-¿¡Donde está la novia!? ¡Suzu-chan!

-¡No lo sé, maldición! ¡Búsquenla! -demando Mimorin.

-¡Entendido! -gritaron las demás chicas a excepción de la novia.

-¿Debería estar preocupada? -inquirió Emitsun ya vestida con su atuendo de boda.

Las damas de honor, con sus vestidos escarlatas y Nanjou con un traje del mismo color, corrían en busca de la novia, ¿Dónde se había metido? La pajarita escurridiza, ese sería su nuevo apodo.


Horas antes

La mañana, santa y hermosa mañana, nos ilumina con su bello sol y exquisito canto de pájaros. Ese día en específico, una somnolienta Emitsun se levantaba de la cama con la sabana cubriendo su desnudo cuerpo. Poco a poco entro en razón de lo que había pasado en la madrugada, con una sonrisa de felicidad extendió su brazo en busca de su amada, cosa que no encontró, a cambio de la cálida piel de Ucchi encontró una fría carta.

-A ver...-un tanto somnolienta comenzó a leer la carta.

"Emi~ ¡Buenos días! Lamento no estar contigo para verte despertar, es que me marco Pai-chan para hacer una prueba con el vestido. De veras lo lamento, pero de igual manera hoy pero más tarde nos veremos en la boda~"

-Vaya, vaya, al menos no fue lo que pensaba -río ensoñada y dejo la carta en la cama- ¿Que hora es? -tomo su celular y revisó el reloj- ¿Once de la mañana? Sera mejor moverme -con calma se levantó de la cama con la sabana cubriendo su cuerpo- hoy me casare, hoy es el día.

Hoy era el día de su boda, el momento que tanto había ansiado desde hace un año, sus amigas más cercanas se encontraban en las vegas para festejar esa aclamada unión. ¿Por qué no invito a sus padres o los de su novia? La pura verdad, no se les ocurrió hasta que llegaron a las vegas, si cierta pajarita caprichosa no hubiera querido casarse al día siguiente, al menos hubieran invitado a sus familiares.

Pero bien, ese día no haría un escándalo por no tener a sus familiares en ese día, ya otro día se atendría a los regaños de su madre por no haberla invitado, por ahora, se alistaría para salir a almorzar con su grupo de amigas que la acompañaron ayer en su despedida de soltera.


En el restaurante del hotel.

-¡Hey chicas! –Grito Nitta con el mayor entusiasmo del mundo al entrar en el restaurante- ¿Cómo están las chicas más hermosas de todo el mundo?

Con gran euforia paso por cada uno de los lugares, depositando un estruendoso beso en las mejillas de sus amigas.

-Kussun, Sora-chan, Mimo-chan, Rippi. ¡Están preciosas hoy! –volvió al gritar- ¿Qué se hacen para estar tan guapas? –inquirió mientras tomaba asiento en la cabecera de la mesa.

El amor te hace siego definitivamente, pues las jóvenes que Emitsun decía que estaban guapas, estaban completamente desarregladas. Kussun tenía el cabello desordenado y una cara de que había bebido mucho ayer, Rippi tenía una cara de traumada como si algo le hubiera pasado ayer, Soramaru estaba literalmente dormida sobre la mesa, la unica que estaba razonablemente bien era Mimorin que fingía una sonrisa calmada aunque por dentro estuviera intranquila.

-¿Qué tienen de lindo este día? –Pronuncio Aina en completa seriedad- tengo una terrible cruda, ¿Qué tiene de lindo este día? Solo mírenla –con molestia señalo a la mujer que dormía en la mesa- ella ni siquiera puede abrir los ojos, ¿Qué tiene de bonito eso?

-Kussun, no es su culpa que tu no hayas tenido una bonita noche hoy -hablo Mimo-chan con una sonrisa tranquila- relájate, no fue para tanto.

-¿No fue para tanto? ¡Me oculto la verdad, y no me la dijo! –grito molesta con una mirada que asustaría hasta la misma muerte.

