Disclaimer: La historia es de mi pertenencia, en ella sólo utilizo sin ningún fin de lucro, a los personajes de Naruto, cuyo creador es Masashi Kishimoto. Está prohibido re-suban esta o cualquier otra de mis historias, o adaptarlas.

NA: A que no se esperaban una actualización tan rápido, eh? Lo cierto es que yo tampoco. Pero, heeey cap largo 8k palabras, :o Creo que merezco amor~


[25]

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Entendía la frase de "te cayó la idea", como asimilar algo. Pero no esperaba que fuera literal. No solo el partido de voleibol había sido interrumpido por su estrepitosa reacción y en consecuencia golpe con varias jugadoras, sino que le había costado un buen regaño de Tenten, y peor aún, el sermón de Guy-sensei.

Pero estos dos no se comparaban con la madre hiena: Sasuke.

Sakura adoraba a su novio, eso era algo muy claro, pero así como había aspectos de ella que él a veces no toleraba, lo mismo se aplicaba para Sasuke. Era lindo la preocupación que él tenía sobre ella, pero a veces parecía una hiena con sus cachorros. No era que le molestara la sobreprotección del chico, sino que le aburría los constantes regaños que le hacía. "¿que estabas pensando? Ya no deberías participar por el resto del año" y blah blah. Actualmente Sakura le ignoraba. Si bien ese había sido su último partido –le habían pedido que descansara los siguientes- Sakura no pensaba abandonar el deporte. Aun quería seguir entrenando. Era liberador en varios aspectos. Así que ignoraba las constantes palabras de preocupación de Sasuke,

Porque no importaba cuanto le doliera el costado o su muslo derecho, su mente estaba volando en direcciones diferentes. Su mente maquilaba planes idiotas, diría Ino.

Quizá lo único bueno de tener descanso de los partidos era que obtenía el tiempo necesario para poner en marcha su genial plan.

Claro que el que ella ya tuviera más tardes libres no aplicaba igual para su compinche:

—Ino Pig, ¿Dónde te has metido? ¡Te he estado enviando mensajes desde ayer!

—Vamos, no seas tan amargada

Ino no hizo mucho caso del reproche, en su lugar solo terminó sentándose a ella y tomando la carta para ordenar. Sakura le miró mal. No podía hacer algún comentario, de todas maneras. Necesitaba que ella le ayudara, así que tenía que ser lo más amable posible. Para cuando Ino ordenó su bebida y le entregaron la misma, que sus ojos azules se centraron por completo en Sakura.

Claro que las palabras que la pelirrosa iba a decir fueron interrumpidas por la inesperada curiosidad que en ella nació al ver los –demasiado- emocionados ojos de Ino.

—¿Hay algo que quieras compartir?

No era necesario la pregunta, a leguas se notaba que Ino explotaba por decir algo. La sonrisa enorme se expandió en su rostro, se inclinó más hacia Sakura, y esta agradecía la mesa entre ellas.

—No me lo vas a creer, frente de marquesina. ¡Sucedió!

—¿Es así? Hmmm... —Estaba tan fuera de contexto, y aunque quizá no era difícil de deducir el tema del que la rubia se refería, Sakura estaba más encapsulada en su burbuja de "odio a Hinata" y "Sasuke, te amo", para siquiera intentar saber de qué hablaba Ino. —¿Y si me dices a que te refieres?

—Tch —Pero ni así el humor de Ino se iba. Por primera vez Sakura le veía realmente emocionada. Parecía resplandecer. —Me he enamorado.

—¿Eh?

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—¿Kiba?

La reacción de Sakura no fue como Ino la había esperado. Pero es que eso de verdad que Sakura no lo vio venir.

—¿No acabas de salir con él el otro día? ¿Y qué pasa con los demás chicos de la lista? ¡Prácticamente vendí mi alma por esa lista, Ino!

Oish, —Ino hizo un movimiento con su mano, como restándole importancia al berrinche exagerado de la pelirrosa. —Salí con ellos, no funcionó. Además, seguro tu alma valía poco, pues no todos los chicos eran de calidad.

—¡Óyeme! Yo no… huh, ¿en serio?

El chisme pudo más que la ofensa que no logró captar. Pero la curiosidad era un defecto en ella, eso y su falta de atención. Pero esta vez se concentró en lo que Ino le contaba. La descripción que hacía de los chicos con los que había salido, y lo qué había pasado. Y la verdad, la rubia no había completado toda la lista. Ino había decidido olvidar los nombres en esa lista, pues ya había conocido a tres de ellos, y de esos, Kiba había sido el mejor. Según ella.

Lo cierto era que el chico era algo extravagante, claro que nada comparado con Naruto y los demás. Y quizá, era algo arrogante, pero esto Ino lo dejó pasar. Cualquier persona con suficiente autoestima era arrogante, ¿no? Incluso ella. Y entendía el porqué del chico: era atractivo en cierta manera y bastante divertido. Estudiaban en escuelas diferentes, pero por lo que le había contado Naruto, y el propio Kiba, este era un deportista activo en su escuela, bastante social y con muchos amigos.

Ino se había rendido a encontrar un galán de manga como Sasuke, suponía que de esos existían pocos, así que se decidió a alguien más normal y accesible.

—¿Y en serio te gusta?

Sakura preguntó, porque a ella le parecía algo excesivo llamar amor, a lo que bien solo podía ser gusto o atracción.

—Eso creo.

—¿Crees?

—Deja de juzgar, ¿quieres?

Sakura levantó sus manos en señal de rendición.

—Es divertido hablar con él. Tiene este lado coqueto, y es bastante social. Salir con él es entretenido.

—Hmm…

—No parece que estés contenta por mí —Le acusó, y una vez más Sakura levantó las manos en gesto de paz.

—No malentiendas, Pig, pero… me parece muy repentino.

—No todos podemos darnos el lujo de estar enamorados del mismo chico por años, ¿sabes?

Sakura se reclinó un poco en su asiento, sintiendo a Ino un poco a la defensiva.

—Solo digo que es repentino. No que este mal. Cielos, Pig. Mejor sigue sorbiendo de eso y tranquilízate un poco —señaló la bebida —. Es que, pensé que ibas a intentar conocer otros chicos antes de decir que alguien te gusta. Y okay, dices que los otros dos no valieron la pena, o lo que sea, pero no está demás conocer a otras personas, ¿bien? No es como que estés escogiendo un futuro esposo.

