Gracias Aby2125 por el review! Me alegra que te esté gustando y aquí el capitulo 4 explicando un poco algunas cosas que quedaron al aire :D disfruto mucho escribiendo de Inu y Kag :3 los adoro

Trataré de subir los demás y espero no tardar mucho!

Los personajes pertenecen a Rumiko Takahashi

Negritas- Pensamientos

Negritas Cursivas- Flashbacks

CAPITULO IV

"Celos"

Inuyasha se apartó de Kagome lentamente vislumbrándola a cada segundo, no pudo soportar más la ansiedad de tenerla cerca, al verla aceptar su proposición sabía que Kagome era su chica-

Tenía que ser sincero consigo mismo, lo disfrutaba y estaba feliz, aunque le preocupaba un poco la reacción de Kikyo, maldita suerte ¿Por qué aún le importaba que pensaría aquella chica de él? Se detestaba y odiaba por eso, -Inuyasha, ¿Estas bien?- aquellas dulces palabras lo despertaron del transe, la hermosa azabache lo miraba fijamente con ese par de ojos chocolate que irradiaban luz y serenidad, no podía negarse ante aquella mirada, quién en su sano juicio podría sentirse mal ante aquella chica –Kagome, discúlpame pero creo que fuimos demasiado rápido…- las palabras del peliplateado hicieron estremecer a Kagome ¿Acaso se había arrepentido? Que humillación, pensaba y dispuesta a irse observo como Inuyasha levantaba su mano derecha en señal de invitación, la noche se tornaba más helada que de costumbre, la llovizna comenzaba a cesar y los abrazaba en un ambiente invernal que hacía más intimo el momento, Inuyasha con la mano derecha levantada miró a Kagome quien desconcertada y temerosa lo observaba fijamente y dijo en tono suave – fuimos bastante rápido, fui poco caballeroso y me apresuré a besar a mi hermosa dama sin si quiera invitarla a una cita- al termino de esto Inuyasha le sonrió a la azabache que con los ojos como platos quedó muda de la impresión, sin saber que responder se dejó llevar por el ojidorado y felizmente tomó su mano salió de casa y cerró la blanca puerta de su casa, la noche era joven y tenía mucho que mostrar para dos enamorados que juntos bajaban hacia el auto del chico dispuestos en ir a su primera cita.

Un momento… -Inuyasha- reaccionó Kagome deteniéndose apunto de llegar al automóvil, -¿No crees que ya es demasiado tarde?- dijo la azabache mirando tímidamente a su ahora novio, -Kagome, arruinas la sorpresa – reía el joven –vamos no te preocupes yo te cuidaré, eres mi novia ¿O me equivoco?- el chico parecía bastante feliz así que Kagome se limito a decir y simplemente subió al auto en seguida Inuyasha cerró su puerta y se dirigió al lugar del conductor, encendió el auto y se dirigieron a un lugar sorpresa para Inuyasha, la chica azabache solo observaba por el ventanal, nunca había salido tan noche aunque su madre se lo hubiese pedido, observaba los negocios con sus esplendorosas luces llamativas y mucha gente que paseaba por la acera con amigos, con parejas e inclusive con sus familias, la noche era disfrutada por todos quienes hacían valer cada segundo de la vida junto a las personas que amaban.

Finalmente llegaron a un establecimiento de café y postres, el exterior era bastante elegante, "Coffee Lovers" en letras cursivas grandes y rojas resplandecían en su exterior adornando la portezuela transparente, las sillas eran color café con tonos rojizos para amenizar, en su mayoría eran parejas las que estaban reunidas allí disfrutando de las pláticas nocturnas de los demás, el silencio estaba ausente ya que había música de fondo sin aturdir a los oyentes; era un lugar agradable.

