¡Ohayo Goshaimasta-degozaru!

A todos los lectores de "Kumo no Dokugan Yoko", les quiero presentar:

¡"Re:Kumo no Dokugan Yoko"-degozaruka!

¡Yaaaaay!

La razón por la cual yo estoy re escribiendo esta magnifica historia es debido a que su autor original, AirdaIII-dono, no la ha continuado en más de medio año y tampoco ha actualizado ninguna de sus historias-degozaru. (_)

Y... he llegado a la conclusión que o bien AirdaIII-dono ha abandonado fanfiction por completo, o ha pasado a mejor vida, lo cual espero no sea el caso-degozaruka.

Así que he decidido tomar la acción en mis manos y continuar por mi mismo esta fantástica historia-degozaru. Sin embargo, ya que estoy empezando desde cero pienso hacer algunos cambios en la historia, GRANDES cambios-degozaru.

Algunos personajes seguirán igual que antes y algunos NO. Algunos aparecerán y algunos No. en fin trataré de hacer la mejor historia posible, LO JURO-DEGOZARU!

También me gustaría aclarar que no soy muy bueno a la hora de escribir lemons-degozaru, así que si alguien está interesado en patrocinar los lemons de esta historia solo mándenme un PM-degozaru. Se les dará crédito al final de la escena y ayudará a ganar más lectores para sus novelas-degozaruka.

Es un gana y gana-degozaru.

Por último, antes de comenzar, me gustaría darle un mensaje a AirdaIII-dono, yo a usted lo admiro mucho y en mi opinión usted es uno de los mejores doctores y escritores que existe, así que si usted se siente ofendido por haber tomado esta novela suya, sólo diga la palabra e inmediatamente lo dejaré-degozaru.

"Personas hablando"

"Bijuus/Invocaciones hablando"

'Pensamientos de las personas'

'Pensamientos de los Bijuus/Invocaciones'

Jutsus/Técnicas

No soy dueño de Naruto, u otros personajes de anime en la historia-degozaru.

Disfruten... DEGOZARU!

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Capítulo 1: Encuentro, Revelaciones y despedida

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Drip...

Drip...

Drip...

Era el sonido que se escuchaba de las gotas de agua goteando por toda la alcantarilla. Una enorme y oscura alcantarilla que haría que hasta el más valiente de los hombres tuviera que pensar dos veces sobre si debía adentrarse en ella o no.

Dentro de éste lugar poco higiénico se encontraba una enorme jaula de color rojo sangre, y en el lugar donde debería estar el cerrojo se encontraba un papel de sellado que impedía que lo que estuviera adentro fuera capaz de escapar. Pero, qué era lo que NO debía escapar?

La respuesta, el ser viviente más poderoso, la personificación de la maldad y el odio, el rey de las bestias con colas o bijuus, el verdugo del infierno mismo; el Kyubi no Yoko, el Zorro de las nueve colas.

La impoente bestia poseía un pelaje color rojo anaranjado y un par de enormes ojos color rojo sangre con la pupila rasgada, los cuales eran mas grandes que una persona comun; la estructura superior de su cuerpo era extrañamente similar a la de un ser humano, con pulgares opuestos en sus manos y con garras en lugar de simples uñas. Pero lo mas llamativo de la temible criatura eran su largas y musculosas 9 colas que llegaban a medir un poco mas de largo que todo su cuerpo. Sin duda se trataba de una criatura cruely sanginaria que no dudaria en dobararte a la más mínima oportunidad.

Sin embargo, no todo era... exactamente cierto...

Esa alcantarilla, sucia y llena de agua, era en realidad un paisaje mental; en otras palabras, era el interior de la mente de alguna persona, en este caso un bebe.

Y la jaula que aprisionaba a la poderosa y macabra bestia era en realidad una técnica fuinjutsu o una técnica de sellado, diseñada por el mismo shinigami, el Dios de la Muerte, para contener a la bestia, no aprisionarla.

Y el salvaje kyubi, era en realidad un ser de gran inteligencia y con nombre. Sí, con nombre. Y este nombre era, Kurama, dado a él por su padre hace ya miles de años.

En estos momentos Kurama sentía ... ¿Enojo?

No.

Él había estado enojado cuando ese bastardo de Madara Uchiha se atrevió a controlarlo en contra de su voluntad, como si fuera una simple marioneta, con ese maldito ojo suyo llamdo sharingan(ojo copiador).

¿Ira?

No.

Él sintió ira cuando esa maldita de Mito Uzumaki tuvo el descaro de llamarlo monstruo, sin siquiera conocerle, para después aprisionarlo a él dentro de ella a través de un sello.

¿Rabia?

No.

Él había sentido rabia cuando el resto de sus hermanos y hermanas fueron cazados como simples animales para también terminar siendo aprisionados dentro de otros humanos y luego tratados como seres sín inteligencia o simples herramientas.

¡El se sentía FURIOSO!

No solo otro humano se había atrevido a controlarle por segunda vez, lo peor es que lo había hecho justo cuando por fin logro ser libre de casi 100 años de aprisionamiento. ¡100 años! Pero además, después de haberse librado de su control mental, lo empezaron a culpar de todo lo que había hecho y, como la cereza del pastel, lo volvieron a sellar nuevamente dentro de otro humano; ¡un bebe recién nacido para colmo!

Si había algo que Kurama odiaba era a los humanos. Eso monos en evolución se creían el centro del universo simplemente por saber una que otra cosa y tener pulgares opuestos. Esas alimañas se reproducían como conejos, manchando el mundo y el legado que su padre les había confiado a él y sus hermanos.

Todos los humanos eran iguales. Con palabras vacías y sin entendimiento por los demás, y con interés solo en sigo mismos.

Primero fue ese bastardo de Madara Uchiha que lo llamo como un arma y dijo que solo él era capaz de usarlo correctamente, usarlo, usar al Kyubi no Yoko, ¡como un arma!; luego estaba esa perra de Mito Uzumaki, diciendo que él era demasiado peligroso para dejarlo libre y que por eso debía ser contenido. Después fue esa cabeza de tomate de Kushina Uzumaki, insinuando que era su deber el contenerlo dentro de sí misma. Y este infante no sería dife-

¡Splash!

'¿Qué fue eso?'

Pensó el ser más poderoso del mundo por un momento. Luego de un rato de no volver a escuchar ese sonido decidió no darle importancia.

Ahora tenía que concentrarse en salir de este nuevo sello. A pesar, de ser más poderoso que los últimos en los que estuvo, éste ya no contaba con esas cadenas y estacas que solían atravesar su cuerpo y restringir sus movimientos. Y aunque él no pudiera interactuar con su carcelero hasta que éste así lo quisiera aún podría-

¡Splash!

... Otra vez ese sonido.

Bueno, si pudiera darle de poco a poco parte del chakara que le quedaba, al menos hasta que lo recuperara en su totalidad, podría ir debilitando poco a poco el sello y tal ve-

¡Splash! ¡Splash!

... Okay, ese ruido ya comenzaba a fastidi-

¡Splash! ¡Splash! ¡Splash!

... Okay, solo ignoremos ese ruido.

Si tan solo pudiera dar parte de su chakra el sello podría-

¡Splash!

