Notas de Umiko: honestamente, se me pasó por completo que no había subido el capítulo especial. Tenía muchas ganas de narrar cómo había vivido Viktor toda la historia del fanfic, pero en lugar de reescribirlo por completo, me parecía más divertido redactarlo a modo de diario personal. Ha pasado bastante desde que publiqué el último episodio de este fanfic, pero aun así, espero que disfrutéis mucho este especial. Besos, Umiko.

XxX

El diario de Viktor

Día XX mes XX

Querido diario:

Esta esta semana he sido invitado a participar como jurado en un pequeño evento deportivo en Japón. Siempre había asistido como deportista, por lo que esta vez estaba muy emocionado al saber que podría viajar sin presión. La competición estuvo bastante bien y después nos fuimos todos los miembros del jurado y algunos patinadores a celebrarlo. El caso es que ya entrada la noche, se me acercó uno de los chicos que habían competido. No recordaba su nombre; en la pista tenía algo especial, algo que me empujaba a no apartar la vista de él, pero quitando sus saltos y su gran aguante, parecía bastante apagado. Como si no quisiera que le vieran.

En la fiesta iba ya un poco achispado y estaba diciendo un montón de tonterías. Me hizo mucha gracia ese cambio de personalidad tan repentino. Estaba empezando a pensar que podríamos ser buenos amigos, cuando me dijo que yo le gustaba. No pude evitar reírme, porque no me esperaba una confesión tan repentina. Viendo su reacción supe que no debería haberlo hecho. No estoy saliendo con nadie, por lo que me dije que quedaría con él para compersarle. Hemos quedado la semana que viene para ir a dar un paseo.

Día XX mes XX

Querido diario:

Hoy he tenido la cita con el patinador de la última competición. Bueno, no sé si podría llamarlo cita exactamente. Fuimos a dar un paseo por la costa, pero apenas decía nada. Se le veía muy nervioso, seguramente porque no recordaba la facilidad con la que me había hablado en la fiesta. Lo único bueno es que al menos ahora sé que se llama Yuri y que aspira a ser patinador profesional, como yo. La situación fue algo rara, pero quiero darle otra oportunidad.

Día XX mes XX

Querido diario:

He estado pensando qué podría hacer para conseguir estar un rato con Yuri sin que se sienta presionado. He decidido invitarle a ir a patinar juntos. Si al final la cosa no va bien, al menos podrá tener el recuerdo de haber estado un rato en la pista con su ídolo.

Día XX mes XX

Querido diario:

Ayer por fin Yuri y yo fuimos a patinar. Como no quería que hubiese muchos curiosos, reservé una pista para los dos durante un par de horas. Viéndole patinar de cerca me doy cuenta de que la primera vez le había infravalorado. Tiene carisma cuando patina, solo que parece que los nervios le pueden. Cuando simplemente nos deslizábamos por el hielo, sin presión, y charlábamos un poco, conseguía saltar mucho mejor. Por una parte, tengo que prepararme para poder con él, pero por otra, me dan ganas de seguir animándole, porque creo que podría llegar lejos.

Después de patinar, me estuvo contando que su comida favorita es el katsudon y como yo nunca lo había probado, me ha invitado a ir a comer mañana. Me sorprendió mucho que me lo propusiese él a mí, pero tengo muchas ganas de ir. Parece que al menos nos llevamos bien. Ya queda poco para que me vuelva a Rusia y me da algo de pena tener que decirle que me voy. Se lo contaré unos días antes de que me vaya para que no sea muy duro para él.

Día XX mes XX

Querido diario:

Tengo algo serio que contarte. Creo que empiezo a sentir algo por Yuri. Hoy quedamos para comer katsudon y, por primera vez, sí que parecía una cita. Le veía muy arreglado, no sé si porque por fin ha cogido algo de confianza conmigo, o porque íbamos a su restaurante favorito. El caso, que yo le veía muy guapo. Me estuvo hablando de que su familia dirige un onsen y de que tenía un perro como el mío hasta el año pasado, que falleció. Me pareció muy tierno ver cómo hablaba de su familia y de su mascota. No podía dejar de mirarle mientras sonreía y se ponía triste por momentos.

