Cap. 6

El gran día llego era el cumpleaños numero 23 de mi querida y adorada esposa. El lugar se veía increíble con solo lo mejor de lo mejor. La familia de Jan Di no había sido invitada por la bruja de mi madre, asi que me encargue yo mismo de ir por ellos para que presenciaran la fiesta de su hija.

Creo que fue una de las tardes mas terribles que pase; mi suegro y cuñado me veían con ganas de retorcer mi cuello como si de un vil gusano se tratara aunque reconozco que me lo merecía engañar a Jan Di y que todo Corea lo supiera era de lo peor, claro que esa misma mañana el grupo Shinhwa declaro que el articulo en el Daily Star era completamente falso y se procedería a demandar por difamación hacia su principal heredero.

"Hasta donde era capaz mi madre para salirse con la suya" pensé.

Regresando a la fiesta el lugar estaba exquisitamente decorado con la mejor comida y música, todos los conocidos de Jan Di estaban ahí aunque ella no aparecía por ningún lado. La buscaba con la mirada hasta que sentí una mano en mi hombro.

-Como estas Jun Pyo?

-Bien Woo Bin y tu? Aunque mejor no me contestes se te nota de aquí a China tu nerviosismo, que es lo que pasa?

-Jaja que chistoso me declararé a Yoon Seul después de la fiesta, tengo pensado en llevarla al jardín secreto del palacio Changdeokgung. Le fascina la naturaleza y no dejare que se vaya a Roma sin haberme casado con ella- dijo Woo Bin con una sonrisa.

-Felicidades hermano, te deseo todo lo mejor- digo mientras lo abrazo.

-Solo quedan dos solteros aunque ni tan solteros- dice Woo Bin sonriendo pícaramente lo que me hace recordar que muy pronto He Ra se va a ir dejando a Ji Hoo.

-Si tienes razón, bueno discúlpame voy por Jan Di. Decidí aventurarme a los salones que se reservan para los honorados de las fiestas para buscar a Jan Di pero al encontrarla no pude evitar quedarme congelado en mi lugar.

La puerta estaba semi abierta dejándome ver a mi Jan Di recargada en el sillón con una carpeta en sus piernas pero no la leía por que estaba fijamente viendo a alguien que estaba de espaldas pero que reconocería de entre todo el mundo, Ji Hoo.

-Quieres decir que todo termino? –preguntaba Jan Di

-Si – dijo el agachado.

-Lo siento mucho Ji Hoo, me caía bien He Ra no era una mala persona lo que no entiendo es por que te dejo?- dijo ella mientras tenia su cara seria.

-Supongo que tiene mejores ofertas en el extranjero quien soy yo si solo me dedico a una clínica rural comparado con un hospital en el extranjero.

-En tu vida vuelvas a decir eso! No me importa que el hospital en el que ella vaya sea para curar a la mismísima reina de Inglaterra ella no vale mas que las personas a las que tu te dedicas en la clínica es mas, apuesto toda mi vida que al tu atenderlos a ellos te vuelves la persona mas admirable del mundo. – dijo ella mientras dejaba la carpeta de lado y se arrodillaba ante Ji Hoo. – Ji Hoo mírame si ella te deja asi por que entonces no vale la pena no permitiré que ella lastime a mi mejor amigo yo siempre estaré contigo asi como tu lo haz estado conmigo siempre. Asi que vamos afuera comemos y nos salimos a caminar, que te parece, si?

-Pero es tu fiesta, Jan Di. Jun Pyo esta aquí y vino para pasar tu cumpleaños yo no podría hacerle esto a mi mejor amigo y sobre todo a ti es tu día especial.

-Sabes perfectamente bien que mi relación con Jun Pyo es complicada por el momento y ya se lo que vas a decir asi que no me interrumpas hasta que pueda sacar todo lo que llevo dentro. No odio a Jun Pyo es mi esposo y lo quiero pero lo que hizo me dolió y muchísimo, lo he perdonado pero no es tan fácil olvidar sabes?

Yo nunca fui una persona celosa ni desconfiada pero te juro que no sé como será mi vida de ahora en adelante. No pretendo tenerlo a mis faldas solo para asegurarme de que me es fiel eso seria una tontería y estoy cansada, cansada de seguir ordenes de mi suegra. La persona mas difícil incluso que Jun Pyo cuando recién lo conocí. Y sobre la fiesta créeme a nadie le hare falta luego de soplar las velas. – dijo Jan Di con una sonrisa, mientras mi amigo lanzaba una carcajada.

-Todo pasará Jan Di ya lo veras, ten paciencia y todo volverá a la normalidad.

-Pues que Dios te escuche por que no quiero equivocarme y sufrir otra vez.

