Hola... em... bueno... tengo mucho que decir... que en realidad es poco, así que por ahora, agradezco su paciencia, espero que disfruten el cap.


Cap 38 Infierno en el Cielo

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- Sabe… una vez oí que los suspiros contienen todo aquello que no podemos decir con palabras. – Dijo Kaede saliendo al balcón para estar junto a la rubia.

- Ah? A que viene eso?- respondió escondiendo rápido aquel pedazo de papel que no era oriundo de Sunna.

- Es que es la cuarta vez que la oigo suspirar.

- Estás loca, son bostezos, estoy cansada solamente ¿y quien te dijo esa estupidez?

- Ah… em… no, solo… un amigo…

- ¿Amigo? No será ese jonin que protege al Daymio? ¿El guapo de ojos grises?

- No… no, no, ¿como cree?

- No creas que me pasan desapercibidas esas miraditas… motivos has de tener para conocer tanto acerca de suspiros.

- Por favor señorita, no piense cosas que no son. Yo estoy dedicada plenamente a mi tarea.

- Bueno, entonces prepara la cena. – solicitó seria – Muero de hambre.

- De acuerdo, pero por favor entre que pronto hará frio y no quiero que enferme. – le dijo rogándole con la mirada.

- Si, si… como digas. – respondió sin hacerle caso. Quería mirar al mundo desde la altura de su ventana y le agradaba sentir el frio en su piel que justo a esa hora, era similar al de Konoha.

- Con su permiso…

Por fin en soledad, suspiró de nuevo. Kaede podía tener razón en algo, si quería decirle mil cosas a Shikamaru de frente, pero también estaba todo aquello que implicaba la guerra.

Durante el mes todo había sido estresante, en dos días sería el cumpleaños de Shikamaru y ni siquiera se habían podido ver desde su fallida fiesta. Durante todo ese tiempo solo había tenido un momento de debilidad en la que le expresó por medio de carta, que estaba angustiada y preocupada, pues no solo estaba todo el tiempo en reuniones y concejos de guerra, también quería abrazarlo para sentirse protegida y que todo lo que pasaba sería pasajero.

- Ay mi vago, ¿qué estarás haciendo ahora? - … y la respuesta no se hizo esperar. Sintió un ligero cosquilleo y miró a su sombra. La sonrisa apareció en su rostro, algo le decía que esta carta decía lo que esperaba.


- Ya tienes todo listo shika?

- Si madre.

- Tienes suficiente comida?

- Si madre.

- ¿Empacaste mudas extra de ropa?

- Si madre.

- No olvides otro par de medias.

- Si madre.

- ¿Dormiste bien?

- Hai, hai…

- ¡¿Cómo dijiste?!

- S-Si, Madre! – se corrigió apresurado. A pesar de los años, el respeto a los padres le hacia recordar lo que se sentía una tabla en el trasero si respondía de forma grosera a su madre. Yoshino resopló volviendo a su lectura, al ver a su hijo alistándose para una nueva misión la ponía triste… no preocupada… triste…. Sería la primera vez que él no estaría en casa para su cumpleaños y a pesar de que nunca lo celebraban pomposamente, le gustaba despertarlo con su desayuno favorito mientras recordaba el día en que gimió por primera vez, porque el muy perezoso había nacido demasiado flojo incluso para llorar como se debía.

- Disculpe si jodo* mucho, señorito, pero es que te veo ahí echado en el suelo como si nada importara. ¡Mire a ver si hace algo! – le tentaron las ganas de solo responder "si mamá" pero eso significaría más oraciones de parte de su madre que obligatoriamente requirieran la misma respuesta y ya había gastado demasiada saliva inútilmente.

- Mamá, ya tengo todo listo y revisado. Lo único que me falta es atravesar la puerta pero para eso aún quedan seis horas. – por favor no me hagas desear hacerlo ya mismo porque las nubes hoy están esponjosas. Pensó relajado aun viendo al cielo.