No sé qué hacer. Es la primera vez que me siento atraído por un chico. Creo que yo también le gusto, aunque tengo mis dudas porque cuando se me confesó está muy borracho. Me da mucha pena, porque me voy en una semana a Rusia. Estoy hecho un lío…

Día XX mes XX

Querido diario:

He hablado con Yakov. No quiero volver a Rusia. Estoy muy a gusto viviendo en Japón y me hace mucha ilusión seguir estudiando aquí. No negaré que Yuri tiene algo que ver, pero te juro que no es solo por eso.

El otro día nos besamos por primera vez. Bueno, sería más correcto decir que yo le besé a él. Hemos estado toda la tarde paseando por la playa y se nos ha hecho tarde. Le dije que le acompañaría a casa, porque hay un tramo del trayecto que teníamos en común y no me importaba desviarme un poco. Parecía un poco contrariado, pero al final me dijo que sí. Cuando llegamos a su portal, me dio las buenas noches, pero no se movió. Yo tampoco quería irme, pero sabía que tenía que volver al hotel tarde o temprano. Por un instante nos quedamos en silencio. Él estaba sonrojado, mirando al suelo y su cara me parecía lo más bonito y adorable que había visto nunca. Sentía que estábamos un poco lejos, pero no pude evitarlo. Me acerqué y le besé.

Creo que más que no esperárselo, le asusté. No fue para tanto, realmente. No intenté meterle la lengua ni prolongarlo más de lo debido, pero parecía otra persona cuando nos separamos. Se llevó una mano a los labios y dijo mi nombre en voz baja. Me pareció muy tierno, pero a la vez se había puesto rojo como un tomate. Me dio las buenas noches otra vez y se fue corriendo al interior de su casa.

Mañana tengo que hablar con él y pedirle salir en serio para aclarar las cosas. Estoy muy emocionado. Además, también tengo que empezar a buscar piso.

Día XX mes XX

Querido diario:

Tengo GRANDES noticias: ¡Yuri y yo estamos saliendo oficialmente! Se lo pedí esta tarde cuando quedamos y me dijo que sí. Seguía pareciendo sorprendido, pero no entiendo por qué, cuando ya nos hemos besado. En fin. Estoy más que contento. Además, he conseguido que Yakov acepte que me quede en Japón en un instituto con un buen programa deportivo. Todo está saliendo tan bien que no me lo creo. Ojalá llegue mañana pronto para ver a mi chico 3

Día XX mes XX

Querido diario:

Estoy un poco preocupado. Hace ya un mes que empezamos a salir, pero parece que mi relación con Yuri no avanza. He intentado acercarme a él, pero cada vez que le beso se pone tenso y si intento algo más me rechaza. ¿Será que no le gusto? ¿Es porque somos los dos hombres? Me ha dicho que sabe que es gay, pero que no quiere decírselo a nadie todavía. Me da algo de rabia, porque a mí me gustaría gritar a los cuatro vientos que he encontrado al amor de mi vida, pero entiendo que quiera ir despacio. Ahhh… Espero que se abra un poco más a mí. Cada vez que le veo siento que no necesito nada más para ser feliz. También es cierto que me gustaría intimar un poco más con él. He estado leyendo un poco sobre cómo funciona el sexo entre hombres y creo que podría hacerlo. Espero con ganas ese momento en el que ya no haya ninguna barrera entre ambos.

¡Ah, casi se me olvida! He encontrado un pequeño apartamento cerca de donde estaba mi hotel. Es muy pequeño, pero creo que conseguiré adaptarme. Además, voy a pasarme la mayor parte del día fuera de casa, por lo que tampoco creo que necesite mucho más.

Día XX mes XX

Querido diario:

Yuri está muy distante conmigo últimamente. Desde que hemos empezado las clases casi no tenemos tiempo para vernos. De vez en cuando le propongo que nos veamos por la escuela, pero parece muy esquivo. Entiendo lo de que le de vergüenza que nos vean juntos en público y todo eso, pero hace ya tres meses que estamos saliendo y todavía no hemos avanzado casi nada. Estoy muy preocupado. Cada vez que le beso me aparta. Empiezo a pensar que le estoy agobiando, o peor… que le estoy forzando y que en realidad no quiere estar conmigo. ¿Pero entonces por qué me ha dicho que sí cuando le pedí que saliéramos juntos?

No entiendo nada.