-Era bastante obvio, tu de tonta no te diste cuenta –agrego Suzuko con una divertida risa- cualquiera se hubiera dado cuenta con solo verla.

-¡Eres una…! –Unos murmullos impidieron que terminara- Rippi, ¿podrías dejar de quejarte? –con una mirada de muerte vio a la menor que no dejaba de lamentarse.

-Shika-chan mala, Shika-chan mala –repetía una y otra vez la menor del grupo mientras se cubría los oídos- ¿la puedo demandar por abuso al menor de edad? Espera… ¡yo ya no soy menor de edad!

-Parece que tuvieron una noche interesante–rio Nitta al ver la diversidad de gestos que presentaban sus amigas.

-No tanto como tu –añadió Mimorin con una picara sonrisa- ayer tuvieron relaciones, ¿verdad? –dijo sin rodeos.

Emitsun abrió los ojos como platos y sus mejillas se enrojecieron en milisegundos-¿Q-que? E-este yo… -intentaba buscar una excusa, pero no la encontró, así que solamente suspiro para calmar sus crecientes nervios- ¿T-tan obvia soy?

-Eres tan descuida que ni siquiera te maquillaste el chupetón que tienes en el cuello –al momento de decir eso, Nitta se cubrió con su mano derecha dicho chupetón- Ay Emi-chan, ¿Qué te han dicho de comerte el postre antes de terminar la comida?

-E-es que, m-me trajo serenata y- y ¡No tengo por qué darles detalles! –Grito la pobre Emitsun completamente roja, su unica escapada fue cubrir su cara con sus manos- ¡es vergonzoso!

Esa actitud fue lo que necesitaron las chicas para carcajearse. Kussun escupió su jugo de naranja, que cayó sobre Soramaru, que se despertó y antes de reclamar, vio a su ex líder y también comenzó a reír, olvidándose por un momento que estaba cubierta de baba y jugo de naranja.

-¡Mou, chicas! ¡No se rían de mí! –Grito en su defensa- ¡No es gracioso!

-Lo siento Emitsun, pero es muy gracioso –añadió la menor del grupo- ¡nunca pensé verte así de avergonzada! ¿Opinan lo mismo que yo?

Las demás no contestaron, únicamente asintieron entre risas.

-¡Son usas groseras! –Volvió a gritar- ¡nos están viendo! –señalo a los que estaban en el restaurante con cara de confundidos- ¡hey!

-¡SHIKAKO!

-¡DEJAME!

Las risas cesaron para dar paso a la confusión en sus caras, las que se perseguían no era más ni menos que Nanjou Yoshino que perseguía a Kubo Yurika por todo el restaurante.

-¡Me las vas a pagar! –vocifero la más baja de las dos.

-¡Nunca, enana con aires de grandeza!

Rebasaron a un mesero que por suerte no había tirado su bandeja, saltaron sobre una mesa, y después corrieron adentro de la cocina para hacer quien sabe que tipo de desastre.

-Sera mejor que las detenga, o esto se pondrá peor –suspiro la novia antes de levantarse- o peor aún, yo tendré que pagar lo que rompan –ahora seria, se dedico a parar a esas dos. Las tomo a ambas del cuello en cuanto las tuvo a su alcance y las arrastro afuera del restaurante.

-¡Emitsun nos estas ahorcando! –alcanzaron a decir las dos al estar casi sin respirar.

-Debería patearlas hasta que perdieran el conocimiento –negó con la cabeza y las arrojo a unos sillones que estaban adentro del lobby del hotel- ¿me podrían decir que rayos?

-Ya está todo pagado, Emi-chan –esa fue la voz autoritaria de Mimorin que se acerco junto con las demás a la posición de esas dos revoltosas.

-Te lo agradezco Mimo-chan –le sonrió amablemente y después de giro a ver a esas dos- ahora si, ¿Qué rayos le pasa?

-¡Ella empezó! –ambas se señalaron- ¡Que tu empezaste! –se vieron con odio y después comenzaron a darse manotazos débiles entre ellas.

-Kussun –la ex líder vio a la nombrada y asintió- te toca.