Inuyasha acompañó a que Kagome tomara asiento mientras el llamaba un mesero para que tomase la orden, la mesa tenía un bello mantel rojo que distinguía más aún al muchacho peliplateado de enfrente, Kagome pidió chocolate blanco mientras que Inuyasha se limitó a pedir café americano, la plática fue amena, uno del otro contaban sus gustos y costumbres, reían acerca de la escuela y amigos que ya para ese momento Inuyasha logró hacer, -Sango…¿Está enamorada de Miroku?- preguntaba Inuyasha mientras tomaba un sorbo de café, Kagome quien estaba disfrutando del chocolate caliente, casi se ahoga por la pregunta –Inuyasha… ¿Qué clase de pregunta es esa? Sango es mi mejor amiga, yo.. no puedo decir…-, el joven observo a la chica quien nerviosa volvía a tomar la taza blanca para ocultar su rostro en ella, -Es solo una pregunta Kagome, Miroku también es mi amigo y quizás sé cosas- afirmó Inuyasha llamando la atención de Kagome quién nerviosa se limitaba a sonreír, aquel momento era real y solo pertenecía a ellos dos, el muchacho no pudo evitar sentir curiosidad acerca de lo que había sucedido estas últimas semanas después de la confesión de la azabache, los celos brotaban nuevamente en su mirada al recordar aquellos días en que Koga disfrutaba de la compañía de la ahora su novia ¡Cierto! Ese maldito Koga, tenía que arreglar ciertos asuntos con él, pero sin antes preguntarle a Kagome que pensaba.

Nervioso por lo que continuaba, dejó su taza de café en la mesa colorada y suspirando profundo preguntó -¿Kagome?, ¿Qué hay entre tú y Koga?- diciendo esto último la miro fijamente a la azabache quien no estaba muy contenta con lo mencionado, -Inuyasha, no llevamos ni un día como pareja y estás con esas dudas- dijo una molesta chica, aunque no podía negar que disfrutaba escuchar que la celaba, -Kagome compréndeme, estas últimas semanas te vi siendo muy cercana a él no pude evitar sentirme de esta manera y ahora que eres mi novia es algo que me tiene intranquilo- decía el peliplateado casi rogando que le diera explicaciones, Kagome sabía que lo ocurrido en esas semanas fue complicado y confuso, recordó como Ayame muy burlonamente se acercó a ella y le mencionó de la chica que visitaba a menudo a Inuyasha.

Flashback

Kagome caminaba nerviosa a la escuela, el día era precioso, el sol adornaba con sus rayos los ventanales de la escuela que deslumbraban a la vista, hacia menos frio que de costumbre, se respiraba un aire puro, la azabache se sentía motivada, el día anterior le había confesado a Inuyasha que gustaba de él, sin embargo no se arrepentía sabía que algo positivo vendría, a lo lejos vió a su amiga Sango quien lloraba tratando de esconder sus lagrimas entre las páginas abiertas de la Literatura inglesa, inmediatamente corrió hacia su amiga - ¡Sango! ¿Qué ocurre? ¡Dime!- - la castaña al ver a su amiga cerca corrió a abrazarla mientras murmuraba lo sucedido –Kagome, lo vi, lo vi abrazando a esa tonta de Ayame y correspondiéndole los besos, sabía que haría esto- Sango parecía desconsolada, ver a Miroku y Ayame juntos no le hizo bien, amaba al ojiazul pero no quería admitirlo.

Kagome sabía que Ayame pretendía de Koga desde hace mucho tiempo, pero el moreno la rechazó por los sentimientos que tenía hacía la azabache, la pelirroja no era buena perdedora quería vengarse de ella y que mejor que haciendo sufrir a Sango la mejor amiga de Kagome, aprovechaba que Miroku fuera un sin vergüenza y aprovechaba cada oportunidad, pero al estar frente a ellas el castaño siempre se comportaba diferente y eso no le parecía a la pelirroja, debía buscar otro método.