... El sello podría-

¡Splash!

El sello pod-

¡Splash!

El sello-

¡Splash!

El-

¡Splash!

"¿¡Quieres dejar de hacer ese ruido..."

Gritó finalmente arto el Kyubi, pero no pudo continuar al ver el origen de ese sonido.

"¡Wahhhh! ¡Whaaaaa!"

Frente a él se encontraba un pequeño bebé humano, de apenas unos cuantos meses de edad, se encontraba gateando en dirección hacia él, mientras generaba un pequeño ¡Splash! con cada gateada que daba.

Kurama fue capaz de reconocer ciertos aspectos de este bebé.

Para empezar tenía un corto, pero hermoso cabello rojo carmesí en su pequeña y redonda cabeza; tenia pequeños ojos azules como el cielo que irradiaban una gran curiosidad e inocencia con tan sólo mirarlo; también notó que por alguna extraña razón se encontraba ligeramente desnutrido, como si casi no comiera; pero lo que más le llamo la atención fueron las tres marcas de bigotes zorrunos que se encontraban en cada una de las mejillas del infante, dando una apariencia salvaje pero tierna.

A Kurama no le tomó más de un segundo deducir que el infante frente a él era su jinchuriki(sacrificio humano), Naruto Uzumaki, y también su carcelero. Pero...

'¿¡Cómo rayos fue un niño capaz de entrar aquí?!'

Era la pregunta que rondaba por la mente del rey de los bijuus.

"¡Whaaaaa!"

El infante, ignorante de la situación en la que se encontraba, empezó a gatear más rápido rumbo a la enorme jaula.

Después de unos cuantos esfuerzos finalmente logro llegar a la entrada de la enorme jaula, y al hacerlo, continuó aún más profundo, pasando los largos y anchos barrotes, hasta quedar frente al temible y gigante zorro. En un impulso de curiosidad, el pequeño alzó su pequeña mano y ,sin ninguna preocupación, tocó la nariz del gran zorro.

El tacto era suave y al mismo tiempo áspero, y eso solo causó que el joven Naruto liberará una pequeña risa de felicidad.

Kurama por otro lado...

Estaba petrificado.

Nunca. Nunca. Nunca de los nunca, un humano se había acercado a él sin temor, y mucho menos para acariciarle.

Debía admitir que ser acariciado después de tanto tiempo se sentía bien- ¡NO!

¡Él era el Kyubi no Yoko! ¡No permitiría que un simple humano, un bebe para colmo, se atreviera a tocarle con tanta libertad!

Sin pensarlo dos veces levantó su pata derecha, preparado para eliminar a la pequeña plaga, más se detuvo en cuanto vio esa inocente sonrisa en su rostro. Éste bebé se estaba divirtiendo y aquí estaba él, un zorro adulto gigante apuntó de lastimar a un bebé y arruinar su diversión por sentirse fastidiado. ¿Tan bajo había caído que debía rebajarse a lastimar a un indefenso infante?

Negó ligeramente con su cabeza al pensar que en verdad había considerado algo tan patético. Sin notar que el infante se había agarrado fuertemente de su hocico y ahora era mecido de un lado al otro mientras el zorro agitaba la cabeza negando, teniendo una grata diversión y soltando pequeñas risas.

Al percatarse de lo que sucedía Kurama trató de salir del agarre del infante al sacudir ligeramente más fuerte su cabeza. Acto que no dio resultado cuando el pequeño Naruto agarro con fuerza sus fosas nasales y comenzó a reírse incluso más.

Al sentir esas pequeñas manos ingresar en su nariz, el gran zorro no pudo evitar soltar un pequeño estornudo, logrando que el pequeño lo soltara, pero que cayera al suelo de manera un poco brusca y...

"Ughhhhhh, sniff sniff, uuuuuu..."

"Oh, mierda..."

"¡WAA,AAAAHAAAAAAAAA!"

¡El mocoso ahora estaba llorando!

¡Salió de un problema y ahora estaba en otro!

En pánico, el gran kyubi no Yoko intentó consolar al pequeño, diciéndole que no llorara. Bien se ha dicho "intentó" porque el único resultado que obtuvo fue el lograr que el bebe llorara incluso más fuerte.

Kurama decidió entonces cambiar de estrategia y optar por un poco más de contacto físico. Así que usando una de sus enormes y peludas colas empezó a acariciar ligeramente el rostro de Naruto.

El pequeño, al recibir ese inesperado pero cómodo contacto, empezó a calmarse poco a poco hasta que finalmente ya solo estaba con lagrimas en sus pequeños y azules ojos.

Kurama inmediatamente uso su cola para limpiar gentil y delicadamente las lagrimas de su rostro, lo que causo una risilla del pequeño Naruto y que una pequeña pero reluciente sonrisa nuevamente adornara su rostro.

Al ver el una vez más alegre rostro del pequeño, Kurama hizo algo que no había hecho en mucho tiempo; sonreír. Y aunque fuera una pequeña y casi invisible sonrisa, aún así estaba ahí. La encarnación del mal mismo, que sentía odio y desprecio hacia la humanidad, se encontraba tan conmovido por la inocente sonrisa del Infante que no noto que sus colas, las cuales eran el símbolo de su poder y orgulloso, ahora mismo se encontraban mojadas por las lágrimas del niño; olvidando por completo el hecho de que hace sólo unos momentos estaba pensando en cómo aplastar a este humano, la gran bestia sólo se quedó mirando al bebé humano, sin dar importancia que fuera eso mismo, un humano.

'Tal vez la cosas no sean tan malas'.

Pensó el poderoso kyubi mientras continuaba jugando con el pequeño humano y admiraba su dulce sonrisa.

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6 años después

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La aldea oculta entre las hojas, también conocida como Konohagakure No Sato, o simplemente Konoha, del país del fuego, era considerada como una de las 5 grandes naciones ninja, fue conocida por ser el hogar y origen de algunos de los más prominentes y poderosos ninjas de la historia. También era conocida públicamente por fomentar la camaradería y la solidaridad; pero si supieran algunas de las acciones de los habitantes de dicho pueblo, la gente se sentiría ultrajada.

En el hospital del pueblo se encontraba en este momento un niño desangrado, golpeado y con todo el cuerpo vendado. El niño de 6 años tenía un cuerpo ligeramente musculoso y bien proporcionado. Los rasgos mas singulares del niño eran 3 marcas en cada una de sus mejillas que le daban cierto parecido a un zorro, su corto cabello rojo escarlata y su ojo derecho de un color azul tan profundo que solo podía ser comparado al de un zafiro.

Sí, un ojo, pues el otro ya no se encontraba en su pequeño rostro y en su lugar estaba una venda para tapar el hueco atravesado por una cicatriz vertical. El nombre del niño era Naruto Uzumaki, el jinchuriki de Konoha.

El niño parecía estar durmiendo, pero nadie sabía que en el fondo de su mente estaba ocurriendo una conversación que cambiaría su vida para siempre.

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Paisaje mental

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En una alcantarilla oscura se podían oír los sollozos llantos de dicho niño. Este pequeño individuo estaba llorando en posición fetal sobre la pata humanoide del colosal zorro rojo.

