Capítulo 4

"¡ACHOO!"

Adrien frotó su nariz con su pañuelo y trató de permanecer quieto para detener las vueltas que daba su cabeza. Su garganta se sentía rasposa, como si se hubiera tragado un erizo y sus ojos le picaban. Había un cosquilleo en su pecho, advirtiendo un ataque de tos. "Lo lamento mucho, en verdad creo que–"

"¡Son estas flores!" Se quejó el fotógrafo, Pierre. "¡Debe ser el polen! ¿Dónde está la florista?"

Un error sencillo; la habitación estaba cubierta de todas clases de flora. Era necesario, pues él posaba para un poster de Au nom de la Rose y Pierre sabía que Adrien era alérgico a las plumas. "No son las flores," protestó Adrien y dejando caer sus hombros. "Me sorprendió la lluvia ayer y–"

"¡LINNEA!" bramó Pierre.

La pequeña mujer entro corriendo. "¿Si?"

"Las flores lo están haciendo estornudar. Soluciónalo."

Adrien trató de intervenir. "No son las flores–" Pausando, trató de resistir el cosquilleo en su nariz y falló.

"¿Lo vez?" Fanfarroneo Pierre y sacudió sus manos hacia Linnea. "El podre Adrien está tan enfermo de su peste. Debías asegurarte de congelarlas anoche para que él no estuviera expuesto al polen."

"Pero lo hice," insistió Linnea. "No han estado fuera de la nevera por mucho tiempo. Y también fueron rociadas, congeladas y des-polinizadas. Fueron preparadas de manera que, las que poseen más polen se coloquen al fondo, lejos de–"

Pierre sacudió las manos, haciendo una rabieta. Adrien odiaba cuando Pierre cambiaba a modo diva. "¡No quiero tus excusas!"

Adrien se puso de pie y cuidadosamente se alejó de la abundancia de coloridas flores. "¡Pierre! Esta bien. Estoy enfermo, eso es todo."

"¡Claro!" dijo Pierre. "¡Yo también estoy enfermo! ¡Enfermo de la ineptitud de mi personal!"

Linnea sacudió su cabeza. "¡No es mi culpa! Hice todo lo posible para asegurar que las flores estuvieran perfectas para la sesión de fotos-. Si tan solo me escuchara–.

"¡Esto es el colmo, Linnea! Estas despedida. ¡Largo!"

Adrien quedó boquiabierto mientras Linnea rompía en llanto y salía de la sala. "¡Pierre! Eso no fue profesional. Estoy enfermo y no fue su culpa."

"¡De nuevo!" anunció Pierre, aún ignorando a Adrien mientras movía sus brazos. "¡Estoy perdiendo el romance!"

Molesto, Adrien decidió que no iba a soportar a Pierre hoy y comenzó una rabieta*. "No posaré. Me voy"

Atónito, Pierre giró. "¡Adrien!"

"¡Estoy enfermo!" increpó Adrien "No soy alérgico a las flores y tú despediste a Linnea basado en una rabieta." Desafiando a Chlóe, le dio la espalda, "Mi padre no estará complacido." Con ninguno de ellos.

Alcanzando su mochila, Adrién echó la correa sobre su hombro y buscó dentro su teléfono. Las protestas de Pierre cayeron en oídos sordos y la palma de la mano de Adrien mientras salía del área. Marcando el número de su padre, Adrien esperó.

Buzón de mensajes, como siempre. El hombre era inaccesible, incluso tan temprano en la mañana. Suspirando, Adrien esperó por el timbre antes de decir, "Estoy enfermo. Debí haber contraido una bacteria o algo debido a la lluvia, pero Pierre culpó a las flores de mi resfriado y despidió a la florista sin causa aparente. Estoy retirándome en protesta porque es mi culpa. Lo lamento, sé que esta sesión era importante pero no era lo correcto y–"

Un grito y Adrien cerró sus ojos. "Por supuesto," murmuró y terminó la llamada.

"¡Yo soy Tiger Lily y devolveré la belleza natural al mundo!"