La chica azabache continuaba abrazando a su amiga, más no perdía la oportunidad de mirar alrededor y buscar a la pelirroja, se sentía decidida a encararla por primera vez, había llegado bastante lejos y al parecer sus suplicas habían dado frutos, Ayame se acercaba de manera retadora y decidida, no había mujer más vulgar en el instituto con aquellas prendas semi transparentes y tacones altos, a Kagome no le molestaría usar esas prendas, sin embargo aún no era verano ni hacía suficiente calor como para lucir de esa manera, sentía repulsión en cada paso que se aproximaba; Kagome soltó a su amiga y le pidió que se dirigiera al salón de clases, la castaña solo pudo asentir ante lo decidida que parecía la azabache, se giró nuevamente hacía la pelirroja y se acercó de pacíficamente, -Higurashi, ¿Por qué corriste a Taijija? Tenía algo que comentarle- decía la chica ojiverde descaradamente, -Ayame, quiero ser lo más amable contigo y te pediré de favor que te apartes de nosotras- le había colmado la paciencia a la azabache, se habñia metido con su mejor amiga y nadie tenía el derecho de hacerlo sin que ella pudiera socorrerla, Ayame vió la expresión despectiva de la pelinegra y sabía que debía utilizar su arma secreta, al fin llegó el momento de vengarse de Kagome Higurashi y que mejor que herirla sentimentalmente –Kagome esta bien, lo haré, pero antes creo que te convendría saber esto, acerca de tu adorado Inuyasha-, la azabache al simple hecho de escuchar el nombre de Inuyasha se estremeció, ¿Se habría molestado con ella? ¿Lo había apartado con su confesión? No quería creerle en nada a Ayame, pero no tenía opción, debía escucharla.

-¿Qué tiene que ver Inuyasha en esta conversación?- preguntaba temerosamente una azabache dolida, -Kagome, lamento que estés sintiendo algo por el nuevo pero… tengo la mala noticia de que aquel chico hermoso tiene dueña- la azabache no pudo evitar abrir los ojos como platos ¿Inuyasha con novia? Pero ¿Cómo? Si el era nuevo en ese lugar; ahora que lo recordaba Inuyasha había mencionado que había amado a alguien en esa ciudad .. pero … eso ya era parte del pasado ¿No? –Antier los vi Kagome, así que porque te quiero y no quiero que sufras, sentí la necesidad de decírtelo…Nos vemos "amiga"- continuó una pelirroja que, con una sonrisa triunfal dejaba a una triste Kagome mirando fijamente hacia ella, había logrado su cometido, había herido a la azabache.

Kagome dudaba de Ayame, pero no se atrevía en preguntarle a Inuyasha, además él no era nada suyo, no eran pareja y no tenía derecho sobre él, Koga quién la veía triste y en pasos lentos decidió acompañarla en su silencio hasta el aula, quería y tenía la necesidad de estar con ella, buscaría la oportunidad perfecta y ese momento lo fue, Kagome lo tomó del brazo acurrucándose en él, ¡Vaya! No le gustaba ver sufrir a Kagome, pero era un avance.

Los días pasaban y Ayame seguía insistiéndole de la chica que visitaba a Inuyasha, por consiguiente el peliplateado simplemente se sonrojaba con su presencia y no le negaba nada permitiendo que se pensara que había algo entre ellos, el joven ojidorado había intentado acercarse a Kagome en esas semanas, sin embargo ella no se sentía lo suficientemente cuerda para hablar con él, no quería verlo pero tenía un deber y era ser su tutora, las palabras solo eran suficientes en cuanto se tratara de la escuela, en ratos libres y externos Koga se había limitado a verla y protegerla, ya que la azabache pensaba que si estaba con aquel apuesto moreno se sentiría "mejor", se sentía culpable pero no podía dejar que Inuyasha la viera en ese estado, quería reclamarle pero no podía hacerlo, esas semanas habían sido bastante duras para todos a excepción de una pelirroja que disfrutaba de su malvado plan sentada en su pupitre y con teléfono en mano pareciera que mandaba un mensaje - …. Tu plan funcionó amiga , todo va como lo habías dicho, te veo al rato para contarte las buenas nuevas… te quiere Ayame-