Este zorro con 9 colas encerrado detrás de unos barrotes de oro tenía orejas de conejo y un torso extrañamente humano. La bestia gigante era un bijuu para ser precisos, era Kurama el kyubi no Kitsune(zorro de las 9 colas), el más poderoso de las bestias con cola.

El zorro a pesar de estar atrapado y encerrado por ya más de seis años dentro del niño, no lo estaba mirando con odio o rencor, sino con pena e impotencia.

Hace casi ya 7 años que Kurama había sido sellado de nuevo en un anfitrión por el Yondaime Hokage (Cuarta Sombra del Fuego), antiguo lider de la aldea de Konoha.

Después de casi un siglo de cautiverio había sido liberado de su segundo jinchuriki(sacrificio humano), ¡solo para ser controlado poco después por ese maldito Uchiha y su sharingan(ojo copiador)! Acabó matando a todos los guerreros shinobis(ninjas) que trataron de enfrentarlo y destruyendo una buena parte del pueblo junto a gran parte de sus habitantes civiles, hasta que se liberó del control de ese bastardo. Después de eso intento huir pero el Yondaime no se lo permitió; acabó siendo teletransportado fuera de la aldea y sellado por tercera vez en un anfitrión.

Kurama aún recuerda como se conocieron él y su pequeño hermanito. En un primer momento había decidido odiar al bebe y que a la primera oportunidad que se presentase lo mataría y escaparía de su interior.

Sin embargo su situación cambió por completo cuando después de casi un año en esa alcantarilla, el pequeño apareció. Aunque lo que realmente le sorprendió fueron sus ojos, no por su color, sino por la mirada que el bebé le estaba dando. Desde que su padre y creador, el Rikudou Sennin(Sabio de los Seis Caminos), había muerto solo había recibido miradas de odio, miedo y/o desprecio; incluso había ocasiones donde recibía una combinación de las tres juntas.

Más este pequeño niño solo lo vió con admiración y curiosidad inocente. Y sobretodo, lo hacía con una feliz y hermosa sonrisa que adornaba su pequeño y redondo rostro.

Desde su padre, nadie le había sonreído, nadie le había hablado (maldiciones e insultos no contaban), nadie intentó tratarlo como una person- como un ser vivo e inteligente.

Kurama ese día decidió darle una oportunidad al pequeño pelirrojo y 6 años después, no se había arrepentido. Naruto se convirtió en su cachorro, su hermanito pequeño y él se encargo de el pequeño pelirrojo lo mejor que pudo, dado su encarcelamiento. Le enseñó a leer y escribir cuando esos bastardos del orfanato se negaron a hacerlo, lo consoló cuando esos malditos luego lo echaron a la calle diciendo "En este lugar nos damos refugió a los demonios" y poco después le enseñó como encontrar comida en el bosque para que pudiera sobrevivir sin un techo. Esta situación duro 1 año entero, hasta que el viejo Sandaime Hokage(Tercera Sombra del fuego), Sarutobi Hiruzen, quien era el antiguo lider de la aldea y había retomado su cargo después de la... muerte del Yondaime, lo encontró en la calle y le dió un nuevo hogar-No- una pocilga de apartamento en la zona roja de la aldea. Por lo que el zorro había entendido, el viejo Sandaime no había podido darle un mejor lugar debido a que el consejo de la aldea no quería que el demonio tuviera "una buena vida"; Al menos era lo que decían ellos, pero Kurama sabía la verdad, esos estúpidos simplemente querían que su cachorro supiera o preferentemente, muriera.

Kurama sabía que los humanos eran tontos-NO, estúpidos, el haber vivido más de mil años con esa especie fastidiándole a cada momento le había enseñado eso. En sus años de vida había visto a mucha gente estúpida: desde el idiota que trataba de volar arrojándose desde un barranco, con solo unos pedazos de tela atados a su cuerpo simulando alas, solo para terminar estrellándose como una mosca con una enorme roca; hasta el tarado que se le ocurrió la "brillante" idea de incendiar una bodega llena de pólvora... consigo adentro...

Sí… el zorro había conocido o simplemente visto mucha gente estúpida en toda su vida. Pero, la gente de Konoha se llevaba el premio gordo.

Era cierto que el fuinjutsu era un arte sumamente poderosa, el simple hecho de haberlo capturado a él y a sus hermanos era prueba más que suficiente. También era cierto que aprenderla o si quiera comprenderla era muy difícil; por lo que sabía el fuinjutsu tenía 10 niveles que eran accesibles para el Shinobi común, los cuales estaban subdivididos en clase Alta, Media y Baja e incluso entre los miles de Shinobis que existían solo un 10% podía usar correctamente el arte, y menos del 1% podía usar técnicas superiores al nivel 5; los otros 5 niveles (11-15) eran accesibles solo para un pueblo específico, más ese pueblo ya se encontraba extinto.

'Bueno... casi extinto'

Pensó la gran bestia mientras miraba al pequeño Uzumaki.

No obstante, comprender las bases del arte no era cosa de otro mundo. Si resumimos el uso del arte en un 80% y abarcamos sus técnicas en un 60%, el Fuin era básicamente el utilizar una caja para guardar o sacar objetos.

Solo eso. Nada más.

Con el nivel adecuado en el arte podías guardar prácticamente todo lo que quisieras en un sello y, si así lo querías, podías posteriormente sacar o usar el contenido del sello. Era como guardar una espada en su funda, ésta no podría ser usada hasta que sea sacada de su funda; en otras palabras, el que la espada estuviera guardada dentro de su funda eso no convertía a la funda en la espada que guardaba, ni viceversa.

Era así de simple...

Incluso él, un ser NO humano, que no practicaba o estudiaba el arte era capaz de entenderlo.

Y aún así...

'Estos malditos bastardos de Konoha no son capaces de comprenderlo...'

Su padre y creador le había dicho hace mucho tiempo que el odio y el dolor podía llegar a cegar a una persona de tal manera que no sería capaz de ver la verdad aunque la tuviera pegada a la cara. Nunca antes había estado más de acuerdo con su padre que ahora.

Kurama comprendía que durante su estado de hipnosis bajo el sharingan había matado a cientos de personas, tanto civiles como shinobis. Lo que no comprendía era porque recriminaban a su cachorro por algo que él no había hecho, y tampoco comprendía porque llegaban a pensar que su cachorro... era él en carne humana.

Al parecer llegaron a pensar que el pequeño Naruto era en realidad el Kyubi, aprisionado en un cuerpo humano e incapaz de defenderse, y esos bastardos aprovechaban casa oportunidad que tenían para hacer su vida miserable. Desde venderle únicamente comida podrida a un valor 3 veces mayor que la comida fresca hasta llegar a ignorar completamente su existencia o destrozar su departamento.

Pero lo peor que hacían, era realizar esas cacerías suyas...

Cacerías del Zorro...

En donde varios aldeanos y shinobis se reunían anualmente para cazar, atrapar y luego torturar al pobre infante. Lo peor es que el día que se reunían... era en el cumpleaños de su cachorro.

Lo que estos aldeanos hacían pasaba de ser estúpidos, ¡era una completa barbarie!

