KHR no es mío, solo tomo prestados a sus sexys personajes.
Capítulo 21: Sorpresas de la vida
Definitivamente Vonogola no era mafia común y corriente… realmente era un lugar de locos ya que nada normal ocurría en ese lugar pero Tsunayoshi ya se había acostumbrado a esas rarezas, donde la máxima de ellas culmino con esa noticia que dejo impactados a más de uno… bueno a quienes dejo sin habla fueron a 3 personas en específico e igual desato una gran batalla que dejo casi en ruinas la mansión por dicha noticia... aunque ese mismo día esas 3 personas se volvieron estatuas de hielo por una buena temporada e igual ellos hicieron ese papeleo generado por que el castaño se negó a realizarlo.
Ya habían pasado 4 años desde ese curioso incidente donde Kyoya y Tsuna intercambiaron cuerpo y fueron al pasado, de dicha experiencia solo unos pocos sabían la mitad de la historia ya que tanto nube como cielo no le contaron a nadie sobre lo que les había pasado. Siempre recordaba esa anécdota con diversión ya que al final tanto él como Giotto-san sentían ese sentimiento de temor y nerviosismo con respecto a profesarle sus verdaderos sentimientos a sus guardianes de la nube. Y ahora que lo pensaba desde que habían vuelto a la normalidad el diario que lo había iniciado todo había desapareció ya que por más que ambos lo estuvieron buscando, jamás lo encontraron… e igual consultaron con el Talbot de su época, para ver si el sabia algo del diario o porque les había afectado, donde su respuesta fue que todo se debió a que el hechizo fue realizado por ellos… y claro esa respuesta no le agrado al ex prefecto del comité disciplinario y exigió una respuesta más clara, la cual fue que todo se repitió porque los anillos los confundieron con ellos y por lo tanto cuando Kyoya salvo a Tsuna en ese estallido acciono ese mecanismo que quedo grabado en los anillos Vongola del cielo y la nube generando una especie de dejavu.
El lado bueno es que después de eso no volvió a ocurrir algo similar, donde se llegó a la conclusión de que gracias a ese cambio las cosas fueron para mejor ya que ambos se sinceraron sobre lo que sentían por el otro y gracias a ello ahora eran pareja.
Justo en esos momentos Tsuna se encontraba en su habitación mientras de fondo se podía escuchar los gritos y explosiones provenientes de la planta baja de la mansion… ruido que creaba su amada familia porque ese día todos estaban reunidos: sus guardianes, Nono y sus guardianes, sus padres, Dino y sus hombres, toda la familia Simon, los Varia, toda la familia Millefiore y los Arcobalenos… si realmente dudaba si la idea de reunir a todos los psicópatas bajo el mismo techo fue buena idea ya que era más que seguro que eso acabaría con una habitación llena de papeleo, pero en eso una risa infantil capto su atención sacándolo de sus pensamientos pesimista, provocando que saliera del armario donde se encontraba ya que estaba escogiendo que traje ponerse para esa ocasión.
Sonrió al mirar a su derecha en dirección de la cama, donde a paso lento se acercó hasta ella para observar a la personita que estaba acostada en ella: un pequeño de cabello castaño oscuro lacio, ojos color azul metálico y tes clara, el cual tenía puesto una camisa de algodón color blanca con borde de color azul y un bordado en forma de canario a la altura del corazón, pantalón color azul rey, con calcetines blancos; quien en esos momentos reía divertido debido a que Natsu estaba a su lado y le hacía cosquillas con su cola.
- Sera mejor que bajemos o nos dejaran sin casa – dijo con tranquilidad, mientras se terminaba de acomodar su corbata para luego tomar el saco que estaba sobre su cama, justo en esos momentos la puerta se abrió, donde se podía notar a un Kyoya algo molesto.
- Si esos herbívoros no se controlan los morderé hasta la muerte – argumento molesto mientras cerraba la puerta detrás suya.
- Vamos Kyoya sabes que hoy no puedes disciplinar herbívoros – comento calmado mientras se terminaba de colocar su saco y se acercaba para darle un beso en los labios a su nube.
- Hmm… no prometo nada – contesto divertido mientras sonreía de lado y miraba a ver al pequeño de tan solo 2 años que seguía riendo por las acciones del pequeño felino, por lo que se acercó hasta la cama para alzar y cargar al infante.
- Gao… - se quejó Natsu, al ver que habían alejado a su pequeño amo.
- Tranquilo Natsu, luego jugaras con Makoto – le dijo Tsuna mientras lo acariciaba, provocando que el pequeño león ronroneara alegre por recibir mimos, en eso nuevamente la puerta de la habitación se abrió por la cual entro Reborn, quien parecía ligeramente molesto.
- Dame- Tsuna, ¿por qué se tardan tanto? – se quejó.
- Perdón, ya vamos – dijo con calma Tsuna mientras se acercaba al pelinegro para cagara al bebe y así caminar hacia la puerta seguido de Kyoya.