- Tenías que ser hijo de tu padre… ¿Si llevas el abrigo impermeable? Recuerda que dentro de poco empezará el frio.

- "MAMA! YA ENTENDÍ! LO LLEVO TODO, SOY ADULTO! DEJA DE SER TAN CANSONA!" … Si mama. Llevo mi abrigo…


A lo lejos podía ver la estructura del hotel. Estaba justo al pie de un volcán inactivo y rodeado de un paisaje digno de admirar. Se quitó la banda del brazo para no ser identificado. Había tenido tanta prisa queriendo llegar rápido que se había cansado y no deseaba nada más que una ligera siesta, especialmente tras las horas que no había podido dormir por el recorrido y su última misión. Se acomodó en las raíces de un árbol dispuesto a esperar mientras cerraba los ojos.

No pasó mucho tiempo hasta que le fue imposible ocultar su sonrisa, sentía cálidos besos en su cuello, un peso en sus piernas y un sutil aroma a jazmines pero no se dignaba a abrir los ojos ni a realizar algún otro movimiento. Sintió su oreja ser besada y mordida con delicadeza, las mordidas pellizcaban la piel en un recorrido corto por el cuello y la oreja y poco a poco aumentaban de intensidad.

- Si te sigues haciendo el dormido, te va a empezar a doler. – Shikamaru no respondió, aquello era un reto. Temari movió sus labios sobre los de él mordiendo cada vez mas fuerte pellizcando también la punta de la nariz notando cómo el fruncía el seño sin abrir los parpados y aunque era supremamente tentadora la idea de morderlo con ganas para levantarlo con un grito, prefirió cambiar de estrategia.

Besó sus labios jadeando, sanando el dolor de sus mordidas con la lengua, tomó sus mejillas entre las manos acariciándolo con cada dedo; besó la base de la quijada mientras gemía suavemente y respiraba fuerte contra su oído besando la oreja con cariño, movió sutil las caderas y empezó a notar que a él le era más imposible permanecer quieto. Repartió besos en todo el cuello y la cara mientras que a él le aumentaba la respiración y correspondía sutilmente los besos que aterrizaban en sus labios. Temari notó su señal de retirada entre sus piernas, sonrió y se levantó no sin antes mirar el bulto en sus pantalones.

- Ahss.. ni modo, este tipo se murió, mejor me largo – dijo dándole la espalda así que no notó los pequeños ojos de Shikamaru abrirse con fuerza.

- ¡¿Que?! ¡No, no! ¡Ya reviví! – dijo alcanzando a tomarle la mano. Temari sonrió y volvió a sentarse en sus piernas y puso su dedo índice en el labio inferior de Shikamaru abriéndole ligeramente la boca.

- ¿Reviviste? Te creí muerto – Shikamaru posó sus manos en el trasero de Temari acomodándola para que se acercara y lo sintiera más plenamente.

- Pues como ves, estoy bastante vivo. – Dijo moviendo sutilmente la cadera.

- No pudiste resistirte a una buena siesta, ¿cierto?

- Y tu no te resististe a manosearme, ¿cierto problemática? Mira que estamos a pocos metros del paraíso. – él le señaló con la mirada el hotel.

- Para mí que el paraíso está mas cerca de lo que dices – Al decirlo, con una agilidad sorprendente desabrochó los pantalones de Shikamaru exponiéndolo. Él no tuvo tiempo de pensar y su cerebro casi hizo un corto circuito al notar la falda de Temari remangada sobre su cintura y una muy diminuta braga siendo corrida de lado. Lo siguiente fue tocar el paraíso. Con suprema lentitud Temari se deslizó sobre él; aún con sus manos en su trasero, la acercó más a él para sentirla por completo; cuando ella se levantó para una nueva penetración, él bajó más sus pantalones sintiéndose más cómodo.

No tardó mucho en notarlo… la muy maldita lo estaba torturando: en treinta segundos solo se penetró cinco veces ¡Cinco Malditas veces! Vaya que adoraba las sensaciones sobre su pene, pero necesitaba más de ella.