Esas sabandijas pensaban que si le hacían daño a Naruto entonces subsecuentemente le harían daño a él. Por eso los actos salvajes en contra de su hermanito.

Kurama, sabiendo que los aldeanos ahora sabrían donde encontrarle decidió que debía entrenar al pequeño. Le ayudo a desbloquear su chakra a muy corta edad y le obligo a hacer ejercicios rigurosos e intensivos.

Sabía que era demasiado para su pequeño, pero no tenían elección, estaban prácticamente solos en éste lugar, a merced de los ignorantes civiles y de los ninjas resentidos; el pequeño necesitaba ser fuerte, pues su hermano no podría salir a defenderlo, claro podría mandar su chakra a su cuerpo para curarlo y quizás mejorar sus sentidos y fuerza física, pero aparte de eso... debía ver imponente como su hermano era apaleado y golpeado sin piedad alguna.

Naruto, por su parte y en vista que los aldeanos no iban a venderle comida en condiciones de higiene y de consumo favorable, Naruto siguió cazando en los bosques cerca de Konoha. Aunque no le importaba, su hermano peludo siempre convertía la caza en un juego para divertirle y hacerle olvidar, aunque fuera por un momento, lo cruel que era el mundo para él.

Incluso fue tan lejos como para desbloquear sus habilidades y beneficios como jinchuriki: un factor de curación increíblemente avanzado y su habilidad de sensor para percibir a otras personas y sus emociones. Esas dos ventajas le habían salvado el pellejo mas veces de las que podía contar.

Su Onni-chan (hermano mayor) siempre cuido de él como un padre cuida de sus crías. Por desgracia esta noche no fue suficiente...

Hoy era 10 de octubre, el cumpleaños de Naruto...

También era el aniversario de la derrota del Kyubi y la muerte del Yondaime Hokage.

Kurama gruño de rabia al recordar lo sucedido.

Naruto se dirigía hacia su casa cuando una turba de aldeanos y algunos shinobi se formó, como era costumbre anual, para cazarlo como si se tratara de un simple animal que debía ser asesinado.

A pesar que kurama le había ayudado a entrenar en su condicionamiento físico y sus reservas de chakra, Naruto seguía siendo un niño, y a pesar de haber dado su mejor esfuerzo, acabo siendo atrapado.

Esos malditos le empezaron a golpear con palos y rocas, algunos shinobi sacaron sus kunais(cuchillos ninja) y jugaron a tiro al blanco con él, y hubo uno que incluso...

Que el bastardo fue incluso tan lejos como para arrancarle el ojo izquierdo.

Le arrancó su ojo sin piedad alguna y luego lo mostró ante la multitud como si se tratara de un trofeo de cacería.

Hubieran seguido si no fuera porque el Sandaime Hokage, Hiruzen Sarutobi, apareció y ordeno a sus soldados ANBU(lado oscuro), mejor conocidos como el escuadrón especial de asesinato y tácticas, arrestar a todos los implicados.

El viejo hombre solo pudo mirar con remordimiento el lamentable estado en el que Naruto se encontraba y llevarlo lo más rápido que pudo al hospital.

Ahora, el joven jinchuriki se encontraba dentro de su paisaje mental llorando y con su figura de hermano mirándolo sin saber que hacer o decir. No había sido la primera vez que su cachorro había recibido una paliza pero nunca habían sido tan brutales como la de esta noche. No importaba cuanto chakra empujara el Kyubi hacia afuera o que tuviera su factor de curación, no podría curar algo que ya no existía... su ojo se había perdido para siempre.

Fue en ese momento que Kurama decidió que los aldeanos de esta basura de pueblo habían ido demasiado lejos.

Habían cruzado la línea...

Y no les permitiría dar un paso más…

¡Ni un solo puto pasó más!

''Naruto, mírame.''

Le dijo el zorro, pero Naruto seguía llorando en la palma de su pata derecha. Kurama levantó su otra pata y usando una de sus garras y con sumo cuidado levantó la cabeza del niño y miro profundamente en el único ojo azul que le quedaba.

''Naruto, no podemos seguir así... tenemos que irnos."

El pequeño no entendía lo que decía su hermano.

''¿Irnos? ¿Adonde?''

''Irnos del pueblo Naruto, no puedo soportar el seguir viendo como esta escoria de aldea sigue abusando de ti. Me destroza por dentro el ver como te tratan y no poder hacer nada para ayudarte. Te mereces algo mejor que esto, cachorro.''

El pelirrojo entendió entonces lo que su hermano intentaba decirle, más no pudo evitar que los nervios, y la duda se apoderaron de su corazón.

''Pero jiji(abuelito) siempre dice que debo...''

''¿Debes qué? ¿¡Perdonar!? Naruto, hay una linea muy fina entre la bondad y la estupidez. ¡Hace mucho que has cruzado esa linea! ¿Cuantas palizas mas vas a tener que soportar para que lo entiendas?, y lo peor es que ese viejo mono del Sandaime al que llamas "Jiji" no hace nada para impedirlo.''

Casi le gritó el bijuu frustrado. El pequeño Uzumaki había sufrido tanto durante su corta vida que era prácticamente un milagro que no tuviera un trauma y que aun conservara una pizca de inocencia, pero Kurama no se hacía ilusiones. Sabía que eso podía cambiar si esa basura de Konoha seguía con sus acciones.

El viejo mono no iba a hacer nada, Kurama supuso que el Consejo Civil lo tenía atado de manos. En opinión suya era realmente triste, el hombre que fue una vez aclamado como el "Shinobi no Kami" ( Dios de los Shinobi) fuera reducido a un patético anciano sin espinas.

También estaba el estudiante del Yondaime, Kakashi Hatake, actual líder de las fuerzas ANBU bajo el nombre clave INU(Perro) pero a pesar de que el hombre era parte de la guardia ANBU que tenía que proteger al infante Kakashi era humano y como tal él tenía que descansar de vez en cuando. Momento que aprovechaban las muchedumbres para agarrar al joven y apalearlo.

Kurama supuso que además estaba demasiado ocupado auto-compadeciéndose o quizás llorando por la pérdida de su maestro. De hecho, muchas personas le preguntaban porque se molestaba en proteger al demonio que mató a su maestro, a lo que él siempre respondía que, además de ser órdenes del Hokage, tenía sus razones.

Kurama suponía que habían dos razones por las cuales Kakashi estaba decidido a proteger al pequeño cualquier costo. La primera, era porque él, a diferencia de todos los idiotas de la aldea, si sabía acerca del arte del fuinjutsu y era capaz de comprender que su pequeño hermano no era el zorro, sino su carcelero. Y la segunda, y en la opinión del zorro la más importante, era porque el líder de los ANBU sabía perfectamente de quién era hijo el pequeño Naruto; después de todo era imposible no notar las similitudes entre él y...

Bueno, ni siquiera quería seguir pensando en ese bastardo...

Las únicas otras personas que eran buenas con él eran ese viejo hombre y su hija del puesto de Ichiraku ramen; si mal no recordaba sus nombres eran Teuchi Ichiraku y Ayame Ichiraku, respectivamente, pero siendo civiles había poco que pudieran hacer.

No podía permitirse esperar, tenía que tomar cartas en el asunto.

