Capítulo 1

Hermione estaba de pie frente a la puerta de la que ahora sería su escuela, mientras a su lado Ginny y Harry la miraban con nostalgia

-¿Vas a estar bien- preguntó él

-Harry... Voy a la universidad no a la guerra, estaré bien- respondió ella con una sonrisa

Ante la broma el niño que vivió pareció más relajado

-Ron se disculpa por no haber venido a despedirte pero...

Fue interrumpido por Hermione

-No es necesario que inventes excusas en su nombre, ya todos sabemos sus razones

El ambiente comenzaba a tornarse tenso y Ginny decidió romper el hielo

-Hermione... Te voy a extrañar mucho- dijo abrazando a la castaña- Escríbenos, queremos saber cómo te va

Ginny se separó de su amiga para que Harry pudiera despedirse, abrazó a Hermione y después miró su reloj

- Ya caso es hora de que regrese al colegio de aurores.. ¿Necesitas algo más?

-En verdad, estoy bien- dijo sonriendo ante la preocupación de su amigo

-Entonces, nos vemos- dijo él mien con un gesto le indicaba a Ginny que era hora de partir

-Espera

La pelirroja se volvió a Hermione y nuevamente la abrazó pero solamente para poder susurrar cómodamente a su oído

-Mi hermano en ocasiones podrá tener el coeficiente intelectual de un troll, pero no significa que no te quiera, además quien sabe, tal vez te encuentras a alguien más- dijo en tono juguetón y se alejó, al llegar con Harry ambos se despidieron moviendo la mano y después desaparecieron.

Respiró hondo y tomó sus cosas con determinación. Camino firmemente, como estaba acostumbrada, hasta el umbral de la gran puerta de madera, y cruzó. Sintió como su corazón aceleraba su ritmo, y como algo frío recorría todo su cuerpo, eso era emoción; por fin se sentía en un lugar en el que podría realmente iniciar de nuevo.

Miró a su alrededor con una sonrisa, suspiró y comenzó a caminar. Observaba con prudente detenimiento las paredes antiguas de la universidad, nada que ver con su antiguo colegio. Subió las escaleras en contraflujo como algunos de sus nuevos compañeros, unos la miraban raro, y otros, sólo la ignoraban.

Caminó hacia los dormitorios, recorrió los pasillos hasta encontrar la habitación que le habían asignado, 656, dentro ya estaba su compañera, una chica de cabello color chocolate, delgada, ojos azules y finas facciones, al verla entrar, la chica inmediatamente retiró la vista del libro que la tenía tan absorta y saludó

-Hola- le dijo a Hermione sonriendo ampliamente

-Hola- respondió ella- soy tu compañera de habitación mi nombre es...

-Hermione Granger, es un placer conocerte, me llamo Astoria Greengrass.

- Mucho gusto, pero... ¿Como es que me conoces?- Dijo ella con ligera desconfianza

- Todo el mundo mágico te conoce, la bruja más brillante de su generación, la heroína de guerra, amiga de Harry Potter y novia de uno de los Weasley, aún no estoy segura de cuál- dijo como si fuera una respuesta obvia, la última frase con tono divertido- Incluso fuimos juntas a Hogwarts, tal vez no me recuerdes, era un año menor que tú

Hermione no sabía que decir, ¿De verdad así era como la gente la veía? ¿Solo era una sabelotodo amiga de Harry Potter?

Entonces recordó por qué estaba allí y encontró las palabras precisas:

-Quiero dejar todo eso y comenzar de nuevo, a eso he venido aquí

Astoria la miraba con interés y le sonrió

-Es exactamente lo que pienso

Hermione seguía en el umbral de la puerta con su maleta, mientras Astoria la observaba

-Oye... ¿No irás a quedarte ahí toda la noche verdad?

Hermione sonrió y caminó hacia una de las camas

-La de la derecha es mía, pero no tengo inconveniente en cambiar

-No hay problema, me gusta tener cerca la ventana, no hay nada como leer a la luz de la luna

Astoria se levantó del escritorio y se sentó en la cama junto a Hermione

-Tú y yo nos vamos a llevar muy bien.

Al poco rato después de hablar un poco sobre trivialidades y temas por los que ambas estaban interesadas, entre ellos la liberación de los elfos, ambas se quedaron dormidas.

Hermione se sentía muy bien de hablar con alguien que compartía sus ideas y escuchaba lo que ella decía sin mirarla como si fuera un alienígena.

La mañana llegó rápidamente, Hermione fue la primera en despertar

Más bien, fue despertada por el sonido de una lechuza picoteando la ventana

Abrió la ventana y recibió dos pergaminos, acarició la cabeza del ave en agradecimiento y esta se echó a volar.

En ese momento Astoria se levantó perezosamente y se dirigió a la ventana con Hermione

-¿Qué es? - preguntó al ver los pergaminos

-Nuestros horarios

Astoria vio ambos pergaminos con aire desilusionado

-No coincidimos en ninguna clase

-Es una lastima, me habría encantado tenerte también como compañera de clase

-Lo mismo digo, pero te propongo algo ¿Nos vemos en el comedor para almorzar juntas?

- Claro, me encantaría

-Hecho, ahora hay que darnos prisa o vamos a llegar tarde

Hermione se dirigió a los baños para darse una ducha, era mejor hacerlo temprano para tener tiempo de arreglarse el cabello, salió mientras Astoria aún preparaba sus cosas y prometió verla en el desayuno.

Al terminar fue hacia el comedor y se sentó en unamesa, Astoria llegó unos instantes después. Los alimentos no aparecían como en Hogwarts. Había un menú y aparecía lo que uno pedía. Ambas pidieron un desayuno americano y charlaron hasta que notaron que casi era hora de ir a clase, se despidieron y acordaron encontrarse para el almuerzo

Hermione se encaminó al salón de tratados mágicos internacionales y se sentó.

Encontró un lugar justo enfrente; el aula era espaciosa.

Había un gran escritorio para que el profesor impartiera su clase y las sillas hacían el lugar parecer un auditorio. La hora de clase pasó entre presentaciones y una exhaustiva plática sobre el tráfico de dragones noruegos, al parecer su maestra habría congeniado muy bien con Hagrid.

Salió del aula y se dirigió a su siguiente clase, la última del día pero la más larga.

Juicios orales, donde por tres largas horas escuchó a su profesor hablar sobre cómo había salvado de Azkaban a muchísimos magos importantes desde épocas en que el mismísimo Albus Dumbledore presidía el Wizengamot.

Cuando por fin terminó salió disparada al comedor para ver a Astoria; Ella ya la esperaba en una de las mesas. Comieron tranquilamente mientras comentaban el día. Al terminar regresaron a su habitación para prepararse para la reunión que se celebrará esa noche con motivo del inicio de curso.