-Si capitana –acudiendo a la orden de su ex líder, tomo su bolso y golpeo a ambas chicas- ¡ya cállense que me desesperan!

-Agresiva~ -dijeron a unisón- Mujer mala~ -volvieron a compartir dialogo, incluso se sobaron la cabeza al mismo tiempo.

-Déjense de tonterías y díganos la verdad –hablo Emitsun seriamente- ¿Qué paso ahora?

-Que esta idiota les diga –dijo Nanjou que señalo a su mejor amiga.

-¡Bien, pero no me digas idiota! –Shikako bufo y vio a sus amigas- Yoshinon se enojo conmigo porque le rompí su vestido –confeso como si fuera lo más normal del mundo romperle el vestido a su mejor amiga.

-A ver, a ver –por fin hablo Mimorin- ustedes dos, ¿se pelearon por un vestido? –Arqueo la ceja, y las aludidas asintieron- ¿ustedes? ¿Las que se pelearon por un videojuego, ahora se pelean por un vestido?

-Tarde mucho en elegirlo y esta idiota lo rompe como si nada –bufo la mayor del grupo- ¡ahora tengo que usar un traje!

-Me lo agradecerás, ese vestido enseñaba mucho de tus flácidas piernas y tu busto sin chiste –volvió a confesar como si nada.

-¡Oye!

-Espera –la seria voz de Kussun se hizo notar- ¿tu porque le andas viendo las piernas a MI novia y principalmente su busto?

-Porque soy su mejor amiga –se encogió de los hombros sin darle mucha importancia a la actitud de Aina- mi deber es cuidarla de los pervertidos. Y por eso no usaras vestido.

-¡Pero yo…! –antes de que Nanjou terminara de gritar, la tímida voz de Rippi la interrumpió.

-C-chicas, ¿alguna recuerda que hoy es la prueba del vestido de Ucchi?

Las siete integrantes callaron, para ser sinceras, la misma Emitsun lo había olvidado, y eso que lo había leído en la carta.

-¡Yo llegare primero! –grito Nanjou antes de salir corriendo cual liebre.

-¡No si yo llego primero!- corrió tras ella su mejor amiga- ¡yo te ganare, Yoshinon!

-Esas dos… ¡vamos Rippi, Soramaru! –Kussun tomo las manos de las nombradas y corrió atrás de esas dos hiperactivas- ¡muévanlas!

-Santo Dios…-Mimorin negó con la cabeza y después rio- creo que me quedare contigo.

-¿Enserio? –Nitta inquirió confundida- ¿no quieres ir a ayudarles?

-Siete son multitud –agrego con una leve risa.

-No te sientas mal por Pai-chan –con gran franquesa palmeo la espalda de su acompañante- ya entenderá lo mal que te pones con ese tipo.

-¿Tú crees? –Inquirió con una triste mirada- a veces pienso que no le importa…

-¡No digas tonterías! Claro que le importa, solo que es medio tonta, eso del twitter le dejo secuelas –bromeo con gracia- pero si quieres hablar con ella, yo lo entenderé.

-No, así está bien –suspiro y su sonrisa tranquila volvió- aparte, debo ayudarte, ¿no?

-Gracias, Mimo-chan, gracias –le sonrió cálidamente- ¿te parece si le llamo a Megu-chan para que nos cuente como le fue y platicamos entre las tres?

-Por mi bien –le correspondió esa cálida sonrisa- así de paso tendré otra persona que me ayude a molestarte –su sonrisa cambio a una picara- Nitta-pervertida-san~

-No sé porque esto no saldrá bien para mi…-suspiro derrotada y levemente sonrojada.

-Al menos aceptas la realidad –rio levemente y poso su brazo sobre el hombro de Emitsun- anda llámala.

-Voy, voy.


En el cuarto de Ucchi y Emitsun

-¡Estoy gorda! –Grito la futura señora Nitta- ¡solo mírenme, parezco un cerdo! –grito mientras veía su reflejo en el espejo.

Aunque no estuviera como "un cerdo", para ella, ese leve pellejo que colgaba de su cintura ya la hacía ver sumamente gorda.

