Disclaimer: El potterverso le pertenece a Rowling.
Capítulo 10:
¿Acaso esto es una pesadilla o estoy viendo doble?
El silencio inundó el compartimento luego del 'fermaportus' de Hermione.
Regulus pasaba sus ojos de un hermano al otro deteniéndose en la sonrisa cómplice entre ambos y en la mirada repleta de sentido que se dedicaban. Se estaban diciendo mucho sin articular palabra alguna y lo excluían de esa conversación fraternal. Ambos se estaban dando fuerza y apoyo mutuo porque sabían que estos primeros encuentros serían impactantes y cruciales. Sentían como si debieran caminar descalzos por un campo minado de cristal que, al menor descuido, se trizaría y se clavaría en sus pies. Se habían concentrado en su propia respiración porque controlarla era el primer paso para dominarse a sí mismos y sus nervios.
Pasaron apenas unos segundos hasta que un sutil e involuntario movimiento de Regulus hizo que Harry notara que había alguien más ahí aparte de su hermana, algo que había pasado completamente por alto. Lo miró fijamente y con seriedad remarcando en ese gesto que había un intruso en su espacio personal. La cálida sonrisa que tenía instantes antes había sido consumida por el alerta, su cabeza explotaba por los nervios y la presión de las circunstancias pero, sin embargo, debía mantener la compostura.
Hermione se puso de pie ante ese silencio. Debía introducir a ambos magos, oficiando de anfitriona de ese espacio que había declarado como propio sólo porque lo habitaba.
—Harry, te presento a Regulus Arcturus Black, hijo de Walburga y Orion Black— dijo y luego agregó—: Regulus, este es mi hermano Henry Charlus Potter.
Hermione contuvo su aliento un instante, temía que los acontecimientos recientes borraran de un plumazo todas las indicaciones recibidas y las advertencias dadas por Dorea. Su experiencia con su mejor amigo y ahora hermano, Harry James Potter o, mejor dicho, Henry Charlus Potter, le decía que solía dejarse llevar por lo inmediato olvidando cualquier tipo de recomendación y sensatez.
Para su suerte, él no la defraudó y siguió el guión:
—Walburga y Orion Black— repitió—, recuerdo a madre hablar de su familia— volvió a decir sin dejar de observar al mago frente a él con seriedad—. Un placer— culminó Harry extendiendo su mano.
Ese gesto tan característico de los Potter, tan lleno de esa familiaridad con la que se manejaban por el mundo, fue lo primero que pensó Regulus mientras sus ojos se detuvieron un instante sobre la mano extendida. Ese joven frente a él era el calco de James Potter pero sus ojos, su mirada era completamente diferente y eso le daba al resto de sus gestos otra calidez, a pesar de la seriedad con la que se erguía en ese momento. Se reprendió mentalmente por no responder al saludo de inmediato y extendió su mano con cortesía, tal como lo había hecho con Charlus Potter en el andén.
—El placer es mío— indicó y sintió la fuerza del agarre de Harry—, mis disculpas por la intromisión y la incómoda escena que le siguió.
Harry chasqueó la lengua y sonrió con cierta complicidad.
—No te dejes engañar por mi hermana, no es ninguna damisela en peligro… puedo dar fe de eso— dijo con cordialidad indicándole con un gesto que podía tomar asiento.
—Oh sí, claro que puedes dar fe de que sé defenderme— agregó Hermione con una sonrisa mientras seguía el gesto de Harry y se sentaba —. ¿Qué te tomó tanto tiempo?
—Como bien habías dicho, sólo quedaban niños en los baños... — llevó su mano hasta su cabello y pasó sus dedos por él—. Estaban jugando en los pasillos y no me dejaban pasar.
Hermione simplemente asintió aceptando sus palabras.
Todo en Henry Potter recordaba a James Potter. Regulus estaba fascinado ante lo que veía: cada movimiento parecía calcado uno en el otro y de no ser porque estaba lo suficientemente cerca como para ver las diferencias sutiles entre ellos, sumada la relación con su hermana, él hubiera creído que estaba frente al infame gryfindor que tantos dolores de cabeza le había acarreado los últimos años. No pudo evitar murmurar su asombro y llamar la atención de ambos hermanos.
—¿Cómo has dicho? — preguntó Hermione.
Parpadeó un instante y sonrió de lado antes de responder.
—Nada, nada importante— fijó sus ojos en Harry mientras agregaba —: sólo... sólo pienso en un amigo que puede llegar a tener una apoplejía al verte— chasqueó su lengua pensando en cierto mago de actitud reacia y antisocial.
—¿Y eso por qué?— preguntó Harry.
Sabía muy bien la respuesta que recibiría e intuía de quién estaba hablando pero aun así debía mostrar ignorancia respecto a las personas que encontraría en Hogwarts.
—Porque te pareces demasiado a… a James Potter y podría decir que mi amigo y él prácticamente se odian.
Harry miró a Hermione quien de inmediato acotó:
—Imagino que sabrá diferenciar a uno de otro, ¿no es así?
—Esperemos que sí— respondió Regulus mientras que en su mente se decía a sí mismo—: aunque no podría asegurarlo… diría que ocurrirá todo lo contrario.
Severus Snape no era una persona que se abriera a segundas consideraciones y estaba seguro que ver el parecido entre ambos magos sería suficiente para condenar a este otro Potter. Por su parte Regulus estaba más que convencido de que debería intervenir de ser necesario pues no permitiría que nada ni nadie, mucho menos uno de sus amigos, se interponga en asuntos de la familia Black porque eso mismo eran Henry y Hermione, ambos eran un delicado y misterioso asunto de su familia.
En ese momento, el tren comenzó a disminuir su velocidad hasta detenerse indicando que llegaban a destino.
—Qué interesante…— dijo Hermione mientras tomaba su bolso, llamando la atención de Regulus una vez más—. Tu hermano nos increpa sólo porque estás en nuestro compartimento y un amigo tuyo nos odiaría sólo porque somos familiares lejanos de otro Potter— Harry tomó los libros de Hermione y ella simplemente le sonrió modulando un silencioso 'gracias' antes de continuar—: me preguntó, ¿alguien más simplemente abrazará conclusiones precipitadas sin siquiera llegar a conocernos?
Regulus se adelantó unos pasos para abrir el camino de los hermanos haciendo de guía hasta llegar a los carros. Le hubiera gustado ser él quien tomara los libros de Hermione y la ayudara con sus cosas pero estando presente su hermano no le correspondía. Se decía a sí mismo que ya habría oportunidad durante todo el año escolar para tener pequeños momentos junto a ella y, si daba crédito a los dichos y entredichos de Sophie Tatting, la bruja que capturaba su atención en ese momento había expresado su deseo de quedar en slytherin. Además, por lo que había observado en el breve enfrentamiento contra su problemático hermano Sirius, no tenía duda alguna de que así sería. Esta chica era una orgullosa descendiente de la Noble y Ancestral familia Black, todas sus reacciones y comportamiento en general así lo confirmaban.
—Más allá de lo que puedan o no hacer algunos, lo cierto es que si llegas a quedar en slytherin serás condenada por el setenta y cinco por ciento de esta escuela— dijo Regulus mientras le ofrecía su mano para que subiera a uno de los carruajes—. Pero la casa verde y plata permanecerá leal a los suyos.
Ante esas palabras, Harry respondió.
—No importa la casa en la que quedemos— resaltó sus palabras dejando implícito que ambos irían al mismo lugar—, tampoco importa lo que los otros piensen.