-No lo harás y yo siempre estaré ahí para apagar el fuego- dijo mi amigo.

-Eso espero bombero, ahora vamos a la sala antes de que se le ocurra arrastrarme a saludar a sus influyentes amigos a mi querida suegra- dijo mi esposa en tono sarcástico.

Me aleje lo mas pronto posible y me escondí en el siguiente cuarto. No se por que lo hice una parte de mi no se perdonaba la traición hacia mi esposa y otro fue la confusión total al saber que esos dos nunca se separaran. Aun ella estando casada conmigo y él con novia bueno ahora ex novia se seguían llevando como en los viejos tiempos. No se si eran celos o no ya que yo sabia que el y sobretodo ella nunca me traicionarían como yo lo hice y eso me hizo sentir como una basura.

Después de unos minutos que tarde en ordenar mis pensamientos salí hacia el gran salón ahí se encontraba mi esposa elegante saludando a los mas influyentes de todo Corea y Europa, a su lado mi madre platicaba y hablaba con los invitados para después invitarlos a sentarse. Al lado derecho de la entrada estaban mis amigos con sus respectivas novias a excepción de Ji Hoo que se encontraba con su abuelo hablando con la familia de Jan Di del otro lado del salón. Decidí que era buen momento para acercarme a mi esposa y llevar a saludar a sus padres si no mi madre la tendría como portera todo el día.

-Jan Di- dije mientras me acercaba.

-Hola amor- dijo ella sonriente mientras me daba un tierno beso en los labios. Se escuchaban los suspiros de las mujeres sobre la conmovedora escena.

-Si me disculpan damas y caballeros me robare a mi esposa- dije mientras daba una reverencia. – Madre con su permiso.

-Adelante hijo- dijo ella sonriendo aunque estaba demás su hipocresía ya que le encantaba mostrar a Jan Di como un experimento hacia sus "amistades"

-A donde vamos?- dijo ella mientras nos alejábamos hacia el lado opuesto del salón.

-Ya lo veras, pero tienes que cerrar los ojos- dije mientras ponía mis manos en sus ojos.

-Sabes nunca me han gustados tus sorpresas siempre son un poco extravagantes- dijo ella y no pude evitar reírme.

-Te prometo esta vez no me pase.- dije mientras la llevaba hacia la mesa de su familia y la familia Yoon. Ellos al ver que nos acercábamos se callaron inmediatamente y caminaron alrededor para poder sorprenderla.

Destape sus ojos y ellos gritaron feliz cumpleaños mientras uno a uno la abrazaba. Ella recibía los abrazos y los regalos con una gran sonrisa, la sonrisa de mi Jan Di la niña rebelde de 16 años. Nos sentamos con ellos mientras hablaban con ella. El abuelo de Ji Hoo me saludo e intercambiaba palabras conmigo pero se notaba su distanciamiento era lógico él quería a Jan Di como una nieta y el saber que la traicioné debió ser una ofensa para él.

-Si me disculpan debo de hablar con Ji Hoo un momento, podrías venir conmigo – dije mientras me levantaba y lo veía.

- Claro- dijo él algo confundido sin embargo me sigo hacia una mesa que por el momento estaba vacía.

-Estas bien? –pregunte sin rodeos

-No- dijo el directamente. Eso era lo que me gustaba de Ji Hoo siempre había sido sincero con sus pensamientos y sentimientos, no importaba si era catalogado de insensible ya que si se ponía uno a pensar se daba cuenta que no era ser insensible si no brutalmente honesto y eso era algo que no mucha gente podía lograr. Lo único malo es que muchas veces por el bien de los demás dejaba pasar su propia felicidad. – La verdad es que no, otra vez huyen de mi sabes? Cuando comienzo a pensar que encontré a la persona con la que podría a llegar a ser feliz el destino cambia y se ríe en mis narices- dijo mientras reía sarcásticamente.

-Ji Hoo…

- No digas nada ya debería de estar acostumbrado. Yo no encontrare esa felicidad y esta bien algunos no nacemos para eso.

-No digas eso por que no es verdad. – dije mientras le pasaba un trago- algún día serás muy feliz y yo seré el padrino de tu primogénito o primogénita.- dije mientras sonreía

-Ni siquiera tengo novia y tu ya me quieres casado y con hijos – dijo mientras reía sonoramente. –Tu y tus ocurrencias.-

-Pues ya ves mis ideas siempre han sido asi de….

-Disparatadas?

-Mas bien ingeniosas- dije en tono serio mientras Ji Hoo volvía a reír.

-Claro, oh señor sabio! Decidme pues oh Oráculo mi destino! Que debo de hacer para lograr mi eterna felicidad?- dijo en tono burlón.