-No te digas eso –con una sonrisa maternal, Kussun tomo las manos de su amiga- estas perfecta, sin contar que…

-Sin contar que ayer te comiste a la pobre de Emitsun –agrego Soramaru- ¿Quién diría que la serenata daría ese efecto? Yo pensé que solo se iban a besar, pero no pensé que iban a hacer "eso" en un cuarto que ni era el suyo –soltó una gran carcajada tras decir eso.

-Concuerdo con Sora-chan, la cosa es que tu si te maquillaste bien el chupetón –juguetonamente, Rippi paso su dedo sobre el cuello de la novia quitando un poco del maquillaje y dejando ver un chupetón- pero eso no quita que no se pueda ver.

-¿S-se los dijo? –inquirió Ucchi con un gran sonrojo en sus mejillas.

-Mimo-chan la descubrió –confeso Soramaru- ¿A dónde se fueron Nanchan y Shika-chan? Salieron por los refrescos y no han vuelto.

-¿Suzu-chan lo adivino? –Pregunto la novia de la mencionada- Suzu-chan… -volvió a mencionar con un aire de tristeza.

-¿Y esta que tiene? –Inquirió Sora con la ceja alzada- desde que llegamos esta así, con la cara larga.

-Suzu-chan y yo tuvimos una plática un tanto…extraña –se estremeció al recordar dicha platica- no fue la plática con sexo que me hubiera gustado…ella...no, no quiero hablar de eso.

-Conociendo a Mimo-chan, imagino que fue una plática sobre tu amigo el bajista –bufo la más alta- no la hagas sufrir, ella es muy susceptible y llora con facilidad aunque no lo aparente.

-Yo lo sé pero…

-¡Muévanse, que traigo prisa! –ese fue el grito de Shikako.

-¡Quítate jirafa!

Ambas mujeres se encontraban corriendo mientras cargaban cuatro vasos de agua cada una, quien sabe que tipo de reto extraño era, pero el punto era de no dejar caer ninguno de esos vasos.

Pero como nada les sale bien a esas dos, ambas idiotas se tropezaron y tiraron los vasos sobre sus amigas y respectivas novias.

-¡Pedazos de idiotas! –Grito Sora que por enojo las tomo del cuello y las empezó a agitar- ¡primero el jugo con baba, y ahora agua!

-Es para que te bañaras –agrego Yoshinon con una cómica y nerviosa sonrisa.

-¡Eso no es gracioso!

Esas dos…algun día vendrían matando a alguien, o vendrían provocando su muerte. Después de disculparse con las presentes, se dispusieron a limpiar, no sin antes explicar de donde había venido el reto. Todo empezó por cargar un vaso de agua, y de ahí se retaron entre ellas para ver quien podía cargar sin que se les cayera ninguna gota de agua.

-A veces me gustaría ser tan extraña como esas dos –rio la novia mientras veía a esas dos revoltosas limpiar el desorden que habían provocado.

-Lo mismo digo –hablo Pile con una leve sonrisa. Se le notaba lo afligida que estaba desde metros de distancia.

-No estés triste, te aseguro que se arreglaran los problemas que tienes con Mimo-chan –hablo Ucchi con la mayor calma mientras posaba su mano sobre el hombro de su amiga- se aman, las peleas son normales en las relaciones.

-Lo sé, pero ella no me ha dado motivos para tener celos, y en cambio yo…-sus ojos comenzaron a cristalizarse al recordar a su amada tan molesta la noche pasada.

-Hey, no llores –Uchida tomo a su amiga entre sus brazos y la abrazo con fuerza mientras sus amigas las ignoraban por regañas a las revoltosas- no te pongas así.

-¿Y como quieres que este? Siento que se está acabando el mundo de fantasías que tanto añore –comenzó a sollozar- ¿Qué tal si se acaba? El amor se acaba en algun punto, esto no…esto no…

En su llanto, las demás chicas se giraron y corrieron abrazarla, menos Nanjou que solo se mantuvo al margen, tendría que hablar con su amiga después de la boda, no podía permitir ese tipo de actitud.