Adrien no necesitaba ver el akuma para sentir aumentar su presencia. Sin duda alguna era Linnea, atrapada en un momento de emoción y corrompida para servir. Especialmente con el nombre de Tiger Lily. Brillante y anaranjada con manchas negras, y un gran sobrero de pétalos y hojas sobre su cabeza, mandaba a las enredaderas que atacarán todo a su alrededor.

El equipo y los modelos huían. Pierre ya estaba atado, sostenido sobre el suelo enredado por una enredadera de Glicina venenosa.

Buscando alrededor un lugar donde esconderse, le dio un golpe a su bolsa. "Plagg, nos necesitan."

Plagg sacó su cabeza. "Es muy temprano."

Los ojos de Adrien aterrizaron en la oficina de Pierre. "El mal no espera."

"Adrien, estás enfermo," dijo Plagg mientras Adrien corría. "No desaparecerá con el Miraculous. Nos cansaremos rápido."

"Lo sé. Estaré bien."

"Espera a Ladybug."

Otro grito y Adrien se lanzó dentro de la oficina y se ocultó detrás del escritorio. "No puedo."

Plagg flotó hasta estar al nivel del rostro de Adrien. "Prométeme que la llamarás al instante de haberte transformado."

"Absolutamente. ¡Plagg, Garras Fuera!"**

La transformación fluyó a través de él, encendiendo su cuerpo y moldeándolo en algo más, algo mejor que el original. Fuerza, agilidad, energía de sobra, y una librería literal de bromas.

Tomando su bastón, presionó el comunicador de doble vía que tenía con Ladybug y esperó. Incluso si no estaba transformada, la señal sería transmitida a través de su compañero miraculous. Mientras esperaba su respuesta, fue a investigar.

Arrastrándose fuera del estudio, fue sorprendido por la transformación. Había flores de brillantes colores por todos lados, creciendo sobre las paredes, en las grietas de los ladrillos o a través de las losetas rotas del piso. Enredaderas moradas brillantes de Glicinas, árboles de cerezo rosa pastel, petunias y lilas, tulipanes y rosas y muchos mas que Chat Noir no podía nombrar. Mientras observaba, las flores rompían el gran ventanal del estudio y se esparcían más allá, hacía los adoquines de la calle.

Cuando localizó un pequeño arbusto con campanas de delicadas flores blancas, estuvo agradecido por su constipada nariz.

"Es temprano."

Sonriendo, se escondió detrás de un matorral. "Díselo al akuma." Levantando el bastón en el aire, le dejó vislumbrar con lo que él estaba lidiando.

"¡Oh, es hermoso!" susurró ella, luego su voz se volvió inexpresiva. "Pero espero que no me llamarás tan temprano para darme flores."

"¿Huh?" preguntó él, luego revisó hacia dónde estaba apuntando su bastón. "No. Ella. No las flores." Bajo el bastón para que pudiera verla.

Podía ver el fondo detrás de Ladybug borroso y su cabello moverse mientras corría. "Muy bien, tengo tu localización, estoy en camino."

Sonriente, Chat Noir respondió, "Entonces podremos llegar a la raíz del problema. Date prisa, no hay suficiente espora*** para todas."

Una queja de su doncella. "¿En serio?"

"Aww, y yo que pensé que uno estaba Alamo-da***."

Una mano cubrió su rostro. "Son flores, no árboles."

"Bueno, Llanten*** lo esperabas."

"¿Quieres parar?" se quejó.

Los chistes fluían hoy. "Comprendo tu Hinojo."

"Bastaaaaaa."

Él estornudó, todo su cuerpo temblaba.

Preocupación cubrió la frustración. "¿También eres alérgico a las flores.?"

Él inhalo y deseó que su pañuelo no hubiera cambiado con el traje. "Un resfriado."

"Pobre gatito, tienes tanta mala suerte."

Una rama se enredó en el tobillo de Chat Noir y lo levantó en aire. Él soltó su bastón.

"Me pareció escuchar estornudar a un lindo gatito," susurró Tiger Lily "pobre pequeño retoño."

