Disclaimer: los personajes de Miraculous Ladybug no me pertenecen, en cambio la historia es mía, ha salidos de mi loca y depresiva cabecita
En su cumpleaños número 16, después de tres años, Marinette, tras ver como besaba a la chica nueva, Kagami, en su fiesta, decidió que ya no perseguiría a Adrien, pues, no podía competir contra ella, que era preciosa. Desde ese día, luego de horas de llanto, decidió que su amor unilateral había llegado muy lejos, y todos lo notaron cuando ella, como por arte de magia, dejó de ser tímida con el rubio.
Tres semanas después Kagami se fue, nadie entendió mucho el porqué, aunque lo comprendieron cuando la vieron competir en la ligas nacionales de esgrima, al otro lado del mundo. Adrien, aseguro que no estaba enamorado de ella, algo se removió dentro de la pelinegra al escuchar eso, aunque ese 'algo' volvió a dormirse en cuanto dijo:
-Estoy enamorado de alguien más.
Una noche fría, Chat Noir proclamó su amor a Ladybug, y ella pensó que no era mala idea darle una oportunidad,pero no se lo dijo, le parecía injusto, así que decidió que lo conocería más, y si sentía algo que no fuera amistad, ahí se lo diría.
Y así fue como volvió a enamorarse, de sus chistes tontos, de su alegre personalidad, conoció mucho más de él ese año que en los tres que llevaban juntos, y una noche él le dijo algo que hizo que la culpa la atormentara.
-Se que puede parecer ridículo, pero este es mi verdadero yo, detrás de la máscara soy una mentira.- ¿como decirle que ella era una mentira con la máscara? Si bien la máscara la potenciaba, ella no era perfecta, y le encantaba no serlo, ¿como decirle que estaba enamorado de una mentira, cuando él le había permitido enamorarse de su verdadero yo? además, aunque fuera un poco egoísta, quería que él se enamore de sus imperfecciones, no de la máscara.
Por eso, a pesar de estar rompiendo su primera regla, cuando se despidieron, lo siguió, y enorme fue su sorpresa al ver que quien se entraba tras la máscara era su primer amor: Adrien Agreste.
Ahora necesitaba que él se enamore de ella, solo aparecer y decirle, "hola yo soy Ladybug" no serviría de nada, él seguiría viendo la máscara, tenía que ser en su forma civil, Adrien y Marinette. Si bien ahora podía hablar con normalidad frente al rubio, este parecía no notarla más que como una amiga " es porque está enamorado de Ladybug" pensaba, sin embargo no se rindió.
Cuando Nino cumplio 17, Adrien se encotraba enfermo, por lo tanto no pudo asistir a la primer fiesta con alcohol que había organizado alguno de sus amigos, casi todas las chicas se fueron antes de que empezaran las rondas de tragos, Alya, al ser la novia del festejado, y Marinette, al ser su mejor amiga, se habían quedado. Rechazaron los primeros tragos, pero cuando les ofrecieron por quinta vez al grito alegre de "uno por el cumpleañero" ya no se detuvieron, no bebían mucho, pero ya se encontraban alegres, y todo les daba risa. Cuando se sentaron en torno a una mesa para jugar al verdad y reto,todo se volvió aún más divertido.
Tras varios retos que consistian en beber mucho de ciertas bebidas, todos se encontraban en un estado eufórico.
-Verdad o Reto M-Marinette- Kim ya comenzaba a hipar- ni se te...ocurra decir reto otra vez, ya has bebido como... 6 shots. Marinette ahogó una carcajada y respondió.
-De acuerdo, verdad.
-¿aun te gusta Adrien?.-la pregunta no se hizo esperar, parecia que habian estado esperando toda la noche para hacerla.
-siiiiii...es soloo que éll no se fija en míiii, está enamorado de una chica "perfecta".-Tras la declaración de la pelinegra, todo los chicos acercaron sus sillas a la mesa, la chica era como la hermanita menor del grupo, a pesar de que ya no lo aparentaba, pues la pubertad había sido muy buena con ella, todos la adoraban.
Empezaron a volar consejos sobre qué debía hacer para que el rubio se fije en ella, que le gustaba a cada chico, y que podría gustarle a Adrien, "tienes un aspecto muuuuy infantil, aunque eres preciosa y creo que todos nos hemos imaginado cosas obsenas con esas dos coletas, nadie quiere sentirse un pedófilo" las mejillas de la chica se colorearon al instante, mientras que Max golpeaba a Kim en las costillas, Alya solo podía reír ante los comentarios de sus compañeros, al momento en que grababa todo. Así la noche transcurrió entre consejos pseudo amorosos, tragos y risas,para terminar con ambas chicas en casa de la pelinegra, intentando no despertar al matrimonio Dupain-Cheng.
-y, ¿vas a tomar alguno de los consejos de los chicos?- Pregunto la morena cuando estaban acostadas.
