-¡Maldición esta mierda pica y arde!- Exclamó Levi con extrema molestia y es que apenas había transcurrido un día desde que se realizó unas perforaciones en los lóbulos de sus orejas, sin embargo estaba contento con el trabajo, estaba desayunando un plato de cereal cuando por inercia se talló causándole un agudo dolor, sus quejas continuaron, hasta que se vió interrumpido por el sonido de la puerta al abrirse, su tío que se había ausentado toda la noche por fin hacía acto de presencia. -¿Dónde estabas, viejo?-

-Como si te importara saberlo, ¿pensabas que por fin te había desecho de mi? No soy tan fácil de roer maldito.-

-Ni siquiera saber qué quiere decir eso...-

-¡Ah! ¡Sólo cállate, basura!- Kenny se quitó los zapatos, entró a la cocina por un poco de agua, de repente al darse la vuelta, por primera vez miró a Levi a la cara, dándose cuenta.- ¡¿Pero qué carajo le hiciste a tus orejas, mariquita?!-

-Nada que te incumba.-

-¿Qué? ¿Ahora bateas para el otro lado?-

-¡¿Ah?!- Expresó el menor con enojo. -¿Eso qué tiene que ver con esto?-

-¡Ja! Si tantas ganas tienes de que te den por detrás me hubieras dicho antes, le podríamos sacar provecho a tu culo, tengo unos amigos a los cuales les interesar...-

-¡Cállate! ¡Deja de decir pendejadas y muérete de una vez viejo de mierda!- Levi se levanta hecho una furia y se retira, camina dando grandes pisotones rumbo a la escuela, en su trayecto murmuraba - No soy un maldito homosexual, ¿de dónde saca tanta mamada?- Así siguió hasta que llegó al portón y ahí es cuando notó que no se lavó los dientes. "Joder, mi boca sabe a mierda", analizó, estaba tan inmerso en sus pensamientos que se detuvo bruscamente provocando el choque de una persona con su espalda, estaba tan molesto que cualquier mínima provocación lo alteraría, así que, se giró con brusquedad gritando: -¡Fíjate idiota!- En eso, miró el rostro de su agitador, al momento en que cruzaron miradas se paralizó.- Eren...H-Hola-

-H-Hola.-Contestó al saludo un poco asustado.- Vi que ibas frente a mi muy deprisa, quise alcanzarte pero terminamos chocando, lo siento.-

-Ah, no te p-preocupes.- El nerviosismo se instaló en su cuerpo, ahora se sentía muy mal por haberle gritado.- Fue mi error, detenerme así a medio paso, no fue muy correcto.- Se rascó la nuca, tratando de liberar el estrés acumulado y es que no se sentía de muy buen humor, sin embargo, no quería desquitarse con el menor, no sabía la razón, pero simplemente lo que menos deseaba era ganarse su odio.

-¿Q-Quieres que caminemos juntos hasta tu salón?- Preguntó con una enorme sonrisa otorgándole al pelinegro la tranquilidad que necesitaba, había transcurrido ya un mes, ambos se habían convertido en los mejores amigos, el mayor era como una bestia salvaje que poco a poco cedía antes los impulsos dulces del castaño, el chico aceptó y caminaron tan juntos que iban chocando hombros, cosa que al mayor le revolvía el estómago.


-Vaya, vaya.-

-¿Qué?-

-¿...Pero qué tenemos aquí?-

-¡Joder mujer ¿qué carajo quieres ahora?!- Interrogó exasperado.

-Nada, sólo que hoy vi a dos personitas muy juntitas, se veían tan alegres , no entiendo porqué no enredan sus lengua de una vez.- Expresó Hange hasta cierto punto decepcionada.

-Joder cuatro ojos, no me conviertas en un puto homo, estaba tan tranquilo, pero te fascina joderme la maldita existencia...-

-Wow, hoy amaneciste con un lenguaje bastante floreado.-

-No sería así si no me chingaran desde temprano.-

-¡No me digas! ¿Tu tío te dijo algo sobre tus nuevos piercings?-

-¿Cómo lo supiste?- Cuestionó un poco sorprendido.

-No sé, lo intuí.- Con esto Levi llegó a la conclusión de que la castaña era más perspicaz de lo que había imaginado antes. - ¿Aún sigues teniendo el de la lengua?-

-Claro, sólo que no lo uso en la escuela, los maestros son un fastidio...-

-Pero te atreviste a usar estos.-

-Es que no me los debo de quitar.-

-Ohh, sabes, te quedan bien.-

-Ya lo sabía.- Dijo arrogante. Después de una rato en que continuara la charla, las clases se dieron por terminadas, una vez que sonó la campana, Levi tomó sus cosas con velocidad, se levantó del asiento y justo cuando iba a correr rumbo a la puerta del salón, la castaña lo llamó.

-¿A dónde vas tan rápido?- Interrogó curiosa, provocando que el chico se detuviera y temblara.