El carruaje comenzó a moverse alejándolos de las miradas que comenzaban a acumularse.
—Lo único que importa— agregó Hermione—: es que seremos el orgullo de nuestros padres…— miró a Regulus y recalcó—, de ambos padres.
Desde que habían dejado el tren hasta que el carruaje comenzó a moverse fueron observados por cada uno de los alumnos que reparaba en ellos sin importar la casa a la que pertenecieran. Lo primero que pensaban todos era lo increíble que resultaba ver a James Potter junto a Regulus Black sin que las maldiciones, insultos y discusiones tuvieran lugar. El asombro los invadió por completo cuando vieron que Sirius Black arrastraba segundos después a un incómodo y algo molesto James junto con el resto de los merodeadores.
¿Acaso estaban viendo doble?, ¿no acababa de pasar James junto con Regulus?
—Escaparon— gruñó Sirius mientras esperaba en la fila para tomar uno de los carruajes.
—No sé qué demonios te pasa, Canuto— protestó James—, pero ya no está siendo divertido que me arrastres sin decirme qué ocurre.
—Ya te expliqué— respondió mientras miraba a los de primero seguir a Hagrid—, alguien con poción multijugos está caminando por ahí con tu cara.
Peter rió ante esas palabras mientras negaba con la cabeza. Las ocurrencias de Sirius no tenían fin.
—No es poción multijugos— aclaró Remus—, es alguien que se parece muchísimo a ti pero no es igual.
—¿No creen que hubiéramos notado antes si alguien se pareciera a James? — comentó Peter.
—Es nuevo… él y la engreída de su hermana— respondió de inmediato—. Podrán escaparse pero no por mucho— pensó Sirius—, en el castillo pronto sabremos quienes son y deberán responder.
La nariz de Canuto pocas veces se equivocaba, según él mismo decía, e intuía que aquí había gato encerrado así que se propuso descubrir el misterio detrás de esos dos. De paso, si podía cobrárselas a esa bruja arrogante que se creía superior a cualquiera sólo por ser sangrepura, mucho mejor. ¿Qué tipo de historias estaría diciendo su propio hermano y su madre como para que una absoluta extraña lo llame 'vástago pródigo de la familia Black'? sólo por eso se merecía un escarmiento y los merodeadores eran expertos en el tema.
Mientras ellos esperaban alcanzar a sus presas, Harry y Hermione estaban al borde de sus nervios, cada uno mirando hacia uno de los lados, perdidos en sus propios pensamientos mientras sus ojos devoraban la oscuridad de la noche. Se daban fuerzas mutuamente tomándose de la mano, algo que Regulus no pudo evitar notar y registrar en su mente.
Antes de lo que pensaban, ya habían llegado a las puertas del castillo y una vez más el joven Black le ofreció su mano a Hermione para ayudarla a bajar del carruaje. El profesor Slughorn se encontraba apostado en la entrada. Sorprendentemente, no parecía muy diferente al que conocerían veinte años después, no parecía mucho más joven, ni delgado, ni menos canoso.
—¡Merlín bendito!, Albus tenía razón, reconocerlos sería realmente sencillo— dijo apenas los vio.
Los hermanos se miraron entre ellos y luego a Regulus quién les sonrió antes de decir:
—Parece que deberás acostumbrarte a ser comparado. Será imposible que no ocurra durante los primeros días porque, créeme, el parecido es asombroso.
Harry suspiró.
—Claro que lo creo— pensó él—, después de todo es mi padre.
—Disculpen, jóvenes, Albus me pidió que esperara a dos hermanos, Henry y Hermione— dijo mirando a cada uno—, me preguntaba cómo iba a saber quiénes eran pero el director aseguró que no tendría problemas en distinguirlos por el parecido de uno de ustedes a un alumno de Hogwarts.
—Encantador— murmuró Hermione de manera monótona y Regulus tosió para esconder su risa.
—De todas formas, es un honor conocer a los hijos de Dorea y Charlus Potter.
—Mucho gusto, profesor— saludó Harry y extendió su mano.
Por su parte, la bruja asintió de manera educada sin siquiera sonreírle. Ni una sola palabra escapó de sus labios.
—Muy bien, muy bien— comenzó a decir el hombre tomando ambas solapas de su saco—. Joven Regulus, ¿cómo está su familia?
—Mis padres se encuentran bien— respondió secamente —. Tendrá noticias de ellos en la brevedad— agregó—: por la fiesta anual de Samhain.
La sonrisa de Slughorn se amplió sobremanera.
—Estaré atento— dijo con orgullo—, será un placer como cada año.
—Ésta será especial— continuó diciendo—, los detalles se los reservo a mis padres. Sería impropio de mi parte comentar algo más.
—Claro, claro, lo entiendo.
Regulus no dudaba que la razón por la que la fiesta anual de Samhain que celebraban los Black tuviera cambios este año gracias a la aparición improvisada de Dorea Potter. Aún debía investigar más qué tipo de relación tenía esa bruja con su familia porque no sólo era especial por ser una Black de nacimiento sino por algo que lograba darle escalofríos hasta a los infames Orion y Walburga. Eso sin mencionar las asiduas cartas que llegaban del Patriarca y de su abuelo Pollux a Grimmauld Place.
Hermione, por su parte, veía que los demás carruajes se acercaban y que cada vez se concentraban más ojos y oídos indebidos. No tardarían en llegar los merodeadores y no era ni el momento ni el lugar para confrontarlos. Por esa razón, decidió apurar a Slughorn:
—Profesor, ¿había dicho que el director deseaba vernos?
—¡Oh, sí! — dijo él volviendo su atención a la jovencita—, vayamos pronto así no retrasamos la cena de bienvenida.
—Nos veremos en breve, Regulus— señaló Harry.
—Me encargaré de dejar reservado un lugar para ustedes en mi mesa— agregó él.
—Eso sería agradable— respondió Hermione asintiéndole con una sonrisa antes de seguir a Slughorn.
—Este sí que será un año interesante— pensó el joven Black antes de que su compañía acostumbrada le diera alcance y comenzara a cuestionar el por qué había estado ausente.
Por supuesto, él no diría nada hasta que estuvieran en el Salón Comedor.
—Su parecido con el joven James Potter es asombroso, si no le ofende la comparación— dijo el profesor de pociones mientras los guiaba por uno de los pasillos rumbo a la oficina de Dumbledore.
—Es algo de lo que se me ha informado en el tren— dijo mientras pensaba—, ¿cómo hace Hermione para hablar de manera tan acartonada con todos?, gracias a Godric yo puedo librarme de esto la mayor parte del tiempo.
—¡Oh!, lo lamento pero creo que deberá acostumbrarse a las miradas de sorpresa. No todos los días se ve semejante parecido.
—Importan tanto las similitudes como las diferencias, Harry— dijo Hermione de inmediato—, tú eres tú. Recuérdalo más allá de lo que vean los demás.
Él suspiró, realmente su amiga sabía qué decirle y cuándo para darle fuerza y valor. Una vez más tomó su mano y caminaron hacia su encuentro con el director.
—Señorita Hermione, joven Harry— se escuchó la voz afable de Albus Dumbledore apenas traspasaron la puerta de su despacho—, es bueno volver a verlos. Puedo notar que se encuentran bien y que han logrado adaptarse a los cambios.
—Es un gusto volver a verlo, director— dijo Harry sonriendo con sinceridad.