Ino le miró fijamente, y Sakura elevó sus hombros en desinterés, —Solo digo.

Ino movió su cabello fuera de su hombro, y miró a su bebida, luego habló.

—Solo quiero salir con alguien y divertirme, tener una buena relación. Como la tuya con Sasuke.

Sin saber bien porque, Sakura se sintió un poco mal ante esto, y no supo qué decir de inmediato. No quería verlo de esa manera, pero pareciera que Ino estaba celosa, o bien, quería vivir exactamente lo mismo. Aquí Sakura no podía entender, si bien por mucho ha sabido lo que ella misma siente por Sasuke, no había intentado antes establecer una relación con él. De hecho, no había intentado nada con nadie más. No podía entender del todo a Ino en cuanto ese anhelo desesperado de encontrar a alguien y salir con dicho, y suponía era porque siempre tuvo a su persona ideal junto a ella, -en la friendzone, pero cerca. Por mucho tiempo Sakura había vivido en su burbuja con sus prioridades, no había pasado por lo mismo que Ino.

Así que se rindió, solo resopló suavemente, y tomó la mano de Ino, con un apretón obtuvo la atención de la rubia, y le mostró una sonrisa.

—Si es crees que Kiba es el indicado, entonces te voy a apoyar. Para eso eran las amigas, ¿no?

—Gracias, frente de marquesina.

—Heh. No es como si se tratara de otra Hinata —Sakura pasó por alto la incomodidad de Ino. En su mente ya estaba conjurando su plan para compartir. —Y hablando de apoyar…

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—Estás loca.

—¡Oh, vamos que esto es genial!

—No, es horrible. Sakura, en serio a veces me asustas.

Ino no pudo ver el gesto de reproche en el rostro de Sakura, pues ambas estaban en diferentes probadores. Hace bastante habían dejado el Café que fue su punto de encuentro, y tras visitar varias tiendas de ropa, en ese momento habían estado probando vestidos. Mientras, Sakura le había explicado a Ino su más reciente y -loco, descabellado y horrible- plan.

—Te lo juro, ve con un psicólogo, tu odio por Hinata no es racional.

Sakura bufó.

—¿Podrías ponerte en mi lugar, por un instante?

Luego de subir el cierre de su vestido, Ino salió del probador, ahí Sakura ya le esperaba con otro vestido puesto. Ambas frente al espejo, mirando sus reflejos y el cómo lucían con esos vestido.

—¿Muy escotado? —Sakura preguntó, refiriéndose a su vestido.

—Mira, sinceramente trato, pero luego pienso en la pobre chica y… -Ino fingió escalofríos. Respondiendo al reproche de Sakura.

Sakura rodó sus ojos. —Me harta que todos la quieran compadecer

—¿A quién te refieres con todos? solo tienes como tres amigos.

—Me refiero a ti y a Sasuke-kun.

—¿Sasuke-kun sabe lo que planeas hacer? —Escandalizada, Ino casi gritó. Recibieron varias miradas de reproche, ambas chicas se encaminaron a los probadores de nuevo.

—¡No, claro que no! Mi cabeza habría sido cortada si él lo supiera.

Algo más que tu cabeza habría sido cortado.

—Pero es siempre tan molesto, a veces ni siquiera logro vociferar mis pensamientos cuando Sasuke-kun ya está regañándome. "Sakura, eres una infantil, Sakura, Hinata no te ha hecho nada, Sakura, te van a salir arrugas si sigues"-

Ino miró con poco interés el nuevo vestido en sus manos; verde no era su color, mientras Sakura imitaba pobremente a su novio.

Se suponía esta salida era especial. Al fin ambas salían a buscar los que serían sus vestidos para el baile de fin de curso y en lugar de disfrutar esto como se debía, Sakura llegaba con un plan retorcido.

—¿Ino?

—Sí, sí. Pobre Sasuke-kun.

—¡Pobre yo! Que tengo que seguir lidiando con esto. —Ino apenas se había puesto el vestido cuando la cortina de su probador se abrió de repente, y una molesta Sakura en un horrible vestido naranja se aparecía ahí. Luego, miró a Ino, ladeó su cabeza y dijo, —se ve raro, no te queda.

—¿Verdad?

Ambas asintieron. Sakura le paso otro vestido.

—¿Gris?

—Me hace ver más pálida.

—¿Rojo?

—Demasiado sexy, no podría con tanto chico tras de mí.

Ino bromeó, Sakura contuvo un bufido.

—En cambio, te ves horrible en naranja.

—Te lo dije, tonto Naruto.

La pelirrosa murmuró eso, Ino no entendió, pero la otra chica regresó a su lugar, seguro para quitarse ese vestido.

Ino estaba frente al espejo otra vez, inspeccionando su nuevo intento. Era bonito, pero no estaba segura del todo. Falda de tul en A hasta sus tobillos. La parte de arriba era lisa, de un rosa perlado. Sin escote, las mangas caían de sus hombros, eran rectas y cortas.

Era un vestido bonito, y sin duda se vería más linda en él una vez arreglada, pero quizá era ¿too much? Era un simple baile de invierno, después de todo…

—Oh, ese me gusta.

Sakura se acercó a ella, mirando con detenimiento. Para sorpresa de Ino, esta no llevaba otro vestido, sino que había regresado a su propia ropa.

—¿Quizá se vea mejor en ti? ¿Quieres probártelo?

Sakura lo meditó, pero luego negó con la cabeza. —No, es muy bonito, pero luce mejor en ti. Eres más alta y llenas bien lo de arriba. Pareces una princesa

—¿No es demasiado?

—Ino Yamanaka, ¿estas dudando en la posibilidad de opacar a los demás?

Era algo extraño, como el estar con Sakura reafirmaba cierto ego en ella. Muchas de las veces Sakura hacía referencia a lo snob que debía ser el personaje de Ino. Ino sabía bien que Sakura tenía una imagen algo equivoca de ella, solo por ciertos rasgos de su físico y personalidad, como que debía ser la porrista súper popular egocéntrica y demás, que bien muchas personas podían tener esa imagen de ella, Ino no creía del todo ser así. Ni la obligación de serlo. Pero en otras ocasiones, los comentarios de Sakura le animaban a dejar un poco la inseguridad que siempre trataba de esconder.

A ojos de Sakura, Ino notaba, ella era una especie de chica hot y popular que podría hacer lo que quisiera.

Ino a veces quería que eso fuera así.

—¿Qué dices?