Naruto se había quedado callado mientras las lagrimas seguían cayendo por sus mejillas. El viejo Hokage, su jiji, su figura de abuelo, le decía siempre que debía perdonar a los aldeanos y que con el tiempo lo iban a aceptar. El quería creer en su jiji, pero las palabras de su figura de hermano habían llegado aún más profundo a su ya fragmentado corazón.

En el fondo, sabía que era verdad y que en realidad se estaba agarrando a un clavo ardiendo, pero que más podía hacer. No tenía familia, vivía en un viejo apartamento casi demolido por los civiles en el barrio rojo, la casi totalidad de la población odiaba al pobre niño o simplemente no les importaba.

La única razón por la que había sobrevivido hasta ahora era gracias al entrenamiento y aprendizaje de su hermano zorruno. Lo único que le quedaba era tener fe en que las cosas mejorarían, pero al parecer ni eso podía permitirse.

Kurama suspiró.

''Lo siento cachorro, pero tienes que afrontar la realidad, Konoha no es un lugar seguro para ti y si no hacemos algo... la situación no va mejorar.''

Naruto asintió mientras se limpiaba las lagrimas de su rostro.

''¿Entonces, a dónde debería ir? Nunca he salido del pueblo y por lo que me has contado tu has estado encerado durante mucho tiempo.''

El pelirrojo sabía que su figura de hermano había estado encerrado en 3 personas, siendo él mismo la tercera, pero nunca le dijo quienes fueron las 2 otras. Cuando preguntó, el zorro simplemente le dijo que se lo diría cuando estuviera preparado. El pequeño no lo entendió, pero a pesar de ello decidió confiar en su hermano. Aunque no pudo evitar inflar sus mejillas y hacer un pequeño puchero cuando se le negó su pregunta. Por alguna razón su hermano mayor usaba siempre esa frase cuando no quería hablar de algo como "¿cómo sabes si eres niño o niña?", ó "¿De donde vienen los bebes?", ó "¿Por qué los adultos compran esas revistas con mujeres en traje de baño?" y también "¿Por qué su jiji ríe de forma extraña y le comienza a sangrar su nariz cuando le ese libro de portada naranja, y porqué lo esconde cuando ve a Naruto llegar a su oficina?", entre otras cosas; Naruto simplemente no entendía porque su hermano no quería decirle esas cosas.

Pero bueno, regresando al tema en cuestión, esa conversación llevaría a revelar cierta información que Kurama no querría divulgar. No porque no confiara en su hermanito, sino porque las respuesta podrían destruir completamente al niño. Solo iba a decírselo cuando estuviera listo y él nunca lo estaría en este infierno que era Konoha.

Kurama sonrió aliviado, al fin había conseguido convencerlo.

"Lo pensare durante la noche, por ahora vete a dormir... ya hablaremos más tarde en cuanto te recuperes. ''

Naruto asintió y se acerco al borde de su garra para abrazar su hocico. El pobre chico casi no había tenido contacto físico en su vida, siendo el zorro gigante y el viejo Hokage las únicas excepciones. Por ello, Kurama le permitía abrazarlo siempre que quería, y aunque nunca lo admitiría, en el fondo el antiguo bijuu lo disfrutaba.

Los dos se quedaron así durante un rato hasta que Naruto lo soltó y le dio una pequeña pero genuina sonrisa.

"Buenas noches Kurama-nii(hermano mayor Kurama). ''

Dijo el pelirrojo antes de desvanecerse.

En cuanto se fue, el zorro se tumbo y puso su cabeza encima de sus patas delanteras y se sumió en una profunda reflexión.

Sacar a su cachorro de este lugar no iba a ser fácil. La seguridad era bastante estricta en el pueblo, no solo para aquellos que quisieran entrar sino también para los que querían salir.

Tramo algunos planes en su cabeza durante un tiempo pero todos ellos eran demasiado arriesgados o peligrosos. A medida que pasaba el tiempo el Kurama empezó a desesperarse y no pudo evitar maldecir por millonésima vez al Yondaime por poner al pequeño en esta situación.

Pero de pronto le vino una idea mientras recordaba su pelea de hace 6 años. Para ser precisos de un sapo gigante que le callo encima para inmovilizarlo...

Una invocación, seres de otra dimensión que poseían la habilidad de transportarse al lugar de su invocador... y viceversa...

''Podría funcionar, pero es una apuesta muy arriesgada.''

Empezó a enumerar los pros y los contras.

''…Bueno, nuestro objetivo es salir de aquí y encontrar un lugar seguro, después de eso ya improvisaremos sobre la marcha.''

No le gustaba arriesgar a su pequeño pero era la mejor opción. Decidió que lo hablaría con él en cuanto saliera del hospital.

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Hospital de Konoha

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Era tarde en la noche cuando el pelirrojo abrió su pequeño y único ojo y no le gusto su situación. Había estado tantas veces en el hospital que había aprendido a odiarlo con pasión.

El olor de los fármacos y las paredes blancas sin vida no ayudaban tampoco. Pero entonces noto algo diferente...

Algo no andaba bien...

Algo faltaba...

¿Pero qué?

Llevando débilmente sus manos hacia su cara sintió un vendaje envuelto en su rostro sobre su ojo izquierdo. Pero solo podía sentir eso, el vendaje y no el ojo detrás de éste... entonces entró el pánico. El shock alcanzó por fin al pobre y tuerto niño que empezó a llorar y a gimotear de nuevo.

Los aldeanos jamas habían ido tan lejos y el solo pensar...

El sólo pensar, en lo que le podrían hacer la próxima vez…

Era aterrador.

Intentó ponerse de pie y levantarse de su cama, pero se sentía cansado y los sedantes que entraban en su cuerpo se lo impedían. Fue entonces cuando notó unos brazos envolviendo su cuerpo y alzo la vista hacia arriba, aterrado por su vida al pensar que podría ser alguien que le quisiera hacer daño, solo para ver a una de las pocas persona que se preocupaban por él: el Sandaime Hokage, Hiruzen Sarutobi.

El anciano llevaba un largo haori blanco que tapaba completamente su cuerpo a excepción de su cabeza, donde tenia su sombrero que lo distinguía como el lider de la aldea, el Hokage, con un kanji de ''Fuego'' de color rojo; su sombrero tapaba su pelo de punta de color gris canoso. Tenía varias arrugas en su frente y por debajo de los ojos, mostrando su avanzada edad, una barba en forma de candado ligeramente larga y de color gris canoso, y unos ojos negros en los que solo se podía ver preocupación y tristeza.

Naruto, al ver a su abuelo en todo menos sangre, solo pudo abrazarlo... abrazarlo y llorar a moco tendido mientras el anciano solo podía acariciarle la espalda sin saber que decir.

Le había fallado, otra vez.

Lo había hecho tantas veces que solo podía odiarse aun más por ello. En su vida había cometido muchos errores, pero por el que estaba sufriendo el niño en sus brazos era el mayor de ellos.

