Hitorijime my hero

[Kousuke Oshiba x Masahiro Setagawa]

Advertencia: Mpreg (hombres pueden quedar embarazados)

Ooooooo

Capítulo 1: Sorpresa

Se despertó a mitad de la noche, corriendo apresurado al baño. Al llegar, se abrazó al inodoro y botó todo lo que había comido para la cena. Se quedó un rato en el piso, tratando de reincorporarse, en la mañana le había pasado lo mismo, Masahiro temía estar enfermándose.

Se levantó del piso y se lavó la boca, asqueado por todo lo que había vomitado. Se mojó toda la cara, sintiéndose un poco más reanimado, y regresó a su habitación para poder dormir.

Al día siguiente, se levantó tranquilo de su cama, al igual que siempre, pero en el momento de ponerse a pie, tuvo un leve mareo. Definitivamente, se estaba enfermando.

Ignorando su reciente mareo, se alistó para irse a la escuela. Desayunó, pero de inmediato lo devolvió, sintiéndose frustrado. No podía enfermarse, sin él, todo sería un desastre en la casa de los Oshiba.

Ya aliviado, salió de su hogar rumbo a su colegio. Cursaba su tercer y último año de preparatoria, donde tenía como compañeros de clase a su mismo grupo de amigos. Pronto sería su graduación y también, pronto cumpliría los 18 años de edad.

Llegó a su salón de clases, donde de inmediato fue recibido por sus amigos. Le alegraba el alma esa situación, estaba agradecido de tener buenos amigos que lo saludaran y estuvieran con él, día a día.

Se sentó en su respectivo puesto, donde estuvo un rato conversando con sus amigos, antes de que el profesor llegara.

Entre medio de una conversación, perdió el hilo de ella, por culpa de un mareo.

—¿Setagawa, estás bien?— preguntó Kensuke, dándose cuenta del repentino cambio de su amigo.

Los demás pusieron atención a ese comentario, y lo miraron preocupados.

—Estás pálido— comentó Hasekura, quien con su seriedad disimulaba su preocupación por quien, a pesar de todo, lo consideraba su amigo y lo estimaba como tal.

—Estoy bien, no se preocupen— contestó, sintiéndose incómodo de todas las miradas puestas en él.

Sus amigos le hicieron caso y continuaron conversándole. Excepto Hasekura, quien lo miró detenidamente, dándose cuenta que había algo más.

La llegada del profesor provocó que todos se sentaran en sus respectivos asientos. Kousuke además de ser el profesor de matemáticas, era el profesor a cargo de esa clase.

Masahiro se sonrojó un poco al verlo, le hacía feliz tenerlo cerca. Había sido difícil llevar su relación amorosa al ser ambos profesor y alumno, pero habían logrado salir de todo tipo de problemas. El amor que se tenían era más grande que cualquier otra cosa.

Kousuke dirigió su mirada hacia Masahiro, y sonrió, provocando que el menor se sonrojara más.

El día pasó normal, hasta la llegada del receso para el almuerzo.

Masahiro se juntó con sus amigos para almorzar en el casino de la escuela. A pesar de la entretenida conversación que comenzaron Kensuke, Shige y los demás, él no pudo llevarles la corriente. La comida estaba empezando a causarle náuseas.

—Setagawa-kun, te ves desanimado— comentó Yoshida, el delegado de la clase.

El mencionado lo miró sorprendido, sin saber qué responder.

—Lo siento— contestó.

—¿Te hizo algo raro ese anciano?— preguntó Shige, refiriéndose a Kousuke, y haciéndolo sonrojar.

—¡No! ¡Nosotros estamos bien!

—¿Hay algo que te inquieta?— preguntó Yamabe, el del pañuelo en el cuello.

—Setagawa, sabes que puedes confiar en nosotros, lo que sea que esté haciéndote sentir mal, cuéntanos— comentó Kensuke, transmitiéndole confianza.

Él sólo asintió, mirándolos agradecido.

—No se preocupen, es sólo que creo que me estoy enfermando— respondió restándole importancia a las cosas.

—¿Por qué lo dices?— preguntó Shige.

—No me he sentido muy bien, he estado con vómitos desde ayer.

Sus amigos lo miraron sorprendidos y preocupados. Hasekura sólo alzó una ceja, mirándolo con detenimiento.

—Si te vuelves a sentir así, avísanos de inmediato— comentó Kensuke.

—Incluso si quieres, podemos pedirle a Yunge que cocine hoy— comentó Shige.

—¡No es necesario, puedo hacerlo yo!— exclamó agradecido por la preocupación.

Ya logrando calmarlos a todos, los jóvenes continuaron con su almuerzo, excepto Masahiro, quien no fue capaz de comer ningún bocado.

Ya en la tarde, después de clases. Todos se dirigieron a la casa de los Oshiba, para jugar videojuegos y comer la cena.

Masahiro se encargó de preparar la cena, mientras que los demás se dedicaron a jugar.

En el transcurso del tiempo, no habían cambiado mucho las cosas, y para Masahiro, eso estaba bien. Disfrutaba de cocinar, y de hacer quehaceres del hogar, le agradaba compartir con sus amigos, y pasar su tiempo con Kousuke. Le gustaba estudiar, quería terminar su último año de escuela con las mejores calificaciones posibles.