Sakura preguntó, sin malicia y con una sonrisa divertida. Ino no veía envidia y falsa amabilidad. Quizá mucho de lo que hablaba Sakura podía ser extravagante, pero no podía ignorar el aura de amor que le rodeaba, con la que cubría a los demás. Ino se miró otra vez en el espejo. No era el vestido más sensual, elegante o extravagante, pero era precioso, y le hacía sentirse de la misma manera.

Ella le sonrió a la pelirrosa.

—¿Por qué no?

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—¿Y sobre mi pequeño proyecto?

Ino acaba de pagar por su vestido, habían salido de una tienda y se encaminaban a otra, Sakura aún no tenía vestido, después de todo. Debían estar centradas en eso, pero en cambio Sakura volvía a traer el bendito tema del plan mañoso de ella. La sonrisa de Ino era borrada por el comentario de Sakura.

—¡Oh, vamos, debes ayudarme!

Ino se detuvo fuera de una boutique, bolsa en mano, y encaró a Sakura. La pelirrosa no quitaba el dedo del renglón, no importaba de que hablaran o que estuviera haciendo, era más que obvio que se le había metido una idea –idiota- a la cabeza –dura- y no iba a desistir de esta.

Ino respiró hondo, poco a poco soltó aire y habló con lentitud, esperando que sus palabras entraran y se asimilaran en la cabeza de esa bestia rosa.

— Estás loca.

Sakura rodó los ojos y cruzó sus brazos sobre su pecho, le miró expectante con los labios fruncidos. Ino por su parte se tocó la frente, exasperada.

— Sakura —decía su nombre, no apodos. Estaba tratando de ser seria. —Tu idea es un desastre. Sinceramente, ¿qué diablos pasó por tu mente al siquiera concebir dicha idea? ¡No solo es arriesgado, es cruel! Y no hablo solo de Hinata, piensa en el idiota de Naruto, o en tu novio, ¡quién seguro te mata al saber que siquiera pensaste esto!

Sakura le interrumpió. — ¡Por el amor de Dios! sé lo que estoy haciendo, Pig. Sé las consecuencias, y las haces ver más grandes de lo que realmente son. Sí, seguro Sasuke se enoja, pero él no tiene por qué enterarse. Si hacemos esto bien, realmente no pasara nada grave. Y Naruto, prrff, por favor. Él ni siquiera ama a Hinata. No tengo idea de porque salen, pero créeme, él se merece a alguien mejor. En compensación yo le ayudaré a encontrar la chica perfecta.

— ¿Cómo? Si no conoces a nadie.

— Tenten conoce a mucha gente.

— Dime que no piensas involucrarla también.

— En este pequeño plan, no, no. Luego, quizá. En este momento solo te necesito a ti. Mi mejor amiga.

Ino resistió las ganas de zarandear a la pelirrosa, pero es cuando se dio cuenta de la nota de desesperación en la última parte de ese monologo, que Ino no hizo más que reprimirse.

— Entiendo que todo te parezca cruel, pero, ¡vamos! Simplemente le estamos abriendo los ojos, a ambos. Y a la larga será mejor para ellos. Digo, no es como que vayan a estar juntos por siempre y se casen. Son demasiado opuestos. Naruto es un idiota ruidoso que ama conocer a la gente, y Hinata es… —aquí Sakura rebuscó la palabras correctas para describir a la chica que realmente ni conocía —tímida, asocial y aburrida. Terminaran cuando vayan a la universidad, conocerán a otros. Estoy evitando que el romper de su corazón sea más grande.

— Tú de verdad has pensado todas las posibilidades y excusas, ¿eh?

— Mi vida no ha podido ser perfecta desde que ellos han salido juntos. ¡Diablos, siento como si hubieran pasado años en lugar de semanas!

— Qué raro,

— Definitivamente.

Se miraron unos momentos en silencio.

— Ino —No respondió, Sakura intentó de nuevo, pero la rubia volvió a negar.

— Lo siento, no quiero que ninguno sufra. Es horrible cuando te rompen el corazón. Peor si es por parte de alguien más.

Ino tomó del brazo a Sakura y entraron a la boutique. Ino declinó la petición de Sakura, y en su lugar le prometió encontrar un bonito vestido para ella. Sakura no pudo recriminarle. Era entendible que su amiga no quisiera involucrarse en eso, después de todo era cierto. Era un plan algo ruin.

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El pitido del silbato del árbitro anunció la rotación de las jugadoras. Estas caminaron entre sus lugares y se posicionaron de nuevo. Luego, una de ellas lanza la pelota en lo alto, para después arrematar con fuerza. De ahí, el juego volvió a tomar movimiento.

Sakura solo observaba con mucha atención.

Si bien ella había sido botada de los partidos como jugadora, no habían dicho que ella no podía asistir como espectadora. Ahí, en el gimnasio de su escuela, Sakura junto a muchos otros en las gradas disfrutaban el partido de voleibol.

Ella suspiró, quería estar con su equipo. Su ensoñación fue interrumpida cuando el brazo que estaba sobre sus hombros le atrajo más hacia la persona dueña de dicho. Sakura se dejó, acercándose más a su novio, quien -¿en un gesto de…dulzura?- Intentaba animarla.

Sasuke no era un gran fan de los deportes como tal, no era un apasionado, pues. A menos que cierta chica –su chica- estuviera participando. Se había convertido en una rutina sentarse en esas gradas y ver el juego, emocionarse por ella. Las últimas semanas habían cambiado parte de su horario, pero no sentía como una molestia tal cual, el dejar de estar más tiempo en su casa, a estar estado en ese gimnasio observando a Sakura practicar y jugar.

Naruto le acusaría de pervertido

"Tú solo quieres ver a Sakura-chan saltar por el lugar en esa pequeñas licras~" canturreaba Naruto

"No todos somos como tú" Sasuke replicaría, intentando sonar ofendido y no avergonzado.

Y no, no era ese el motivo por el que se quedaba ahí. De hecho, cualquier lugar o actividad que Sakura quisiera hacer, y que le pidiera a él acompañarle, Sasuke lo haría. Unas veces más que otras quejándose y mostrándose irritado, pero de cualquier manera accedería y pasaría un buen rato porque, después de todo, era estar con ella.

Esta dramática, infantil y tonta chica.

Ella volvió a suspirar, Sasuke le observó y vio en su rostro sus labios fruncidos, mirando con anhelo el partido. Le gustaban sus ojos, de un color verde tan bonito, que solían iluminarse por sus propias ideas y fantasías tontas, pero que al fin y al cabo-

—¿Sasuke –kun?