- ¿Disfrutando problemática?

- Oh, más de lo que crees – respondió ella mirándolo lascivamente mordiéndose el labio sensualmente, se sentó plenamente sobre él y giró su cadera en círculos mientras gemía.

- Por Kami Temari, no me hagas esto! uff… no me pongas así para matarme – la tomó con más fuerzas de lo que ella esperaba para guiar el ritmo, la hizo besarlo para que se inclinara sobre él y facilitarle el movimiento. La empezó a levantar de la cadera y a clavar con velocidad, Temari no se creía ese renovado esfuerzo de quien había estado durmiendo hacía poco; prácticamente ella no hacía nada, todo el movimiento lo guiaba él con la fuerza de sus brazos. Los tocó por sobre su camisa excitándose más de lo imaginado, él sabía como moverse dentro de ella para aumentar sus sensaciones. Rápidamente Temari tuvo que dejar de besarlo para gemir con desespero; Shikamaru al sentir libre sus labios besó entre la unión de su cuello con su hombro succionando suavemente sabiendo que al hacerlo ella se descontrolaba y empezaba a brincar sobre él como su no hubiera un mañana. Sentirla moverse así arrancó gruñidos de su garganta que empezaron a coincidir con los espasmos corporales de Temari. En un momento de lucidez la escuchó jadear sobre su oído.

- No tenemos… uf… n-no tenemos… pr….

- Lo sé. – Shikamaru guío sus dedos al clítoris de Temari que estaba parcialmente cubierto por la braga y empezó a masajearla sacándole un pequeño gritito de sorpresa que empezó a acompañar los jadeos. Él sonido no le ayudaba, era tan erótico! Podría correrse en cualquier momento, pero no! Ella debía terminar primero. Se contuvo lo más que pudo hasta que la sintió tensarse.

Sin pensar racionalmente, prácticamente la tiró sobre el suelo saliendo de ella quedando ambos de costado para masturbarla con una mano mientras él terminaba con la otra. Temari en medio de su orgasmo atinó a masajear su clítoris mientras sentía los dedos del Nara restregar su interior con similar atención con que lo había hecho el pene segundos antes hasta que se sintió explotar atrayendo en un espasmo el cuerpo de Shikamaru con su mano libre. Al oírlo jadear como lo hizo, supo que él también había terminado.

- Toqué el paraíso – comentó intentando regular la respiración

- Tenías que ser tan impulsiva como siempre! Y yo que compré tantos condones y tú, endemoniada mujer, me haces pecar de lujuria desenfrenada.

- Al menos ardemos juntos en el infierno. – ella quiso acercar ambos cuerpos pero él con una mano alejó sutilmente la cadera de ella enseñándole que ahí había derramado su esencia.

- Esto me recuerda a cuando me violabas cuando era un adolescente. Te me tirabas encima y yo no podía hacer nada.

- Como si hubieses querido poder hacer algo – reprochó ella sentándose para acomodar sus prendas al igual que él.

- Y bien? Ahora con qué cara llego al hotel con los pantalones así – dijo señalando el semen que no había alcanzado a caer en el suelo.

- Ya deja de ser llorón. – Temari tomó de uno de los bolsillos de su equipaje un paño húmedo y empezó a limpiar el pantalón. Él la observó entretenido mientras se dedicaba a la tarea, especialmente cuando notó que ella sonreía para limpiar su miembro, el contacto lo hizo estremecer de nuevo.

- Deja yo me encargo de esta parte o de lo contrario nunca llegaremos al hotel – Temari soltó una risita y cedió la tarea, más que por gusto propio, fue porque sabía que él tenía razón, con solo un roce pudo determinar que si lo seguía acariciando, tendrían una segunda ronda en ese preciso momento y lugar. .


- Buenos días, tenemos una reserva.

- Sus nombres por favor. – preguntó la joven de la recepción.