Día XX mes XX

Querido diario:

Hoy Yuri y yo nos hemos visto en las gradas después de entrenar y me ha dado un pico. Me siento mucho más tranquilo sabiendo que en realidad solo le cuesta lanzarse. O eso quiero creer. Hoy le he acariciado ligeramente la pierna, pero sigo sin conseguir que se relaje conmigo. Siendo sinceros, estoy que me subo por las paredes. Estoy deseando poder acariciarle y besarle todo el cuerpo. Cada vez que le veo me recorre un hormigueo por todo el cuerpo, pero hago lo que puedo por reprimir mis instintos, porque sé que le asustaría. Si casi no es capaz ni de estar a mi lado no quiero pensar qué ocurriría si le presiono con el sexo. Será mejor que por ahora no toque el tema.

Día XX mes XX

Querido diario:

Han anunciado que van a hacer una obra de teatro en el club de patinaje sobre hielo. No tenía muchas ganas de participar, pero Yakov me ha dicho que es una buena oportunidad y que quiere que sea su protagonista. No sé. Me preocupa no ser capaz de hacerlo bien, ya que Lilia es la que va a hacer la coreografía. La última vez que preparé un programa con ella fue muy duro y esta vez va a ser un espectáculo mucho mayor. No me veo muy capaz, pero quiero intentarlo.

Yuri hoy parecía muy triste. He intentado animarle para que se presente al casting para el resto de los papeles. Me haría mucha ilusión que fuese mi Blancanieves y poder despertarle con un beso. Además, los ensayos van a ocuparme todas las tardes, por lo que si no lo consigue, nos veremos todavía menos. Estoy muy intranquilo, no quiero nos distanciemos más.

No, no debo pensar en estas cosas. Le va a salir tan bien la prueba que no les quedará más remedio que hacerlo protagonista. Estoy seguro de que lo hará muy bien.

Día XX mes XX

Querido diario:

La inseguridad de Yuri es matadora. Por mucho que le diga que lo hará muy bien, nunca me cree. Intento animarle cada vez que le veo, pero no parece que quiera escucharme. Esta mañana me he enfadado con él porque le parece todo una tontería. Es una pena que no vea que podríamos estar juntos más tiempo, que podrían empezar a reconocer su talento.

Yuri vale muchísimo, pero tiene la autoestima por los suelos. Empiezo a pensar que realmente no soy capaz de estar a su lado. Cada cosa que le digo le causa inseguridad o hace que se enfade.

Está muy preocupado porque mañana es la prueba y no consigo que se relaje. Siento que aunque sea él el que ha dicho algo que no debía, yo le he hablado mal también. Debe de estar muy nervioso por el casting y por eso seguramente estaba así hoy. Creo que voy a llamarle para darle las buenas noches y de paso disculparme. Espero que al menos entienda que todo esto es importante, tanto para él como para nosotros como pareja.

Día XX mes XX

Querido diario:

Ayer por la mañana ha sido el casting para la obra de teatro y no he podido ir a ver a Yuri. Me habría gustado estar ahí para darle ánimos, pero Yakov me ha dejado muy claro que tengo que ensayar más. Estoy algo distraído estos días y me lo están recriminando mucho. Había quedado con Yuri para ir a casa, pero me ha dejado plantado. He esperado casi una hora por él. Cuando ya estaba a punto de volver solo, unos compañeros de reparto se han cruzado conmigo y me han propuesto ir a cenar por ahí. Me ha venido muy bien salir un rato para distraerme un poco. Espero poder ver a Yuri mañana y que me cuente qué tal le ha ido.

Día XX mes XX

Querido diario:

Estoy destrozado. Esta mañana al fin he podido ver a Yuri. Cuando iba a recriminarle por haberme dejado plantado ayer, descubro que el pobre se ha lesionado y que por eso no le habían cogido para la obra. Cuando me fijé en cómo tenía el tobillo, casi se me parte el alma en dos. Quería abrazarle, consolarle, quería decirle que todo estaría bien, pero no me ha dejado. Porque claro, sería dejar que los demás se enterasen de lo nuestro. Por no mencionar que me montó una escenita de celos porque haber ido a cenar con los compañeros de reparto. Para una vez que salgo y me lo recrimina así. Me parece increíble.

La cosa se nos fue de las manos y acabamos discutiendo. Por primera vez le he dicho que me sentía usado, que me dolía que me rechazase ¿y qué me responde? Que no vuelva a hablarle en la vida. Fantástico.

Pero eso no fue lo peor. Lo peor es que cogió el anillo que le regalé y lo tiró al suelo. Sentí como si aquel sonido metálico fuese mi corazón haciéndose pedazos. Todo lo que significa para mí, todo lo que le quiero… parece que nada es suficiente. Estoy para el arrastre. Cuando creo que me encuentro algo mejor, acabo llorando de nuevo, como si fuese un bucle del que no puedo salir. Ojalá pudiera hablar con él las cosas, pero va a ser imposible. Tal vez debería olvidarme de él y pasar página definitivamente.

