Disclaimer: Desde las profundidades siniestras de nuestra mente, hemos creado esta historia uniendo a las familias Potter-Malfoy, desafiando los estándares de la sociedad mágica. Claro, los personajes le pertenecen a J.K. Rowling. Este fic pertenece a la "Celebración Viñetas Variadas" del Scorilyfest de grupo Lily & Scorpius: love like ours never dies en Facebook.

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ENDLESS LOVE

By

The Darkness Princess & Lady Muerte


Para ustedes que están en el cielo.

Siempre vivirán en nuestros corazones.

*º*º*º

(N/as: Contiene una escena subida de tono xD)

"... los declaro unidos por el resto de sus vidas."

Scorpius se giró con la sonrisa más despampanante, alargó su mano atrayéndola por la cintura. Estaba tan hermosa que se le llenaba el pecho de orgullo por ser el hombre que ella había elegido. Por mucho tiempo vio lejana la posibilidad de ver ese día, pero aquí estaban contraviento y marea, amándose como nunca más lo harían.

—Mi mujer.

Lily Luna lo miró parpadeando rápidamente —se suponía que no debía llorar ese día, pero estaba al borde con las emociones—, su rostro resplandeciendo de dicha opacaba incluso al brillo de las estrellas. Se sostuvo de sus hombros, sintiendo que sus rodillas flaquearían en cualquier momento.

—Por siempre.

—Tenlo por seguro —profirió tomando su dulce boca en un beso prometido.

Los aplausos explotaron, las luces de magia arriba de ellos explotaban en colores y el momento era correcto como el latido desbocado de sus corazones.

*º*º*º

En el salón apenas tuvieron tiempo de sentarse, las felicitaciones aún seguían llegándoles.

—Ahora viviré con ilusiones después de presenciar este enlace —comentó Damen, fingiendo estar profundamente conmovido.

—Tranquilo, ya llegará quién te soporte e iremos a tu boda —repuso Albus en un tono de broma.

—¿Boda? A lo más que llegará esa chica es a mi cama… lo mío no son estás cursarías anticuadas.

Los amigos se miraron entre sí. —¿Quién dices que lo dejó por otro? —preguntó Lily al oído de su novio.

—Te estoy escuchando, Potter.

—¡Ops! Si quieres puedo presentarte a alguna…

—Ni lo intentes, ya conozco a toda tu parentela desde Hogwarts —dijo alzando su mano— y ninguna otra Weasley emparejada o soltera me parece interesante.

—En realidad me refería a compañeras de St. Mungo.

—¿Qué…?

—Vamos a llevarnos a este amargocito a la barra, un par de cocteles de alcohol de hadas lo harán calmarse —mencionó Aiden, poniéndole las manos encima empujándolo—, y yo sí quiero conocer a esas compañeras.

—Que no sean unas botellas —pidió Scorpius.

—Lo tendremos bajo control —aseguró Eliot sin preocuparse demasiado, yendo detrás de ellos.

Albus se quedó un poco más con ellos. —Debería haber apostado que terminarían juntos, ahora tendría una fortuna.

—Confórmate con tenerlo en la familia —declaró Lily Luna, cruzándose de brazos.

—Lo hago y él lo sabe.

Scorpius se acercó a su viejo amigo, compartiendo un abrazo. —Te debo esto, si no hubieses entregado esa carta…

—Me debes hasta tu trasero, pero lo volvería a hacer.

—Paren ustedes dos o me pondré celosa —bromeó Lilu.

Al se acercó a su hermana, acarició su nariz y sonrió. —Sigues pareciendo una pequeña duendecilla —comentó abrazándola.

—Largo, es mejor que vuelvas con tu novia.

—Más les vale no separarse una vez más —advirtió, dejándolos solos.

Scorpius y Lily caminaron hasta su mesa, ella necesitaba al menos sentarse por un momento, le dolían los píes y aún ni siquiera habían bailado, tendría que haberle hecho caso a su madre y usar ese hechizo para estar cómoda, y hablando de eso...

—¿Aún crees que debamos hacer eso?