-Que al fin y al cabo brillaban de una manera que él no podía resistir,

— ¿Sucede algo? — Ella le miraba ahora, extrañada por la repentina seriedad en él. Bueno, no repentina, realmente, sino lo distraído que se mostraba.

— No es nada. ¿Irás con Ino?

Preguntó, porque al otro lado del lugar, guiando a las porristas, Ino realizaba una coreografía junto a su escuadrón. Animando a la casa, gritando frases de aliento y bailando a coro de sus voces: la amiga de su novia motivaba el ambiente competitivo.

Sasuke imitó a Sakura y observó por instantes a Ino y luego bajó la mirada a su novia. Aún era extraño el cómo Yamanaka, porrista, popular y más cuerda que su novia, se había acoplado tan bien a la pelirrosa, y así mismo a Naruto y los demás. Sasuke no le daba mucho pensamiento a Ino, no creyendo que ella fuera una mala influencia por Sakura, en momentos más bien temía por la cordura de la rubia, y admiraba su paciencia, sabía que Sakura era alguien difícil en ocasiones. En su mente ellas eran diferente, tanto en el carácter, físico y pensamiento. Luego dejaba de meditar eso, sabiendo que no podría encontrar razones coherentes tras esa amistad. Después de todo, él mismo y Naruto eran en cierto grado opuestos, y eso no fue factor negativo en su amistad.

—Nah, Ino pig tiene una citaaa.

La palabra "cita", Sakura la entonó como si fuera una niñería, como si "cita" fuera algo tonto. Sasuke le miró, curioso, esperando a que ella elaborara.

—¿Alguien de la lista? —Él preguntó, suponiendo que era eso, y aun confundido por el desagrado de Sakura. Ella asintió, y la duda se hacía más presente. No debería ella estar… ¿menos molesta? Después de todo ella había pedido ayuda para conseguir esa dichosa lista. Sasuke sabía cuánto le había costado el favor a Sakura.

—De hecho, parece que ella ya está saliendo en serio con uno de esos chicos.

—¿De verdad?

— Seh.

—¿Y no te agrada porqué…?

Ella movió sus hombros, como diciendo "no sé". — Es solo que ese Kiba es raro, ¿lo recuerdas?

—El amigo de Hinata.

—Sí, ese... el amigo de… ¿Qué?

Ella se removió, enderezándose en su lugar y distanciándose de Sasuke para poder verle con claridad. Quizá ella había escuchado mal por todo el ruido del juego y las personas animando.

—¿Qué? —Sasuke le miró extrañado.

— Lo que tú dijiste. Algo sobre ella.

— Hinata. Sabes cómo se llama. Usa su nombre.

Ella le miró con una cara de "¿en serio?" y bastante desagrado. Sasuke dejó pasar su reacción, eso era algo que se estaba haciendo normal en ella.

—¿Ese tal Kiba es amigo de Hinata? Como amigo-amigo O amigo por ser amigo de su novi-eej, eh por ser cercana a Naruto.

Sasuke suspiró, algo cansado. Sabía que lo más simple era acceder a este tipo de situaciones donde Sakura se ponía de dramática.

— Amigo-amigo.

— ¡Ah!

— Van a la misma escuela. Según son amigos de muchos años-

¡Ah!

Algo así como tú y Narut-

¡AH!

Sí, el momento dramático iniciaba. En serio, sus expresiones a veces rozaban en lo ridículo, y desafortunadamente para Sasuke, no dejaban de parecerle, a veces, graciosas.

—¿Terminaste?

— No lo puedo creer —Ambas manos en su rostro, negando con su cabeza, como si todo fuera una horrible pesadilla. Ah, Sasuke suspiró de nuevo. Sakura no iba a clamarse.

Bien, seguro seguiría con sus exclamaciones unos momentos más, no era nada-

—¡TÚ, INOPIG TRAIDORA!

Sasuke se sobresaltó, no solo por el repentino grito de la pelirrosa, sino del salto de esta dio, quedando de pie y apuntando con un dedo a Ino, acusándola. Sakura seguía hablando muy, muy alto. De pronto no solo él era el sorprendido, varios miraban hasta donde ellos, incluyendo una atónita Ino.

—¡Traición, perjurio!

Sasuke sentía hundirse en su asiento, demasiado consciente de aquellos que habían detenido su atención del partido y miraban hasta donde ellos, mientras Sakura seguía alegando tonterías, que incluso las jugadoras se habían detenido.

¿Qué pasaba con esa chica loca?, más de uno pensaba. Sasuke veía a la misma Ino intentando esconder su rostro tras los pompones en sus manos, el equipo de Sakura también luciendo incómodos. Fue en el momento en que Sakura comenzó a decir "deshonra en ti y tu familia" cuando el joven se levantó de su lugar y prácticamente arrastró a su novia fuera del gimnasio, mientras esta seguía gritando deshonra en animales de granja que él dudaba Ino tuviera en su casa.

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Ella tenía un codo sobre la mesa, su mano levantada y su mejilla sobre su palma, servía de apoyo para su cabeza. Sorbía desinteresada su soda, el popote entre sus labios y el ceño fruncido que no se iba.

Sasuke le miró por varios momentos, aun algo irritado. Estaba acostumbrado a los berrinches que Sakura solía soltar, pero últimamente ella no estaba midiendo el tamaño de estos, ni fijándose en el lugar donde los realizaba, o la compañía que tenía alrededor. Sasuke más que sentirse avergonzado por la escena anterior frente a una gran parte de la comunidad estudiantil, se encontraba casi incrédulo. Había pensado que esa chica frente a él tenía límites, pero temía descubrir que se había equivocado.

Peor aún, en lugar de que ella se mostrara avergonzaba, seguía molesta. ¿Por qué? Solo el Diablo sabría, después de todo, Sakura Haruno actuaba como una creación del mismo Belcebú.

Ah, ¿quién pensaría que tras esa apariencia de chica sabelotodo, girly e inofensiva, existía este… este gremlin?

Listo, se rendía: debía aceptar que su novia –y quizáparejaparatodalavida, estaba loca. Vaya gustos que te cargas, Sasuke, pensó con ironía.

—Esto es horrible.

—¿En serio? —Dijo él con sarcasmo.

— Con razón mi instinto me decía que ese tal Kiba no era un buen prospecto.

