Hacía unos meses que la guerra había terminado y tanto él trío dorado y sus amigos así como las serpientes, tenían que regresar a Hogwarts a terminar el último curso. Al que por razones obvias no habían podido acudir.

Todo parecía normal, dentro del contexto post-guerra que se vivía. Pero lo que más sorprendió a Hermione, Ginny y Luna era ver a 4 serpientes en la biblioteca. Parecían diferentes, parecían destrozados y ciertamente la guerra arrebato muchos seres queridos. Pero las serpientes no tienen sentimientos, no?...Que equivocadas estaban.

3 años después, Baise Zabini, solo quería llegar a casa y ser recibido por su pelirroja, después de un largo y cansado viaje de negocios.

Ginny y Blaise llevaban 3 años de relación. Después de la guerra no le quedaba nadie y fue justamente la pelirroja la que le dio esperanzas. Llevaban 2 años viviendo juntos, justo después de graduarse con honores en Hogwarts.

*Flashback*

-Mi pequeña Weasley, en este tiempo que llevamos juntos me has llenado de nuevas ilusiones. - Se inclino hacia ella solo para rozar esos labios que Blaise bien conocía.

-Blaise cariño te pondrás sentimental.

-Ginevra te amo y quisiera pasar el resto de mis días contigo, solo contigo mi hermosa pelirroja. - Dicho esto saco una pequeña cajita color verde botella y la abrió ante la pelirroja.

-¡¡Oh Blaise!! Por supuesto que si yo igual quiero pasar el resto de mis días contigo. - Ambos se fundieron en un apasionado beso en medio del gran comedor.

Fin del Flashback*

-Blaise cariño has llegado justo a tiempo. - La voz rozo sensualmente él oído del moreno.

-Obvio que he llegado! Como que justo a tiempo? Paso algo? De que me perdí? - Pregunto acariciando él vientre abultado de la pelirroja y besándola con pasión. - Como las extrañe. Pequeña no has dado la lata, verdad? – Dijo hablándole al vientre de la mujer.

-Por Merlín Blaise tengo 8 meses de embarazo claro que ha dado lata! Y has llegado justo a tiempo, ya que hoy es la cena de Pansy y Harry por su tercer aniversario.

Blaise tomo entre sus manos él pequeño rostro pecoso de su mujer y con una sonrisa le dijo en un susurro sensual

-Solo falta poco y al fin podremos tener entre nuestros brazos a la pequeña heredera de los Zabini. Cierto había olvidado completamente la cena!

Ambos rieron comentando de todo sobre su princesa con una rica cena al estilo Molly en espera de los demás.