¡Hola! Diréis, ¿qué haces empezando una nueva historia sin terminar las que tienes? Y yo diré: ¡tenéis razón! Pero tenía que escribirlo xD
Me hice un maratón de series sobre la mafia y de documentales sobre ese tema y me dieron de hacer un fic basado en ese mundillo, así que aquí está. No tengo ni idea de cuánto durará, ni qué sucederá la mayor parte del tiempo, pero ahí vamos xD
Espero que os guste :D
Aclaraciones: Mafia!Au; Sexo explícito en futuros capítulos; Violencia; Lenguaje malsonante.
Dedicado a MrsDarfoy y a Jocelyn, por fangirlear conmigo sobre esta idea xD
-Dark paradise-
Capítulo 1.
El local estaba en completo silencio. En mitad de lugar se encontraba Amycus Carrow, de rodillas y con sangre resbalando desde su ceja y su labio partido; tenía los ojos rojos y apretaba a los dientes, fingiendo no estar asustado por el arma que se encontraba apoyada contra su frente.
El dueño del arma que se apoyaba en su cabeza era Draco Malfoy, un hombre alto, de pelo rubio, ojos grises y porte aristocrático; en sus labios estaba dibujada una sonrisa sarcástica mientras apretaba el cañón del arma contra la frente ajena.
—Te lo advertí una vez, Carrow —escupió con asco y el hombre arrodillado tragó saliva—. No soy de las personas que lo dicen dos veces —preparó el arma con un suave movimiento de su dedo y Amycus tragó saliva—. ¿Últimas palabras?
—Ya te llegará tu hora, bastardo —escupió con asco y la sonrisa de Malfoy aumentó.
—Probablemente —aceptó—, pero tú no estarás para verlo.
El disparo resonó por todo el local, siendo el único sonido que los presentes captaron durante varios segundos antes de que Draco volviese a hablar tras guardar su pistola.
—Blaise, limpia la sangre. Voy a tomarme una copa.
El movimiento volvió dentro del lugar y pronto todos parecían haber olvidado lo ocurrido apenas unos minutos atrás. Draco se sentó en uno de los taburetes negros que había delante de la barra y levantó su mano para llamar la atención de la camarera.
Con un suspiro resignado, Hermione Granger, con su pelo castaña alborotado, sus ojos marrones y su ceño fruncido, se acercó hasta el mafioso y lo miró con aburrimiento, esperando a que hiciese su pedido.
—¿Qué desea tomar? —inquirió con fingida educación.
Draco pareció notarlo porque arqueó una ceja antes de que una sonrisa atractiva y de superioridad surcase su rostro. Se acomodó en la barra y le dedicó una mirada lasciva a Hermione, ganándose una mueca por parte de la chica.
—Supongo que tú no estás en el menú —comentó y la mujer rodó los ojos.
—Claramente no, y menos si tíos con frases de mierda como esas son los que me van a pedir —replicó, y Draco pareció genuinamente sorprendido por su respuesta.
—Una chica de armas tomar —murmuró con una sonrisa afilada—. Me gusta. Dime guapa, ¿cuánto tiempo crees que podrás resistirte a mí?
Hermione trató de aguantar las ganas de reírse, pero falló miserablemente y dejó salir varias carcajadas que hicieron al mafioso fruncir el ceño.
—¿Quién te crees? ¿Ryan Gosling? Mira, mafioso, si crees que con tu sonrisa estúpida y tus aires de: «soy el tío más peligroso del lugar» me vas a impresionar, lo llevas claro —escupió cada una de sus palabras con una sonrisa orgullosa—. Así que mejor ahórrate tus intentos cutres de llevarme a la cama y dime qué quieres beber.
Para sorpresa de Hermione, Draco no replicó nada a eso y dejó salir con rapidez las palabras «whisky doble» antes de levantarse y dirigirse a una de las salas privadas que había en el local. Rodando los ojos, Granger rodó los ojos y preparó con rapidez la bebida.
—¿Estás loca? —inquirió Ron cuando se acercó a la zona de las bebidas—. ¿Cómo se te ocurre decirle algo así a ese hombre?
—¿Qué? ¿Crees que me van a temblar las bragas por ver cómo ha matado a alguien aquí? Ron, creo que no debo recordarte que mi padre es uno de los líderes de la mafia londinense. Crecí rodeada de mafiosos prepotentes y gilipollas que podían llegar a matar por placer —dijo con sequedad y cogió una botella de Jack Daniel's prácticamente vacía.
—Él no es sólo un mafioso prepotente que se estaba paseando por aquí cuando se topó con un subnormal —replicó Ron y su amiga lo miró—. Es Draco Malfoy, jefe de NACB, la mayor mafia de Europa. Has insultado y rechazado a uno de los peces gordos de la industria.
—¿De verdad piensas que porque sea un puto mafioso debo abrirme de piernas ante él? —inquirió ofendida.
—No, claro que no. Pero podrías haber sido más delicada al rechazarlo. Sé que no te acostarías con él, pero no lo llames cutre y lo rebajes al mismo nivel que la caca de ballena.
Hermione rodó los ojos, haciendo de oídos sordos a las palabras de su amigo y se dirigió con la copa en la mano hasta la sala dónde Malfoy había entrado. Con pasos relajados se acercó hasta la mesa y dejó la copa allí, dándose la vuelta para salir del lugar con rapidez.