Sasuke le miró incrédulo. —¡No conoces al tipo!

— Lo que me has dicho es más que suficiente para-

—¡Oh, por favor! Sakura eres tan prejuiciosa.

Ella le miró molesta. —Tú no entiendes, Sasuke-kun.

— No. No entiendo —Concordaba —No entiendo tu molestia, ni por Kiba, ni por Ino o Hinata. Nadie lo entiende. ¿Sabes por qué? Porque es estúpido e irracional. Tus berrinches están sobrepasando un límite de idiotez que no creí posible.

Quizá Sasuke se arrepintió de haber elevado un poco la voz –aunque no lo necesario como para atraer la atención de las pocas personas en el comedor, pero sí fue lo suficiente rudo para que Sakura se mostrara momentáneamente herida. Luego el enojo volvía.

—Claro que te parezco idiota. Tú estás tan centrado en tu perfecta vida, tú eres tan desinteresado en todos; lo que hacen o piensan, que no te afecta nada. Para ti todo es tonto y estúpido, incluso yo. Eres egoísta, Sasuke-kun, ¡claro que no entiendes por lo que estoy pasando! Ni la traición que estoy sintiendo.

Sasuke casi se mordió la lengua, casi replica ante el veneno que Sakura estaba utilizando en sus palabras. No quería reaccionar mal, no era nada bueno si ambos reñían, los dos eran tercos y podían ser hirientes con sus palabras. Él lo era más que ella, aunque a diferencia de Sakura, él no solía explotar sin motivo alguno.

Pero aunque Sasuke quisiera cuidar sus palabras, Sakura ya estaba enfadada, a la espera de una reacción de él para contraatacar. En su lugar, él solo trató de respirar hondo, mirar a otro lugar y no hacer caso a las dagas que ella soltaba con cada palabra.

Luego de tratar de tranquilizarse, su voz y disgusto en línea, volvió a verle. Esos ojos verdes ya fijos en los de él, rostro controlado, pero sabía bien que la molestia seguía en ella. Sasuke solo dijo:

—Estás actuando como una idiota.

Luego se levantó de su silla y salió de la cafetería, dejando a la pelirrosa ahí. Prefería dejarla sola y que se calmara, a seguir con la discusión y empeorar las cosas. A diferencia de ella, Sasuke detestaba herirle con sus palabras.

Para cuando tomó sus cosas de su casillero y caminó hasta afuera de la escuela, que se preguntó, ¿cómo demonios pasaron de estar medio acurrucados viendo el partido de voleibol, a casi gritarse en la cafetería?

Removió su cabello varias veces mientras caminaba por la acera, incapaz de entender qué diablos era eso que a Sakura le perturbaba tanto.

Porque de verdad, Sasuke no podía concebir que toda esa negatividad y agresividad eran provocadas debido a la novia de su mejor amigo.

.

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Sakura estaba más que molesta, y lo hizo saber al llegar a su casa luego de hablar con sus padres.

—Ugh… ¡por qué todos son taaan… ghhh! Me lleva la- —Se detuvo ante la amenaza que su madre le lanzaba con la mirada. Sakura se tragó las groserías, no podía expresarse como quería. —Estoy muy enojada. Iré a mi cuarto a gritar.

Su padre no despegó la vista de su botana, y solo dijo, —Suerte con eso.

Así, como si fuera un ogro, subió las escaleras y casi azota la puerta de su habitación, pero sabía que su madre le reprendería si se atrevía a hacerlo, así que en su lugar se dejó caer en la cama y gritar contra una almohada. Quizá pudiera ahogarse con ella.

Luego de varios berrinches y palabrotas que solo podía murmurar contra su almohada, Sakura se tranquilizó. Oh bueno, lo que más que podía hacerlo en esa cabezota hueca. Varios minutos tirada en su cama, solo viendo el techo de mala manera, y deseando golpear a alguien.

—Qué asco de día.

¿Qué podía hacer? Realmente estaba bastante fastidiada con todo lo que sucedió, tanto que ya la pena le estaba invadiendo. No dejaba se repasar sus palabras y las de Sasuke, y mezclarles con los típicos "¡Hinata, cae en un charco!" pero lo peor era que ella necesitaba hablar con alguien. Sus padres estaban descartados, Sakura estaba algo molesta y sabía que alguna palabrota saldría de su boca y su madre se molestaría. Además, no era agradable decir groserías frente a su padre, le incomodaba.

No, lo que ella necesitaba era hablar con un amigo. Esperó un rato, sopesando sus opciones, y bueno... no era como que tuviera muchas, ejem. Pero cuando intentó hablar con Naruto este no respondía sus mensajes. Su molestia creció. Naruto era el único con quien podía desahogarse en ese momento.

Ino estaba descartada, aun pensaba en ella como una traidora. ¡No podía hablarle de lo que paso con Sasuke!

¿Y Sasuke? con toda esa reprimenda no podía hablar con él sobre Ino.

Se sentía en un callejón sin salida, aunque claro, incluso en su imaginación sabía sí había salida. Era disculparse.

Pero, uuhh, si el orgullo no le pesaba más en ese momento. ¡Es que se sentía traicionada de todas las formas! Si Naruto no tuviera esa noviecita, él le contestaría los mensajes, ¡Porque seguro estaba con ella y por eso no había asistido al partido de ese día! Casi podía apostar sus mangas shoujo. ¿Cómo no detestar a Hinata, pues? ¡Si antes Naruto de inmediato le respondía!

Y no solo los mensajes, desde que Naruto empezó a salir con Hinata que éste dejó de pasar rato con Sakura. ¡¿Y luego Sasuke no entendía porque Sakura detestaba a Hinata?! Ella le estaba robando a su mejor amigo. Bueno, su otro mejor amigo –porque Sasuke era su novio, pero también su bff, ¿okay?

De no estar Hinata, no tendría este dilema con Sakura e Ino, para empezar.

¿Es que nadie podía ver lo mismo que ella? ¿Entender que cada día se sentía fuera de la vida de Naruto todo porque este prefería pasar más rato con su novia que sus amigos? Durante mucho que Sakura había querido tener una mejor amiga, envidiaba la relación de Naruto y Sasuke, esa que ella no lograba tener con ellos. Luego apareció Ino, pero a su vez Naruto trae a Hinata antes de siquiera Sakura pode disfrutar de sus relaciones.

Su vida había estado a un momento de ser perfecta, ideal… ¡para luego ser alterada por esa chica!