Cruzando los brazos sobre su pecho, el sonrió burlonamente. "Esa broma fue pobre." Usando los músculos de su estomago, se izó hasta alcanzar sus pies y cortó la enredadera con sus garras. Una vez libre, dio una vuelta en el aire antes de aterrizar, recogió su bastón, y saltó hacia una de las ventanas rotas. "Continuemos afuera. Se está congestionando aquí."

Sabía que había un jardín cerca del estudio de Pierre y, por la temprana hora, estaría abandonado. Suficiente espacio para que Tiger Lily hiciera crecer sus plantas, y para que él la detuviera hasta que llegara Ladybug.

Tiger Lily no caminó mucho, pues era cargada por su río de frondosas enredaderas mientras la levantaban hacia la ventana para seguirlo. Precipitándose hacia la calle, Chat Noir se encontró evadiendo plantas de hierba gatera que crecían rápidamente a través del pavimento.

"Tengo un resfriado, madam. Esas plantas no funcionan."

"¡Tal vez algunas flores silvestres lo conseguirían!" anunció Tiger Lily cuando salieron arbustos del suelo frente a él.

"¿No deberías beber té de eso?" preguntó Chat Noir esquivándolos. Sacando su bastón, rodó sobre uno de ellos. Levantando su bastón, golpeó la enredadera que venía precipitadamente hacia él.

Adonde quiera que volteaba, las flores bloqueaban su camino. Cada vez que trataba de atacar a Tiger Lily, tenía que eludir con rápidos movimientos las frondosas enredaderas. Una cerca floreada salió frente a él y lo encajonó. Él se detuvo de golpe y se agazapó en cuatro patas. Dando la vuelta, estudió a Tiger Lily, tratando de determinar donde se escondía el akuma. Sus ojos la localizaron. Su sombrero de pétalos, su traje – tan similar al de Ladybug–, un brazalete de plata, y–

¿Qué era ese olor exquisito? Delicioso y maravilloso. Lo hacía querer enroscarse y frotarse–

El horror derritió sus rodillas. "Oh. No."

Una sonrisa. "Oh si."

Su mano se disparó hacia su nariz presionándola con la esperanza de disminuir el olor. Hierba gatera. Por todas partes. Hermosos y pequeños arbustos con florecillas blancas o purpuras. Una implosión de color y aroma, Tiger Lily había acumulado tantas plantas como había podido dentro del pequeño espacio y de alguna manera, podía olerlas a pesar del resfriado.

Con la boca abierta para poder respirar, podía saborear el aroma en el aire. Se tapó la boca con la mano en un intento de filtrar el aire, Encorvándose hacia el suelo.

El mundo daba vueltas, dentro y fuera de foco. Respirar superficialmente no ayudaba, podía sentir la necesidad fluyendo a través de él. Unos pies cayeron frente a él y el color reveló un anaranjado profundo, no su amado rojo. No podía derrumbarse. No podía.

No ahora. ¡No ahora!

Una mano se aferró a su muñeca, alejándola de su nariz y sintió los fríos dedos contra su dedo. Su anillo. Plagg. No podía permitirlo.

Sosteniendo el aliento, puso todo lo que tenía en una ultima acción. Arrebatándole el brazalete de la muñeca, lo sostuvo con ambas manos. "¡Cataclismo!"

El brazalete se desintegró y el akuma revoloteó entre sus palmas. Tiger Lily cayó pero quedaban las flores.

Tenía que resistir. Soportar hasta que Ladybug llegara.

Suspiros entrecortados. Pequeños jadeos. Su rostro enterrado en la curva de su hombro. Un temblor entre sus manos.

Una eternidad después, frías manos presionaron sobre las suyas. "Ya puedes soltarlo, Chat."

Se desplomó. El suelo se convirtió en las manos de Marinette y se perdió en la confusión de sus caricias imaginarias. Se tumbó, frotándose sobre una roca, rodó para que cada parte de su cuerpo pudiera sentirse acariciada. Manos y pies golpeaban mariposas imaginarias en el aire mientras rodaba de lado a lado.

Éxtasis. Usando los talones, rodó frotándose sobre su espalda hasta la agitada rama de un arbusto.