En ese gesto Albus podía ver la diferencia con James y la sombra de Lily: mientras uno dejaba ver picardía en su sonrisa, el otro mostraba serenidad.
—Profesor, ¿cómo ha estado? — preguntó Hermione de manera educada.
Albus le sonrió. Veía la pose, los gestos, escuchó el tono y cadencia de su voz y en cada rasgo observaba la mano de Dorea. Mes y medio con ella y había amoldado a una hija de muggles al frío y perfecto comportamiento de los Black. Era casi increíble y si él no supiera la verdad de ambos jovencitos, caería en la trampa que habían armado.
—Bruja inteligente y suspicaz— pensó antes de responder—. Muy bien, señorita Hermione— amplió su sonrisa y agregó—: veo que la huella de Dorea Potter se ha impreso en usted.
Ella se sonrojó sin poder evitarlo pero su gesto y postura no cambió. Fue Slughorn quien respondió al comentario.
—Es su hija después de todo, ¿no? Es normal que sea como su madre— terminó de decir con seguridad haciendo que los otros tres se sonrieran entre ellos conspirativamente.
El primer crédulo que encontraban en Hogwarts ya había sido engañado con éxito, faltaban otros cientos más pero estaban seguros de que resultaría sencillo. Lo difícil sería mantener la mentira por tiempo indeterminado, no tropezar ni dejar intersticios que le den pistas a los suspicaces y desconfiados, especialmente aquellos que habitaban las mazmorras.
—Por supuesto, Horace, por supuesto los hijos se parecen a sus padres— dijo Albus y luego se dirigió a Harry y Hermione—. Muy bien, jóvenes, debemos ir a la cena de bienvenida. Serán presentados y seleccionados antes de que ingresen los niños de primer año. ¿Están listos?
Ambos se miraron un segundo y luego al director asintiendo con seguridad mientras eran conducidos al salón comedor. Caminaron con el mentón en alto sintiendo cómo sus corazones palpitaban con furia y su respiración se volvía caótica. Tragaban tratando de humedecer sus gargantas con el afán de reprimir sus nervios. A medida que se iban acercando, el murmullo de los estudiantes se hacía más fuerte y con eso crecía el nudo en la base de sus estómagos.
Se ubicaron a un costado, cerca de la puerta de los profesores y protegidos de la vista de los demás gracias a la sombra de una columna. El director fue hasta su lugar y se mantuvo de pie observando a los alumnos que esperaban con ansias pasar a la cena de bienvenida. Se sonrió al notar la sorpresa de muchos cuando comenzó a hablar ya que todo Hogwarts estaba acostumbrado a que no dijera nada hasta que terminara la selección de los de primero y recién ahí tomaba la palabra para saludarlos. Cada uno estaba en su mundo, ajeno a su alrededor, y no habían notado que la profesora Mcgonagall estaba con el Sombrero en su mano y no afuera con los pequeñines que seguían aguardando con ansiedad, conjeturando teorías sobre los métodos de selección.
—Buenas noches, estudiantes de Hogwarts— esperó unos segundos a que la atención de todos se dirigiera a él —. Normalmente, estaríamos aplaudiendo el ingreso de los niños de primero pero este año tengo el honor de anunciar la llegada de dos nuevos alumnos de séptimo, a quienes debemos darles la bienvenida antes de que los más pequeños sean recibidos en sus respectivas casas.
—Lo sabía, lo sabía— murmuró Sirius a los que tenía cerca—. Esos dos eran de sexto o séptimo.
—¿Quiénes crees que sean? — preguntó James—, ¿alguna pista? Estaban con tu hermano, ¿no?
—Deben ser de Durmstrang, ¿quién sabe? — respondió de inmediato—, si mi hermano les dirigía la palabra es que los considera sus iguales así que eso ya da una idea de qué es lo que podemos esperar.
—Pueden callarse, algunos queremos escuchar al director y no teorías conspirativas— murmuró Lily con enojo.
Ella aún estaba afectada por lo que había ocurrido en el tren. Había sentido tanta la vergüenza por su error que no comentó nada a nadie, mucho menos a James. Quería saber quiénes eran y acercarse lo más pronto posible para volver a pedirles disculpas.
—Por ti, Lily querida, lo que gustes, tus deseos son órdenes— dijo James.
—Entonces desobedeces muy rápido pues continúas hablando, Potter— respondió ella sin dejar de ver al director.
James sólo le sonría a ella sin prestar atención a las risas contenidas de los alrededores. Mientras, en otra mesa en el extremo opuesto de los leones, otros murmullos eran incontrolables.
—Son hijos de la tía de mi madre— dijo Regulus susurrando a Snape que estaba a su lado—. Dorea Black es la hermana menor de mi abuelo Pollux.
—Entonces, ¿qué es de tu padre? — preguntó Severus—, dado que son primos, imagino que tu parentesco con esos hermanos es mayor.
El aburrimiento que le causaba el tema era palpable en el tono de su voz. Aun así, Regulus respondió a sabiendas que la pregunta era por compromiso y no por real interés, guardando para sí el apellido del esposo de Dorea para no arruinar el shock cuando sea anunciado por Mcgonagall. Por dentro se sonreía pensando la reacción que tendría Snape en el momento que escuche los nombres y, mejor aún, en el momento en el que vea a Henry.
—De mi padre es tía segunda— respondió—, ya que es prima hermana de mi abuelo Arcturus.
—O sea…— se escuchó decir a una joven frente a Snape—, esos dos de ahí son tus tíos segundos por parte de madre y tíos terceros por parte de padre... — la sonrisa de la bruja de cabello lacio, largo y negro se amplió de manera burlona y agregó—: el árbol genealógico de los Black, más que un árbol parece una enredadera.
Su comentario hizo que el mago a su lado hiciera un ruido estrepitoso en su afán por contener su carcajada.
—¡Evelyn!, mira las cosas que dices— la reprendió apenas se hubo recuperado.
—No es mi culpa que no hayas aprendido modales, Evan.
—Ya cállense los cuatro, ¿quieren? — dijo otra chica algo alejada—, quiero escuchar el nombre de esos dos.
—Cálmate, Isadora... — comenzó a decir el joven llamado Evan—, no necesitas escuchar, ya Regulus dijo quiénes son, no hay misterio en este asunto.
Snape rodó sus ojos exasperado. No había pasado ni un solo día y ya quería matar a todos los que lo rodeaban: a Regulus porque había comenzado el cotilleo, a Evelyn Prince por sus ocurrencias, a Evan Rosier por molesto y a Isadora Johnson por cansina.
La voz del director continuaba a pesar de la distracción que observaba, sobre todo en los estudiantes de años superiores.
—… por eso, espero sean amables con ellos y les brinden la ayuda necesaria en esta transición.
Tras esas palabras miró a Minerva y asintió para que sean llamados para su selección. Lo que vendría a continuación sería recordado por muchos como uno de los momentos más impensados de su estadía en Hogwarts.
—Hermione Calypso Potter— llamó.
Una joven de rizos exuberantes color chocolate avanzó desde la columna con cierta solemnidad en su caminar.
—¿Potter?, ¿acaba de decir Potter?, ¿será algo de James? — se comenzó a escuchar por todos lados y en todas las mesas.
En la de los gryffindor, las miradas iban de James a Hermione y de Hermione a James.
—No me puedo creer que sea Potter— dijo Sirius con asombro entre dientes y con una creciente palidez en su rostro.