Él bajó la copa y se pasó el trago de agua. —Fue tu idea, ¿ahora ya no quieres hacerlo?

Lilu se mordió su labio, observó a sus padres en su mesa charlando con sus tíos. —Lo sé, pero…

—Estaba en contra de tu plan porque es jugar con fuego, pero no puedo dejar de pensar en mi padre. —Calló incapaz de continuar, cerró los ojos tratando de controlar el dolor.

Lily entrelazó sus manos, transmitiéndole su apoyo. —Tienes razón.

—Gracias. —Malfoy besó cada uno de sus dedos.

*º*º*º

Draco se encontraba bailando con Lily como dictaba la tradición, al tenerla así no pudo evitar recordar los días en que había estado en el colegio y tratado a Ginny. Lucía similar a ella, pero distinta a la vez, podía ver en ella los genes de Potter.

Ni siquiera se atrevía a pensar que si no hubiese sido cobarde él podría haber tenido una boda así, porque no era verdad… ellos probablemente hubieran tenido que huir juntos.

—Señor, a Scorpius y a mi nos gustaría hablar con usted dentro de media hora, lo esperamos en el ala que da a los jardines.

—¿Ocurre algo?

—Nada que deba preocuparle —comentó con una sonrisa misteriosa. A pesar de su enfermedad y años, Draco Malfoy seguía siendo muy atractivo casi podía ver en él, el futuro de su esposo.

A metros de ahí Scorpius hacía girar a su suegra, esa noche no podría bailar con su madre, pero sí con ésta mujer que siempre se había comportado tan bien con él, haciéndolo sentirse aceptado y respetado.

—Supongo que ahora tengo otro hijo y me alegra que seas tú, nadie más podría haber hecho tan feliz a Lily.

—Estoy avergonzado por el tiempo que perdí…

—Ya es pasado —comentó despreocupada—, sólo continua con lo que la hace sonreír así.

—Lo haré —prometió y sus ojos volaron hacia su hermosa esposa—, ella es mi vida.

—No puedo esperar a sostener a sus hijos, estoy segura que serán los más lindos…

Scorpius sonrió sintiendo el rostro caliente. —Será la primera en enterarse cuando Lily este esperando un bebé.

—Espero que sea pronto.

Él asintió con torpeza. —Señora…

—Nada de señora, puedes decirme Ginny…

—Lo intentaré —aseguró—. A Lily a mi nos gustaría hablar con usted dentro de media hora, la esperamos en el ala que da a los jardines.

Ginevra no ocultó su sorpresa. —¿Acaso…?

—No, no es nada de eso aún —comentó apurado, habían hablado de niños sin duda, pero ambos deseaban esperar un poco

—Si no es eso… ¿qué están tramando? —inquirió mirándolo con perspicacia.

—Le aseguro que nada malo.

*º*º*º

Draco parado en la entrada que daba a los jardines se hallaba fumando un cigarro, los sanadores le habían dicho que dejara ese vicio, pero aún no lo lograba de todo. El sonido de unos tacones lo hicieron girarse, su cara se transformó al ver a su viejo tormento y su corazón dio un vuelco.

Ginny apenas vio la figura que estaba al final de ala, supo que habían sido engañados por sus hijos y contrario a lo que le dictaba el sentido común, siguió avanzando sintiendo como el pulso se le iba al cielo.

—No deberías fumar —reprendió.

—¿No deberías estar con San Potter?

Ginevra no tuvo tiempo de responder, Scorpius y Lily aparecieron caminando hacia ellos con la misma sonrisa cómplice tatuada en sus caras.

—Perdónenos por traerlos aquí, pero era la única forma de poder hablar con los dos sin testigos —comentó Lily Luna.

—¿De qué se trata esto? —cuestionó Draco tensándose ligeramente, su mente había comenzado a encajar las piezas y no sabía si alegrarse o lanzarles una maldición por tentarlos de esa manera.

—Queremos agradecerles a los dos su apoyo, ustedes habían mantenido guardado el secreto de su relación y lo han revelado para que nosotros pudiéramos aprender de su experiencia.