Fin del flashback

-¿Kagome?- dijo un arrepentido peliplateado que solo podía mirar a una azabache sumida en profundos recuerdos, sabía que debía encarar a Inuyasha, debía hacerlo cuanto antes pero el miedo brotaba en todo su cuerpo limitándola solo a observarlo angustiada –Inu..yasha- dijo con palabras entrecortadas mientras el peliplateado alzaba la mirada, ambos sabían que lo que venía a continuación era de suma importancia –Alguien en el instituto y no diré nombres… me comentó que hay una chica que te sigue mucho… no quiero parecer celosa ni quiero que suene como reclamo pero… ¿Es eso cierto?-, el joven se mordió el labio, alguien lo espiaba mientras Kikyo se acercaba a su casa, eso no le agradó mucho y mucho menos que se lo hayan comentado a Kagome, debía ser sincero si quería que la azabache permaneciera a su lado – Amor- decía un peliplateado armado de valor mientras Kagome por el seudónimo no tuvo más que sonrojarse –Sí la hay, pasa de vez en cuando por mi casa y yo no tengo el corazón para evitarla- a la azabache se le rompía el corazón con cada palabra del ojidorado, no sabía si sería capaz de escuchar toda su explicación, bajó la mirada y trataba de esconder aquellas gotitas de agua que brotaban de sus hermosos ojos chocolate, su vista se hacia cada vez más borrosa, el corazón le dolía pero debía seguir escuchando al joven que sonaba culpable por la confesión –Se llama Kikyo y… fuimos pareja, pero ya todo acabo de una manera que no puedo recordar, fue hace mucho tiempo, Kagome… ahora solo quiero estar contigo- el peliplateado de manera suplicante tomaba las manos de la azabache quien sonrojada lo observaba fijamente regalándole una bella sonrisa –Kagome, desde que te vi me robaste el corazón, suspiraba por ti todas las mañanas esperando una palabra tuya que no aparecía, tus ojos me tienen hipnotizado, ahora entiendo a los chicos del instituto y nadie puede resistirse a ti, ni siquiera yo pude hacerlo, pero soy afortunado de probar tus dulces labios y tocar tus manos como lo hago en este momento, ahora eres mía y yo soy solo tuyo hasta el día en que me permitas serlo, si llegase el día en que no lo desees, créeme Kagome que no estaré de acuerdo y te buscaré de nuevo- .

La azabache se levantó de su asiento haciendo un ruido aturdido con la silla del establecimiento, Inuyasha la miraba desconcertado hasta que comprendió luego de que la pelinegra lo abrazara cálidamente, su aroma era tan embriagante, no quería soltarla sabía que ella era diferente y no cometería el error de perderla. Kagome quién apenada se apartó de él y volvió a su asiento escondiendo su mirada en la taza con chocolate blanco sonreía de oreja a oreja, confiaba en Inuyasha y estaba feliz de su nueva relación, ambos continuaron bebiendo sonrojados y disfrutando de la velada.

En ese mismo establecimiento en los pórticos escondidos con cortinas rojas y doradas los observaba un joven moreno con mirada desafiante pero con un corazón partido en dos, Así que Kagome y el idiota son pareja, pensaba Koga quien acompañado de sus amigos Bankotsu y Guinta degustaba de las bebidas saborizantes del lugar, llevaban un rato leyendo allí por la tarea del profesor Kaji, cuando de pronto vio entrar a Kagome tomada de la mano de Inuyasha, no pudo evitar sentir nuevamente celos del muchacho, pero al ver que Kagome le correspondía sus esperanzas se venían abajo y aún más cuando Kagome lo abrazó tan cariñosamente, "su Kagome" amaba a otra persona, le regalaba aquellas sonrisas que siempre había pedido para él, los roses de la mano de ella con el peliplateado lo volvían loco de celos, prefirió volverse a sus libros, pero su mente no dejaba de mostrar aquellas crueles imágenes de la chica con su nuevo novio, pero algo en Koga comenzó a brotar, No creas que me daré por vencido Kagome, tu eres mía pensaba un decidido moreno quien con sorbos largos terminaba su bebida dispuesto a levantarse de su asiento en dirección a la feliz pareja. S+````++++````fllflflflr dibre e palidecime acercara, que torpe soy, ¿Como oga, Inuyasha no se acercçoutora en su primer dibre e

Este Fic lo sentí muy largo pero espero haber aclarado algunas cosas S: no me maten jaja, dejen review de cómo les está pareciendo y sus criticas serán bienvenidas, si les molesta o no trataré de hacerlos un poco cortos ¿O así les parece bien?

Nos vemos muy pronto