Día XX mes XX

Querido diario:

El ensayo de hoy ha sido el peor de mi vida. Me he caído mil veces, Yakov no paraba de gritarme y he hecho el ridículo delante de todos. No quiero participar ya en esta obra. Siento que ha sido la causante de que todo se haya ido a la mierda. Si no fuera por ella, no me habría distanciado de Yuri. Habría podido demostrarle que no tenía de qué estar celoso y no nos habríamos peleado de forma estúpida. Ahora siento que todo está perdido y que tengo que participar por obligación. Siento mucha presión porque seré el centro de las miradas y me veo incapaz de conseguirlo.

Día XX mes XX

Querido diario:

Mañana es el día de la representación y no puedo más. Tengo que hacer algo antes de que la pena me consuma por dentro. No consigo hacer nada bien y me encuentro llorando por las esquinas todo el día. He tomado la decisión más dura de toda mi vida: voy a romper con Yuri. Sé que mañana le veré en los camerinos, pero tengo que decirle que esto ha acabado. Si no le pongo fin pronto, seré incapaz de superarlo.

Día XX mes XX

Querido diario:

Mi día ha sido una completa locura, como una montaña rusa. Esta mañana estaba hecho polvo porque he dicho a Yuri que no quería volver a verle. Esperaba poder hacerlo después de la representación, pero quiso hablar conmigo antes. Por un momento sentí la tentación de perdonarle, pero no podía dejar las cosas así. Esa relación solo me hacía daño y no podía seguir sintiéndome solo. Fue un momento muy doloroso, pero conseguí mantener la compostura.

Pero espérate, que lo mejor está por llegar.

La tarde fue un auténtico caos. El chico que tenía que hacer de bruja no llegaba a tiempo y Yakov y Lilia estaban planteándose cancelar la obra. Jamás habría pensado que las cosas acabarían como acabaron. Yuri les dijo que él haría de bruja y me pareció la excusa más absurda del mundo para intentar acercarse a mí. Seguía muy dolido con él y me sentó muy mal que quisiera el papel de pronto.

La cosa cambió cuando vi que tenía que trabajar con Yurio y más o menos lograban entenderse. Esos dos son como el agua y el aceite, por lo que si de verdad estaban intentando aguantarse el uno al otro, es que todo iba en serio. Estaba intentando hacer una elevación, pero no le salía porque no sujetaba bien la espalda de Yurio. Le hice un ejemplo y me sorprendí a mí mismo acariciándole una mano. En el fondo le echaba de menos, pero no podía dejar que se notase. Le hice el ejemplo y me retiré a mi camerino a llorar un rato más, solo.

Cuando llegó la obra, sabía que iba a ser un desastre. Era todo improvisado y todo lo que había preparado no había servido para nada. Sin embargo, las cosas empezaron a mejorar. Yuri tenía una actitud que no le había visto nunca. Estaba seguro de sí mismo, estaba… luchando de verdad. Luchaba por algo, aunque no fuera por mí y me sentó como si un rayo me partiese en dos. En ese momento deseé que él hubiese tenido ese carácter antes para decirme lo que pensaba antes de montarme un numerito. Estaba molesto, nervioso y enfadado. Cuando se me acercó para darme ánimos, me pareció demasiado falso. Seguramente me lo habrá dicho con sinceridad, pero en aquel momento nada podía sentarme bien.

Y entonces pasó. Yurio empezó a actuar como si se hubiese vuelto loco; empezó a inventarse pasos, saltarse la coreografía… Yakov le echó la bronca del siglo diciéndole que intentaba acaparar la atención, pero creo que lo hizo por mí; que lo hizo para que saliese de mi trance y pudiera patinar mucho mejor. Me hizo gracia la cara que puso Yuri cuando le vio hacer un cuádruple. Seguro que no se esperaba que alguien tan pequeño y tan grácil pudiera tener tanta fuerza. Pensé que todo sería un desastre cuando vi que se salía de la coreografía, pero Yuri consiguió seguirle sin problemas. Me parece increíble; incluso estando enfadado con él, dolido y ofendido, seguía sin poder apartar los ojos de él. Tiene un maldito poder sobre mí que no logro controlar. Maldita sea.