—Y es en parte gracias a eso que ahora estamos aquí —añadió Scorpius, mirando a su esposa.

—Sabemos que encontraron el camino hacia otras personas y han sido felices, pero no hay nada que pudiéramos darles para demostrar nuestro afecto y agradecimiento que permitir que ustedes dos tuvieran este momento —agregó aún sintiendo una punzada de culpa por su padre, pero sabía que su madre no cometería nada perjudicial para su familia.

—Nadie sabrá que tuvimos esta conversación… el lugar ha sido encantado, ninguna persona podrá entrar después de que salgamos.

—Estaremos esperándolos en el pequeño salón de al lado.

Ni siquiera les dieron tiempo de hablar o negarse.

—¿Acaso tu hija te está dando permiso para ser infiel? —preguntó Draco riendo entredientes.

—Sabes que no es nada de eso —comentó veloz, caminando hacia los jardines.

Draco apagó su cigarro y anduvo hasta quedar a su lado, estaba nervioso y eso era absurdo para un hombre de su edad y su experiencia. —Ha pasado mucho tiempo desde que hemos estado así.

—Parece una eternidad —respondió con nostalgia.

—¿Has tenido una buena vida? —preguntó después de un silencio prolongado, en el que sólo la música estuvo presente.

Ginny bajó la cara y sonrió trémula. —La he tenido.

—Entonces todo valió la pena —mencionó con voz áspera, ganando la guerra contra el nudo en su garganta.

—¿Y tú? —balbuceó sin tener la fuerza para mirarlo a los ojos.

—También —respondió después de una pausa.

—Tal vez la razón para que las cosas no se dieran entre nosotros era preparar el camino para nuestros hijos, estoy feliz por ellos.

—Pudo ser distinto, pero no tiene caso hablar de eso, al menos ellos lograron vencer sus miedos y lucharon para estar aquí —manifestó aún con cierto enojo contra sí, tal vez nunca terminaría de perdonarse el haber actuado así.

—Lo sé, estoy orgullosa de ellos —comentó abrazándose a sí misma.

—Nunca pensé que le hablarías a Lily de lo que tuvimos.

—Ni yo que lo hicieras con Scorpius.

—Apenas han sido unas palabras aún pienso que los detalles sólo nos pertenecen a nosotros.

—¿Aún…? —Cerró los ojos arrepintiéndose por lo que había estado a punto de decir.

Él se giró para poder mirarla, se llenó de su imagen fresca, su belleza no se había perdido con los años y después de tantas décadas aún había algo que le envidiaba a Harry Potter. Sacó del bolsillo del pantalón un viejo galón, lo puso frente a ella, dándole la respuesta a su pregunta inconclusa.

Ginny abrió su boca en una perfecta "o", sus cejas se arquearon y cayeron poco después. Una oleada agridulce de emociones la envolvió explotando en su estómago, quemando su corazón. Ella le había dado ese galón, había sido su forma de comunicarse e intercambiar información durante la estadía de los Carrow en Hogwarts.

—¿Debería preguntar…?

Ella negó dejando que su cabello rojo se sacudiera, ahogó un jadeo y sonrió débil. —No te atrevas a morir, no seas tan descuidado con tu salud.

—Las cosas ocurrirán de cualquier forma.

—No debes dejar solo a Scorpius, aún tienes mucho que compartir con él, ni siquiera has conocido a un nieto… no seas egoísta.

Malfoy cerró su mano, sintiendo el galón contra su piel. —No has cambiado nada aún te atreves a echarme en cara las cosas.

Ginny compartió una sonrisa con él, limpió discretamente una lágrima y se giró decidida, mientras aún podía hacerlo. —Es mejor que vuelva.

—¿Huyes?

—Encontrémonos en la siguiente vida, tal vez entonces tú tengas más coraje y yo menos orgullo…

—No creo en eso, sólo vivimos una vez, si no fue en ésta no hay más.