-Creo que si…
-Espero que no tomes en cuenta las fantasías sexuales de Kim sobre tus coletas.-Dijo antes de que ambas estallaran en carcajadas.
-A crecido mucho mi cabello-Marinette no quería cambiar de tema, simplemente desvariaba a causa del alcohol en sangre, finalmente ambas se durmieron, y el último pensamiento de la cabeza de la pelinegra fue que haría lo necesario para que su gatito se enamore de ella, de quien ella era realmente.
Medio año después, Marinette estaba casi totalmente cambiada, ahora usaba una sola coleta alta, o su cabello suelto, pero nunca dos coletas, y él hecho de comenzar a salir con los chicos y Alya, la había vuelto mucho más descarada, de vez en cuando hacía bromas a Kim sobre sus extrañas fantasías, y hablaba mucho más con Adrien, eran grandes amigos, pero nunca vio señales de algo más, podía ver cómo la miraba, la miraba como todos, como una chica linda, que había salido victoriosa de la batalla con la pubertad, notaba que a veces sus ojos bajaban a su piernas cuando usaba falda, pero eso no era lo que quería, quería su amor, que él se enamore de ella como ella se seguía enamorando de Chat Noir y en sus encuentros Ladybug le hablaba de ella, desus sueños, de sus miedos, de todo, pero el no poder decir quién era la limitaba un poco.
Solía invitar Adrien a su casa, pues eran como mejores amigos, y jugaban videojuegos, comían, hablaban durante horas y ella le abría su alma, sin embargo él no lo hacía, y eso a ella le dolía, al parecer era un lujo que solo tenía Ladybug. Había empezado a sentir a la de traje moteado como otra persona, por muy ridículo que parezca, y el que él chico no pareciera siqueira interesado en ella, la verdadera, sin el traje, sin las motas, sin las habilidades que le daba Tikki, la hacía odiar un poco a Ladybug.
Cuando llegó a la conclusión de que el muchacho tal vez no manifestaba sentimientos por ella era porque sentía alguna obligación con su alter ego le dijo que no tenía porque serle fiel.
-Si te gusta una chica en tu vida normal, no la dejes ir solo porque sientas que me debes fidelidad a mi gatito.-Se lo dijo en una de sus patrullas nocturnas, él no contestó, y eso, le dio esperanza.
Y fue por esa esperanza que decidió que le diría lo que sentía por él en su cumpleaños, y cuando él le respondiera que también la quería, ella le diría que sabía quién era, y le mostraría quién era ella.
Faltaban solo un par de semanas, y ella ya tenía su vestido preparado, rojo, a modo de pista, a modo de cliché, como un juego de adivina quien, le había tomado varios días encontrar la tela perfecta, y él diseñó lo había preparado hacía meses, amaba ese vestido, tanto como amaba a Chat Noir, tanto como amaba a Adrien.
A pocos días de su cumpleaños 18, Adrien llevaba una de las peores semanas de su vida, su padre le había comunicado que él estaba obligado a seguir con el legado de la familia, por lo que no podía ir a la universidad a la que quería ir, muy por el contrario, debía estudiar algo que lo ayude a cuidar de la compañía Agreste, y como 'castigo' por su objeción, Gabriel había apretado aún más su agenda, le había prohibido salir con sus amigos, e incluso amenazó con cancelar su fiesta de cumpleaños, para la que tanto suplico.
Sin embargo, al pequeño costo de sus sueños, acepto todo lo que había planeado su padre, al menos eso era lo que siempre había hecho, y eso era lo que siempre esperaba Gabriel.
Cómo Chat Noir no tenía esos problemas, no tenía padre, no tenía un futuro planeado, no tenía la pesada carga de ser el hijo de un magnate de la moda, no era la cara de ninguna compañia, y lo mejor de todo, la tenía a ella, a medias claro, pero su amistad le bastaba, sus ojos azules, su cabello negro, su traje rojo, todo de ella era perfecto para él, único.
-Estoy seguro de que te reconocería fácilmente mi Lady- le había dicho un día antes de su cumpleaños, cuando ya tenía media alma rota.
-Tal vez gatito-le respondió ella sonriendo sabiendo que no era posible pero rogando porque lo fuera.
Y la noche llegó, era increíble, una mezcla de las típicas fiestas de adolescentes con la elegancia de los Agreste, era el último cumpleaños del año, el último de la secundaria, todos comenzaban a la universidad el año entrante, así que celebraban por todo, incluso por las múltiples becas que había recibido el grupo, de arte para Nathaniel, de deportes para Kim y Alix, informática para Max, diseño para Marinette, el ingresó al conservatorio de música para Nino, y al periodismo par Alya, Rose y Juleka tomarian un año sabático para viajar, todos estaban felices, con sus elecciones, todos excepto el anfitrión, pero eso nadie lo sabía claro, él había estado bebiendo tragos fuertes desde el inicio de la fiesta, sin embargo no logrará embriagarse, veía a todos felices,bailando, y sentía envidia, pues a él lo consumía una tristeza terrible, su padre no solo había dirigido toda su vida, sino que ahora también dirige su futuro.