Una planta. Flor de ambrosía. Apetitosa y deliciosa, si pudiera comerse esa flores y embriagarse con su aroma, podría bañarse en su divinidad por toda la eternidad. Deslizándose en el suelo sobre su vientre, el estiró su mano y–

Algo sujetaba su cola.

"Hay que sacarte de aquí, gatito."

¡Algo suave para poder frotarse! Se dobló y frotó la cabeza contra su pierna. Su mejilla, a través de sus labios y bajó hacia el otro lado, hasta que cada parte de su rostro hubiera sido acariciada. Su ronroneo vibraba a través de él hacia ella. ¡Rodillas! Oh, las rodillas eran perfectas. Golpes y choques y una combinación de intensidad y suavidad dependiendo en que él subiera o bajara. Un vientre. Oh, un vientre que podía abrazar y presionar contra su cara y–

Dedos presionaron sus hombros haciéndolo caer al suelo sobre su espalda y miró al cielo.

"Muuuuy bien… estas drogado."

Las manos se abrazaron a su pecho y jalaron, pero él no pudo encontrar su balance y lo único que pudo hacer fue cubrirse a si mismo con el flexible cuerpo y ronronear. Con los ojos cerrados, ni si quiero intentó moverse más. Había caído muy profundo en un trance inducido por la hierba gatera.

Cuando la conciencia volvió, estaba mirando al cielo. El concreto sobre su espalda era duro e incómodo, pero no pudo encontrar energía para moverse. Volteando su cabeza, vio a Ladybug de pie a una corta distancia, dándole la espalda y acunando algo en sus manos. El gruñó y levantó un mano sin guante hacia la cabeza.

Sin guante. Sin guante y sin garras. Se tensó. Era Adrien. Ella sabía que era Adrien.

La cabeza de Ladybug se elevó, pero no se dio la vuelta. "¿Estás despierto?"

Él se quejó.

"No miré."

"Oh." Sentarse lo mareó, así que permaneció acostado.

"Plagg parece haber absorbido lo peor del coma. Debería estar bien. Tómalo con calma los próximos días. "

"Gracias." Aclaró su garganta, tratando de remover la repentina ronquera en su voz, pero no pudo. "Yo… amm… acaso yo… me parece recordar haberme frotado… hice algo que… umm…"

"Fuiste todo un caballero, si es eso lo que te preocupa."

"Yo… um…"

"¿Siempre eres tan elocuente como tu mismo?" Preguntó ella y él pudo escuchar la sonrisa en su tono.

"Ahh…"

Una suave risa lo tranquilizó. "Relájate. Solo estoy jugando. Fuiste muy cariñoso y eso esta bien. No es tu culpa. Manejaste la situación admirablemente."

"Gracias." Con lentitud, se sostuvo sobre sus hombros. "Ugh… siento como si me hubiera golpeado un camión."

"Eso sería una representación adecuada."

Él estudio su espalda. "Um… acerca de ayer y las caricias. No debí haber huido."

Ella se tensó. Giró su cabeza y se sorprendió. "Debí haber preguntado. Lamento haberte incomodado. Pensé… no importa." Cambió su peso de un pie a otro. "Plagg me explico."

Él se sonrojó y se preguntó exactamente lo que Plagg le había explicado. "Está bien. No lo sabías."

"Pero debí saberlo. Eres mi compañero. Eres un Miraculous. Debí darme cuenta que no era la única afectada por nuestra dualidad y debí estar más atenta a tus necesidades.

A él no le gustó la forma en que lo hizo sonar tan clínico. "¿Mi Lady?"

Ella suspiró. "A mi… me gusta cultivar cosas. Algunas veces es compulsivo pero no me puedo detener. Como Ladybug… busco insectos constantemente. Algunas veces me encuentro preguntándome a qué saben." Ella hiso un sonido frustrado. "Odio el frío. Me hace lenta y débil, incluso como mi verdadero yo." Ondeó su mano libre. "¡La nieve quema y vivimos en París! Navidad apesta porque todo lo que quiero hacer es dormir."

Adrien tuvo la impresión de que se estaba conteniendo cuidadosamente para no mirarlo por accidente. Por los espasmos en sus piernas preferiría estar caminando.