No es tan bonita –hm…

¡No es tan simpática!

No es la ideal para Naruto.

Aquí Sakura se detuvo, una nueva incógnita en su mente. ¿Quién podría ser un ideal para Naruto? Sakura se distrajo momentáneamente en esa idea. Debería ser alguien agradable, como él. ¿Quizá bastante social? Sí, Naruto necesitaba a alguien así. Aunque, ¿si fuera alguien social, eso significaba que sería alguien ruidoso? No, más bien alguien que le guste hablar mucho. También alguien con bastante seguridad en sí mismo, sin miedo a tratar cosas nuevas. Y debía ser alguien bonita, obviamente. Y con carácter, que no dejara a Naruto hacer todas sus estupideces, que pueda controlar su carácter idiota.

— Veamos… ¿a quién conozco que sea extrovertido, guapa, con carácter y seguridad…? ¡Oh, Dios! —Se levantó de sopetón, ojos muy abiertos e incrédula. —¡Ino!

¡Ino sería perfecta para Naruto! de todas las personas que conocía, ella quedaría genial con su amigo.

Aunque, siendo sinceros, Sakura solo conocía como a diez personas en su escuela, quienes por cierto, la mitad eran hombres.

Exhaló, se dejó caer en la cama de nuevo. —Qué estupideces estoy diciendo.

Eso pasaba por estar tanto tiempo sola con demasiado en su mente fantasiosa. Sakura lo que hacía era buscar cualquier excusa por la cual Naruto no debía salir con su actual novia.

— Ino y Naruto… Naruto e Ino… ¿NaruIno? Ah, bah.

Se reacomodó en la cama, de costado y mirando a su armario, esperando así que una solución brotara de entre su ropa y arreglara todo ese caos.

Dejando de lado su coherente (según ella) racional odio a Hinata y las posibilidades de Naruto e Ino, Sakura a no pudo dejar de lado los problemas que ocasionó.

Uno: Le había gritado tonterías a Ino en medio de un partido.

Dos: Sasuke se había molestado con ella.

— Uuh... Me siento como una rana miseraaable.

Disculparse era la acción a tomar, ya había aprendido su lección sobre eso hace varios capítulos atrás. Eso, y que el ver el vestido colgando fuera de su armario le impulsó. Ino no era una traidora, ella le había ayudado a encontrar ese bonito vestido para el baile. Un baile que estaba a un par de semanas de distancia. Ese que sería el primer evento formal de ella y Sasuke como pareja.

Tomó su celular, disculparse era prioridad.

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— ¡Qué diablos! ¡Mira tu caraaaa HAHAHHAA!

Naruto pensó seriamente en imprimir la imagen de la cual se reía, colgarla en su pared, o algo. Y es que era tan gracioso, Sasuke parecía gato sorprendido.

—¡Diablos, me habría gustado ver eso, ttebayo!

— Es tu culpa que eso haya pasado, en primer lugar.

— ¿Uh?

Sasuke no tenía el humor ni las energía de siquiera golpear a Naruto por estar riéndose de él. De hecho, en lugar de irse a su casa paró en la de Naruto. La madre de este le dejó pasar, y para molestia de Sasuke el rubio estaba jugando videojuegos. ¿Por esto no había asistido al partido? Lo que había sido el principal enojo de Sakura, pensando que Naruto había optado por salir con Hinata e lugar de estar con ellos, y de ahí el odio al dichoso Kiba e Ino.

Aun con sus ganas de patear a Naruto, Sasuke solo se dejó caer a un lado de él, mirando sin interés a la pantalla mientras que su amigo jugaba.

¡Sabes que esta partida no puede ser pospuesta!, Había dicho Naruto. Sí, Sasuke entendía eso. Pero ni eso era suficiente para remediar lo sucedido.

— Cielos, hombre… ¿Qué le pasa a Sakura-chan últimamente?

Eso quería saber él.

— Me alegra que Hinata no sea así, ¡terminaría muerto!

Sasuke rodó los ojos. ¿Estos dos bocones solo hablaban de esa chica? Pero Sasuke ignoró eso, Naruto tenía motivos por los cuales mencionar a su novia. En cambio Sakura…

— Parece que tiene un complejo de hermano.

—¿Eh? Ella no tiene hermanos. ¿De qué hablas?

Este tonto. —Nada.

De momento estuvieron callados un rato. Naruto ya había abandonado su teléfono y dejado de reír del vídeo ese. ¿De dónde diablos lo consiguió? Ni siquiera se molestó en peguntar. La agenda telefónica de Naruto era extensa, cualquiera de la escuela pudo enviarle ese estúpido vídeo y capturas de la escena de Sakura en el gimnasio.

Si no fuera por la discusión con Sakura hace rato, Sasuke estaría hirviendo por ese estúpido video, o el hecho de que esa escena con él en ella anduviera rodando por ahí. En cierta manera, eso sería más fácil de lidiar, en lugar de su novia.

Ugh... llevó su palma a su rostro, un golpe seco, pero estaba bastante frustrado.

—Si te sientes tan mal, deberías ir a disculparte.

— ¡No ha sido culpa mía!

Naruto solo elevó los hombros, él no necesitaba toda la información de lo qué paso. Ya antes de que Sasuke y Sakura comenzaran a salir, eran comunes las discusiones entre ellos. Sabía bien como era el carácter de Sakura, y como esta, al estar molesta no daba paso atrás a su carácter. Si bien sabía que Sasuke tampoco era una perita en dulce, Naruto casi podía apostar su mesada en que Sasuke era más moderado con Sakura que con nadie más, y que solo reprendía a la pelirrosa cuando esta estaba en plan de berrinche extremo, decía o hacía algo que para Sasuke, moralmente hablando, estaba mal.

Tal y como estaba su amigo en ese momento, era obvio lo que tenía que hacer.

—¡Las chicas son de cuidado, ttebayo! No importa si fue la culpa de ella, debes ir a disculparte.

Sasuke le miró con hastío.

Naruto alzó las manos en gesto de paz. Tomó su control de nuevo y volvió su atención a la pantalla.

— Sabes cómo es Sakura-chan.

Ah, bendita la hora que se enamoró de esa chica loca.

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— Solo creo que debiste mencionarlo antes —Dijo, solemne.

En la pantalla, la imagen de una Ino molesta. Sakura había tomado su teléfono y hecho una vídeo llamada con Ino. Para cuando la rubia contestó, Sakura pensó que esta no estaba enojada. No era así.