—Eso explica el porqué del parecido de su hermano con James— agregó Remus.
—Quieren callarse los dos— ordenó James—, necesito escuchar esto.
Mientras en cada mesa los debates se desenvolvían entre murmullos, Hermione avanzaba a paso firme en un completo opuesto a su primer transitar hacia el Sombrero cuando era niña. Por fuera era todo lo que se podía esperar de una descendiente de los Black pero por dentro sentía que los nervios estaban carcomiendo sus entrañas y que su corazón se había alojado en su cabeza porque los latidos no paraban de martillar sus pensamientos.
—Aquí vamos de nuevo— pensó mientras se sentaba en el taburete y el sombrero caía sobre sus rizos.
—Mmmm, vaya, vaya… ¿qué tenemos aquí...? — escuchó que el Sombrero decía—, una viajera del tiempo, una gryffindor del futuro que decide venir al pasado...
—Yo no decidí venir... simplemente pasó... — respondió ciertamente indignada por ese comentario.
—Pero decidiste intervenir... — devolvió el Sombrero riendo—… mmmm… ya veo, ya veo... realmente es triste y oscuro lo que veo en tu mente...
—Entonces… ¿sabes lo que quiero?, ¿sa-sabes lo que necesitamos... lo que… lo que debes hacer...?
—¿Enviarte a Slytherin? — preguntó él mientras se detenía en los pensamientos de Hermione, diseccionándolos con atención. Agregó con una voz burlona—: aunque no lo pidieras, esa casa te merece.
—¡¿Qué quieres decir con eso?!
El sombrero volvió a reír.
—Puedes tener el corazón valiente de los leones, eso no ha cambiado... — se detuvo un instante y continuó—: pero ahora tu deseo de conocimiento no sólo es por el placer de aprender... no, para nada, eso ha cambiado, las experiencias te han cambiado...
—Explícate— ordenó sin poder evitar que la seriedad se colara en su expresión y su mentón se alzara con soberbia.
Todos estaban atentos y se preguntaban qué cosas estaría diciéndole el Sombrero para que ella reaccionara de esa manera.
—Puedo ver tus recuerdos, joven bruja, puedo ver que en tu primera selección podrías haber ido a Ravenclaw, una casa que te merecía y en la que podrías haber hecho grandes cosas. Eras reservada y los libros eran tu refugio, las ansias de conocimiento y aprendizaje eran profundas… pero las aventuras con tus amigos, la guerra de ese futuro... todo eso te llevó a buscar conocimiento para tener Poder.
—Yo no soy así... yo no busco el Poder.
—Claro que lo buscas. Buscas el Poder para proteger a tus amigos, a tus seres queridos. Sabes cuáles son las debilidades y cuáles son las virtudes en los demás y en ti misma, algo que estás aprendiendo a utilizar para manipular…— el horror en Hermione crecía—, eso será necesario si deseas tener éxito así que no te lamentes, jovencita— intentó calmarla en vano—. Buscas Poder pero no para dominar a los demás sino para cuidarlos y ahí descansa tu astucia y tu ambición.
—Yo… yo…— tartamudeó sin saber qué decir en realidad
Lo que el Sombrero señalaba era cierto, lo sabía, pero le costaba aceptar que su deseo de proteger a los demás debiera depender de esos rasgos.
—La ambición no es buena o mala, lo que la determina son las intenciones del mago o bruja y por eso sé que lo harás bien en SLYTHERIN— gritó con fuerza al final.
Hermione bajó su mirada y vio cómo su corbata adquiría los colores verde y plata al son de los aplausos. Pasó sus ojos por las cuatro mesas antes de dirigirse hacia la de slytherin. Estaba tratando de reubicar sus pensamientos y aceptar lo que le había dicho el Sombrero. Se concentró en el rostro conocido de Regulus y en la sonrisa de bienvenida que le dedicaba. Pensaba que más allá de los motivos de ese joven y cómo se conocieron, su gesto era sincero y debía aceptarlo como tal. No se había equivocado el día que lo conoció, realmente estaba siendo agradable tener un rostro conocido en Hogwarts que le diera la bienvenida más allá de las mentiras que la envolvían.
Detrás de ella, la voz de su querida profesora Mcgonagall anunciaba a su hermano:
—Henry Charlus Potter.
Ante el llamado, Harry cerró sus ojos, respiro profundo y avanzó saliendo de las sombras. La admiración no se hizo esperar y los murmullos aumentaron. James incluso se puso de pie sumamente asombrado, con las manos apoyadas en la mesa y sin poder sacar sus ojos del mago que caminaba hacia el Sombrero. La vajilla frente a él rodo por el suelo.
—Te lo dije, te dije que era igual a ti… — murmuró Sirius.
—Esto es… es escalofriante— agregó Lily mirando a James de reojo.
Él no decía nada. Por primera vez en su vida había quedado sin palabras, completamente mudo y sin reacción. Sentía como si su alma se hubiera separado de su cuerpo y ahora pudiera verla caminar desde lejos. Parecía una de esas pesadillas de las que uno quiere despertar y no puede, en las que uno quiere hablar pero la boca no se mueve y las palabras quedan atornilladas en la mente.
—Oh, Sev... — comenzó a decir Evelyn en la mesa de slytherin con una mano en su boca cubriendo su sonrisa—. Estás más pálido que de costumbre.
—Déjalo en paz— agregó Evan riendo sin problemas—, su peor pesadilla se vuelve realidad.
—¿Y te dices su amigo? — cuestionó ella.
—Inevitable no decir algo…— continuó—, tres Potter en el mundo es la broma más cruel que alguien le haya jugado a Severus. Me pregunto realmente si los Merodeadores no tendrán algo que ver en esto pero viendo la cara de espanto de James Potter, supongo que no.
En ese momento Hermione llegó junto a ellos y aceptó el lugar que le había dejado Regulus a la vez que recibía el saludo de los que la rodeaban. Isadora fue la primera en presentarse y luego le siguieron Evan y Evelyn mientras que Snape la miraba con seriedad por lo que Regulus lo pisó fuerte para que la saludara.
—Un placer— fue lo único que pudo decir mientras maldecía al heredero Black en su fuero interno.
Ya se cobraría ese pisotón.
Hermione asintió y se corrió un lugar dejando espacio entre ella e Isadora.
—¿Tan segura estás de que él también quedará en slytherin? — preguntó Regulus suponiendo que bien podría quedar en Gryffindor.
Severus la miró entre el espanto y la duda ansiando la respuesta. Tener una Potter en las mazmorras era suficiente pero tener dos Potter en las mazmorras y uno de ellos en su habitación que era nada más ni nada menos que su refugio en Hogwarts, eso era el colmo de los pesares. Lo único que podía pensar en ese momento, y que le daba coherencia a lo que estaba viviendo, era que había muerto en algún punto entre el tren y el Salón Comedor y ahora estaba viviendo en uno de los siete infiernos.
—Por supuesto— respondió Hermione mirando cómo Harry se sentaba y el Sombrero caía en su cabeza—. Es mi hermano, él nunca me dejaría sola.
—El otro viajero... — dijo el Sombrero—, no se podía esperar menos de El Elegido.
—Debo ir con Hermione, ponme en Slytherin— agregó de inmediato ignorando lo que acababa de decirle.
—No tan rápido, no tan rápido... veo muchas cosas en tu mente.
—No, no... la primera vez me dejaste elegir y elegí Gryffindor. Ahora quiero ir a Slytherin así que ponme ahí.