—¿No me vas a hacer compañía? —preguntó Draco y Hermione maldijo la voz ronca del tipo que le erizó toda la piel.
—No, gracias. Tengo trabajo —contestó sin girarse a mirarlo, avanzando hasta la puerta.
—Sabes, nunca me habían rechazado —comentó el otro y Hermione se giró para encararlo.
El hombre ya tenía la copa en su mano y le daba vueltas al líquido ámbar antes de mirarla a los ojos, sonriendo como un felino que está a punto de cazar su presa.
—¿Debo sentirme halagada o pedirte perdón por haberte ofendido? —inquirió ella con una sonrisa prepotente—. No era mi intención que tú, gran jefe de la mafia, te ofendieses porque no esté interesada en ti.
Draco pareció complacido, de alguna manera, con su respuesta. Se estiró en el sofá y la miró con la misma sonrisa burlesca que había adornado su cara minutos atrás.
—Sí estás interesada en mí —aseguró—. Lo que pasa es que no quieres admitir que se te mojan las bragas por mí.
Hermione quiso ir a pegarle un puñetazo, pero sabía que eso sería cruzar un límite y ella apreciaba su vida lo suficiente como para no ponerla en peligro (dentro de lo que cabe, teniendo en cuenta que su padre era un jefe mafiosos).
—Tienes razón —afirmó ella y Draco sonrió—. Estoy interesada en ti… —sonrió en grande— Interesada en que te largues temprano del local y que tus chicos limpien la mancha de sangre que has dejado en el suelo, no es por nada, pero me espantas a la clientela.
La sonrisa desapareció de la cara de Draco; Hermione sonrió para sí misma con orgullo y con una mirada de superioridad se giró y salió de la sala, escuchando el bufido que el rubio soltó detrás de ella.
—Esto no quedará así, morenita.
Hermione trató de ignorar el escalofrío que ese apodo causó y volvió a la barra.
A las seis y media de la mañana, Imperio, el local donde trabajaba Hermione, cerró sus puertas. La chica se despidió de sus dos compañeros y comenzó el camino a su casa. Malfoy y sus hombres se habían ido casi una hora antes después de que el suelo fuese limpiado por completo, el cuerpo de Carrow desapareciese y todos los chicos que trabajaban para el jefe tomasen su copa «por un buen trabajo». O al menos así lo había llamado Malfoy.
El hombre no se le había vuelto a insinuar abiertamente, pero eso no quitaba las miradas depredadoras que le lanzaba cada cierto tiempo, los toques para nada inocentes que accidentalmente le daba y algún que otro susurro con cosas subidas de tono.
Hermione ignoró todo estoicamente y le dedicó miradas venenosas al hombre cuando hacía algo que a ella no le gustaba, ganándose más de una sonrisa prepotente por parte del tipo. Incluso cuando se fueron, tuvo el descaro de acercarse hasta donde ella estaba y susurrarle un «hasta luego, morenita» que resultaba demasiado obsceno para ser simples palabras.
Cuando llegó a su casa, no se esperaba ver un gran ramo de rosas negras, rojas y blancas frente a su puerta, decorada con una tarjeta verde botella en la cima de una de las flores. Cogió la tarjeta y con el ceño fruncido la abrió para leer lo que había escrito en ella.
Quizá finjas no estar interesada en mí, pero yo sé que si lo estás. Y como sé que me pondrás las cosas difíciles déjame darte este pequeño regalo. Espero que te gusten las rosas y ya nos veremos, morenita. Has despertado a la bestia después de todo ;)
-D.M.
PD: No sueñes conmigo esta noche, siempre puedes tener lo real delante.
Hermione arrugó la nota y la tiró al suelo, rodando los ojos. Se metió dentro de su casa y dejó las cosas encima del sofá antes de volver a la entrada y coger las flores. Quizá el tipo era un gilipollas, prepotente y pervertido, pero las rosas eran bonitas y no las iba a tirar a la basura.
Menos de media hora después, la mujer se encontraba tirada en su cama, dispuesta a dormir. Pero la imagen del rubio de ojos grises y sonrisa orgullosa atravesó su mente como un rayo y la hizo suspirar cabreada consigo mismo, porque el tipo era un subnormal. Aunque pocos minutos después otro pensamiento cruzó su mente y una pequeña sonrisa se coló en sus labios.
«Vale, sí, es un subnormal que te quiere llevar a la cama y no le dejarás hacerlo», pensó. «Pero es un gilipollas jodidamente caliente y no me importaría jugar un rato con él.»
La sonrisa del tipo fue lo último que cruzó su mente antes de que Morfeo la reclamase a su reino. Durmiéndose con tranquilidad, sin ser capaz de imaginar todo lo que cambiaría su vida desde esa noche.
¡Y ya está! ¿Qué os ha parecido? ¿Opiniones?
Acepto sugerencias para el título xD No sabía que poner y puse eso, pero si se os ocurre algo mejor yo lo tomo en cuenta.
No os aseguro cuando volveré a subir porque no tengo ni idea, pero espero que pronto xD
¿Me merezco un review? ¿Os gusta la idea? ¿Os gusta el concepto? Dejármelo saber todo en los reviews :D
Besos y abrazos,
AliciaBlackM.
PD: ¡REVIEWS y GO!