Ningún niño debería tener este tipo de daño, aun menos por su propia gente y solo podía culparse a si mismo. Jamas debió escuchar a su sucesor, el Yondaime, y revelar la situación del pelirrojo como jinchuriki. El yondaime pensó que al hacerlo el pueblo lo trataría como a un héroe por ser el carcelero de la poderosa bestia; que estúpido e ingenuo fue, la vida de un jinchuriki era una de dolor, el mismo nombre lo decía todo: "el poder del sacrificio humano", tal era el significado de la palabra jinchuriki.

Debió mantenerlo en secreto, tal y como fue con las dos jinchurikis antes que él, pero en vez de eso anuncio su condición públicamente y las reacciones no se hicieron esperar.

Los civiles ignorantes pidieron a gritos su muerte, los ninjas por su parte tuvieron reacciones mixtas: a pesar de saber la diferencia entre el niño y el demonio algunos también pidieron su muerte, mientras que otros simplemente decidieron ignorar el tema y en el futuro no relacionarse con el pequeño; lo peor era que los más paranoicos y militaristas de la aldea pensaron en convertirlo en una arma sin emociones ni voluntad, para que siempre obedeciera a la aldea y nunca se revelará contra ésta.

Debería haber sabido lo que pasaría después de todo había tenido una reunión con el consejo antes de hacer el anuncio y sus reacciones habían sido las mismas.

El Consejo de la aldea escondida entre las hojas estaba dividido en tres partes: la primera parte conformado por el consejo civil, quienes eran los representantes de los aldeanos no militares que vivían en la aldea y que representaban a las mayores empresas o compañías en la aldea en los asuntos civiles (restaurantes, tiendas, hoteles, etc.); la segunda parte conformada por el consejo Shinobi, el cual estaba integrado por los líderes de todos los clanes de Konoha quienes habían estado en ésta desde su fundación y de donde provenían al menos el 70% de las fuerzas shinobi de la aldea; la última parte estaba integrada por el mismo Hokage y sus tres consejeros (mejor conocidos como el consejo de ancianos), los cuales eran elegidos por ser la gente de mayor edad y sabiduría de la aldea y el haber sido entrenados con anterioridad por lideres anteriores de la aldea y tener experiencia en guerras y tratados, en caso de que algún conflicto internacional llegará a desatarse.

El consejo civil clamaba por su cabeza, los jefes de clan no quisieron saber nada del tema excepto Fugaku Uchiha, lider de uno de los clanes fundadores de la aldea, el clan Uchiha, pero sus intenciones con el recién nacido estaban mas que claras para el Sandaime Hokage y no iba a permitir que Naruto estuviera bajo su custodia y fuera convertido en un arma o una herramienta. El consejo de ancianos tuvieron la misma idea que el líder Uchiha: convertirlo en una arma, con la única diferencia era que Fugaku quería que el infante fuera leal a su clan mientras los ancianos lo querían leal al pueblo.

Hiruzen hizo una mueca de enfado al recordar los acontecimientos pasados, se reprocho por millonésima vez el no haberlo visto venir. Debería haber guardado el secreto y mentido para protegerlo, en vez de eso le clavo una diana gigante en su espalda. Lo único que pudo hacer fue declarar su condición como jinchuriki un secreto de rango S para evitar que el odio de los mayores se propagara a la generación más joven y, francamente, no sirvió de nada.

En el mundo Shinobi se clasificaban a las personas, los decretos, la información, las técnicas y las habilidades en varias categorías, dependiendo su importancia o su poder destructivo. Las categorías eran: rango de F, rango E, rango D, rango C, rango B, rango A, rango S y en casos muy, muy raros rango SS; siendo los primeros los de menor importancia o poder y los últimos los de importancia nacional o mundial, o de poder extremadamente devastador, respectivamente. Estos rangos a su vez estaban divididos en tres categorías: clase Baja, clase Media, y clase Alta; e igual que los rangos estaban acomodados de menor a mayor importancia o poder. Para comparar uno con el otro se podría decir que una persona de rango A, clase Alta era igual a, como mínimo, tres personas rango A, clase Media; y una persona de rango S, clase Baja era igual a tres personas rango A, clase Alta; y así respectivamente.

El haber decretado un secreto como rango S, clase Alta, era prácticamente decir que ese era un secreto nacional y que cualquiera que lo revelará podría ser ejecutado en el instante por cualquier soldado de las fuerzas de la aldea.

Y aún así los adultos, a pesar de no contarles el porque, siempre les prohibieron a sus hijos el relacionarse con Naruto, condenando al muchacho a una vida de soledad y dolor. Sin duda, la situación de su nieto adoptivo era y sería siempre el peor error de su vida.

''J-Jiji...''

La voz entrecortada por los sollozos del pequeño acurrucado en sus brazos lo trajo de vuelta a realidad

''Ya no...sniff ...puedo más, no quiero que me...sniff...hagan más daño, quiero que paren...sniff ...¡quiero ser feliz!''

Acabo gritando el pelirrojo para continuar llorando de nuevo en los brazos del anciano. Hiruzen no pudo evitar las lagrimas que se asomaban por sus ojos y solo pudo apretar aun más fuerte al niño entre sus brazos para consolarlo, mientras en su interior el sentimiento de odio y desprecio en si mismo seguía creciendo.

Por un tiempo el anciano no lo soltó hasta que Naruto acabo dormido en los brazos del ninja veterano. Lo puso de nuevo en la cama y demoro un poco su mano sobre su rostro mientras lo miraba con arrepentimiento.

Solo duro unos segundos y poco después procedió a salir de la habitación.

''¡ANBU!''

Gritó el viejo kage y de pronto, 5 ninjas con mascaras de porcelana en forma de animales salieron de las sombras.

Estos hombres y mujeres llevaban todos piezas de armaduras que cubrían el pecho, estomago y los antebrazos, unos pantalones negros estrechos, rodilleras y guanteletes, y un tatuajes en espiral en el hombro izquierdo.

''Escúchenme bien porque no voy a repetirme, van a quedarse aquí hasta que Naruto se recupere, van a montar guardia día y noche y si le pasa algo... Les aseguro que lo que van a perder no será su rango, sera su vida. ¿Entendido?''

Los ninjas veteranos se estremecieron por el tono del anciano, esas palabras fueron dichas en voz baja pero el tono del anciano dejo bien claro que si no acataban sus órdenes podían darse por muertos.

''Hai(Sí) Hokage-sama''

Hiruzen asintió

''Neko(Gato), quedas al mando de momento, tengo que hablar algunos asuntos con el capitán Inu(Perro)''

Esas palabras fueron dirigidas a una mujer de pelo violeta con una mascara de gato y una bella figura que solo pudo asentir mientras veía a su líder irse hacia la torre Hokage con el capitán de su equipo ANBU.

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Torre Hokage

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El Sandaime Hokage entro en su despacho con Inu siguiendo detrás y se apresuró a sentarse en su silla mientras su subordinado cerraba la puerta. Hiruzen soltó entonces un largo suspiro lleno de pesar y se quito el sombrero.

"Quítate la mascara Inu''

El capitán Anbu obedeció.