—La primera vez eras un joven con muchos potenciales y Slytherin hubiera hecho lucir muchos de ellos pero en Gryffindor formaste tu carácter con los leones... algo muy difícil de ocultar.
El miedo comenzó a crecer en Harry, ¿acaso ese viejo trapo los separaría?
—No puedo dejarla. Tenemos una misión y debes… debes ayudarnos o muchos sufrirán, Hogwarts sufrirá.
—Mmmm, cuánta ansiedad— dijo sin verse afectado por lo que se le decía—. No me dejas continuar, jovencito, interrumpes demasiado rápido sin escuchar lo que se te dice— agregó y Harry sintió el deseo de sacarse el Sombrero y pisotearlo—. Veo que en Gryffindor formaste tu carácter y veo que tienes en alta estima la justicia y un sentido del arrojo personal que roza lo suicida pero también tienes desdén por las reglas que se interponen entre tú y tu meta, las pisas con facilidad, no te rindes.
—Eso ya me lo había dicho el director en mi segundo año— acotó rodando los ojos.
—Pero hay más…
—¿Ahora qué... ? — quiso preguntar.
—Veo que el enojo te domina con mucha facilidad y te ciega a las consecuencias. Eso puede hacerte caer en el abismo y oscuridad— dijo y quedó en silencio, mirando los recuerdos de Harry.
—¿Oscuridad?, no… yo no
—Sí, ese enojo puede llevarte a las prácticas que tanto condenas— respondió el Sombrero.
—NO, YO NO…— comenzó a gritar en su mente pero fue interrumpido.
—Lanzaste una maldición a un compañero y es verdad que en ese momento desconocías que lo podrías haber matado pero también es cierto que tenías deseos de dañarlo... — Harry se hundía en sí mismo—, por eso fue sencillo lanzar ese 'sectumsempra'.
—Eso fue un error... yo...
—Y cuando tu padrino murió, deseaste acabar con su asesina y lanzaste un 'crucio'— agregó de inmediato—, se necesita desearlo, Harry Potter, se necesita desear provocar dolor para que pueda ser lanzado por tu varita.
—Yo... yo...
En ese momento sólo quería sacarse el Sombrero e irse de ahí, no quería escuchar esas cosas, no soportaría mucho más que sus miserias fueran expuestas con tanta facilidad y descaro.
—Incluso ahora, tu enojo hace que quieras hacerme daño... — dijo con voz risueña y continuó—: ese es un problema para el cual en Gryffindor no encontrarías solución porque en esa casa no se enseña a controlar las emociones, al contrario, se enseña a expresarlas, potenciarlas…
—Entonces yo... ¿yo no soy malo?
—No, Harry Potter, tú mismo encontraste esa respuesta hace tiempo ¿o me equivoco?, y tu padre actual te ha confirmado lo que ya habías descubierto.
Harry recordó las palabras de Charlus y un poco de tranquilidad se avizoraba en su corazón.
—Lo que debes aprender es a manejar ese enojo, esa furia, esas emociones que te invaden con facilidad. Debes aprender a pensar antes de actuar y, para eso, no hay mejor casa que SLYTHERIN—- gritó al final.
Se sacó el sombrero y se lo entregó a la profesora Mcgonagall que aún no salía de su asombro: dos Potter en Slytherin y uno de ellos tan parecido a James. Fue la sonrisa y voz de Harry lo que la trajo de regreso y marcó la diferencia que Minerva no olvidaría:
—Muchas gracias, profesora— dijo antes de girarse e ir junto a Hermione que le sonreía y le guardaba un lugar.
Su caminar era seguido por la mirada de todo el colegio y los murmullos inevitables.
—Bienvenido— dijo Regulus de inmediato, seguido por el resto de la mesa que no había dejado de aplaudirle desde que fue seleccionado.
Todos sentían cierto placer en el desconcierto generalizado que observaban en la mesa de gryffindor al ver a dos Potter vistiendo corbatas verde y plata. Sobre todo los de séptimo que recordaban cómo años atrás los leones vitorearon con burla y orgullo al ser enviado Sirius Black a esa casa. Nunca imaginaron que la revancha sería por partida doble.
—Oh, sí, que dulce y placentera era la venganza— pensaba más de uno.
Al llegar, Harry no pudo evitar mirar entrecerrando sus ojos a un joven de nariz aguileña, cabello opaco y oscuro que tenía su mirada clavada en él completamente estupefacto.
—Snape— pensó Harry e hizo de su mano un puño—. Debo… debo controlarme como dijo el Sombrero… respirar… respirar pausado— se dijo a sí mismo.
Con gran esfuerzo extendió su brazo y saludó a un joven Severus Snape que respondió de manera automática sin comprender aún qué había pasado en menos de quince minutos para que su mundo se pusiera de cabeza.
—¿Dos Potter en las mazmorras?, ¿y uno de ellos en mi habitación? — se repetía y repetía sin dejar lugar para otro pensamiento.
Albus sabía que no podría llamar al silencio, la sorpresa en todos era demasiada así que autorizó la entrada de los alumnos de primero para su selección y así dar lugar a la más que merecida cena.
Tanto Harry como Hermione tenían presentes las palabras del Sombrero porque sabían que nada de lo que había dicho fue en vano. Sin embargo, concentrarse era difícil porque desde que se sentaron en la mesa fueron inquiridos por todos los que se ubicaban a su alrededor. Claro que cada uno procedió de manera respetuosa con los hermanos Potter pero eso no significaba que les dejaran lugar para la reflexión.
Cada uno en esa mesa pensaba que debía averiguar si esos hermanos estaban ahí porque merecían vestir los colores de su casa o si fueron enviados como espías de Dumbledore. Lo cierto era que Regulus estaba sirviendo de anfitrión y les había allanado el camino de manera sorprendente, algo que no podían pasar por alto. Sin él, el recibimiento hubiera sido completamente diferente.
Por su parte, Harry debía controlarse aunque era evidente que había cierta animosidad en él respecto a Snape. Las miradas mutuas así lo decían y esto no pasaba desapercibido por Evan Rosier:
—¡Hey! ¡Severus! ¡por Merlín! — llamó su atención—, no puedes pasarte la vida volviendo a cada Potter que conoces en tu enemigo.
—¡Es cierto, Sev! — dijo una joven de cabello negro lacio y largo que respondía al nombre de Evelyn—. Deja de mirarlo así, el pobre no tiene la culpa de ser un Potter.
—¿Acaso esa chica acaba de llamarlo Sev? — pensaron tanto Hermione como Harry con sus cucharas reposando en sus platos por la sorpresa—, y él no la maldijo hasta el fin de los tiempos. ¿Cómo era eso posible?
Era evidente que Henry Potter deseaba responder a esas palabras: presionaba sus labios con firmeza y estaba a punto de decir que sí, que Snape era tan cobarde que era capaz de tomárselas con un niño de once años sólo por ser hijo de alguien a quién odiaba. Sin embargo, cruzó su mirada con la de Hermione que ni siquiera pestañeaba. Sus ojos café estaban clavados en él con seriedad a modo de advertencia y cálculo. El resto de su rostro no tenía gesto alguno pero él sabía que estaba preocupada, la conocía demasiado como para no entender el significado de su simple mirada y todo lo que le estaba gritando sólo con el brillo de esos ojos café. Así que tragó grueso y decidió hablar pero callar lo que pensaba; de esa manera, se ahorraba tener que andar dando explicaciones más adelante.