— Lo habría hecho, ¡si no hubieras estado todo el ese día hablando como loca de ese estúpido plan! ¡Y admítelo, frentona, en cuanto te dije que me gustaba Kiba, te desagradó él de inmediato!

—¡No fue así! … me desagradó saber que era súper amiguis de Hinata…

Ino rodó los ojos. —¿Ves por qué no pude mencionarlo?

—¿Acaso planeabas mantenerlo en secreto?

—¡No! Pero, Dios, a veces eres tan radical. ¡Y de haber sabido que me harías pasar una vergüenza como la de hoy…! Ah, te juro frente de marquesina, en cuanto te vea te ahorcaré.

Sakura exhaló, exagerada. —Creo que ya tuve mi karma. No es necesario que también te desquites conmigo.

—A veces compadezco al pobre de Sasuke.

Ino ya estaba al corriente de ese tema. Sakura había llamado, iniciando con sus disculpas, luego reproches, luego lloriqueos de lo sucedido con Sasuke, luego más reproches y ahí seguían.

—Debes disculparte con él.

—¡Lo haré! Solo... necesitaba hablar primer contigo. Ino, ¿de verdad no me ayudaras?

—No. Y olvídate de eso. Ponte en los zapatos de la chica, ¿te gustaría que te hicieran algo así?

Ah, parecía que regañaba a la pared, pues Sakura evitaba mirar a la cámara del celular y a la pantalla, e Ino podía ver con claridad ese mohín en su cara. Suspiró, cansada. No había manera de que ella entendería, ¿cierto?

—Bien.

Parpadeó rápidamente, confundida. —¿Qué dijiste?

—Dije, está bien. No te fastidiaré más con esto. Ni a Sasuke.

—¿Hablas en serio?

—Mira, ya entendí ¿sí? Es incorrecto y blah, blah. Y no puedo obligarte a nada. Es solo que… eres mi amiga, y sabes que antes de ti realmente no había alguien más, y uh… pensé que los amigos se apoyaban en todo y ante todo. Y no te estoy reprochando, pero, bien, me equivoqué.

—Frente…

—Eres mi amiga, no te voy a dejar solo porque salgas con ese chico amigo de la chica que detesto, ni porque no quieras seguirme la corriente —suspiró— lamento haber insistido. No quiero perderte a ti como estoy perdiendo a Naruto.

Estuvieron en silencio un rato, Ino no sabía qué decir ante la sinceridad de la chica. Para Ino la situación de Sakura era algo infantil y tonto, pero no podía negar el dolor que reflejaba.

Ino le ha estado diciendo desde el principio que se ponga en los zapatos de la chica que detesta, pero ella misma no se había puesto en el lugar de Sakura.

¿Cómo se sentiría ella si la persona que más detesta saliera con Shikamaru? ¿Qué le hiciera sentirse desplazada? No hizo mucho hincapié en esas preguntas, porque el simple pensamiento le dio repele. Y ahora, viendo a Sakura así, derrotada y triste… le conmovía un poco.

—Te dejo. Tengo que hablar con Sasuke.

Ino se despidió de ella, sin saber qué más decir, pero con varias dudas en ella.

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—Lo siento.

Le miro con detenimiento, una ceja alzada ante el tono de la chica. —¿Lo sientes?

Ella asintió.

—¿Por qué…?

Sakura suspiró pesado. Sasuke podía notar como apretaba la mandíbula.

—Por hacer el ridículo en el gimnasio. Por gritarte en la cafetería. Por… por decir cosas desagradables.

Ella no le miraba a la cara. Desde que Sakura había llegado a la casa de él y había solicitado hablar, que a toda la familia de Sasuke le pareció extraño. ¿Por qué no pasaba adentro? ¿No es ya algo tarde? Pero Sasuke ignoró eso y salió. Estaban en el pórtico, poca gente había afuera esa noche, pero aun así ella hablaba en voz baja, mantenían su distancia. Ella empuñaba sus manos, y parecía querer correr de ahí. En cambio, Sasuke se había trazado una línea. Fue sorpresivo en primer lugar que ella fuera la que le buscara. Más aun para disculparse.

Sasuke no respondió por momentos y ella sentía pesados los segundos de silencio. Oh, como Sakura detestaba cuando él se ponía así de callado luego de discutir. El nerviosismos le invadía y la urgencia le quemaba.

¡Si tan solo el dijera algo! Cualquier cosa, insulto o lo que fuera. Así al menos ella sabía qué estaba pensando y sintiendo.

—¿Me perdonas?

No fue una solicitud, casi fue una exigencia.

Tch.

Oh, le estaba molestando de nuevo. Con gran pesadez, Sakura se tragó su propia molestia, ya había sido ese un día largo y cansado, no podía irse dormir sabiendo que las cosas estaban mal entre ellos. Así, orgullo de lado, estiró su mano hasta sujetar la muñeca de él, se armó de valor y le miró a la cara.

—Por favor…

Fuera reproche o exigencia, ella de verdad le estaba pidiendo. El gesto de enfado en la cara de Sasuke se desvaneció de poco, las arrugas entre sus cejas por el desconcierto se fueron también. No era posible oponerse a los sentimientos de suavidad y cariño que en él predominaban por esta chica. Sakura se mostraba arrepentida, culpable. Y sobre todo, Sasuke era débil ante esos ojos que le miraban con tanta añoranza.

El chico solo suspiró, se deshizo del agarre de ella, y en cambio pasó su brazo sobre el cuello de la pelirrosa, atrayéndole hasta él. De inmediato Sakura envolvió sus brazos en el torso del chico, suspirando con alivio y contenta por esa respuesta.

—Solo deja esos sentimientos negativos. No quiero que luego tú sufras, Sakura.

Ella enterró su cabeza más en el pecho de él, sus palabras medio sofocadas por esto, pero aun así él le escuchó.

—¡No te preocupes, Sasuke-kun! Todo mejorará.

Sakura sintió el suave suspiro de alivio de su novio, y ella se prometió cumplir eso. Sakura, más que nunca, estaba convencida. Pronto serían todos felices, como debía de ser.

Porque estaba segura de que nada podría salir mal.

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— Esto ya no me gusta.

— Fuiste tú quien lo propuso, ¿lo olvidas? Y controla lo que dices, ¿quieres? Ah, ahí viene, saluda —El codazo de Ino solo logró que la sonrisa de Sakura pareciera una mueca. —¡Hey, Hinata!