Detrás de la mascara de perro había un hombre que tenía un cuerpo bien tonificado, mostrando un duro entrenamiento, incluso con la armadura puesta, y una cabellera de punta de color gris. En cuanto se quito la mascara Hiruzen pudo ver la cara de dicho hombre, bueno... al menos una parte de su cara, pues el hombre usaba una mascarilla que ocultaba su boca, mejillas y nariz... bueno, al menos podía ver sus ojos disparejos; su ojo derecho era de color negro mientras su ojo izquierdo era rojo sangre con 3 tomoes(comas) girando perezosamente dentro de su pupila, revelando ser un sharingan. El nombre de este hombre era Kakashi Hatake, el único estudiante vivo del Yondaime Hokage.

A pesar de tener la boca tapa, ocultando su expresión facial, el remordimiento e impotencia eran bien visibles en sus ojos.

''Esto ha ido demasiado lejos Kakashi, Naruto ha perdido un ojo esta noche y temo que en el futuro vaya a perder algo más...''

El ninja con el ojo copiador, menhir conocido como el ninja que copia, solo pudo apretar los puños con rabia.

"¿Que ha pasado con los civiles que lo atacaron?''

preguntó Kakashi.

''La mayoría los he enviado con nuestro especialista de información y tortura, Ibiki, para que confiesen lo qué pasó hoy... por desgracia eran demasiados y algunos consiguieron escapar, y sin pistas no vamos a encontrarlos. Lamentablemente hay poco que pueda hacer antes de que el consejo civil se meta de por medio.''

Dijo con pesar el Hokage, a lo que el peligris dijo con tono enfadado.

''¿Entonces, qué ?, ¿Va a soltarlos mañana como si nada?''

''Por desgracia sí. Debido a mi negligencia he dejado al concejo civil ganar demasiada influencia, si no los suelto lo mas seguro es que armen un alboroto. La condición de Naruto como jinchuriki no ayuda con el caso''

''Sensei(maestro) y su esposa, Kushina-sama(lady Kushina) deben estar revolviéndose en su tumba en este momento.''

Dijo con rabia el furioso Kakashi.

'Si tan solo supieras'

pensó el anciano con ironía.

''No hemos podido evitar los acontecimientos de hoy, pero podemos evitar los de mañana. En adelante, en cuanto Naruto salga del hospital voy a ponerte al mando de un equipo para protegerlo''

Dijo con confianza el líder del pueblo a lo que el capitan AMBU se sorprendió por la decisión de su líder.

''¿Acaso el consejo civil no protestará? Algunos pensaran que asignar un equipo ANBU para proteger a un niño de 6 años es un poco exagerado''

Preguntó el Hatake un poco preocupado a lo cual Hiruzen tan solo pudo sonreír.

''Pueden protestar todo lo que quieran, a pesar de su influencia, las fuerzas shinobi siguen cayendo bajo mi mando directo y ni el consejo civil o el shinobi tiene derecho a entrometerse.''

luego entrecerró los ojos y continuo.

''Ademas, puedo contar con Danzo para apoyar mi decisión, a pesar de que nuestros motivos son muy diferentes él también desea que el joven viva.''

Kakashi entrecerró los ojos con suspicacia a la respuesta del Sandaime.

Danzo Shimura o como los veteranos lo conocen "Yami no Shinobi"( Shinobi de la oscuridad), eran uno de los ancianos del consejo. Era un anciano moreno con una cicatriz en forma de 'X' en su mentón; había perdido su brazo y ojo derechos durante la Tercera Gran Guerra Ninja y los había tapado con vendajes; llevaba generalmente un kimono azul oscuro con un bastón en su mano izquierda.

Normalmente uno no le daría importancia a un viejo de su edad, pero éste viejo además de ser un ex-ninja también tenia una filosofía mas militarista de lo que debería ser Konoha. Él creía firmemente que los ninjas eran armas ante todo y que los sentimientos eran innecesarios. Y desde que supo que Naruto era el Jinchuriki del Kyuubi, y que con podría llegar a acceder al poder de la bestia, había tratado de mil y un formas de incorporar al niño en sus tropas personales y convertirlo en un arma leal a la aldea y a si mismo.

Él y Hiruzen tenían ideas radicalmente diferentes pero el punto en común que unía a estos 2 antiguos amigos y actuales rivales es que tenían ante todo el bienestar de la aldea.

''¿Hokage-sama, esta seguro que podemos contar con él sobre este asunto?''

Pregunto claramente desconfiado el ninja peligris. El Sandaime encendió su pipa y le dio una profunda calada antes de contestarle.

''No me cabe duda, en sus propias palabras; al pueblo no le sirve de nada una arma rota.''

Dijo con cierto desdén mientras kakashi solo podía hacer una mueca detrás de su mascara ante la sola idea.

''De todas formas seguiremos con este asunto cuando Naruto se recupere, mientras tanto, deberías ir a ver a Ibiki. Estoy seguro que no le importara tener publico y quien sabe, quizás te deje participar en... "atender" a sus invitados."

le dijo con una sonrisa macabra. Kakashi se animó visiblemente ante esas palabras.

Ibiki Morino, jefe de la Unidad Especial de Información y Tortura, era un sádico consumado en el arte de la tortura y lo más seguro es que estuviera ocupado "jugando" con los civiles que atacaron al pelirrojo. Oh sí, desde luego no le importaría pasarse un rato para inspeccionar su trabajo.

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Hospital de Konoha

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Habían pasado dos días desde el incidente y el estado de ánimo de Naruto solo empeoró. Estar obligado a quedarse en cama nunca le gusto y la mirada de disgusto de las enfermeras que lo atendían solo hacia peores las cosas.

Cuanto más tiempo pasaba, la idea de Kurama sobre dejar el pueblo se volvía más tentadora.

Finalmente le dieron el alta y se dirigió caminando hacia su casa. El pelirrojo vestía unos pantalones azules, con unas sandalias shinobi a juego y un camiseta de manga larga roja que su Neko-nee(hermana mayor Gato), que era parte de los ANBU, le había traído de su casa.

La kunoichi con masacrará de gato y cabello color púrpura también le había avisado que los aldeanos se habían colado en su apartamento y lo habían destrozado.

Naruto solo pudo suspirar con cansancio y mirando a su alrededor. Las miradas de todo el mundo estaban sobre él. Las miradas de desprecio u odio no eran nada nuevo, se había acostumbrado... muy a su pesar. Lo que le dio miedo de verdad fueron las muecas de placer enfermizas que algunos aldeanos llevaban mientras miraban la venda sobre su ojo izquierdo.

Incapaz de soportarlo más se dirigió corriendo a su casa mientras trataba de no llorar, no quería darles la satisfacción.

Cuanto llego a la entrada de su apartamento abrió la puerta sin percatarse que la perilla y el cerrojo estaban rotos y en cuanto entró vio el panorama que era su casa. Las ventanas de la cocina estaban rotas, su mesa para comer tenía las patas destrozadas y no le hacia falta ir a hacia su habitación o al cuarto de baño para saber que estarían en un estado similar.

Naruto, cerrando la puerta y dejando que sus emociones se hicieran cargo, dejó que sus lagrimas salieran a brotes y se acurruco en un rincón de la sala muerto de miedo.

''Shhh, tranquilo cachorro, tranquilo, ya no tendrás que soportar más todo esto, nos vamos hoy mismo.''

Oyó el pelirrojo en su cabeza. Se seco las lagrimas y escuchó con atención al zorro en su cabeza. Kurama sonrió y continuó.