Mientras Pile era consolada, una pregunta resonó en la mente de Ucchi: ¿y realmente se acaba el amor? ¿En algun punto, todo eso que se profesaban, todas esas cálidas palabras serian más que basura? ¿Qué tal si era la peor esposa del mundo? ¿Se estaría apresurando con eso de la boda?

Esas y más preguntas comenzaron a aterrorizarla…


En un parque lejano.

-¡Te amo! –grito con un claro sonrojo en sus mejillas.

-M-Megu-chan…yo…-apenas si pudo hablar Emitsun al escuchar esa declaración.

La había llamado para que la ayudara con su atuendo para la boda, y eso fue lo que hizo, pero en cuanto se fue Mimorin por una llamada de trabajo, Megu tomo de la mano de Emitsun y la jalo hasta el parque de donde le estaba confesando sus sentimientos.

-Yo…yo se que amas a Uchida-san, tampoco busco que me correspondas o algo parecido pero…-tenia que sacar esos sentimientos que abrumaban su pecho, antes de que fuera tarde- pero tenía que decírtelo, yo, yo…

-Megu-chan –Nitta la tomo entre sus brazos para brindarle un cálido abrazo- yo…yo… yo soy la que lo siente, no lo sabía yo…-no sabía que decir, ¿y como saberlo? Eso la estaba tomando por sorpresa.

-No, no lo sientas –con una voz cortada se atrevió a ver a la mujer que amaba- tu no sabias de estos sentimientos. Pero no creas que esté arrepentida de quererte con esta fuerza, jamás, pero jamás dudes de mis sentimientos, porque yo no lo hago.

-No sé que decirte yo…

-No te lo dije para que me tuvieras pena –rio amargamente- te lo dije porque quiero hacerlo, quiero que sepas que mi corazón late por ti, que tu bella sonrisa es la que me ha impulsado a ser una mejor versión de mi.

-Megu-chan…

-Emi-chan –con una voz un poco más tranquila, acaricio la mejilla de la mujer que la seguía abrazando- porque te amo es que te apoye en esto de la boda, por mas descabellado que es, te seguiré apoyando hasta el final de los tiempos, Para eso son las amigas ¿no? –pero como le dolía decir esas palabras, pero era la realidad, nada cambiaría si lo negaba, siempre serian amigas, no importaba cuanto deseaba lo contrario.

-Tonta –Nitta la volvió a tomar entre sus brazos y la estrecho con fuerza- eres más que eso. Lamento no poder corresponderte, si hubiera sido en otro tiempo, yo…

-¿Te hubieras enamorado de mi? –Soltó otra risa amarga- siempre y cuando Uchida-san no hubiera nacido, entonces si estarías enamorada de mí y esta sería nuestra boda.

-No digas eso, no quiero que sufras…

-Sufrir es bueno, nos ayuda a ser fuertes –con pesar, se alejo de ese calor que tanto amaba- ahora tu eres la que llora, tonta –con una leve sonrisa, limpio las lagrimas de su acompañante con su dedo pulgar- no lo hagas, no quiero que lo hagas, no sufras.

-¿No que sufrir nos hace fuertes? –Fue lo que dijo Nitta antes de proseguir a limpiarse las lagrimas con su saco- quiero que sepas, que te quiero, aunque no como tú me quieres a mi…yo…

Antes de que ella terminara de hablar, Megu beso su mejilla cariñosamente- calla, ¿Qué tal si me sonríes como siempre lo haces? Con cariño y amor. Así, así es como me gusta verte sonreír. –Añadió con una leve risa al ver la sonrisa de su acompañante- ¿Qué tanto te cuesta hacerlo?

-Eres imposible –la acompaño en su risa y tomo su mano- vamos, te recuerdo que aun eres mi dama de honor, ¿lo recuerdas?

-¿Cómo olvidarlo? –Con calma, ambas caminaron por el parque- aun tengo que ponerme el vestido y tu estas vestida como un príncipe.