-A-Ah ninguna parte en especial...-

-Oh ya veo.- Sonrió como si nada y expresó un .-Que te vaya bien.- El chico sin despedirse siguió su camino casi corriendo, como temiendo ser perseguido por ella, sin embargo no era consciente de que la chica sabía perfectamente a dónde se dirigía, eso la ponía bastante divertida, y se moría de ganas por meter sus narices en su relación, pero por el bien de su amigo se dedicaría a observar.

El chico llegó a la sala de música donde se encontraría con su ahora amigo, al parecer el menor había llegado antes, porque se encontraba sentado frente a la ventana sin percatarse de la llegada de Levi, el cual se quedó paralizado, viendo cada tramo de la espalda del castaño, por alguna razón mirarlo así le causaba un inmenso calor en el pecho, no comprendía qué le sucedía pero encontraría una explicación, él sabía que la única forma de obtener respuesta a todas sus incógnitas era acercarse al chico, no había otro modo, debía hacer algo y sólo hallaba esa rara solución, fue idea de Hange, y al parecer la chica nunca se equivocaba, sin embargo, cuanto más íntimo se volvía con el castaño más preguntas surgían ¿qué es este sentimiento?, ¿por qué tus ojos me hacen sentir tan extraño?, ¿por qué soy tan consciente del calor que emana de tu cuerpo?, esas y un sin fin de dudas lo atacaban como dagas. Volviendo en si mismo dio un paso al frente, se dio la vuelta para cerrar la puerta, haciendo ruido, lo cual hizo que Eren se girara hacia donde provenía el sonido.

-¡Levi!- Pronunció su nombre con entusiasmo.- ¿No te dejaban salir?-

-Ah, perdón por la tardanza, tuve que librarme de una amiga para poder llegar aquí.-

-Oh, ya veo.- Dijo con un deje de tristeza.

-¿Pasa algo?-

-No, es sólo que...es una tontería.-

-Vamos, dímelo, sabes que me puedes contar cualquier cosa.- Expresó mientras se sentaba en la mesa quedando frente al chico.

-Bueno, pero no te vayas a reír...-

-No me reiré lo prometo.-

-Bien, es que, pensaba que yo era el más cercano a ti.-

-Ja, ja, ¿qué tontería es esa?-

-Ves, eres tan malo, me prometiste que no te reirías.- Objetó con la vergüenza plasmada en sus rostro. Levi pensó que esa faceta de él era tan linda.

-Lo siento, lo siento, fue sin querer.- El menor hizo un puchero, provocando otra risa en el pelinegro, el chico lo miró por segundos, se le hacía maravilloso ver ese tipo de expresiones en Levi, quería pensar que sólo se las brindaba a él y no a alguien más, a veces se cuestionaba si su egoísmo era sano. -Piensa en esto, tu tienes a Armin, siempre estás hablando de él y no me pongo celoso.- Mintió el pelinegro.

-¿Estás insinuando que estoy celoso?-

-No, yo jamás haría algo como eso.- Eren no pudo evitar sentirse nervioso al verse atrapado, pero a la vez, en cierta parte se sintió desilusionado al darse cuenta que era el único con esos sentimientos tan posesivos, con miedo a arruinarlo, trató de cambiar el tema, miró a Levi a los ojos, y justo cuando iba a abrir la boca para decir una tontería, se percató de algo.

-L-Levi, traes piercings.- El menor como acto reflejo dirigió su mano derecha hacia la oreja del contrario, rozando el arete, lo cual hizo que el pelinegro gimiera de dolor, Eren al escuchar el sonido ronco pero suave que salió de la garganta del contrario se entumeció por completo para luego sentir como un escalofrío lo atravesaba, sintió sus mejillas hervir y con torpeza, agitó las manos.- ¡L-Lo siento! ¿Te lastime?- Preguntó preocupado.

-Claro que si, torpe.- Levi rió un poco para tranquilizarlo, no entendía porqué Eren se puso tan intranquilo por algo como eso.-¿Por qué estás tan agitado?-

-Y-Yo...-En eso el chico, sintió una extraña punzada en su entrepierna, lo que ocasionó que con extrema velocidad se parara para salir corriendo del lugar.- ¡Ahora vuelvo!- Pero no logró su acometido, el pelinegro lo había detenido de la mano.

-¿Estás bien?.- En ese momento notó que Eren estaba rojo como una cereza, sin entender qué le sucedía lo miró de pies a cabeza dándose cuenta de su "problemita", Levi lo miró bastante sorprendido. -Así que tu también te pones duro...- Al menor se le escaparon unas lágrimas al escucharlo decir eso, el pelinegro asombrado lo soltó dejándolo ir, a lo que el menor aprovechó para escapar azotando la puerta dejando a Levi completamente solo y desconcertado.


Los días transcurrían con normalidad para todos, menos para un chico que se encontraba sentado en una pose depresiva en su asiento.

-¿Qué tienes enano?-

-No estoy de humor ahora...-

-Llevas toda la semana así ¿sucedió algo?-

-...-

-Sabes que no te podré ayudar sino me dices.-

-Sabes que no te podré ayudar de recibir una madriza si sigues preguntando, mierda.-

-Ahhh, no seas así, quiero apoyarte...bueno, sino quieres hablar, entonces déjame adivinar, ¿la lindura y tu se pelearon?-

-¡¿Cómo lo supiste?! - Gritó, levantándose de su asiento.- No espera, no fue así.- El chico volvió a reincorporarse.