Reborn gruño al ver que Kyoya tomaba de la mano a su dame-hijo, ya que pese al tiempo aun no le agrava mucho la idea de que ese chico con complejo de animal se hubiera atrevido a robarle su pureza a Tsunayoshi… no se quejaba es decir, ahora tenía un lindo nieto a quien tortur… tutorizaría a futuro para ser un buen líder para Vongola, pero eso no quería decir que le agradara la idea… aun recordaba con horror cuando todos en la mansión se enteraron de que el castaño estaba embarazado… algo ilógico más por el hecho de que era un hombre, pero según eso se debía a algo de la pureza de las llamas y los anillos Vongola; claro que en ese momento poco le importo la explicación ya que tanto Iemitsu como él deseaba matar a la nube violadora y ratera de pureza… pero al final tuvieron que aceptar los hechos ya que Tsuna se veía contento y feliz con Kyoya a su lado y aunque no quisieran aceptarlo, notaban que este igual lo amaba y lo cuidaba.
Al llegar a la sala, notaron que todos dejaron de armar su alboroto habitual para saludar a su cielo, quien llegaba de la mano de su esposo y su hijo, seguidos de cercar por Reborn.
- Feliz cumpleaños Makoto – gritaron alegres todos, mientras algunos lanzaban confeti al aire y notando que esa acción alegraba al pequeño quien sonreía mientras estiraba su manita para tratar de tomar una tira de papel que flotaba en el aire.
- Mako-kun se ve muy animado – indico alegre y risueña Nana mientras se acercaba a su hijo para darle un beso en la frente y abrazar a su pequeño nieto.
- Gracias a todos por asistir a esta celebración – hablo con calma Tsuna mientras les regalaba a todos, una radiante sonrisa.
- No faltaríamos por nada del mundo Tsunayoshi – indico con seguridad Yuni.
- Así es Tsunayoshi-kun – afirmo Byakuran, el cual tenía entre sus manos un tazón lleno de malvaviscos.
- Es una fiesta extrema – grito animado Ryhoei, quien estaba en compañía de Hana, quien lucía más radiante y hermosa debido a sus 5 meses de embarazo.
- Ryohei, no grites – se quejó la pelinegra.
- Felicidades Hana – le indico Tsuna cuando se acercó a saludarla.
- Gracias Tsuna, ah… solo espero que no sea tan ruidoso como su padre – dijo en un tono pesimista mirando de reojo que su esposo ya estaba peleando con Gokudera y Lambo.
- Hehe… - fue lo único que atino a decir el castaño como respuesta, mientras aceptaba uno de los jugos que le había ofrecido uno de los meseros.
- Kufufu Tsunayoshi ¿y para cuando el siguiente? – pregunto Mukuro a sus espaldas provocando que este escupiera su bebida y le mirara a ver sorprendido y sonrojado.
- ¡Mukuro! – le grito.
- Oya oya no te enojes, además no pregunte nada malo – dijo sonriendo de forma burlona.
- Mukuro-sama… - le regaño Chrome apareciendo junto a él.
- Herbívoro… - le reclamo enojado Kyoya, notando como el ilusionista solo se reía y se alejaba.
- Vamos no te enojes, sabes cómo es – intento animar el castaño a su pareja.
- Aunque su pregunta me agrado – opino divertido Kyoya.
- Eh…
- Creo que ya debemos pensar en darle un hermanito a Makoto – dijo divertido mientras tomaba de la cintura al castaño y lo pegaba a su cuerpo, notando que un gran sonrojo aparecía en el rostro de su cielo, pero justo cuando estaba por darle un beso una bala paso en medio de sus rostros.
- Ni se te ocurra Hibari y menos en mi presencia – indico enojado Reborn.
Y claro esa fue la señal para que otra nueva batalla iniciara donde todos se veían involucrados por motivos totalmente diferentes a lo que originó la pelea, dejando que el castaño fuera hasta donde estaba su madre y su hijo.
- Ara sí que todos son muy animados – opino divertida Nana.
- Demasiado animados para mi gusto – dijo con tono pesimista en su voz el castaño, pero en eso escucho la risa de su bebe y con ello igual sonrió – pero bueno esta es nuestra familia, mi pequeño cielo – dijo mientras tomaba a su hijo para cargarlo y darle un beso en la frente – e igual te enseñare como controlarlos – indico mientras entraba a modo hyper y un aura gélida empezaba a rodearlo provocando que todos detuvieran sus acciones y le miraran a ver asustados.
Después de esa amenaza la fiesta trascurrió de forma normal… lo normal estando en Vongola, pero todos se alegraban de que no les hubieran amenazado con el papeleo… ya que nadie quería hacerlo y definitivamente preferían estar en sus propios zapatos que ser el Vongola Decimo cuando se trataba del papeleo o controlar a su loca familia.