-Debes admitir que no me veo tan mal- vio el cielo y después la vio a ella- Megu-chan –la llamo y ella la vio- te quiero –le dijo con una enorme sonrisa.

Con un enorme sonrojo, Megu también le sonrió cariñosamente- yo también, y mucho.

Era una linda escena, Emitsun vestía un traje digno de un príncipe, su atuendo era azul cielo con detalles dorados y sus botas completamente negras, su acompañante vestía un hermoso vestido escarlata, parecía una escena sacada de un cuento de hadas donde el príncipe pasea a su princesa. Tal vez no le pudiera regalar el cuento de hadas que ella quería, pero al menos podía darle ese tranquilo paseo por el parque, era lo único que podía hacer por ella, la unica manera de que su amiga no llorara ni una sola lagrima por ella.


Hora actual

En el registro civil.

-¡Claro que deberías, idiota! -grito una exasperada Kussun que no dejaba de marcarle al celular de la novia desaparecida- ¡Maldición, no responde!

-Tranquila Kussun, Ayacchi debe estar ocupada. –Emi hablo con la tranquilidad del mundo.

-Por dios Emitsun, tu futura esposa está desaparecida, ¡desaparecida!

-¿Y luego? -volvió a reír bastante divertida al ver como sus amigas corrían como locas por el registro civil- ella vendrá.

-¿Porque estas tan segura? -inquirió Kussun.

-Solo lo sé, digamos que, es una corazonada -alzo su dedo índice y sonrió encantadoramente.


En otro lugar

¿Les han contado que en las bodas las novias son las más asustadizas? No digo yo, lo dice la ciencia.

En el parque lejos del registro civil, se encontraba Aya Uchida, la novia asustadiza que sus amigas intentaban localizar.

La joven novia vestida un hermoso vestido blanco, con olanes en el área de la falda, no tenia mangas, el busto era discreto pero encantador con esa espalda descubierta, y su velo aun colgaba de su cabeza pero no cubría su cara.

-No, no puedo, debo irme -comenzó a decir mientras sujetaba su cabeza- no puedo pero... ¿y si ella no está? ¿Que tal si me caigo?

-Entonces te levantas y ya -fue la contestación de una misteriosa voz que se poso enfrente de la novia.

-¿Eh? -confundida, Ucchi alzo la mirada y ante sus ojos esta Megu Sakuragawa con un hermoso vestido carmesí- ¿Sakuragawa-san?

-Esa soy yo -le sonrió con un signo de paz en los dedos- ¿no deberías estar en una boda?

-B-bueno si pero...-comenzó a tartamudear de los nervios- es que yo, es que yo -su voz cortada y ojos lagrimosos fueron su pase a los brazos de Megu- ¿eh?

-Ya, ya -con esa voz maternal, continuó abrazándola- llora si así lo quieres.

Ucchi no sabía si era esa maternal voz o la calidez de su abrazó, pero se refugió en el abdomen de esa maravillosa mujer, lloraba mientras la abrazaba, Megu únicamente se quedaba callada y acariciaba con suavidad la espalda de la joven.

-¿Es difícil, no? Estar a punto de casarse y sentirse asustada, eres feliz pero a la vez estas insegura -sus palabras fueron respondidas por un asentimiento por parte de la novia- pero, ¿porque te pones nerviosa? La amas, y lo sé, cualquiera podría percibirlo con solo verlas juntas, tienen esa aura de "estamos enamoradas, no nos molesten" -una risa amarga salió de su boca- es...algo molesto verlas tan juntas.

-¿Sakuragawa-san, tu? -la quería ver, necesitaba que esos ojos le digieran "no estoy enamorada de tu novia".

-No creó que importe eso ahora -soltó en otra carcajada- tu amas a Emi-chan, ¿no? -le preguntó al momento de soltarla y quedar a su nivel- ¿si o no?

-Si, la amo -contestó sin ningún atisbo de duda.

-¿Entonces porque dudas en ir a casarte con ella?