- Daisuke Takashi – Dijo Shikamaru

- Hikari Takashi – Complementó Temari

- Si, aquí están, Por favor llenen la siguiente forma y en seguida les dirijo-

- De acuerdo – Temari permitió que él la llenara, a fin de cuentas, entre ambos, era el que más información poseía de sus identidades; insistió que los detalles se los daría en las termales. La recepcionista tomó la forma para revisarla someramente y dejarla con su compañera de recepción.

- Es la habitación Eclipse, síganme por favor. – Con una reverencia la joven salió del cubículo para dirigirlos. El lugar era hermoso, tenía un concepto abierto que permitía la vista de la naturaleza sin perder la privacidad del espacio; Temari asumió que tomarían una de dichas habitaciones, sin embargo se sorprendió al ver que dejaban la estructura principal para seguir por un camino de piedras y determinó así su destino: en una ladera de baja inclinación, pudo ver que al camino de piedras le procedía unas escaleras que daban a una pequeña casa.

- Shikamaru, ¿no será que se equivocó? Es más grande que una habitación. – Preguntó mientras se acercaban.

- Nop, es exactamente lo que reservé.

- ¿y se puede saber de donde sacas el dinero para pagar algo así?

- ¿ya vas a empezar con el interrogatorio?

- Estamos en una situación difícil, no puedes gastar tanto dinero de esta forma – Shikamaru se adelantó un par de pasos para tomarla de los hombros y encararla.

- Tem, no te preocupes. Para empezar, recibí una gran bonificación de vacaciones porque llevo tres años acumulados, además tengo grandes ahorros de mi sueldo porque manejo tres cargos de alta importancia y para rematar, mis gastos personales no son muchos, en lo que más gasto es en mi hogar para mi mamá y lo que sea que necesiten.

- Vaya... no puedo creerlo ¿tu?¿tres años sin vacaciones? – dijo con curiosidad y un halo de gracia.

- Si, búrlate lo que quieras, pero no había podido tomarlas antes. – dijo retomando el asenso por la ladera.

- Pero… si se supone que estás de vacaciones por qué traes equipo de misión?

- Ah… bueno… dos razones. Estuve en misión hasta hace dos horas, fue algo sencillo como divulgación de la guerra para informar algunas cuestiones de precaución a las aldeas cercanas. La otra razón es que mis padres no saben que estoy de vacaciones.

- ¿Que? Pero… ¿lo sabe el hokage?

- Si, él si. Le pedí esta misión tipo C como fachada. Le dije que quería descansar aislado de todos sin interrupciones y para ello, sería ideal la ignorancia de mis padres de la situación. Él accedió, así que me dio esta misión. No sé por qué imagina que lo que haré será dormir y ver nubes todo el día – dijo con sarcasmo. Era obvio que eso sería lo que menos haría en ese tiempo.

- No, ni yo lo puedo imaginar! Oye, pero ¿no estás muy cansado de todo eso? ¿qué te tocó hacer?

- Visité cuatro veredas. Les informé las novedades respecto a los venenos y el tratamiento del agua y también sobre el conducto regular por si llegan a notar a algún enfermo. Además se hizo campaña para que se sientan seguros y protegidos por Konoha a pesar de la situación. Se les dejó también las herramientas de comunicación en caso de que… bueno…. Ya sabes… que Sunna intente una toma pasiva o forzosa. – dijo más precavido. No por Temari sino por el sentimiento que sabía que tenía ella al respecto, pero guerra es guerra y no se puede ignorar.

- Oh… bueno, es una misión importante a pesar de ser C… y aún no son las 12 del día!

- Si, bueno…. Inicié muy temprano, la primera visita fue anoche, el resto las hice hoy desde las 6 am.

