—Mamá, mamá, mamá—Repetí nuevamente tratando de despertar a mi madre, habían pasado once años después del "accidente" con Nikiforov, mi madre lloró por mucho tiempo encerrado en su cuarto, pero al salir mencionó que se había aburrido.

En todo éste tiempo—semanas, días, años—yo me concentre en los libros, en el estudio y me encargué de animar a mi madre hasta que finalmente ambos superamos el pasado.

—Mamá se nos está haciendo tarde—Movió ligeramente su rostro y se despertó. Por fin creí que estaba muerto.

—¿Qué hora es?—Dijo acostumbrándose a la luz. Se incorporó y me fue inevitable sonreír al ver su rostro adormilado.

—Ya van a dar las ocho y media—Me crucé de brazos con expresión burlona al verlo totalmente sorprendido. Inmediatamente se levantó y comenzó a vestirse regañándose a sí mismo.

— Llegamos tarde, Yurio me matará y Lilia ni se diga— Finalmente salimos de casa con paso apresurado hasta la pista de hielo. Una vez dentro de tal nos encontramos con Lilia, Yura y Beka. Lilia entrenaba a Yura junto a su ex esposo Yakov, pero después de la separación de mis padres, Yura se peleó con Nikiforov y convivió más con Yuuri y conmigo debido a que Yakov entrenó a Viktor sin descuidar a sus demás patinadores, pero Plisetsky se negó a estar cerca de Nikiforov y vino a vivir junto a Otabek.

Lilia aceptó su decisión y vino con ellos debido a que ambos no querían dejar el patinaje.
Con el pase del tiempo crecí con partes de la personalidad de Yura—gracias a que pasaba mucho tiempo con él— se volvió como mi tío junto a Beka. Y Lilia mi entrenadora, es una mujer muy dura y raramente muestra sus sentimientos, con Yura es a veces dura, conmigo no tanto, claro al menos fuera de la pista.

—Llegan tarde—Habló Lilia mirándonos seria y fría, miré de reojo a mi madre y vi que estaba nervioso ante la mirada de Lilia.

—Perdona fue mi culpa, me quedé dormido—Respondió mi madre avergonzado, recibiendo una risa burlona de parte del rubio a pesar de burlarse seguido de mi madrey regañarle, siempre estuvo al pendiente e incluso recibió patadas por parte de Yura cuando salió de su cuarto en su época de depresión.

"¡Estúpido cerdo deja de lloriquear por el viejo!" Le había gritado ocultando su angustia.

— Lamentamos la tardanza, agradecería mucho que disculparan al dormilón de mi madre—Sonreí haciendo que mi madre inflara las mejillas con el ceño fruncido.

—Tsk, sólo por esta vez nos hicieron esperar mucho quedamos a las ocho y media no a las nueve veinte—Se cruzó de brazos haciendo un chasquido con la lengua—Pero estoy acostumbrado a tu impuntualidad cerdo, en fin comencemos -Lilia quién estaba aconsejando a Beka, me miro y señaló la pista capte la indirecta así que asentí y me fui a poner mis patines, tras haberme puesto tales entré a la pista, se acercaba la competencia en la que por primera vez participaría como Senior, así que decidí hacer mi propia coreografía con una canción elegida por mí, pero a decir verdad Lilia me ayudó a que mi coreografía quedara perfecta, ella me había entrenado desde los 7 años así que sabía mi potencial, sin embargo ella y los demás insistieron de que era una coreografía difícil. Finalmente Lilia la aceptó, con la condición de que entrenaría sin descanso y ella haría el programa corto.

Todas estas vacaciones eh estado practicando y estudiando como loco, tengo que admitir que es pesado entrenar sin descuidar el colegio.

—Dean mejora ese salchow cuádruple—Me regaño Lilia tras haberme caído, asentí agitado y volví a empezar mientras del otro lado de la pista entrenaba Yurio y Beka. A la media noche, todos salimos de la pista y volvimos a casa agotados —Habló por Yura y por mí ya que Beka y Yuuri tienen mucha resistencia—.

(...)

