Reencuentros inesperados
22 de Mayo 16:48 p.m.
Café-Restaurant La Palette
Saint-Germain-Des-Prés,Paris
Se encontraba en la terraza de la cafetería un anciano alto delgado de ojos celestes, comenzando su calvicie pero aun así demostraba elegancia y atractivo, junto a una dama más joven de ojos azules y cabello castaño claro, conversaban mientras tomaban un chocolate y croissants mientras hablaban de la vida
¿Qué es de los chicos? - preguntó el anciano.
- A decir verdad papá no les he visto hace tiempo; la última vez que hablé con Takeru me dijo que iría a Londres a pasar un tiempo porque quiere escribir un libro de aventura para niños, y eso fue hace tres semanas, por lo que imagino que ya estará en Inglaterra; le llamaré y si alcanzo puede que pase a visitarle.
- No dejas de ser una mamá sobreprotectora Natsuko, tus hijos tienen más de 30 años, déjalos que sean adultos
- Nunca se deja ser padres ¿no? además ya ni me recuerdes la edad de los chicos, que me siento mayor; el mes pasado Yamato cumplió 32 y sabes cómo es, poco comunicativo, no quiso celebrar con nadie, pero por lo que me enteré de T.K. está un poco desanimado por el trabajo.
- ¿No me habías dicho que estaba trabajando como maestro de física en la universidad?
- Si, así lo estaba haciendo, pero se le ocurrió el verano pasado volver a tocar con su antigua banda pero no tuvieron el mismo éxito como cuando eran jóvenes, así que dejo su trabajo hasta ahí, espero vuelva a retomar la docencia.
- Menos mal se dio cuenta ser músico no es conveniente cuando se es adulto
- Si, y tratamos de decírselo con Hiroaki pero no hizo caso y bueno ahora asumió la consecuencias, por lo que supe iba a intentar volver a trabajar en aula, solo espero que esté bien
- Toda la razón, no te preocupes Natsuko, de seguro esta mejor, además, si algo le hubiese pasado seria lo primero que sabríamos ¿no? Siempre las malas noticias son las que uno se entera primero
- Por Dios papá, no digas es… - Natsuko dejo de hablar al ver dos niños salir desde los baños.
Nunca en su vida había quedado tan impresionada por un par de niños a excepción de cuando vio a sus hijos nacer. Los pequeños aparentaban no tener más de diez años; la pequeña usaba un vestido blanco con flores celestes estampadas, su cabello tomado en una coleta con bucles caídos, ojos azulinos y su sonrisa que irradiaban alegría; mientras que el niño que le acompañaba le dejó atónita en su asiento; era un chico que vestía un jean gris, zapatillas de lona, polera blanca y camiseta de mezclilla de cabello rubio al igual que la niña aunque un poco más oscuro y liso pero sus ojos tenían el mismo color de …
- ¿Yamato?... - Dijo Natsuko levantándose de su asiento.
- ¿Qué pasa con él? - dijo el anciano
- Espera un poco papá, vuelvo luego - dijo parándose y saliendo tras los niños.
Mientras tanto en la conversación de los niños…
- Apresúrate Mamoru, mamá debe estarnos esperando o no llegaremos a tiempo para subir la torre Eiffel.
El chico estaba detenido a mitad del pasillo del restaurante enviando un mensaje a través de su celular y eso lo hacía demorar
- Espera un poco estoy hablando con Kristen - sonrió un poco y dejo el celular de lado para mirar a su hermana - y deja de llamarme así Ami, prefiero que me digas Mark - se quejó el niño
- Mark, Mark, deja de llamarte así, tu nombre es Mamoru, mamá te lo puso y debes aceptarlo, quieres que te nombren así sólo porque querías impresionar a Kristen, pero todos saben que somos más japoneses que el propio monte Fuji; yo soy Akemi Takaishi y no Ami y tu también eres Mamoru Takaishi y no Mark.
- Tío Michael nos llamaba así - dijo tratando de excusarse un poco avergonzado.
- Sip, pero tío Mich ya no está Mamoru, además él siempre nos decía que no debíamos olvidar nuestras raíces y somos japoneses, no americanos – le dijo la chica exasperada.
- Pero hemos vivido siempre en América - seguía debatiéndole el rubio
- Pero nuestra familia vive en Japón – seguía insistiéndole la niña.
- La de mamá no – debatió el niño – los abuelos están en América.
- Pero la de papá si – dijo la niña defendiéndose.
- Nuestro papá no existe Akemi – dijo el chico deteniéndose fastidiado
- Si, si existe, está en Japón o en otro lugar pero sí existe - la niña estaba comenzando a levantar la voz, pero su hermano se acercó para tratar de calmarla porque se notaba que su temperamento estaba por cambiar.
- Esta bien, - dijo el niño bajando la voz para que no siguieran escuchando su discusión, cosa que fue imposible porque los adultos que pasaban a su lado volteaban a verles - Si, es japonés y sí debe existir, pero a mí no me interesa conocerlo y tampoco me interesa Japón.
- Si no vamos allá obvio que no nos interesará saber más de nuestro país, y nuestra familia
- ¿Por qué esa fijación por Japón Akemi, no te das cuenta que estamos bien así? - iba a seguir hablando cuando en eso una mujer de ojos azules se detuvo ante ellos.
- Disculpen niños, ¿ustedes son japoneses verdad? Verán, vengo de Japón igualmente y estoy algo perdida ¿me podrían ayudar? – dijo la señora sonriendo amablemente
El niño la miró desconfiado:
- Lo siento señora, pero nosotros no vivimos acá – se excusó y se puso delante de su hermana, protegiéndola de la extraña
- Como que no vivimos aquí Mamoru, llevamos un mes en Francia; me disculpo por mi hermano señora, es solo algo desconfiado - dijo rápidamente la niña - ¿dónde necesita ir? puede que nuestra madre le ayude con la dirección, ella ha venido más acá.
