El cielo aún estaba nublado, aun lloviznaba sobre dos personas paradas en la plaza. Los árboles se movían, las hojas golpeaban el suelo. El viento soplo fuerte sobre ellos.

Molly miraba incrédula al detective, aun sin poder creer lo que sus oídos escucharon escapar de sus labios. Lo dijo en voz baja, como si contara un secreto.

-Que Dios me ayude Molly Hooper porque… estoy enamorado de ti – dijo Sherlock

Su voz era más baja que lo usual. Sherlock sintió como Molly reacciono a sus palabras. Él sabía que le costaría creerle, pero iba a intentarlo sin cansancio para demostrar que sus palabras son ciertas. Es la única verdad que ya no puede ocultar, ya no está más enterrada en el fondo de su ser, ni ignorada por su mente y cuerpo.

-Sherlock yo… no sé qué decirte… ¿Cómo es posible que tu sientas cosas por mí?, yo… ¿Porque ahora?- Pregunto una Molly sorprendida, sus manos estaban en la cara del detective.

-Solo sé que lo siento… siento todo lo que te he hecho pasar Molly, hay mucho que debo decirte, no sé por dónde empezar, solo pido que me entiendas, esto es difícil para mí, jamás sentí esto, creí ser vulnerable pero… ya no puedo esconderlo de ti- dijo Sherlock

Sherlock suspiro y sonrió al ver la reacción de Molly a sus palabras. Sabía que su voz la fascinaba.

Molly le devolvió la sonrisa aun confundida por todo lo que estaba pasando.

-¿Porque fue esa llamada Sherlock? yo… - Molly se veía confundida – tu nunca me diste indicios de que ni siquiera notaras mi existencia Sherlock, ¿Porque ahora? ¿Cómo puedo creer que me ames?- continuo Molly, sus ojos estaban confundidos.

-Molly créeme, no estoy mintiendo, mírame, tú me conoces bien, ves a través de mi como nadie en este mundo- dijo Sherlock acercándose a los labios de la patóloga.

Ella cerró los ojos, maldiciéndose por no ser más fuerte. La llovizna se convirtió en una lluvia fría, pero ellos aún estaban allí, besándose como si fueran las únicas personas en la ciudad. El beso fue suave, muy suave. Sherlock no podía resistirse a ella.

-Molly es mejor si vamos a hablar a otro lado, está empezando a llover- dijo – te contare todo, sin secretos, lo prometo.

- Esta bien Sherlock, te daré una oportunidad más y espero que me convenzas – respondio Molly

Asi fue como se tomaron un taxi rumbo a la casa de Molly. Hace mucho tiempo que Sherlock no iba allí. Ambos entraron a la casa y se sacaron sus abrigos.

-Quieres una taza de té Sherlock?- pregunto Molly

-Si por favor- contesto

Molly va rumbo hacia la cocina y Sherlock la siguió. Entro a la cocina, allí donde fue esa llamada, donde a ella se le partió el corazón y rogo por piedad.

Sherlock sintió un nudo en la garganta y trago saliva.

-El té está listo- dijo Molly

Ambos fueron hacia la sala de estar, Sherlock comenzó a contarle todo lo ocurrido, el significado de la llamada quedo para el final, hablo sobre Sherrinford, el director, Euros, Mycroft y Victor Trevor.

Molly lo escuchaba atentamente, convencida de que lo que estaba escuchando no era una mentira. Asentía y comentaba. Todo la sorprendió, ella no sabía nada sobre su hermana, nada sobre el pasado de Sherlock en su niñez tampoco. Imaginarlo de pequeño hizo sonreír su interior.

Sherlock comenzó a contarle sobre el ataúd, sobre como el dedujo que era para ella y luego como Euros hizo llamarla. La placa plateada con ese mensaje. Las cámaras en su casa. Jim Moriarty.

-¿Por qué a mi Sherlock? ¿Porque me eligió?- pregunto Molly

-Porque ella lo sabía, ella supo arrancar de mi lo que sentía, tu sabes que nunca me involucre con nadie sentimentalmente porque es una desventaja, siempre lo pensé Molly- dijo mirándola

-Pero imaginarte dentro de ese ataúd, luego de ver como la pérdida de Mary afecto a John hizo volverme loco, trate de calmarme, pero el reloj se estaba acabando y tú no lo decías y…- Sherlock se puso nervioso, Molly acaricio su mano y segundos después él se relajó.

-Luego el tiempo se acabó y la pantalla ya no te enfocaba. Entonces enloquecí Molly… yo pensé que te había perdido, que habías muerto por mi culpa, te imagine muerta y …- Sherlock cerró los ojos – destruí el ataúd con mis propias manos. Esa sensación de pérdida no quiero volver a sentarla nunca más, no puedo sentirla nunca más Molly porque me desgarro por dentro… no podía pensar en nada…

-Bueno, eso explica muchas cosas- dijo acariciando sus nudillos lastimados con delicadeza.

-Yo no sé cómo proseguir con esto, no sé qué hacer en una situación así, nunca ame a nadie y mis comportamientos no son los indicados, sé que soy terrible como persona y digo cosas espantosas pero… lo único que sé es que quiero estar contigo –dijo poniendo una mano sobre su mejilla.

-Sherlock lo único que quiero es estar contigo, siempre lo soñé y esto es tan repentino y tienes tantas cosas más por contarme- le dijo Molly

Sherlock agacho su mirada y tomo su mano fuerte.

-Lo único que sé es que te amo Sherlock… y que siempre será así- dijo Molly mirando a sus ojos , estaban dilatados.

Sherlock trago saliva fuerte. Se acercó a la patóloga para besarla, la beso fuerte. Sintió su propio cuerpo temblar por dentro al escuchar esa confesión de Molly.

-Dímelo otra vez Molly

-Te amo… - dijo una Molly mareada por la esencia del detective, sus labios eran su condena.

-Te amo, Te amo Molly… - susurro acercando su boca a la de ella.