-Umm- dije mientras miraba hacia el cielo y apoyando mi mano en mi barbilla- dice tu destino que si no dejas de burlarte de mi te arrepentirás en serio – dije mientras lo veía y sonreía.

-Gracias Jun Pyo-

-Por que?

-Por estar aquí y darte cuenta que no estoy bien.

-Siempre me preocupare por ustedes. No solo son mis mejores amigos son mis hermanos.

- Lo mismo digo- dijo el mientras su sonrisa desaparecía- pero te pido por favor que no vuelvas hacer sufrir a Jan Di. Ella no se lo merece.

-Lo se.

-Entonces hazlo. Te veré luego – dijo mientras se levantaba y caminaba hacia nuestro grupo de amigos.

Unos minutos después comenzó el discurso de mi madre sobre el cumpleaños de su nuera de lo importante que había sido el haber formado parte de nuestra familia. Para todo el mundo mi madre sonaba como la perfecta hada madrina que guiaba a una pobre chica a convertirse en toda una princesa. sin embargo, solo algunos sabían lo falsa que era y que Jan Di hacia todo lo que ella ordenaba para poder estar a "nuestra altura" y no ser una vergüenza para la familia. La bruja se afamaba de una bondad que no poseía ni siquiera con todo el dinero podría llegar a tener a comprarla. Mi esposa estaba a lado de ella sonriendo cortésmente aunque podía notar en sus ojos un vacío que daba miedo.

Tanto ha cambiado? Volvería a ser ella la niña que luchaba por sus ideales?

Esas y otras preguntas rondaban por mi mente mientras se cantaba la canción de cumpleaños y se invitaba a las personas a comer. Yo sabia que en algunos minutos Jan Di se iría con Ji Hoo para platicar y aunque una parte de mi tenia celos otra sabia que ellos no eran yo, ellos no me traicionarían.

Asi que decidí abrir mi teléfono y encontré mensajes de mis compañeros de Inglaterra los cuales ya tenían todo arreglado para irnos a Suecia a terminar de firmar con los inversionistas justo después de firmar el contrato con los de Inglaterra en 5 días. En ese momento recordé a Lisa que estaría haciendo? Como se sentirá cuando leyó el periódico de hoy?

Acepto que no use mi cerebro en ese momento en el cual presione la tecla de llamar pero al ver que su numero estaba desconectado me di cuenta que se había acabado y aunque lo sabia por que asi debería de hacer, no basto ya que me sentí mal por haberla lastimado a ella también.

"Es lo mejor, ella podrá encontrar a alguien que de verdad la haga feliz" pensé.

Y antes de que mi mente jugara con ideas disparatadas como las llamaba Ji Hoo salí en busca de mis amigos para que me distrajeran un poco.

Pase el rato con ellos hablando y compartiendo historias como si lo que había pasado hace dos días hubiese sido un sueño o pesadilla. Todos estaban felices claro que Yoon Seul no sabia que pronto seria la prometida del heredero Song. Woo Bin se despidió de todos y se llevo a su novia con la excusa de querer comprar helado.

- las estupideces que se nos ocurren cuando estamos enamorados-dijo Yi Jung mientras meneaba la cabeza

-Sunbae, déjalo me parece muy tierno lo que va a hacer. Yoon Seul le encanta los castillos y la naturaleza, me parece hermosa la idea de Woo Bin para proponérsele. – dijo Ga Eul.

-Hijo- dijo una voz que yo conocía a la perfección

-Si madre?- dije mientras mostraba una seriedad en mi rostro.

-Donde esta tu esposa? El señor Sung ya se va y quiero que se despida de el- dijo ella

-Discúlpeme madre pero Jan Di se sintió un poco indispuesta y tuvo que retirarse a la casa. Yo me despediré personalmente del señor Sung. – dije mientras le hacia el ademan de que me acompañara antes de que soltara su veneno enfrente de Ga Eul y Yi Jung.

Salí a despedir a los invitados de mi madre para que no hiciera una escena en contra de Jan Di e incluso decidí hacerla quedarse conmigo para platicar sobre futuros planes con la familia Han.

Al llegar a la casa Jan Di ya estaba ahí en bata y con un vaso de agua en su mano. Le hice señas para que se fuera al cuarto antes de que mi madre la viera.

-Mañana le diré a tu esposita que para la próxima tenga pastillas para el dolor en su bolso, es de muy pésimo gusto irse de la fiesta cuando eres la anfitriona! Tanto que debe aprender.

-Hasta mañana madre- dije mientras subía por las escaleras y la dejaba hablando sola. Por ningún motivo me iba a amargar mis últimos minutos de la noche.

Bueno aprovechando que tengo la compu de la Universidad decidi escribir este capitulo que rondaba en mi libreta. =] tratare de actualizar pronto!