—¿Enemigo de los Potters? — preguntó fijando sus ojos en Snape y luego mirando a Rosier—, ¿y eso a qué se debe?
—Muchas respuestas y ninguna confirmada— respondió la joven morena llamada Isadora—, si mi opinión vale de algo, diría que cierta pelirroja tiene mucho que ver.
—No, tu opinión no tiene lugar en este asunto, Johnson— la reprendió Severus de inmediato.
Su voz era tal cual la recordaban dándose cuenta que no cambiaría en veinte años: monocorde y profunda. Por un instante sintieron un escalofrío recorrerles la espina dorsal viéndose en una clase de pociones y siendo reprendidos simplemente por llevar corbata rojidorada. La bruja ni se inmutó ante esas palabras o el tono y algo en ella les recordaba a Angelina y se preguntaron si no serían familia, después de todo, compartían el apellido.
—¿Qué son ustedes de James Potter? — preguntó Evelyn de repente con una media sonrisa.
Y Hermione respondió tal como lo habían ensayado decenas de veces frente a Dorea y Charlus:
—Primos lejanos.
—¿Cuán… lejanos? — inquirió Snape por primera vez.
—Bastante— dijo Harry—, compartimos el apellido pero somos de dos ramas familiares bastante lejanas una de la otra—. El tatarabuelo de nuestro padre fue el hermano del bisabuelo del actual cabeza de la familia Potter.
—De hecho— agregó Hermione—, tenemos más cercanía familiar con Regulus y Sirius Black que con James Potter.
—A eso le llamo yo parientes realmente lejanos— comentó Isadora sonriendo e intentando rearmar mentalmente ese árbol genealógico.
—Pero eso no quita el parecido— dijo de inmediato Evan sin dejar de mirar a Severus, sabiendo que clavaba el cuchillo y lo revolvía en la herida—, realmente nadie negaría la relación de ambos.
Muchos rieron ante esas palabras y por primera vez Harry y Hermione tenían plena conciencia del por qué Dorea la había llevado sólo a ella por el Callejón Diagón. Si lo que actualmente estaba ocurriendo hubiera pasado durante sus compras, Hermione hubiera sido completamente ignorada y olvidada por la muchedumbre y sus cotilleos sólo se centrarían en Harry.
Sin embargo, no toda la atención de la mesa de slytherin se enfocaba en su hermano pues Regulus se centraba en ella. La estaba midiendo milimétricamente como se le había enseñado desde pequeño. Todo era analizado: sus reacciones, gestos, palabras, entonación como si cada rasgo le diera pistas sobre ella misma y, especialmente, sobre su infame madre Dorea que tan asustada tenía a su propia madre Walburga y tan pensativo había dejado a su padre Orion. Además, prefería mantenerse al margen de la fijación que tenía Snape contra Potter, no deseaba verse implicado en eso o dar un sólo motivo para molestar a esta otra familia Potter.
La cena fue pasando más rápido de lo que imaginaban, era como si el hecho de haberse alejado genealógicamente de James Potter los hiciera más tolerables. Sin embargo, no eran ingenuos al creer que lo peor había pasado y que no se les presentarían más pruebas de fuego en el futuro. Antes de que se dieran cuenta, estaban poniéndose de pie junto al resto de su casa para ir a las mazmorras.
Algo surreal si les preguntaban ya que sus pies deseaban ir a la Torre de Gryffindor y así lo harían si los dejaran en modo automático.
Estaban escuchando las anécdotas de Isadora y su perfecto verano en los Alpes cuando Hermione observó cómo cuatro chicos con corbatas de gryffindor se abrían paso entre la maraña de niños de primero, con el claro objetivo de llegar a ellos. Giró su cabeza para ignorarlos y tomó del brazo a su hermano apresurando el paso hasta quedar detrás de Evelyn, la prefecta de slytherin. Habían sido demasiadas las emociones de ese día así que lo mejor era evitar esa confrontación ya que no estaban con fuerzas suficientes como para una segunda ronda de preguntas y respuestas, mucho menos si los inquisidores eran los merodeadores.
—¿Qué ocurre? — preguntó Harry algo sorprendido cuando sintió cómo el brazo de Hermione se deslizaba en el suyo y lo aproximaba a ella haciendo que él tuviera que acelerar sus pasos para darle alcance.
—Un encuentro inapropiado por el momento— respondió ella muy bajito y cerca de su oído.
Cuando entraron al corredor de las mazmorras disminuyeron sus pasos dejando que poco a poco el resto de su casa se adelantara a ellos. Ya estaban fuera del alcance de los merodeadores así que podían darse el lujo de respirar aliviados, por esa noche al menos. Hermione conjuró un hechizo silenciador y comenzó a susurrar nuevamente:
—Mañana será un día complicado.
—Lo sé— masculló él.
—Ellos querrán hablar con nosotros.
—Podemos evitarlos.
—No por mucho tiempo— respondió ella—, además, dejando de lado que es tu padre… es nuestra familia después de todo y querrá saber de nosotros. Recuerda que Sirius y Remus ya nos vieron y que tu madre, es decir, Lily también nos confrontó de alguna manera.
—Sirius no fue muy educado contigo.
—No… él fue 'sólo Sirius'— dijo y chasqueó su lengua con cierta diversión—, un Sirius adolescente con mucho odio hacia su familia.
—Una bomba de tiempo.
—Como tú.
—¿Qué quieres decir? — preguntó Harry con el ceño fruncido.
Hermione sólo pudo reír con cierto cansancio ante esa pregunta.
—Que tú también eres una bomba de tiempo con Snape y no sé si podrás contenerte.
—Asesinó a Dumbledore.
Ella rodó sus ojos exasperada.
—Aunque te cueste entenderlo aún no lo ha hecho. El Snape que mató al director es el de nuestro tiempo y este Snape no es responsable... aún.
—Tú misma lo dices... será responsable algún día.
—Tal vez sí… tal vez no… no sabemos cómo estamos afectando nuestra propia historia— antes de que Harry pudiera reprocharle algo, ella apuró sus palabras—. Escucha, no es que lo justifique ni que lo entienda, no sé por qué hizo algo así o cómo el director no lo vio venir— suspiró—, pero sí sé que el Severus Snape de diecisiete años que compartirá habitación contigo no es responsable de eso. Podrá ser muchas cosas que no sabemos pero aún no es el asesino del director.
—¿Defenderás de la misma manera a Pettigrew?
Hermione se detuvo un momento haciendo que Harry también se detuviera. No era justo para ninguno de los dos pero estaban juntos en esto y ella sabía que debía ser el ancla de su amigo en momentos como este y respecto a personas como esas, él sería la suya en otras situaciones venideras. Lo único que podía hacer era resistir y cultivar paciencia, toneladas y toneladas de paciencia.