Temari prefirió no comentar al respecto. El vago debía estar cansado pero no lo notaba. En su lugar su rostro reflejaba una vibra de "estoy feliz y acabo de tener sexo, ¡yupi!". Le resultó agradable la sensación que le despertó, era entre el orgullo de tener a un hombre tan maravilloso al lado, así como la preocupación por su descanso debido a que había hecho una importante labor. Sin decir nada, se amarró a su brazo apoyando la mejilla en su hombro feliz caminando lado a lado. Shikamaru por su parte miró sorprendido a Temari sin lograr verla a la cara; eran raras las muestras de afecto públicas considerando que justo en frente, abriendo la puerta estaba la recepcionista.

- Sean bienvenidos. Esta es la habitación Eclipse, cuenta con todas las comodidades. Por favor, en caso de tener alguna necesidad, puede tocar este botón y en seguida estaremos ante su puerta. – La joven les mostró el artefacto y Shikamaru lo tomó rápidamente.

- Muchas gracias. – con una reverencia se alejó dejando a la pareja sola. Temari miró su entorno soltando a Shikamaru. Había un ventanal enorme que daba a un balcón. Se asomó y confirmó que la vista era hermosa. Notó que el día era bastante nublado, seguramente porque pronto sería invierno, pero no le quitaba su belleza.

- ¿y bien? ¿Que quieres hacer primero? – Dijo Shikamaru abrazándola por la espalda mientras besaba su cuello sugestivamente. Temari se estremeció pero recordó algo importante.

- Hay que comer….

- Si… opino lo mismo… -Dijo mordiendo suavemente su oreja mientras una mano tomaba un seno y la otra iba en dirección sur; Temari se rió y lo detuvo.

- Hey… que no me refiero a eso! Traje algunas cosas para un rico almuerzo! – Temari se giró para encararlo y parándose en puntitas lo besó para retirarse a la pequeña cocineta. - Sé que seguramente tenemos servicio al cuarto, pero pasando por el mercado no pude resistirme. –Tomó de su equipaje lo que parecían vegetales. – Para lo que tengo en mente, aún me faltan algunas cosas.

- ¿Como qué? – dijo Shikamaru alegrándose de que su excitación no hubiera llegado al punto de ser notoria.

- Carne… platano*, y ajo…. El resto ya lo tengo. – dijo sacando las cosas y alistando los utensilios de cocina

- ¿a, si? Y ¿qué planeas?

- No seas impaciente, ya lo verás! Vamos al pueblo, ahí compraré lo que necesito. – Shikamaru resoplo, pero accedió.

- Como usted diga, señora Takashi

- Muchas gracias, señor Takashi.

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Tras cambiarse sus pantalones que aun estaban húmedos, por unos mas sueltos y relajados, Shikamaru guio a su novia al pueblo. El mercado del pueblo olía delicioso, tenía mucha variedad para ser tan pequeño y Temari se alegró de encontrar lo necesario. Shikamaru a observaba comprar con experticia alegándole al tendero de la carne que lo que le estaba dando no era lo que ella pedía y cuando por fin atinó con el tipo de carne, casi no logra que se la den del grosor perfecto pero obtuvo su victoria. Menos mal al él pudo encargarse del ajo y el plátano porque no hubiera sido lindo ofender a todos los locales apenas empezando las vacaciones.

Se dieron el lujo de entretenerse con las artesanías locales y pasabocas pequeños, aquel lugar tenía muchas cosas por ofrecer.

Al llegar a la habitación, Shikamaru juraba que Temari lo expulsaría de la cocina para poder trabajar tranquila y dar algún tipo de sorpresa, pero la problemática mujer lo puso a picar la cebolla y rayar el tomate mientras ella hervía la carne, preparaba el arroz y fritaba los plátanos. Cuando él terminó, se le encargó la importante labor de pisar el ajo y preparar el guiso con lo que le había mandado a hacer. Él ni refuto, pero le agregó algunas cosas que le añadía su madre como las especias, todo claro, con la aprobación de Temari que era la chef de cocina en este momento y no quería arruinar lo que fuera que hacía. Ahora solo quedaba esperar, pero al parecer ninguno era bueno en eso porque tuvieron que mantenerse ocupados. Shikamaru pasando un dedo por la cuchara con que revolvía el guiso esperó a probar como iba quedando, pero Temari se le adelantó chupándolo.