-Porque…ella es tan noble, cumplió un estúpido capricho para estar conmigo, ¿Cómo puedo competir con eso? ¿Cómo puedo demostrarle que mis sentimientos son reales? ¿Y si nuestro amor se agota? –entre sus quejas, Ucchi sintió un leve golpe en su cabeza- ¿ Sakuragawa-san?

-No seas tonta –la joven suspiro- claro que tendrán problemas, incluso habrá días en que no la quieras ver o que ella no te quiera ver. Pero el punto de las peleas en las relaciones es superarlas, decir, "no, yo te amo, y vamos a arreglar esto" –hablo con completa seriedad- dime, ¿estarías dispuesta a pelear por ella? ¿De llevar tus sentimientos por ella sobre tu orgullo cuando discutan?

-Si –contesto solemnemente- no dudare, la respuesta es si.

-Entonces -con delicadeza le limpio las lágrimas que corrían por su ya no perfecto maquillaje- vámonos, tengo que maquillarte para que vayas con Emi-chan -dicho eso, tomo su mano y la levanto de la banca.

-Espera -la detuvo antes de andar- porque... ¿porque haces esto? Sería más fácil para ti si me dejas aquí, si no me caso con ella, tu...

-No lo entiendes, ¿verdad? -la vio con la ceja alzada y una mirada divertida- claro que amo a Emi-chan, pagaría lo que sea para ser yo la de esta boda -su declaración, logro hacer que la novia frunciera el ceño- no pongas esa cara, déjame terminar -río levemente- no miento, ni tampoco me arrepiento de mis sentimientos. Pero, si Emi-chan es feliz, yo lo soy, si tú desapareces, ella estará destrozada, no quiero eso, jamás la haría sufrir así.

-¿No deberías aprovechar ese momento? Si esta vulnerable, ella...

-Claro que sería fácil, pero no es lo que quiero -formo una mueca en sus labios y suspiro profundamente- quiero lo mejor para ella, y tu eres su felicidad. La amo al punto de dejarla ir, por la única cosa que peleare es por su felicidad, no por ella -declaro con una mirada confiada.

-Tu...eres rara Sakuragawa-san -añadió la novia con una mirada más relajada- no esperaba esa contestación.

-Lo imagino Aya-chan -pronuncio ese apodo con una sonrisa llena de gracia- ¿que? Es mejor que el apodo que te puso Emi-chan.

Ucchi soltó una carcajada- tienes razón, es un poco raro. Pero me encanta cuando me lo dice.

-Es tierna cuando se lo propone -continuo riendo, pero ahora si estaban en camino al registro civil.

-Si, es un amor de persona~

-Tienes razón Aya-chan, tienes mucha razón.

-Sera mejor apurarnos Meg-chan, tenemos una boda a la cual ir -hablo con energía renovada.

-Entonces hay que caminar más rápido.


En el registro civil.

-¡Hay viene, hay viene! –grito Rippi al ver a la novia entrar al edificio del registro civil.

-Se los dije –Nitta hablo con la mayor calma del mundo- vamos, a sus posiciones.

Sin más, las muchachas se acomodaron en el salón donde seria la ceremonia. En cuanto se vio la figura, la marcha nupcial comenzó a sonar del reproductor de música de Shikako. Lo que algunas les parecía curioso, era que Aya entrara al salón del brazo Sakuragawa Megu.

Con cada paso que daba, sus dudas aumentaban, pero, solo por una vez, decidió olvidarse de sus tonterías y ver al frente, ver a la mujer que había dado todo por ella en un año, a la que había esperado con ansias. Al verla hay, tan galante y confiada, fue lo que necesito para entrar en completa paz.

-La dejo en tus manos –fue lo que dijo Megu al entregarle la novia a su mejor amiga- suerte.

-Gracias, Megu-chan –le guiño el ojo sabiendo lo que había hecho por ella.

-No hay de que, capitana –sin más se fue a su asiento que estaba justo al lado del de Soramaru.

-Te ves hermosa –fue lo que pronuncio Nitta, maravillada con la belleza de su novia y ahora futura esposa.