Cuando Marinette le hizo señas con la mano para poder ir a hablar a un lugar más privado, él no dudó en seguirla, subieron escaleras hasta llegar a la azotea, donde se sentaron, ella tenía dos vasos en la mano, de lo que parecía vodka con jugo de naranja.
-Sabes, siempre me gusto mucho la vista que hay aquí.-Él quitó su vista de los vasos para mirarla, se había puesto muy guapa con el paso del tiempo, y ese vestido rojo le sentaba muy bien - y quería que este fuera el lugar para decirtelo
-¿decirme que?- debía admitir que sentía mucha curiosidad.
-Que me gustas, estoy enamorada de ti.- tal vez lo dijo así sin más porque con los años había logrado perder la timidez, o porque había bebido varios vasos con tragos diferente, pero en realidad no importaba, lo había dicho y ya, y sentía como flotaba en las nubes, podía ver como Adrien la miraba, y se sentía muy segura sobre la respuesta, hasta que
-yo….esto...Mari, eres una gran amiga, y no quiero que eso termine, pero a mi me gusta alguien más.-y entonces todos esos tragos hicieron efecto de golpe, pues si bien no se sentía mareado, no podía controlar lo que decir.-Estoy enamorado de Ladybug.
Y ese fue el peor error que pudo haber cometido,esperaba que su amiga llore, o incluso que lo deje allí, pero nunca esperó que su rostro se fundiera con la ira, una risa irónica salió de sus labios rojos.
-Ladybug, ella no es real, es solo una máscara, la hermosa y perfecta Ladybug, digna del amor de todos, es solo un antifaz ni siquiera la conoces.- Marinette no sabía si se lo decía a él, o si hablaba con ella, si era un reproche.
Y ese fue el peor error de Marinette, atacar a Ladybug, en la peor semana de Adrien, su Lady era todo lo que le quedaba realmente, él comentario de la pelinegra fue o que rebalsó el vaso, todas sus frustraciones salieron, y fueron a parar contra ella
-No hables de lo que no sabes Marienette, tu solo estas celosa, porque ella es inteligente, valiente, hermosa, y tu eres torpe, patosa, y no tienes ni un poco de talento, lo único que tienes es envidia, ella es perfecta y tu jamás podrías ser alguien como ella, ni siquiera le llegas a los talones.-Marinette miraba a Adrien sin mirarlo,sin poder encontrar al gatito que la había enamorado.
-Sabes qué es lo mas gracioso.-empezó, la chica.- que pensé que lo lograria, que podría, lograr que te enamores de alguien real, y no de una máscara, pero tienes razón, no soy ella, yo soy torpe, inútil, y su belleza es incomparable. irónico. Tikki, motas.- y una luz rosada la rodeo, ante la mirada incrédula de Adrien, dejando ver la perfecta Ladybug.- me parecía justo que te enamores de la verdadera, así como yo me enamore de Chat Noir pero la preferias a ella, bien, Ladybug es tan falsa como Adrien Agreste.
Y lanzó su yo-yo y desapareció en la oscuridad de la noche, dejando a Adrien totalmente atónito, no lo podía creer, Marinette era Ladybug.
-Lo acabas de arruinar, lo sabes ¿no?- Plagg, siempre de tanta ayuda.-Tu queras que ella se enamore del verdadero, sin embargo cuando ella pretendió que tu te enamores de ella, la rebajas diciendo que no se compra con su alter ego, todo un galán Agreste.
Eran ya las cuatro de la mañana del viernes, decidió que el lunes hablaría con ella, para darle tiempo, si tenía que rogar para conseguir su perdón, lo haría.
Cuando fue a la casa de Marinette el lunes por la mañana, la recibió su madre.
-¿Buscas a Marinette querido? ¿que no lo sabes? ella aceptó la beca en Estados Unidos, y se fue ayer para instalarse allí.- sintió como se le rompía la mitad del alma que le quedaba intacta, él nunca esperó que ella se fuera.-Eres Adrien verdad, ella dejo esto para ti.-le tendió un sobre color marfil, y tras agradecer, se fue. cuando llegó a su casa, y abrió el sobre, no sabía que esperaba, pero no una verdad tan cruda como la que leyó
Si estás leyendo esto, es porque quieres disculparte, y quiero que sepas que no tienes porque disculparte por decir lo que sientes, amas a Ladybug, pero Marinette no te parece digna de amor, no te juzgo, sin embargo, no puedo perdonar eso, pues, si viniste, es para pedirle perdón a la máscara, y no a la real. Siempre esperaste que ame al real a Chat Noir, y lo hice, pero tu no amaste a Marinette, lo siento y adios.
Marinette
Al terminar la carta, ya estaba preparando una maleta, le importaba un comino su padre y la empresa, que se fueran al diablo.
Tomaría el primer vuelo a Estado Unidos a recuperarla. Solucionaría sus errores.