Ay, el número final. Ahí sí que fue un completo caos. Se suponía que yo tenía que retirarme, pero Yurio no me dio tiempo. Empezó a hacer tantas cosas inesperadas que no sabía cómo reaccionar. A veces seguía la coreografía, otras se dejaba llevar… Fue lo más estresante del día, sin duda. Yuri me miraba a mí esperando una respuesta, pero yo tampoco sabía qué decirle. Sé perfectamente que Yurio jugaba con los dos, buscando una reacción. ¿Tan dolido se me había notado estos días?

En la última escena, en la que se suponía que tenía que besar a Yurio e irme, no pude hacerlo. Ya lo había hablado con él cuando Yuri y yo nos peleamos y le dije que no estaba cómodo con la escena; él me contestó que hiciera lo primero que se me pasase por la cabeza. No pude evitar abrazarle. Sabía muy en el fondo que Yurio no estaba celoso; que se estaba portando como un amigo que quería ayudarme. Es el primer abrazo sincero que le doy y no me arrepiento de que haya sido en público.

Nada más salir de la pista y a medio cambiar, Yakov apareció en escena como una fiera. Empezó a gritarle a Yurio por haberse cargado la coreografía y parecía listo para abalanzarse sobre cualquiera. Me escabullí como pude e intenté salir por la puerta trasera. Iba a irme ya a casa, cuando de pronto vi que Yuri iba hacia las gradas. Las gradas, nuestro sitio.

Me parecía una oportunidad demasiado tentadora como para dejarla pasar. Una última conversación para arreglar un poco las cosas y despedirme. Era perfecto. No quería que alguien tan importante para mi vida desapareciera por una pelea. Le seguí y le encontré todavía temblando y nervioso. Sé que mi presencia le puso peor, pero no quería quedarme con las ganas de estar a solas con él.

Estuvimos hablando un rato, pero yo era incapaz de mirarle. Sentía que me dolería demasiado quedarme embobado de nuevo, fijándome en su sonrisa, en sus gestos. Creo que se dio cuenta de mi estrategia, porque no paró de hacer comentarios para llamar la atención. Yuri, no necesitabas hacer nada para que te mirase; ya deseaba hacerlo, pero no me atreví a hacerlo hasta que no soltaste un comentario de los tuyos.

Le confesé que para mí él había sido una familia. Bueno, eso quería decir, pero no me atreví. Le dije que Hasetsu había sido como una familia para mí, porque no tenía el valor para hablar abiertamente de nosotros. Estaba a punto de romperme del todo, por lo que decidí despedirme. Al menos ahora podíamos hablar.

Me di la vuelta, ya caminando por el pasillo y notaba que las lágrimas estaban a punto de salírseme a borbotones. Estaba llegando ya a la puerta que da a la calle, cuando escuché que me llamaba. No sabía qué quería de mí, pero intenté aguantar la compostura.

Me dijo que me había entendido por fin. Que había cometido fallos, pero que iba a apoyarme. Que quería una segunda oportunidad. Que me quería a mí. Llevaba tanto tiempo esperando escucharlo que no sabía cómo sentirme. Le abracé con todas mis fuerzas y empecé a llorar de la emoción. Era Yuri. Mi Yuri. El chico del que me enamoré. Por primera vez noté que era él el que quería estar conmigo. Me rodeó con sus brazos y yo sentía que estaba soñando.

Se permitió el lujo de bromear conmigo y hacerme sentir mal. En parte me lo merezco; pero su promesa de que me esperaría… esas simples palabras… ahh. No tengo palaras.

Estoy seguro de que la próxima vez que nos veamos será muy especial. Además, su madre me ha invitado a cenar, por lo que creo que será el momento perfecto para conocerlos un poco más. No me puedo creer que después de todo lo que ha pasado estos meses, por fin podamos estar juntos. Me siento más unido a él que nunca.

La próxima vez que le vea no pienso dejarle escapar.

Me debe una noche especial solo para los dos.

Es en estos momentos en los que me doy cuenta de lo fácil que es romper una relación con alguien que te importa. Yuri, eres el amor de mi vida. Lo he dudado una y mil veces, pero en el fondo nunca he dejado de sentir esa conexión contigo. Sé que todavía nos queda mucho por delante, pero espero que algún día podamos competir; vivir muchas experiencias; formar juntos un hogar. Por todas esas cosas que nos quedan por vivir,

Te quiero

Viktor.