Estaba en plena preparación de la cena, cuando comenzó a sentirse mareado. Se quedó quieto, mirando frustrado hacia las ollas sobre la cocina. Estaba aburrido de toda esa situación, y pensó seriamente que debía ir sí o sí a visitar a un médico.

—Masahiro— escuchó la voz de Kousuke llamarlo.

De inmediato se puso nervioso, no quería preocupar a Kousuke, por lo que ocultó su malestar.

—¿Estás bien?— se paró a su lado, mirándolo fijamente.

—Sí, sólo tengo un poco de sueño.

Masahiro continuó con la preparación de la cena, fingiendo que nada malo pasaba. El mayor lo miró confundido, le acarició la cabeza y se alejó. Al quedarse solo en la cocina, suspiró aliviado y continuó con lo suyo.

Después de eso, todos cenaron juntos, conversaron un rato, hasta que llegó la hora de que todos se fueran a sus casas.

Masahiro decidió irse al mismo tiempo que su amigos, recibiendo una mirada de sorpresa por parte de los hermanos Oshiba.

—¿Por qué no te quedarás más rato?— preguntó Kensuke.

—Lo siento, el sueño me está ganando— respondió fingiendo una sonrisa.

—Te iré a dejar a tu casa— anunció Kousuke.

Sin saber cómo negarse, prefirió aceptar.

En el auto de Kousuke, rumbo a su hogar, para evitar conversar con él, fingió tener demasiado sueño, cerrando sus ojos y apoyándose en la ventana.

«Mañana iré al médico, no puedo seguir así», pensó.

—¿No dormiste bien anoche?— preguntó el mayor al verlo tan silencioso y apegado a la ventana.

Como respuesta bostezó, lo miró atontado, fingiendo que el sueño no le permitía responder a su pregunta.

Ya afuera de los apartamentos, se despidió de su pareja, y entró a su hogar.

Su madre no estaba, todo estaba desordenado. Caminando lentamente, aún mareado, llegó hasta su habitación y se acostó sobre su cama.

—No me puedo enfermar, viviendo así, no puedo molestar a los demás.

Hundido en su angustia, se quedó dormido.

Al día siguiente, volvió a pasar por lo mismo, vomitó su desayuno y fue atacado por mareos.

Salió de su apartamento, y soltó un gritito de la impresión.

—¡¿Qué haces aquí Hasakura?!

El mencionado lo miró frustrado.

—¿Por qué haces tanto problema para todo? No tiene nada de malo que ellos se enteren que no estás bien, ya te han visto enfermo antes.

—¿Cómo lo supiste?

Hasekura suspiró, cambiando su mirada de frustración, a una de preocupación.

—Aunque por lo que pude ver, en realidad tú no estás enfermo.

—¿Eh?

Masahiro fue arrastrado hacia adentro de su apartamento por el otro adolescente.

—¿Qué sucede?— preguntó confundido.

Hasekura le entregó una bolsa que contenía unos extraños paquetes.

—¿Has escuchado hablar del embarazo masculino?

Masahiro abrió los ojos de la impresión, mirándolo en shock. Rápidamente comprendió ese comentario y miró dentro de bolsa, en ella habían dos paquetes de test de embarazo.

—¡¿Ah?!

—No grites, y úsalos.

—¡Eso no puede ser posible!

—Averígualo, tienes los síntomas de un embarazo, ¿no?

Masahiro comenzó a recordar lo mal que había estado los últimos días, dándose cuenta que era cierto. De inmediato, se fue corriendo al baño para realizar los test.

Hasekura suspiró, caminó tras él, y se quedó esperándolo fuera del baño.

Luego de realizar uno de los test, Masahiro salió del baño, muy ansioso por la espera del resultado.

—¿Estás solo?— preguntó Hasekura.

—Sí. Mi mamá me avisó anoche que regresaría durante el día.

Ambos adolescentes se quedaron en silencio. Hasekura miró un poco apenado como el rostro de su amigo se estaba llenando de la desesperación poco a poco. Prefirió no decir nada, tampoco sabía muy bien qué decir en esa situación.

—Ya es tiempo— Masahiro rompió el silencio, con una voz muy nerviosa.

Entró al baño, con la mano tiritante, tomó el test de embarazo, su respiración se agitó un montón y sus ojos se pusieron un poco llorosos. Miró el resultado que anunciaba el pequeño objeto, y todo su cuerpo se paralizó y heló.

Hasekura entró al baño, también ansioso por saber. Masahiro miró hacia él, comenzando a botar unas pocas lágrimas, levantó el test de embarazo y se lo mostró.

—Positivo. Me salió positivo.

El otro adolescente lo miró sorprendido.

Masahiro se sentó de rodillas en el piso, completamente impactado.

—Estoy embarazado, estoy embarazado... de Kousuke-san— susurró.

De inmediato, se levantó del piso y se realizó el otro test de embarazo.

Para su sorpresa, ese también salió positivo. Masahiro estaba embarazado.

oooooooo

Hola!

Hace tiempo que quería escribir algo con mpreg de esta bella pareja :3 espero que les haya gustado! n.n

Los capítulos no serán muy largos y espero no demorar mucho en actualizar.

Nos estamos leyendo!