- Te va quedando rico… por lo que veo no tengo que preocuparme por que un día mueras de hambre.

- Tú sabes que mi madre me ponía a asistirla para intentar que hiciera algo más útil que mirar al techo. – Dijo abrazándola para mirarla a los ojos y tontear con la punta de sus narices. Temari estiró los labios para concretar el beso que venía negándole, la había hecho buscarlo y él le correspondió. El beso poco a poco iba subiendo de intensidad, sus lenguas saboreaban los labios y arrancaban la saliva para poder saciar la sed que de pronto les atacó.

Shikamaru acarició debajo de su blusa siendo consiente de cada nervio y cada señal de reconocimiento que le decía que estaba erizada. Él la fue guiando hasta que Temari sintió su trasero chocar contra algo duro, Shikamaru abriendo brevemente los ojos la tomó de las nalgas para sentarla sobre la mesa.

Su cuerpo actuaba solo, abrió las piernas para darle la bienvenida por segunda vez en el día y él movía su cadera sugestivamente mientras le levantaba la falda acariciando las piernas.

- Estos son nuevos, ¿cierto, pervertida? – Dijo expresando lo que ya había pensado en el bosque respecto a su ropa interior.

- Tu siempre tan observador, ¿cierto, pervertido? – Sin responder guio sus labios hasta su cuello lamiéndolo suavemente. Sus dedos poco a poco iban ganando terreno hasta aquella zona que demandaba atención. Sin dejar de buscar su centro, la mano diestra poco a poco iba abriendo espacio hacia sus senos arrancándole gemidos a la rubia que ya había despeinado al pelinegro ante el placer inminente que empezaba a surgir. Lo sintió estregando su clítoris mientras rebuscaba una forma de invadirla y para facilitarle la tarea, ancló ambas piernas a su masculina cadera.

Sabiéndose victorioso, acarició el pubis de Temari dispuesto a entrar, ya nada importaba, solo quería tenerla.

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Fue el ruido de la pitadora lo que impidió que sus ropas se desprendieran ahí mismo en la cocina. Como despertando de un sueño, los dos se alejaron abruptamente, ya fuese por los instintos Shinobis, o por la conciencia de que no podían dejar que el mundo ardiera en la cocina. Temari de un brinco apartó a Shikamaru para bajar la pitadora del fuego y permitir que saliera toda la presión mientras se acomodaba la ropa.

- Por esa puta olla ahora soy yo quien no puede con la presión – dijo Shikamaru acomodando su pantalón con una mano, mientras la otra la dirigía a sus labios. Ante el comentario Temari lo miró y vio como chupaba los dedos limpiando los rastros de ella haciéndola sonrojar mientras reía.

- Ay Shikamaru, deja de ser tan pervertido. Mira que es mejor así, tenemos un lugar de lujo y lo ideal no era estrenar la cocina!

- ¿Y que tiene de malo? Ya estrenamos el bosque… además, ahora que lo pienso, nunca hemos estrenado una cocina.

- Si, pero no iniciaremos ahora. – Dijo sacando la carne de la olla y empezaba a desmenuzarla.

- Con "ahora" espero que te refieras solo a este preciso instante, porque no planeo irme sin hacértelo en esa mesa.

- Shika, estoy cocinando, y en esa mesa vamos a comer. – respondió notando que se acercaba.

- Vuelvo y pregunto…. ¿Qué tiene de malo? - Shikamaru se posó detrás de ella. Una mano apretó su seno mientras la otra iba bajando por su pierna para después ir subiendo el vestido. Temari sintió un espasmo recorrerle todo el cuerpo al sentirlo tan cerca. Por un momento sus manos apretaron los cubiertos pero continuó desmenuzando intentando ahogar los jadeos.