—Katsuki ¿listo?—Me preguntó Otabek, nos encontrábamos los cinco en el avión con destino a España, mi primera competencia será ahí y vaya que estaba nervioso.

—Claro, estoy consciente de mi capacidad y sé que ganare por lo menos lugar en el podio pero...—Dejé escapar un suspiro, los nervios me estaban matando, había competido y ganado en competencias del pasado pero esta vez será como Senior.

—Estarás bien, todos te apoyamos—Me animó serio pero seguro de sus palabras, sonreí levemente y asentí, miré por la ventana esperando la hora de aterrizar. Después de varias horas, por fin llegamos a España, fui el último de nosotros en bajar del avión.

—Dean, cuanto tiempo—Dijo una voz familiar, sorprendido miré al frente —la verdad tenía toda mi atención en mi móvil—para ver si era realmente él, el dueño de esa voz familiar.

Y sí, era él.

—¿¡Javier!?—Dije emocionado, el pelinegro me sonrió dando a entender que era claro que se trataba de Javier.

—¿Quién más sería?—Me rodeo con un brazo—Bienvenido a España, fue una gran noticia el saber que participarías como Senior en esta temporada del Grand Prix—Me dio un leve golpe en el brazo con una sonrisa de oreja a oreja.

—Y qué lo digas, ¿viniste solo?—Pregunté con curiosidad, inmediatamente Javier negó.

—Pooh vino también—Me fue inevitable no reír ante aquél apodo si lo escuchara seguro mata a Javier, conozco a Fernández y a Hanyū desde que tengo 13 años y desde entonces hemos sido amigos, pero soy más unido a Hanyū al vivir cerca convivimos más.

—Hijo es hora de ir al hotel, ¿vienes o irás con Javier?—Preguntó el azabache de mi madre mirándome mientras los demás subían al auto.

—Estaré con él si no te molesta—Negó lentamente con una sonrisa en sus labios, tomó mi equipaje y lo metió a la parte trasera del automóvil junto al resto.

—Qué se diviertan, sólo no olvides que debes llegar temprano mañana debemos ir a la pista para tu entrenamiento, fue un placer verte Javier—Subió al taxi dónde los demás le esperaban e hice un ademán en forma de despedida y Javi me imitó.

—Bien, vamos a la tienda del aeropuerto ahí fue Pooh por caramelos—Me soltó y caminamos hasta llegar a la tienda dónde efectivamente se encontraba cierto japonés pagando sus ositos de goma.

(...)

El chico al darse la vuelta sonrió tiernamente al ver a su querido amigo. Se acercó y lo abrazó para después separarse.

—Dean, bienvenido—Dijo alegremente el azabache dándole una palmada en el hombro de Katsuki.

—Gracias Yuzuru, hace tiempo que no los veía—Respondió el albino agradecido, se sentía bien al tener unos amigos como ellos que estaban junto a él en sus mejores y peores momentos.

—Hey Pooh dame gomitas—Habló Javier, Yuzuru asintió y le extendió la bolsa de gomas, este la agarro, tomó unos cuantos ositos de goma y le regresó la bolsa. El azabache parpadeo un par de veces para luego fruncir levemente los labios.

—¿"Pooh"?—Encarnó una ceja mirando fijamente a su amigo que comía las gomitas. Fernández sonrió divertido haciendo que Hanyū se cruzara de brazos por aquel apodo realmente extraño.

El ojiazul rió ante la situación, sí, definitivamente se sentía feliz al tenerlos como amigos, siempre lograban sacarle una sonrisa

—¿Haremos algo o estaremos todo el día en el aeropuerto?—Llamó la atención de sus acompañantes que se encontraban discutiendo debido al apodo, estos detuvieron si pequeña discusión y asintieron para después salir del aeropuerto charlando de cosas realmente tontas.

Ashuerwo se preguntarán el porque volví a subir la historia, bueno como en un principio, disculpen el término —pero es cierto alv— la cagué en los capítulos ya que tienen misterio innecesario y confunden al lector. Por ello opté por volver a escribirlos o mínimo cambiar las escenas que son confusas —parece YOI que de igual forma lo modificaron— Espero y entiendan :'v