- Ehm, tengo que llegar a Boulevard Garibaldi en el distrito 15 ¿ustedes andan con sus padres?
- ¡Sí! ¡No! - Dijeron al unísono
- Estamos con mamá – respondió nuevamente la niña
- ¿Qué haces Akemi? no debemos hablar con gente extraña, recuerda lo que nos dice mamá, debemos hacerle caso –la detuvo con su mano mirando a la señora nuevamente
- No seas absurdo Mamoru la señora necesita ayuda - conversaban entre ellos haciendo caso omiso de cómo la miraba la adulta - Venga señora síganos
- Está bien, gracias - caminó detrás de ellos siguiéndoles mirando.
Natsuko no pudo dejar de pensar en la personalidad de la niña, se parecía tanto a su hijo menor, en lo gentil, alegre y caritativa, algo, pero no sabía qué le atraía de la pequeña, si bien físicamente no tenía similitud con su Takeru, había algo, quizás sutil, que le hacía recordar a sus hijos; el niño en cambio, no cabía duda era muy diferente a su hermana; tenía una personalidad tan desconfiada, tosca, pero a la vez protectora y vigilante, como era Yamato con su hermano menor, era tan parecido a su hijo, hasta en lo físico: ahí supo qué le hizo seguir hablando con ellos; el parecido del niño con su hijo era tan real, este encuentro le hizo pensar en ese dicho que dice que en el mundo existe alguien igual a otra persona, pero el niño era tan parecido a su hijo que hasta llegó a cruzársele la idea de que Yamato dejo algún vástago por el mundo.
Pasaron entre las mesas para llegar al exterior del restaurant
- Es usted franco-japonesa ¿verdad? - dijo curiosa la niña
- Que lista eres ¿cómo lo supiste? - pregunto la señora
- Es lógico - dijo el muchacho interponiéndose en la conversación - el color de su cabello demuestra que tiene rasgos caucásicos, pero la forma de sus ojos son como la mayoría de los asiáticos, algo rasgados.
- Por favor Mamoru, no seas irrespetuoso - dijo la niña volteando los ojos a su hermano
- No me llames así, soy Mark – dijo el niño arisco
En eso la señora no pudo evitar reírse de como actuaba el niño al responder
- ¿Porque se ríe de mí?
- Me recuerdas a mi hijo; de hecho podría decirte que eres su copia exacta, también tiene una personalidad algo así, desconfiada, arisca, pero le amo por como es, la única diferencia entre ustedes es que su cabello es completamente rubio - dijo mirándole detenidamente, volvió a pensar en la similitud del niño con su hijo, pero decidió cambiar de tema:
- Por cierto ¿porque se llaman así entre ustedes? escuché que prefería que le llamaran Mark y no por su nombre japonés
- Verá, mi mamá es japonesa pero nosotros nacimos en USA así que nuestra familia americanizó nuestros nombres japoneses; mi nombre es Akemi pero me llamaban Ami y mi hermano es Mamoru pero prefiere que le digan Mark.
- Pues debo decirte que tu nombre me parece encantador ¿sabes lo que significa verdad? - le dijo la señora sonriéndole
- No – dijo mirándole
- Tu nombre significa protector y por lo que me doy cuenta refleja todo cómo eres con tu hermana, como con tu vida íntima – dijo la señora
- Bah, - refunfuño el niño - será mejor que me adelante, apresúrate Akemi, mamá quizás nos dejará y se ira sola
El niño salió en dirección donde su madre que se encontraba fuera de la cafetería
- ¿Y qué significa mi nombre? - Le tomó la mano la pequeña tirándola - ¿tiene algún significado?
- Pues si la verdad tu nombre significa brillante hermosura - dijo la señora sujetándole la mano – es el nombre más hermoso para una niña, si hubiese tenido una hija le llamaría de la misma forma que tu pequeña – le sonrió la mujer
El niño llego donde la mujer de cabello castaño que esperaba a la salida del restaurant.
- Mamá, Ami está hablando con una extraña que pregunta mucho – dijo el niño acercándose a su madre
- De que hablas Mamoru – miro la castaña a su hijo - ¿dónde está tu hermana?
- Ven, mírala - Tomo la mano de su madre y se acercó a su hermana que venía con la adulta
- ¡Mimi! ¡Natsuko! – Exclamaron al unísono
Chan chan chan! pillaron a Mimi con los hijos en la masa… mala frase en fin…
Hola aquí con una nueva historia Mimatosa de esas que traen drama. Ok! resumiré, esta historia va de cómo los mellizos Ishida Tachikawa conocen a su padre a través de una serie de eventos fortuitos. Será desde la perspectiva de los chicos así que no creo que haya tanto romance como en mis otros fics pero lo importante es la historia, sus personalidades las verán mejor más adelante, pero si pueden leerle desde ya tenemos una niña muy parecida a Takeru por lo alegre y curiosa y el niño bueno la copia de su padre aunque no lo quiera.
Ojala les haya gustado este poquito porque después sí que viene lo bueno además son capítulos cortos para una historia que quiero que se desenvuelva de a poco aunque la idea ya la tengo lista y el final será lo mejor porque ya está escrito
Saludos a todas las que me lean y también las que escriben sus rrs. Se les agradece montones, y si quieren leer algo más de mi vayan a mi perfil que encontrarán mi lemmon y mi otra historia que es un alternativo de Digimon Tri
Saludos desde el fin del mundo
Nos leemos :*
LadyMimato