- Shi…. Shika… estoy cortando la carne…

- No te detengas. – su mano abrió de nuevo el escote de Temari y se coló por debajo de su sostén pellizcando el pezón y viajaba a través del cuello y el esternón erizándola. Temari lo sentía acariciarla e intentaba concentrarse en su labor cortando y desmenuzando, pero casi se hacía tarea imposible al notar que prácticamente, tenía la falda remangada en la cadera y que el empezaba a acariciarla sobre los interiores.

Con parsimonia besó el cuello de Temari e ingresó suavemente en sus interiores frotando su centro; sonrió con burla al notar el brinco que dio al sentirlo tocándola de esa forma pero no se detuvo. En su lugar, empezó a rozar su trasero con aquel órgano del amor que no había logrado desinflamarse en todo el tiempo que llevaba acariciándola.

Temari se moría de ganas de darle su merecido. De estirar su mano para tocarlo, para excitarlo más de lo que ya estaba, para darle una cucharada de su propia medicina. Pero solo pudo atinar a aprisionar la carne entre sus dedos, mandó a la mierda los cubiertos e intentó desmenuzar tira a tira con sus manos mientras notaba que un descarado dedo masculino ingresaba en ella. Sus manos temblaban pero no quería darle el gusto, intentó ahogar los suspiros que salían desde el tórax pero la succión en su cuello la hizo gemir notoriamente.

Sintiendo que no tenía más remedio, resolvió girarse para encararlo y besar sus labios, pero él no se lo permitió. La sostuvo con fuerza en la posición para hablarle al oído.

- Aún no has terminado. – Temari de reojo logró notarlo. Él miraba de vez en cuando sus manos, esas que amasaban con un placentero movimiento aquel que sería su alimento. Shikamaru luchó con todas sus fuerzas por no imaginar que esas manos lo tocaban a él, pero le era imposible, cada movimiento se le apetecía erótico y el movimiento en sus manos aumentó de intensidad.

La sintió revolverse contra él, en momentos solo sus manos impedían que ella se desfalleciera de placer en el suelo al sostenerla con fuerza y presionar hacia arriba en su interior o al agarrar su pecho contra él logrando mantenerla en pie. Los gemidos pronto fueron inundando la cocina, No podía borrar los suspiros de placer que salían de la garganta, ni los suaves rugidos que emitía el moreno al sentirla vibrar, deseaba tanto unirse a ella que casi se corrió entre sus pantalones al sentir que Temari se tensaba y jadeaba siendo víctima del orgasmo en la cocina.

- Ah… ah… - la voz era queda, intentaba no perturbar el sonido del ambiente y lentamente la bruma que tenía en los ojos por el placer se fue diluyendo - Shi… shika….

- Esta comida nos va a quedar hecha con mucho amor – le sintió decir con burla aún pegado a ella con la voz en su cuello.

- Ash… idiota – Dijo suave intentando apartarlo aun tambaleándose. – No respetas ni la comida, suéltame hombre! – Dijo dándole un suave codazo que lo apartó efectivamente sintiendo sus brazos débiles.

- Jiji, ya Tem. No te enojes que se nos agria el almuerzo.

- ¡Mira no más como me dejaste! - Temari señaló a sus piernas, Shikamaru pudo ver claramente cómo ahora entre ellas había un ligero brillo de humedad que se escurría sutilmente. - Eres imposible. Parece que me hubiera orinado encima ¿sabes que? Voy a ir a limpiarme y a cambiarme, así que a ti te toca apagar el arroz y revolver todo esto ¡y lávate las manos primero! – Le advirtió Temari mientras se iba tomando su equipaje hacia la habitación. La sensación era incómoda, el muy maldito había hecho que se empapara parte de su falda, sus panties y sus piernas, y lo peor es que no hizo nada para evitarlo.