-Tu también, te vez como un príncipe –hablo con un leve sonrojo en sus mejillas.

-Idea de Mimo-chan –una leve risa salió de sus labios- tiene buen gusto cuando se lo propone.

-Eso ni que lo digas –ella también la acompaño en su risa.

-¿Hacemos esto? –le pregunto con una leve sonrisa- ¿lista?

-Lo he estado desde hace un año –con eso dicho, ambas se giraron para ver al fiscal que daría por comienzo la boda.

Fue una ceremonia corta, pero llena de sentimientos. Aunque Nanjou lo quiera negar, ella fue la que mas lloro, e incluso abrazo a su mejor amiga buscando consuelo…pobre, después Kussun se encargaría de ella.

Las futuras esposas se sonreían, dos que tres lágrimas salían de sus ojos. En veces.

-¿Me toca hablar? –Nitta comenzó a hablar un poco nerviosa- mis votos… es un poco raro decirlos en público pero hay van –con cariño, tomo las manos de su amada y la vio directo a los ojos- cuando anunciaste que quien quisiera casarse confito necesitaba esa cantidad de dinero, pensé "¡no puedo rendirme, nadie me la ganara!" pero, aunque en mi voz había determinación, en mi corazón había duda, no sabía que hacer o como conseguir el dinero, pensé millones de cosas y al final…-Emitsun busco la mirada de Megu, cuando la vio, ella le sonrió y alzo el dedo en signo de aprobación-una luz me apoyo en mi decisión, no me rendiría, y un año después estoy aquí contigo, la mujer que tanto amo –las lagrimas que salían de sus ojos eran limpiados por su amada- gracias…ejem, mi promesa, es que voy a estar contigo en la salud y en la enfermedad, en cada concierto que des tal vez no pueda ir, pero daré lo mejor de mí para que sepas que siempre estoy a tu lado, ya sea física o mentalmente. Siempre estaré para ti.

Las lágrimas cayeron por los ojos de Ucchi, ella estaba feliz, nunca pensó estar casada con la mujer que amaba, y en ese preciso momento, debía decir sus votos, el penúltimo escalón a la felicidad.

-Yo…-comenzó a hablar un tanto nerviosa- no sé que decir –rio levemente- solo te puedo prometer una cosa, y es algo que si cumpliré: te amare toda mi vida, incluso si muero en la otra vida te seguiré amando. Es probable que discutamos, que tú no quieras saber nada de mí e incluso yo o quiera saber nada de ti, pero pondré mis sentimientos por ti sobre mi orgullo para estar contigo siempre. Eso son mis votos –término de hablar con una tímida sonrisa. No tenía pensado usar las mismas palabras que Sakuragawa, era lo que le había nacido en ese momento.

-Bien, dicho eso, las declaro marido y….no, no, las declaro, ¿mujer y mujer? –el juez alzo la ceja con algo de duda- no importa, firmen las actas y ya bésense.

Las ahora esposas, firmaron el papel, y compartieron un hermoso beso, cargado de sentimiento, algo que compartían únicamente entre ellas.

Hasta aquí termina esta bonita historia. Si en verdad quieren algo, deben perseverar y nunca rendirse, por más dudas que tengan, siempre deben tener esa meta enfrente.


¡Y así termina el fic que debió ser un one-shot!

De nuevo, no espere que tuviera tanto apoyo, de veras, fue muy sorpresivo. ¡Pero muchas gracias!

Ahora me he quedado sin nada que escribir de las seiyuus… si alguien quiere algo en especifico, yo encantada de escribirlo xD, de veras

Tampoco pensaba hacer sufrir tanto a Megu, pero pues… ¿Quién no se enamoraría de Emitsun? Es un amor con patas esas mujer.

Muchas gracias por el apoyo que le pusieron a esta pequeña serie, de veras que si.

Ya saben: dudas, críticas o alguna cosa por favor no duden en comentarlo. Sus reviews alimentan la creatividad de cualquier escritor, así que regalen aunque sea un review a cada historia que lean en sus hermosas vidas.

Nos vemos en la siguiente actualización~ n_n