—Deberías ser menos escéptico —dijo y con una última mirada y el corazón encogido se encamino hacia la puerta. Draco la siguió con la mirada hasta que desapareció, habría deseado al menos compartir con ella una caricia de despedida, pero ese tipo de cosas estaban prohibidas para ellos.

Exhaló con pesar y echó su cabeza hacia atrás cerrando los ojos ante el dolor de una herida vieja.

*º*º*º

Lily y Scorpius no hicieron preguntas cuando Ginny apareció y volvieron al salón principal para bailar en la pista que parecía estar hecha de oro líquido, una lluvia de luces caían sobre sus figuras entrelazadas. Poco después apareció Draco, tan tranquilo que parecía nada hubiese ocurrido.

Partieron el pastel y se ensuciaron un poco, entre risas se tomaron las fotos del recuerdo y entonces Lily estuvo lista para lanzar su ramo.

—Espero que le caiga a Rose, es ahora que tenga su boda…

—Entonces no lo dejemos al azar —susurró Scorpius travieso, manteniendo su varita escondida.

Lily le guiñó un ojo e hizo el primer intento, no fue hasta el tercero que finalmente lo soltó. Scorpius hizo el resto y el ramo fue a dar a las manos de quién debía.

Los aplausos y las felicitaciones no se hicieron esperar. Lilu premió a Scorpius con un beso y juntos se encaminaron hacia Rose, Lysander se había unido a ella y ahora se encontraba abrazándola.

—Al fin les llegó su hora —comentó Scorpius, la pareja se separó para mirarlos.

—Se lo he estado diciendo por largo tiempo, pero no ha querido dar su brazo a torcer —mencionó Lysander con una sonrisa escurriéndose en sus labios.

—¡Claro que no! —exclamó abochornada.

—Espero que no lo hagas sufrir más —bromeó Lily.

—Es un exagerado.

—Pero, ¿cuáles son estás flores y cuál es su significado? —cuestionó observándolas de cerca. No eran las típicas que escogía una novia.

—Son flores de trigo sarraceno —respondió Rose con ese tono de sabelotodo.

—Significan amantes —añadió Lily en un murmullo—, creo que es mejor que nos vayamos ahora Scorpius, presiento que pronto habrá otra boda.

—Al menos esperen que volvamos de nuestro viaje —comentó con complicidad.

Se alejaron dejando que la pareja hablase de sus planes, la noche era muy amena y la compañía también, pero era mejor que partieran, tenían un traslador programado.

*º*º*º

Les llevó un tiempo despedirse, pero finalmente estuvieron en el coche.

—Pensé que tu padre me rompería la mano.

—Sólo quería recordarte lo valiosa que soy para él.

—Sus advertencias no las echó por tierra —aseguró.

—Lo sé —dijo recargando su cabeza en su hombro.

*º*º*º

Tiempo después, estaban en su habitación del hotel en Bucarest. Lily se encontraba a horcajadas sobre Scorpius, aún llevaba puesta su conjunto de lencería blanca que había usado bajo su vestido de novia, mientras que él sólo conservaba su camisa abierta y su bóxer.

Malfoy hizo a un lado su cabello rojo echándolo hacia su espalda, deslizó sus labios por el contorno de su cara bajando por la curva de su cuello, sus manos treparon por su costado sin prisa.

—¿Qué crees que haya ocurrido entre nuestros padres?

Él rió cerca de su oído causándole un agradable cosquilleo. Sabía que ella había estado queriendo tocar ese tema, había aguantado demasiado. —Eres demasiado curiosa.

—¿Me dirás que tu no lo has pensado?

Scorpius se hizo hacia atrás para mirarla. —Pienso que no debemos meternos más en eso, es después de todo un asunto de dos personas.

Lily hizo un puchero. —Lo sé, pero esos podríamos haber sido nosotros si yo me hubiese casado con Reed y tú…

—Lily, yo no planeaba casarme, tú podrías haberlo hecho pero no yo y me hubiera destrozado que lo hicieras, probablemente me hubiese negado a volver a Londres.

Ella sintió mariposas al escucharlo, era cierto, él no había sostenido ninguna relación de ese calibre en todo el tiempo que habían estado alejados. —Te amo —murmuró acariciando sus labios.

