro lado de la oficina, donde se encontraba una gran colección de vinos— ¿todos estos son de usted? —señalo a los vinos.

— Unos han sido regalos, otros los compre yo misma. ¿Te gustaría probar alguno?

— Estoy bien —dijo acariciando el vidrio de uno de los envases.

— Si puedes seguir trabajando después de beber, puedes tomar uno.

Fluttershy sonrió, ella era muy consciente de su resistencia al alcohol y sin más tomó la botella.

Una joven Rainbow tomó con fascinación aquella botella de vino suizo.

¿Dónde lo conseguiste? preguntó leyendo la etiqueta.

Es de mi papá respondió Pinkie.

¿Te dio permiso?

Estaba ocupado así que solo lo tomé.

Rainbow la miró realmente preocupada, mirada que Pinkie enseguida pudo descifrar.

Tranquila, no hay problema.

Eres una niña mimada Rainbow dejó la botella en su lugar.

Pinkie rio Ya deberías saber que siempre me salgo con la mía.

Rainbow sonrió al tiempo que llenaba dos copas… Hay que remarcar que era la primera vez que ambas bebían siendo así que no midieron los efectos que el alcohol podía causar en ellas.

Estas toda roja se burló Pinkie mientras le acariciaba la cara.

Esto es muy fuerte, ¿verdad?

Yo no me siento tan mal.

Yo me siento terrible se burló Rainbow mientras miraba embobada a Pinkie.

Poco a poco los centímetros entre ellas desaparecieron solo para generar un beso apasionado lleno de alcohol.

Todo me da vueltas dijo Rainbow al separarse.

Deberías dejar esto a un lado Pinkie le quitó la copa que se tambaleaba en las manos de Rainbow.

Rainbow dejó caer su cabeza en el cuello de Pinkie.

Me gustas mucho susurro.

Tú también me gustas mucho Rainbow.

Rainbow encaro directamente a Pinkie.

Eres muy bonita.

Y tú estás borracha.

Rainbow sonrió de forma torcida. No lo pensó más y beso a Pinkie de forma dulce pero picante,

Ambas estaban sentadas en el sillón, Rainbow poco a poco fue acorralando a Pinkie sin separarse de aquel adictivo beso, las lenguas hicieron su primera aparición mientras que la intensidad subía de nivel, sus manos también tomaron protagonismo en su acto, la mano de Pinkie se aferró a la nuca de su acompañante mientas que la mano de Rainbow subía y bajaba por las curvas de Pinkie. En algún momento ambas terminaron recostadas Rainbow entrelazo sus dedos con los de Pinkie queriendo tener más tacto con ella.

Raimbow se separó para tomar un poco de aire, miro a Pinkie, amaba esos ojos azules tan intensos como hermosos.

¿Puedo?preguntó mientras jugaba con los botones de la camisa de Pinkie.

¿Cómo podría negarme si ya llegamos hasta aquí? preguntó con ironía pero con una sonrisa sincera.

Cierto reconoció con vergüenza giro sus ojos hacia otra dirección en señal de incomodidadEstoy algo nerviosa, lo siento.

Toma tu tiempo le dijo con dulzurasi quieres te ayudo con los botones.

Estoy bien.

Rainbow desabrocho uno a uno, y pese a la torpeza de sus dedos debido a sus nervios y al vino que había tomado finalmente termino por abrir completamente aquella camisa, la vista la dejo anonada Pinkie era hermosa, gozaba de grandes pechos cubiertos por un sostén negro añadiéndole sus deliciosas curvas bien marcadas. Ahora solo podía pensar en cómo quitarle de encima aquella prenda negra.

Ábrete sésamo. aquel intento estúpido por abrir solo hizo que Pinkie soltará una carcajada.

Eres realmente tonta alargo su mano hasta ella— pero eres muy linda —le dijo mientras acariciaba su rostro.

Aquella noche, ambas aprendieron a entregarse, conocieron el primer amor entre caricias tímidas y torpes buscando demostrarse cariño, hablando el idioma del cuerpo o lo que muchos llaman… la primera vez.

Creando recuerdos que se guardan en la memoria de forma permanente como si de un tatuaje se tratase, aquello que marca de forma permanente, el cuerpo, la mente y el alma… la perdida de la inocencia.