Si… esa familia era una locura total, pero al mismo tiempo eso la hacía tan especial y única por lo cual Tsunayoshi no la cambiaría por nada del mundo; más ahora que sentía que lo poseía todo en esta vida: familia, amigos, el amor de su vida y un hijo que es el resultado de ese amor.
La fiesta se extendió hasta el anochecer, donde los invitados fueron corridos por Reborn y Kyoya argumentando que ya era tarde y Makoto ya debía dormir… si, daba miedo cuando ese par se ponía de acuerdo en algo, aunque para Tsuna ese hecho era divertido.
Llego a su habitación donde con cuidado deposito a su pequeño durmiente en su cunero mientras sonreía y le tapaba con su frazada, tras eso se sacó sus zapatos y el saco.
- Gao – escucho que Natsu le llamaba por lo que se giró a verle notando que este traía algo en su boca y movía la cola de felicidad.
- ¿Que tienes ahí? – pregunto mientras se inclinaba y tomaba el objeto que traía su mascota en la boca, en eso noto que era un libro – ah… que es… - miro el libro de tamaño familiar notando que este era de color rojo vino y tenía grabado en dorado el emblema de los Vongola, al abrirlo noto que las paginas estaban en blanco.
- Gao… - noto que Natsu le miraba ansioso, esa mirada que le dedicaba cada que le pedía de comer, por lo que sonrió mientras hacía aparecer una pequeña llama en su anillo notando que el libro reaccionaba a estas, por lo que al abrir nuevamente el libro noto que ahora aparecían un escrito en una bella caligrafía.
Al leer el contenido una sonrisa divertida apareció en su rostro… si era el diario que había iniciado todo, pero ahora solo se veía como un simple diario compartido, donde Alaude-san expresaba que fue obligado a escribirlo por Giotto-san… se sorprendió al leer el contenido donde confirmaba que ese par lograron estar juntos y por lo tanto eran sus ancestros ya que al parecer también el primer cielo logro crear vida dentro de él, aunque por las anécdotas escritas: fue algo hermoso y doloroso… donde concordó en ese pensamiento era algo hermoso hasta que llegaba el momento del parto. En eso se percató de que la última página era una carta que iba dirigida hacia él.
- ¿Qué haces, herbívoro? – le pregunto Kyoya, quien había regresado a su habitación ya que él siempre veía por la seguridad de la mansión antes de ir a descansar.
- Mira esto – indico sonriendo, mientras se acercaba a Kyoya y le enseñaba el diario para que juntos leyeran la última página.
Para Tsunayoshi:
Primero que nada, perdón por haberte acusado injustamente esa vez… la verdad no sé si llegues a leer alguna vez esta carta, pero es la única forma que se me ocurre para hacerte llegar mis palabras.
Sabes gracias a ustedes logre… bueno logramos decir lo que sentíamos aunque de una forma que no puedo describir… ejem… al principio me-nos preocupamos por ustedes (si también Alaude aunque diga lo contrario pero no le digas nada) pero espero que hayan regresado a su época e igual espero que ustedes se hayan sincerado con sus sentimientos porque si note como ese chico llamado Hibari te cuidaba y te miraba… sabes no sé si igual les paso a ustedes… y creo que también fue mi culpa… pero según Talbot un efecto secundario de ese hechizo que leí y nos cambió de cuerpos hizo que ahora yo pudiera embarazarme… y ahora estoy sufriendo por eso ya que no puedo comer ninguno de mis amados dulces sin vomitar, aunque también me hace feliz saber que la vida que esta creciendo dentro es fruto de nuestro amor.
Creo que ahora si no me molestaría cambiar de cuerpo con Alaude por segunda ocasión… para que él sufra mi dolor porque su hijo me patea muy duro y no me deja comer a gusto mis amados dulces…
Aunque si note que estar en mis zapatos le ayudo ya que ahora genera menos papeleo… a veces, pero algo es algo… como sea creo que ya me desvié… el punto era que quería pedirte perdón por pensar que eras un roba novios y por decirte mi copia barata castaña y que donde sea que estén, espero que estés bien con tu Alaude versión pelinegra.
Atte: Giotto Di Vongola.
Tras leer la carta Kyoya miro a ver a su cielo, el cual se notaba divertido por el contenido de la carta.
- Me alegra que Giotto-san y Alaude-san hayan arreglado sus diferencias – opino animado Tsuna.
- Hmm… era de esperarse, ya que se notaba que el carnívoro lo quería.
- Cierto, así como yo igual te amo mi copia de Alaude versión pelinegra – dijo divertido el castaño antes de unirse en un beso con su esposo.
Si definitivamente Vongola era una locura pero de cierta forma no importaba porque gracias a ella había obtenido su felicidad, una familia y amigos; tal vez para muchos todo eso sonaba a una locura pero no para el Vongola Decimo ya que todo eso le hacía feliz porque así les quería pero para poder entenderlo debías estar en sus zapatos.