Volvió a emprender la marcha sin mirarlo y en completo silencio, algo que Harry sintió extraño al punto de pensar que ya no hablaría por esa noche, que tal vez él debería ser menos obstinado y que si ella seguía sin hablarle, debería pedirle disculpas. Sin embargo, antes de alcanzar al resto de su casa volvió a hablarle:
—Recuerda lo que te dije la noche que despertaste. No sabemos nada sobre los viajes en el tiempo, no sabemos cómo funciona. Son muchas las teorías, son muchas las posibilidades. Recuerda sobre todo que estamos aquí por información y para eso debemos ser amigos de nuestros enemigos y alejarnos de los que son nuestros aliados en el futuro. No sé cómo hacerte entender algo que a mí misma me cuesta comprender y aceptar— soltó el brazo de Harry y él se sintió naufragar por un instante, como si cayera al vacío sin su sostén—. Puede que Peter Pettigrew traicione a sus amigos porque es un malnacido pero puede que algo que hagamos nosotros lo provoque o incluso acelere los hechos así que recuerda que no podemos intervenir en la vida de ellos. Sólo debemos obtener información de los horrocrux. Esa es nuestra misión, la misión de Dumbledore. Eso hacíamos cuando nos metimos en este problema y eso seguiremos haciendo hasta que salgamos de él.
Luego de unos momentos de incómodo silencio, Harry pasó su mano por su cabeza y volvió a agarrarla del brazo, volvió a tomar su tabla en este naufragio que era su vida para continuar caminando sin decir nada. Hermione se estaba poniendo nerviosa ante la ausencia de reacción pues necesitaba que dijera algo, necesitaba saber que lo que acababa de decir no había sido en vano.
—Ha-harry, escucha, no quiero que nos peleemos…
Él la interrumpió:
—Está bien Hermione, sólo... sólo... no digas nada más por ahora. Entiendo lo que dices, entiendo la situación y pensé que podría con esto...
Hermione presionó más su agarre mientras él continuaba hablando.
—Y podré— dijo él de repente, mirándola con auténtica resolución—. Podré, Hermione, no te preocupes. Me costará, nos meteré en problemas, deberás sacarme de apuros seguramente pero lo haré… no te fallaré… no nos fallaré.
Ella sonrió aliviada y antes de que pudiera decir algo más, una voz los increpó:
—¡Hey, ustedes!, ¡hermanos Potter! avancen o se perderán.
Deshicieron el hechizo silenciador que los rodeaba y apuraron el paso hasta llegar junto a Evelyn que los estaba esperando.
—Si no supiera que son hermanos, pensaría que son un par de tortolitos— dijo ella riendo.
Más de uno a su alrededor sonrió pero a su vez miraron a Regulus recordando que ser familia entre los Black no era razón suficiente para impedir que se diera algo más. Aunque ninguno había llegado al punto de desposar a su hermana, sí había rumores de amantes y cruces escandalosos que sólo eran comentados tras bambalinas y susurrado en oídos discretos. ¿Quién sabe?, pensaban varios, puede que estos hermanos sean la nueva comidilla de Hogwarts y no sólo por ser un par de Potter en Slytherin.
Por ahora ambos hermanos caminaban con solemnidad hacia la siguiente prueba de fuego: las habitaciones y sus respectivos compañeros. Para Harry Evan Rosier y Severus Snape entre otros y para Hermione Evelyn Prince e Isadora Johnson. Esa sería la primera noche que estarían separados en mucho tiempo y en la que no contarían con la ayuda del otro para salir de los posibles problemas.
Debían estar atentos y no bajar la guardia pues esta aventura recién comenzaba.
¡Hola! ¿cómo han estado? Siempre con retraso pero aquí estoy.
Espero hayan disfrutado el capítulo y que los haya entretenido. No sé si la reacción de James era la que querían pero creo que el pobre veía su alma caminar lejos de su cuerpo y no pudo con la impresión. Lily quiere disculparse, la carcome la vergüenza y la culpa y eso que aún no sabe que son mitad Black jejeje… Jejeje... ¿alguien reconoció a los amigos de Regulus y Snape? jajaja... En fin, déjenme saber qué les pareció.
Debo decirles que si bien me lleva mi tiempo escribir los capítulos (y no dispongo de muchos) lo que sí es cierto es que la mente me juega malas pasadas y crea fics nuevos a cada momento jajajaja. Es un suplicio, en serio. Por obvias razones, no escribo siempre todo lo que se cruza por mi mente al menos que la idea me acose demasiado y deba exorcizarla de mi sistema a través de la puesta en palabras. Así que aquí va mi pregunta crucial para aquellos lectores que siempre han estado o recién llegados que me dejan sus lindas y alentadoras palabras: ¿les gustaría conocer esas nuevas historias o prefieren que las deje en mi tintero mental hasta terminar aunque sea uno de mis fics? Cada opinión es muy valiosa y, como dice frikidoctor, este pequeño porcentaje de lectores que me dejan sus pensamientos es lo que mueve mis musas jajaja así que no puedo más que consultarles.
¿quieren conocer las nuevas melodías de mis musas o prefieren que las silencie hasta que terminemos una de mis historias al menos? XD.
PD: no me olvido de las otras, tranquilos, Rosas y espinas, El tiempo y sus secretos, Orígenes e incluso La redención de Irimë están en proceso… todas en el horno con diferentes grados de cocción pero avanzan jajaja.
Respuestas:
Alpha bellatrix Malfoy black: Gracias! =)
CecyBlack: Sé que me tardo, lo siento pero gracias por permanecer del otro lado y dejarme tus palabras que alimentan mis ganas de escribir, en serio. Este capítulo respondió todas tus dudas, espero lo hayas disfrutado. Un abrazo.
Natalia MerVel: ¿Cómo va esa tesis?, me alegra que mis delirios te den un respiro para tanto estrés. Sigue faltando el encuentro cara a cara entre James y Harry… eso será la próxima jajaja. Siento decir que sigue verde Rosas y espinas aunque la primavera está llegando por mis tierras y puede que le dé el empujón necesario para terminar el capítulo. Ya vendrán más interacciones jeje. Te dejo mis cariños.
amame2306: Sip, este fic nació hace tiempo pero me decidí a publicarlo a fines del año pasado cuando ciertas circunstancias personales me tenían muy mal y lo único que lograba distraerme de mis problemas era esta historia así que la publiqué. Las musas hacen lo que quieren, especialmente cuando no vivimos de esto y sólo podemos hacerlo en nuestros tiempos libres. Gracias por tus palabras y por dejarme tu impresión de cada capítulo. Un fuerte abrazo.
En el anonimato/No se: Pasa tan seguido eso de que borre lo que se ha escrito… me ha pasado con capítulos enteros y fics enteros… así que te entiendo. Lily y Harry me dan tela para cortar jajajaja, Edipo es un poroto junto a ellos jajaja y por fin él conocerá a sus padres que los tiene tan mitificados porque en la historia de todos ellos eran los buenos, justos, amables, fuertes… veremos que pensará Harry al conocerlos en vivo y en directo con sus virtudes y sus miserias. Ahh, el trato de los merodeadores en relación a Snape… te aseguro que tengo ya escrita toda la escena jajajajaja, falta que llegue a esa parte aún. Para mí Peter es un personaje que se va conviertiendo de a poco en traidor y que no nace traidor… manejo esa idea sobre todo en el otro fic, El tiempo y sus secretos, acá no va a ser tan central (por el momento) pero tendré en cuenta la misma idea de proceso y no de generación espontánea… todo tiene un por qué. Los rumores incestuosos ya correrán por cuenta propia, no necesitarán avivarlos jajaja. Te dejo mis cariños! Bye!
dana-weasleygranger: Aquí, una vez más publicando a altas horas de la noche con el único fin de quitarte horas de sueño jajajaja (risa maquiavélica). Me alegra que los consejos de DOrea te sean útiles… habrá más por ahí jejeje. Ojalá mi Harry siga cumpliendo tus expectativas. Es que mi corazón es slytherin, por supuesto que siempre me inclinaré por el verde y plata jejeje. Siento que tu shippeo no tenga eco en esta historia, lo siento… sirimione no es. Creo que será difícil superarme con esa escena de la masacre de los Bones… realmente dejé mucho de mí ahí así que me costará hacer algo similar… más allá de que sea bueno o malo dependiendo de quien lo lea. Ojalá te haya gustado el cap. Cariños.