''Muy bien, ¿sabes lo que son los contratos de invocación?''

''No, ¿debería?''

Le preguntó confundido el niño.

''Bueno... no necesariamente, son bastante raros la verdad aunque aquí en Konoha abundan bastante. Básicamente, existe otro reino, otra dimensión donde viven una serie de animales y criaturas especialistas en las artes shinobi que pueden ser convocados para que te ayuden en la batalla. Para ello debes firmar un pergamino en el cual se te reconoce como invocador de dicho clan. Generalmente esos clanes lo hacen para presumir entre ellos, aunque algunos prefieren mantenerse al margen.''

Le explico con paciencia el antiguo zorro, pero Naruto le preguntó entonces con duda.

''¿Pero yo no tengo ninguno y tampoco sé donde conseguirlo, y tu Kurama-nii?''

''Ese es el tema cachorro, hay otra forma para obtenerlos."

Dijo sorprendiendo al niño.

"Si estas afiliado naturalmente a uno de esos clanes de invocación y realizas los sellos de mano para el jutsu de invocación acabaras en las tierra de dicho clan. Esto es llamado invocación inversa. No voy a mentirte las probabilidades no están a tu favor, solo un grupo de personas muy, pero muy selectas tienen esa capacidad, pero es lo mejor que se me ocurre para sacarte de este agujero sin ponerte en riesgo.''

Naruto empezó a reflexionar sobre ello. Básicamente, estarían apostando mucho, sino es que todo. Si el jutsu(técnica) funcionaba acabaría en la tierra de uno de esos clanes, pero eso no le aseguraba que lo aceptarían como invocador o que el clan al que estaba afiliado podrían ayudarle a entrenar, o que si quiera lo recibirían con los brazos abiertos.

Por la mente del niño pasaron imágenes de él mismo apareciendo en un lugar lleno de tigres, lobos, cocodrilos u otros depredadores que podrían devorarlo. Eso no era algo que le gustaría experimentar.

Aunque no tenía nada que perder, si el jutsu funcionaba saldría de aquí y sino funcionaba, solo tendría que encontrar otra forma de escapar.

''De acuerdo, ¿qué tengo que hacer Kurami-nii?''

''Primero haz las maletas y luego si quieres, deja alguna carta para las personas que te importan, luego te daré instrucciones.''

El pelirrojo se apresuró a obedecer y se fue a su habitación para recoger su ropa, o lo poco que quedaba de ella. Los aldeanos no se habían cortado en sus esfuerzos, su colchón estaba partido por la mitad y su armario hecho un desastre; aun así consiguió encontrar alguno que otro cambio de ropa, algunas cosas de higiene personal y lo puso todo en una mochila que tenía cerca.

Luego se apresuro a buscar un pergamino en blanco, tinta y un pincel pero a la hora de escribir se quedo en blanco.

Naruto no tenía muchas personas queridas, aparte de su figura de hermano; las podía contar todas con una sola mano; su jiji, Ayame-nee-chan(hermanita mayor Ayame) y Teuchi-oji-san(tío Teuchi), Neko-nee e Inu-nii. Pero aun así no sabía que escribir, ¿cómo le dices a las personas que te quieren que te vas porque ya no puedes soportar vivir en el pueblo donde vives?

Al final decidió ser sincero y soltar todos sus sentimientos reprimidos... todo el dolor, toda la desesperación guardada durante 6 años de abuso fue plasmada en papel con una caligrafía impecable.

Al acabar vio algunas manchas sobre el papel, quiso limpiar la tinta que se había derramado pero antes de que pudiera hacerlo el pergamino se volvió a manchar; fue ahí cuando se dió cuenta de que había dejado escapar algunas lagrimas mientras escribía, pero poco importaba ya.

El niño se dirigió hacia la cocina y dejo la carta sobre la barra de la cocina y se preparó mentalmente para su (posible) partida.

''¿Lo tienes todo?''

Le pregunto su hermano.

''¡Sí!''

''¿La ropa?''

''Si''

''¿Un cepillo de dientes?''

''Siiiii''

''¿No quieres ir al baño antes de irnos?''

''¡Nii-chan!"

Exclamo el pequeño con un pequeño puchero en su rostro. Su Kurama-nii se preocupaba demasiado a veces.

''Vale, vale solo me aseguraba. Ya te he enseñado los 12 sellos manuales, ahora los que necesitas hacer son, en orden: I (Jabali), Inu (Perro), Tori (Pajaro), Saru (Mono) y Hitsuji (Carnero).''

Naruto asintió y procedió a hacer los sellos requeridos, mientras en su interior, Kurama rogaba a su difunto creador con todas sus fuerzas para que todo esto funcionara.

''¡Ninpo:... Kuchiyose no jutsu!''

Al golpear su mano contra el suelo... el pequeño niño desapareció en una nube de humo dejando el apartamento destrozado y completamente vació.

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Calles de Konoha

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Era ya de noche cuando Hiruzen acabó sus labores del día y decidió hacerle una visita a su nieto sustituto.

El líder del pueblo iba escoltado por el mismo equipo AMBU que había protegido al niño los últimos 2 días. Después de que Neko le contara el estado de su apartamento, decidió que por esta noche podría dormir en su casa y mañana le ayudaría a encontrar un nuevo hogar.

En cuanto llegó a la entrada de su apartamento, llamo enseguida y espero. La tardanza le extraño mucho, pensando que quizás el pequeño no lo había oído volvió a llamar y siguió sin obtener respuesta.

''Quizás esté en Ichiraku Ramen.''

Sugirió Inu(Kakashi).

''No lo creo, a estas horas ya deben haber cerrado.''

Contesto el anciano e intento abrir la puerta. Cuando esta se abrió sola, el anciano entro en pánico temiéndose lo peor y rápidamente entró con sus AMBU siguiendo detrás.

Encendió la luz y vio al fin el estado del apartamento, era completamente inhabitable, como se había temido, pero…no había rastro del niño.

''¡Encuéntrenlo, tiene que estar por aquí!''

Gritó en panico y sus subordinados se apresuraron a obedecer.

El anciano se dirigió hacia la cocina para ver si encontraba algo y entonces vio un pergamino. Con manos temblorosas y ya sabiendo lo que había pasado, lo abrió para leer las ultimas palabras que iba a saber del pequeño en mucho tiempo. Al final de la carta el pobre anciano se dejo caer de rodillas mientras las lagrimas caían por sus mejilla.

''Lo siento Naruto, lo siento tanto.''

Era evidente para Hiruzen que Naruto se había ido para no volver, solo podía esperar que allá donde estuviera fuera mas feliz de lo que fue aquí.

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Bueno, eso es todo por este capítulo-degozaru.

(~˘▾˘)~

Para los fans de esta magnífica novela, posiblemente ya se habrán dado cuenta de los cambios que realice en este capítulo-degozaruka. Como por ejemplo el encuentro entre Naruto y Kurama-degozaru.

Quiero aclarar, una vez más, que cambiare algunas cosas a la historia, entre ellas el vocabulario y la ortografía-degozaru.

¡Nos vemos en el próximo capítulo, que posiblemente sea hoy en la tarde o mañana-degozaru!