Shikamaru la observó irse refunfuñando mientras se lavaba las manos; ni entendía lo que ella decía pero alcanzó a escuchar las palabras "idiota", "pervertido", "vago", "pendejo", así que supo que su querida problemática lo recordaba con cariño en su recorrido a la alcoba. Mierda, estaba tan excitado que de no ser porque tenía que cuidar la comida, habría ido a meterse con ella en la ducha que escuchó en breves segundos.

Prefirió quedarse. Ella lo mataría si echaba a perder su obra de arte, así que con un bostezo enorme terminó de picar la carne para mezclarla con el guiso y empezó a servir el arroz y los patacones. Al notar que Temari se tardaba, tuvo la enorme tentación de tomar una breve siesta, pero sabía que si lo hacía caería plenamente dormido y ni ella podría levantarlo. De verdad fue una idiotez trabajar tantas horas antes de esas vacaciones, ahora solo esperaba que no fuera a caer dormido con ella hablando o algo así.


Tras el baño Temari se envolvió en el primer kimono que encontró y se puso la faja rápidamente mientras iba a la cocina con la mayor intensión de fungir como general de guerra y preguntarle a Shikamaru por qué no había servido el almuerzo, pero lo que encontró fue algo completamente distinto.

La comida estaba tal como ella la hubiera acomodado, lo único que faltaba era ponerla en la mesa y empezar a devorar. Pero lo que le causó gracia fue el amor de su vida. Aun de pie recostado en un pilar de la cocina, brazos cruzados, estaba él, tenía los ojos cerrados y la cabeza en un vacilante bamboleo que luchaba por mantenerse erecto sin permitir que se recostara contra la pared o callera en el pecho o hacia los lados. Su respiración era un suave silbido mudo que evidenciaba el estado de sopor que había alcanzado el doliente trabajador.

La tentación era mucha, nada le haría más feliz que gritarle al oído y hacerlo brincar despavorido. Iba con toda la intensión acercándose de puntitas hasta que estuvo cara a cara con él… no supo en qué momento sus manos se posaron en los antebrazos de Shikamaru en una tierna caricia, tampoco supo cuando acercó sus labios suavemente para besarle la mejilla ni tampoco sintió mucho espasmo al ver que él abría los ojos. Él se sonrojó y sonrió, claramente no esperaba haberse dormido de pie.

- Vamos a comer antes de que empieces a echar babas. – le dijo suavemente tomándolo de la mano para llevarlo a la mesa

- Jum… problemática. – él se dejó guiar.

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... Continuará... en serio que si...


Hola! Es tan graciosa la razón del por qué escogí los nombres con los que se presentan XD , resulta que tenía pensado para Temari el Hikari porque me gusta mucho ese nombre (así se llama mi personaje favorito de Digimon) y para shikamaru pensé en el prefijo Dai, y me vino a la nombre el nombre de Daisuke, busqué si había en naruto alguien llamado así y no (encontré un perfil de un fanmade uchiha ) y luego como quería darle a Hikari el apellido de Tk (también de Digimon) leí de reojo en wikipedia el nombre de Daisuke, y resulta que así se llama Davis en japonés, así que si, esta ha sido la única forma en que Daisuke y Hikari quedan "juntos" y me pareció una linda coincidencia. ¿Han visto digimon? ¿O quedó volando la idea?

*Jodo, joder: sé que en algunos países la palabra pude ser literalmente traducción de sexo, o follar, pero aquí en mi país es más bien utilizado como sinónimo de molestar, fregar, ser cansón.

*Platano: sé que en otros países, platano es igual a banano o banana, esa fruta amarilla y dulce que uno pela y se come así no más o en postres (ay que rico banano con leche!). Aquí platano o patacón es… bueno, también es una fruta, parecida al banano pero no se come directamente, debe ser frita, además si es platano verde, como el que hago alusión, es más duro, se sazona con sal y es la fase viche del platano maduro que es más dulce (también se frita pero no es necesario adobar con nada)… ¿inútil la explicación? Sorry, siento que debía aclararlo... ultimamente hablo muchísimo con personas de otros países y en muchos casos las jergas nos juegan malas pasadas XD