TsukihimePrinces: Jajaja, tendrá sus momentos en pociones pero no olvidemos que en esa clase está Severus, la propia Lily y Hermione… sin descontar a James, no será una estrella pero le irá mejor jajaja. La próxima tal vez sea el cara a cara entre James y Harry, por ahora todo sigue siendo de lejos. Un abrazo.
bloodyqueen0480: Oh! Mil gracias! Espero hayas disfrutado este cap también. Saludos!
Guest: Jejeje… podría justificar a Regulus más allá de que se ajusten al protocolo sangrepura pero revelaría parte de la trama y… no sé… no quisiera spoilear. Sé que con Sirius hay picante y habrá escenas tensas pero… no sé… aún no me convence del todo, lo siento. Lo que sí puedo decir es que no sé si será tanto que Regulus ayude a Hermione a infiltrarse o más bien la presencia de Hermione traccionará a Regulus impidiendo que se vuelva mortífago? Jejeje… no todo está escrito en piedra y no todo tiene que pasar exactamente según la historia que Harry y Hermione conocen. Saluditos!
Paola: Este capítulo tuvo respuesta a tus dudas =D. Te dejo mis cariños!
Adhara Cassiopea Black: (Me sonrojo) gracias por tus palabras! Sólo quisiera ser más rápida con mis actualizaciones y que ellas vayan al ritmo de mis pensamientos (si pudiera conectar mi cerebro a la computadora…). Por supuesto que te recuerdo y te agradezco que puedas darte una vuelta por aquí en tus tiempos. Te deseo muchas cosas lindas! Besos
Lily Snape Cullen Malfoy: Gracias! Y yo esperaré para saber si te ha gustado el capítulo. Un abrazo XD
Schlaf Ruternless: Los dioses de las letras no han escuchado porque sigo actualizando al mismo ritmo tortuga de siempre, lo sientoooo. Un abrazo
PrincesLynx: Jajaja… creo que entre Sirius y Hermione habrá roces, discordia y confrontación… perro y gato (o serpiente? Jajaja) pero no puedo recrear la química necesaria para que se vuelvan pareja, lo siento. Falta que Harry vea a James jajaja, por ahora sólo James ha visto a Harry y de lejos. Mis cariños!
B. : Gracias, realmente gracias! Poco a poco avanzo hacia el puerto que tengo pensado, ojalá me acompañes en este viaje! Besos y cariños!
herkyo: Gracias! ese cap fue intenso, este de hoy ha sido más relajado en comparación. Lily quiere disculparse… a ver cómo le va con esta Hermione amasada por Dorea jejeje. Y… Hermione será la del carácter Black aunque no olvidemos que los Potter protegen a los que aman con intensidad también así que no se las tendrán muy fácil los que deseen dañar a su hermana jajaja. Mi ritmo tortuga/caracol no ha cambiado, lo sientooo. Te dejo mis cariños! Besos
Megara03: Bienvenid ! Gracias por tus palabras. Siento el retraso en Rosas y espinas… me cuesta ordenar ideas y me lleva tiempo plasmarlas en palabras, a eso se le suma que esa historia es la de los capítulos más largos así que… pues… sólo puedo pedir que me tengan paciencia. Un abrazo y espero saber más de ti!
Kalia Chaparro: EL mundial fue y vino y yo nunca regresé a tiempo jajaja. Son capítulos de 15 hojas Word por lo general (sin contar las respuestas)… y se hace corta la lectura aunque a mí se me hace larga la escritura, especialmente la corrección que es de nunca acabar. Espero te haya gustado el cap. Besitos!
NatsuAvila26: Aquí hay más pero no a tiempo… supongo… lo siento, intento escribir más rápido pero mi ritmo es el de un caracol. Me alegra que te gusten los viajes en el tiempo… yo estoy algo obsesionada con ellos jaja. Te dejo un abrazo.
tenshin anime: Los jefes exprimen y no tienen piedad! No los llamaron Potter-Black porque son sólo Potter… el apellido Black lo recuerdan las personas por Dorea sobre todo pero ellos son sólo Potter. Jejeje, te has metido en mi mente y casi casi que recreaste la segunda disculpa de Lily jejeje… espero que lo que escriba te guste. Mis cariños!
andreacantoral501: Gracias! trato de mantener cierta credibilidad y coherencia con los personajes y sus acciones, ponerme en su lugar e imaginar cómo alguien con su personalidad reaccionaría a determinados estímulos. No sé si cumplo con todas las expectativas pero lo intento y agradezco que lo poco que logro sea del agrado de los lectores. Gracias por los ánimos! Tus palabras han sido un alimento para este capítulo. Te dejo un fuerte abrazo!
Atenea Malfoy: Muchísimas gracias! Debo decir que has dicho en tu comentario cada punto que me lleva a pensar en Regulus y Hermione como pareja… no tengo nada más que agregar al respecto porque has sido mucho más clara de lo que yo podría ser, gracias. Harry es un manojo de nervios caminante jajaja. Dorea tiene un papel importante en este fic así como Charlus así que ojalá les guste el desarrollo. Espero te hayas disfrutado este cap. Un abrazo.
Catty712: Gracias! Eres muy dulce!, en serio, muchas gracias! Regulus es un misterio y no es tan manso como aparenta jejeje ojalá les guste la recreación que haga de él en este fic. Ay, el estrés, el estrés… por ahora tomó forma de tendinitis en el hombro izquierdo y en la muñeca derecha, (dolor T_T) Te dejo mis cariños, bye bye!
misaki. amus: Jajaja, te metiste en la cabeza de Sirius… "copia multijugos" y "bruja estirada" jajaja. Aunque por ahora no saben de qué rama familiar de los potter son ni tampoco que son black. Mmmm, Hermione y Harry darán muchos mensajes contradictorios, después de todo son potter y black a la vez, podrán ser elitistas pero tolerantes y amables… traerán de la cabeza a más de uno. Lamento decir que ninguno de los dos es animago, lo siento pero no… apenas si podrán manejarse muy bien con la oclumancia como para adentrarse en el trabajo y meditación necesaria para ser animagos. Mis cariños, besos.
Soy yo: Hola! En este fic sí es la primera vez que comentas pero creo recordar haberte respondido en algún otro… sigues otra de mis historias? Porque me parece que le he escrito a "soy yo" anteriormente jajaja. Lamento que mis actualizaciones no sean tan seguidas… es mi mayor defecto y decepción… lo siento mucho. Jajaja, y Hermione tendrá sus momentos de "Bitch pero con clase" jajaja, especialmente cuando se trata de los merodeadores (sirius y james para ser más precisos). Mis cariños.
Guest: Gracias! aquí la continuación. Un abrazo.
Cignus Black: Gracias! si te he robado alguna sonrisa, ya me doy por satisfecha! Espero te haya gustado este cap. Besitos.
Yoxo: Jejeje, gracias… aquí está la actualización! Te dejo un abrazo!.
¡Gracias por llegar hasta aquí!
¿Dejan un review que alimente a las musas
como las chucherías a las lechuzas?
¡Un saludo a todos, chicos!