-Bueno, no fue una pelea, pero estoy segura que algo ocurrió.-

-Bien, digamos que algo pasó ¿qué mierda hago?-

-Discúlpate.-

-Pero sino hice nada, creo...-

-Levi, para que las personas no se alejen de ti, debes de aprender a aceptar que te equivocaste.-

-...No es tan sencillo.- Levi chocó su cabeza contra la mesa.-

-¿Piensas quedarte en esa posición en vez de disculparte? Perderás al chico si sigues con esa actitud.-

-Mierda Hange, no hice nada.- Se vuelve a incorporar para continuar con la discusión.

-Sabes qué, olvídalo, quédate ahí sentado y no hagas nada como siempre.-

-¡Pues eso haré!- El pelinegro volvió a chocar su frente contra la mesa mientras la castaña se retiraba del salón de clases sin que el muchacho se diera cuenta.

-Creo que tengo que solucionar este problema...- Dijo para si misma. Después de un rato, tal como lo había prometido, Levi se marchó al salón de música aún sabiendo que nadie estaría ahí esperándolo, se sentó en la mesa y se quedó observando el movimiento de los árboles debido al norte que se metió en la mañana, especialmente ese día estaba pronosticado una fuerte lluvia también, sería uno de sus días favoritos sino fuera porque Eren decidió dejarle de hablar desde aquel día, el pelinegro soltó un largo suspiro, desde ayer que se sentía deprimido, no entendía porqué, recordó que se topó con el menor en la mañana justo en la entrada de la escuela, y este se hizo como si no lo hubiera visto, tal fue su sorpresa ver que no lo saludara como siempre que se sintió muy dolido, su sentir lo podía comparar a cuando participaba en peleas callejeras, y le tocaba un contrincante de cuerpo pesado, por lo regular siempre termina mal herido, pero triunfante, sin embargo, en esta pelea no sólo resultó lastimado sino que también perdió contra un chico de ojos vivaces, su pesar era tan grande que lo torturaba, odiaba experimentar todas esas antiguas sensaciones, la única vez que se sintió así fue cuando lo perdió todo, y en este momento sentía que había vuelto a perder algo importante, quería llorar, los recuerdos desagradable de su infancia regresaban, el maltrato que sufrió, la sensación de quedarse solo de nuevo, la amargura que se encontraba dormida dentro de sí volvía a despertar "al final como siempre, todos me dejan atrás", estaba a punto de levantarse para marcharse y despedirse de todos ese extraño afecto y ternura que recibió de Eren, cuando el sonido tosco de la puerta lo libera de su ensoñación.

-¡Levi!- Eren entró a paso apresurado, colocándose frente al chico quien se encontraba con los ojos llorosos bastante sorprendido.

-¿Qué haces aquí?- Sin dudarlo un segundo Eren lo estrechó en sus brazos muy fuertemente.

-Lo siento.- El castaño lloraba desconsoladamente. El mayor no sabía qué decir.-No tenía idea.- El mayor sin saber qué hacer correspondió el abrazo y aspiró con rudeza el aroma del menor, de alguna forma su esencia lo relajaba.

-N-No importa, sólo no te vuelvas a alejar así de mi...-

-No lo haré, lo prometo.- Eren se separó un poco del pelinegro para encararlo. -¿Dónde es el funeral?-

-¿Eh?-

-Hange me lo contó todo...-

-Espera ¿qué? ¿de qué estás hablando?- Levi se encontraba bastante confundido.

-Del funeral de tu tío ¿ dónde será? yo te acompañaré...-

-Espera, espera, ¿la cuatro ojos te dijo que mi tío se murió?-

-¿No querías que lo supiera? Sé que a ella le puedes contar cosas que a mi no, sé que le tienes más confianza, pero no crees que estás siendo muy injusto como para callar algo como eso.-

-Eren, creo que hay un malentendido, no sé qué te contó Hange, pero mi tío está vivo.-

-¿Eh?-

-Lo que escuchaste, esa loca te mintió.-

-No puede ser, ella me dijo que...-

-No le creas absolutamente nada a esa mujer, no puedo creer que te haya mentido de esa forma.- En ese momento Eren recordó la razón por la que se había alejado de Levi.

-Yo...tengo que irme.-

-¡Espera!- Levi lo detuvo.- Deja vu...necesitamos hablar.-

-N-No tengo nada qué decir.- Contestó entre lágrimas, su rostro lucía rojo de la vergüenza.

-Hange te mintió porque quería que tu y yo habláramos, que estuviéramos juntos de nuevo, ¿ya no quieres estar a mi lado?-

-No es eso...-

-Entonces dame una razón, la que sea, yo lo aceptaré, pero no me dejes así.-

-Es que me gustas.-


¡Hola, aquí Redvi! Muchas gracias a todas esas personitas que le dieron una oportunidad a mi historia, muchas gracias por sus bellos reviews, no hubiera escrito esto sino me hubieran alentado con sus maravillosas palabras, espero no decepcionar a nadie, nos vemos en la siguiente actu, bye~