La rubia fue más natural en su saludo. Mientras, la chica de largo cabello oscuro saludó, tímida, acercándose más a ellas.

Sakura respiró hondo, tomó valor y saludó igual a la chica.

El plan comenzaba.

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Decir que estaba sorprendida era poco.

Sin duda alguna, Hinata no había tenido esperanzas de vivir la situación en la que se encontraba. Hace unos días había recibido un mensaje, un número desconocido que luego registraría: era la amiga de Naruto, Sakura, quien le estaba invitando a salir el viernes. Hinata se había quedado mirando el mensaje por bastante rato, insegura de lo que pasaba, pero luego, a su mente vino la alegre risa de Naruto, animoso, hablando de su mejor amiga.

Me encantaría, muchas gracias. Respondió.

Hinata no había tratado del todo a Sakura, todas esas veces donde se había reunido con ella y Naruto, la chica sentía una especie de ambiente tenso, como si hubiera un campo de fuerza que le evitara acercarse a la bonita chica de cabello rosa.

Aunque la verdad, Hinata tampoco era muy buena socializando, o conociendo nuevas personas. En toda su vida solo ha tenido dos amigos. El cómo logró ser cercana a Naruto y comenzar a salir con él, bien eso era todo mérito del rubio. Sonrió al recordarlo todo. Sus mejillas se encendían y su corazón latía como loco con la sola mención de Naruto.

Por mucho había estado emocionada con conocer a los amigos de tan grandioso chico. Sasuke era algo distante, pero educado con ella, mientras que Sakura siempre se veía aburrida o cansada. Muchas veces Hinata temió ser la causante de eso.

"Sakura-chan a veces tiene cambios de humor, ttebayo", había dicho Naruto.

Pero con ese mensaje y esa invitación, indicaba que había estado equivocada, ¿no? Le estaba invitando a salir, y, Hinata esperaba que le estuviera brindando la oportunidad de también ser su amiga.

Ella trabaja medio tiempo en una tienda de ropa, más que nada con el propósito de desenvolverse mejor con las personas. Hinata era demasiado tímida y comunicarse con otros siempre había sido su mayor problema, por le había rogado a su padre le dejará hacer eso. Y agradecía el apoyo de sus hermanos en esa iniciativa, porque luego de meses, sentía haber logrado un poco de desenvolvimiento. Al menos ya no le daban ataques de ansiedad.

Y ahora Sakura le invitaba a pasar el tiempo con ella, sin duda Hinata veía eso como una bendición.

Cuando su turno en la tienda terminó, tomó su mochila y se despidió suavemente de su manager. Caminó unos minutos hasta llegar al punto de encuentro. Por suerte habían decidió reunirse en el centro comercial donde trabaja, y además, ellos siempre paseaban por ahí, notó hace mucho.

Pudo distinguir con facilidad a las dos chicas, eran muy bonitas y lograban captar el ojo de cualquiera. Sonrió con timidez cuando estas le saludaron. Llegó hasta donde ellas, casi sin aire.

— Lamento la demora.

Inclino su cabeza en forma de disculpa, un hábito que Naruto le estaba ayudando a erradicar.

—¡Oh, no pasa nada! Solo llevamos unos minutos aquí.

— Lo siento. Y muchas gracias por invitarme.

Se dirigió a Sakura. Esta le sonreía, y con un movimiento de su mano, como restándole importancia, dijo,

—Esta cita debió realizarse antes, ¿no?

Hinata asintió, algo nerviosa.

—¿Hinata, que te gustaría hacer?

Sintió la cara caliente, sujetaba sus manos y removía sus dedos, mala costumbre de ella. —Lo que ustedes quieran, por mi cualquier cosa está bien.

— Hm… —Sakura le miró fijamente, Hinata de pronto se sintió un poco incomoda ¿estaba muy desalineada? —¿Pig? —Sakura le preguntó a Ino, dejando de observar a Hinata.

— ¿Qué tal si vemos algunos zapatos?

— ¡Luego accesorios! Necesito algo que quede con el vestido.

Ambas coincidieron y cuando le preguntaron a Hinata esta solo asintió. Otro de sus grandes defectos era su inseguridad. No siempre se expresaba, no con alguien que aún no le era del todo familiar, y en la conversación de estas chicas ella temía participar. ¿Y si decía algo erróneo? ¿Y si no le escuchaban? Ella podría decir algo para molestarlas, y prefiera no hacerlo.

Pero en el momento en que el ruido de su estómago fue tan fuerte, que Hinata se maldijo. Ambas chicas le vieron sorprendidas. ¿Se reirían de ella? Hinata mordía su labio en un gesto de vergüenza. Estuvo punto de pedir disculpas cuando Sakura se rió por lo bajo e Ino le miró divertida.

— Creo que será mejor que primero comamos. ¿Italiana o sushi?

Comenzaron a caminar con dirección a los restaurantes, Hinata detrás de ambas, un poco aliviada.

— ¡Italiana!

—Cielos, frente, eso comimos la última vez.

—¡Pero es delicioso! Hey, Hinata —la chica levantó la mirada, Sakura le veía por sobre su hombro, una media sonrisa en su rostro —¿verdad que tú también quieres italiana?

—¡No trates de obligarla, frente! Hinata, ¿Qué prefieres?

— Ambos, por favooorr

Hinata sintió una tenue sonrisa en su rostro, —Italiana suena bien.

Sakura hizo un sonido parecido a un puchero, mientras Ino le reprendía.

La situación era un poco extraña, acoplarse a una dinámica entre dos chicas que no conocía muy bien, con quien no estaba del todo acostumbrada. Hinata inhaló hondo, en su mente conjuró las palabras de ánimo de Naruto, y siguió caminado.

Esto era difícil, pero le había prometido a Naruto dar su mejor esfuerzo para dejar su inseguridad y timidez, para acercarse a Sakura y ser su amiga.

Seguro esa salida era el primer paso a algo muy bueno.

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¿No?

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Jooooooooooder, esto fue largo. Jajaja… no estoy del todo satisfecha con este capítulo, mucho de la primer parte fue como… meh, pero ya había escrito unas cuatro mil palabras, no lo iba a borrar Dx.

Y bueno, estamos por llegar al dramaaaa…

Oh, pobre Hinata (¿?

Es probable que el siguiente capítulo sea publicado para la siguiente semana, depende de mí pereza.

Espero algo de esto les haya gustado.