—Aclarado eso, ¿podemos concentrarnos en esto? —preguntó llevando sus manos a su trasero empujándolo contra su erección escondida en su ropa, reavivando el deseo entre ellos.

Lily soltó un pequeño jadeo y asintió dejando que sus bocas volvieran a encontrarse, mientras ella peleaba por terminar de sacarle la camisa. Scorpius dejó que sus dedos se encargaran de los broches de bustier de encaje, se demoró un poco pero logró abrirlo, lo hizo a un lado y rompió su beso para poder ver el valle de los senos salpicados de pecas.

—Eres tan hermosa —halagó llevando sus manos a ellos, Lily se arqueó haciendo su cabeza hacia atrás, mientras él besaba uno de sus pezones.

¡Merlín, era un hombre muy afortunado!

Lily tiró de su cabello y respiró con dificultad, perdiéndose en el dulce placer que le estaba dando hasta que él finalmente la recostó en la cama. Sus bocas se buscaron devorándose con el fuego de la pasión corriendo debajo de sus pieles, Lily pudo sentir el cuerpo masculino de Scorpius frotándose contra ella, llevándola a la desesperación, quería sentirlo dentro de ella cuanto antes, sus manos trazaron su espalda, sintiendo el movimiento de sus músculos a su paso…

El amanecer los alcanzó mientras caían satisfechos, pero rendidos.

Si la felicidad podía tocarse ellos lo estaban haciendo en ese momento.

*º*º*º

Muchos siglos después, una chica asistía con sus padres al Mundial de Quidditch, estaba sumamente emocionada, corrió entre las carpas en busca de su amiga que había ido ahí también con su familia, pero su camino se vio estropeado cuando cayó debido a un cohete que pasó entre sus pies.

Eres algo torpe y distraída, ¿acaso no has visto lo que estaba haciendo?

El enojó brillo en sus ojos al enfrentar al desconocido. —¡Has sido tú el culpable!

Eras tú la que corría sin sentido.

Te juró que te haré pagar por esto —comentó incorporándose sacudiendo sus manos, había acabado toda sucia gracias a él.

¿Cómo lo harás? —inquirió interesado, acortando la distancia entre ellos.

Una chispa de atracción se levantó entre ellos, mientras sus ojos se encontraban, un sentimiento de familiaridad los abordó.

Ella ligeramente descolocada balbuceó: —No deberías provocarme, puedo patear tu trasero cuando quiera…

Él sonrió arrogante, claramente divertido con la situación, había algo en esa chica que no lograba entender. Alzó su mano y ante los ojos escépticos de ella, pasó sus dedos por su barbilla. —Te ha botado lodo en el rostro.

Ella sintió un golpe de calor en su pecho, tragó en seco y dio un paso hacia atrás perturbada por sus emociones, le propinó un manotazo buscando que dejará de tocarla.

Es mejor que no te metas conmigo —masculló pasándolo.

Él la siguió con la mirada, al parecer ese viaje valdría la pena.

El universo tenía una forma extraña de actuar, una pareja que tiempo atrás no pudo realizar su amor, encontraba su destino en esta vida.

*º*º*º

¡Muchas gracias por leer!

Con esto damos por terminada la historia, ya cerramos todos los detalles que queríamos. El fic hablaba de amor sin fin, un amor tan grande que transciende, a veces no estás con esa persona pero no por eso el amor acaba y a veces tienes la suerte de envejecer a su lado. Esperamos haber mostrado eso.

Una enorme disculpa a las hannys, pero esperamos que aún con todo y el drinny hayan disfrutado de este epilogo.

Mara: Hola, muchas gracias por leer. Ahora sabes que Scorpius no renunció, las cosas cayeron por su propio peso y ahora están juntos. Aquí más scorily. Saludos.

Si gustan pueden unirse al grupo Lily & Scorpius: love like ours never dies en Facebook y compartir con todas las fans de esta pareja.

(´¸.·*´¯`*»- - The darkness princess & Lady Muerte