"Y luego están las feromonas y…" se detuvo. "El punto es, te defraudé."

Saber que ella tenía problemas similares le hiso sentir menos solo. "No, te equivocas."

"Puedo hacerme cargo de mis necesidades. Pero tu…" Ella levantó la mano hasta poder mostrar a Plagg durmiendo acunado en su palma. Y acercando un dedo, le rasco la barriga.

"Estoy bien."

"Debí ser yo quien te ayudara. Somos compañeros. Es– nuestra dinámica de grupo es importante. Debemos ser capaces de actuar como uno. Siempre me ha preocupado que un cambio de papeles arruine eso y perdamos algo."

Encontrando la fuerza para sentarse, él envolvió sus brazos en sus rodillas. "O ganemos algo."

"Mientras estabas… me llamaste Marinette."

Su corazón se hizo pedazos. Se quedó quieto, con la sangre drenando de su rostro. Ella sonaba perdida y desesperada, y él no entendía por qué. Deseó poder moverse para reconfortarla. Algo pesado llenaba el espacio entre ellos. "Ladybug–"

"Si preguntas… te diré quien soy."

Los ojos de Adrien se abrieron sorprendidos. Era todo lo que él había querido, conocerla en sus dos vidas.

El miedo lo golpeo. Saber quien era cambiaría las cosas, especialmente ahora. Se había embarcado en algo nuevo con Marinette y ahora Ladybug ofrecía esto. ¿Podría estar celosa? ¿Tal ves, después de meses de mantenerlo lejos, sentía remordimiento ahora que sabía había encontrado a alguien más?

No tenía sentido; ella no era así. Algo más pasaba y él no sabía que era.

¿Por qué ahora? Esa era la verdadera pregunta. ¿Por qué ofrecía esto ahora?

¿Y por qué dudaba tanto en aceptarlo?

La amaba. En verdad la amaba. Verla lastimada le dolía en el fondo, pero había elegido estar con Marinette. Quería estar con Marinette.

¿Por qué era tan difícil? ¿Por qué se sentía desgarrado?

Las palabras tomaron forma. "No."

"¿No?"

Tambaleó mientras se ponía de pie. "No. No me malentiendas, agradezco la oferta pero no es correcto. No quiero que te sientas forzada. Quiero que me lo digas cuando estés lista, no porque temas perderme." Caminando hacia ella, colocó su mano el su hombro desde atrás. "Mi Lady, siempre estaré aquí para ti cuando me necesites. Para eso están los amigos."

Su mano libre se elevó para tocar la de él. "Gracias, Chat." Desechó la melancolía sacudiendo sus hombros. Si tan solo fuera igual de fácil para él. "Estoy actuando como tonta. En verdad estoy muy feliz de que la encontraras."

Él sonrió por la sinceridad en su voz. Realmente sonaba feliz por él. "Me gusta. Y no te preocupes, mi Lady, dos besos de novia*** son mejor que uno.

Ella rió y acarició su mano. "Eres terrible. No cambies nunca." Sacudió su cabeza y dejó a Plagg sobre la marquesina con una ternura que apretó su corazón. "Ve a casa, Chat. Descansa."


Notas del Autor: Las cosas se empiezan a aclararse.


Notas de Kaoru:

Espero por sus comentarios, me ayudan a corregir esta bella historia.

Este capitulo fue adaptado para que las bromas de Chat tengan sentido.

Gracias por detenerse a leer! XD

NOTAS DE TRADUCCIÓN:

*Turne don the brat - no tengo idea que frase es esta. O_o!

** Claws Out – independientemente de la traducción que le hayan dado en cada país, he decidido traducir originalmente la frase del inglés.

*** "There´s no mushroom for more… I thought that one was oak-ay… - Adaptación de juegos de palabras, la primera "mushroom" se refiere a que no hay suficiente espacio y la segunda "oak" hace referencia a un árbol (específicamente un roble).

"…just dande-lion" y "saw what yew did…" también están adaptadas.

Mi favorita "Tulips are better than one." – Tulips=Tulipanes, Two=2, lips=labios. También adaptada.