NOTAS DE LA AUTORA:

Los personajes de esta historia no son de mi pertenencia si no de RUMIKO TAKAHASHI

Bien… aquí está el ultimo capitulo (prometí no llorar) espero que lo disfruten tanto como yo la verdad me gustaría saber su opinión sobre mi historia ya que la hice con mucho cariño solo para ustedes.

También quisiera agradecer a todos los que siguieron esta simple historia como lo fue PAMILA DE CASTRO muchas gracias por apoyarme desde el primer hasta el último capítulo.

Ya basta de hablar a comenzar con la historia… nos leemos abajo. Besos

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Capitulo 7

Tu eres lo que Amo

Era increíble lo que contemplaba, aun no podía creerlo, los ojos del poderoso Lord se conectaron con los de la pequeña creatura como si el tiempo ya no estuviera transcurriendo, sintió un calor abrumador correr por todo su cuerpo al observarla, la inocencia y la ternura que emanaba envolvió al temible Sesshomaru y un sentimiento ya antes experimentado regreso, era el mismo como cuando Rin era una niña pequeña, era el deseo de protegerla, cuidarla y siempre tenerla a su lado. Una sonrisa escapo de sus labios, revelando la alegría que sentía en ese momento.

- Es tan hermosa como su madre – soltó casi susurrando con una leve sonrisa en sus labios

Si, en efecto era tan hermosa como su bella madre, pero no solo eso, había heredado los bellísimos ojos color cobrizos junto con la mirada inocente de Rin pero su cabello, era tan plateado tal como el de su padre y al igual que él, pequeñas marcas en el rostro de color vino rasgando sus pómulos y en la frente una pequeña luna del mismo color y su piel era tan nívea, tan clara como la de ambos. Una bellísima Hanyou

- Huele ah – pronuncio Inuyasha con respecto a la recién nacida

- Así es Inuyasha la bebe es una… - comento Kagome a su esposo aun sorprendida la escena frente a ellos

- Se… Sesshomaru – pronuncio débilmente la chica – ¿es una Hanyou cierto? – pregunto sorprendiendo al peli plateado al igual que a todos – no es pura como tú, pero tampoco es completamente como yo, tu… tu… ¿no la vas a aceptar verdad? – pregunto angustiada

Las palabras mencionadas por la débil joven paralizaron a Sesshomaru y a todos los presentes. Aquello había dejado atónito al Yokai quien con una mirada fría devolvió su atención a Rin quien muy preocupada lo observaba implorando respuesta. Las dudas en ella eran razonables pero no aceptables para quien las recibió, se había enfurecido, todos lo habían notado.

Aun si pronunciar su pensar el Lord dio un suspiro y se dispuso a responder.

- "Rin" – pronuncio fríamente mirando sin gesticulación a la mujer a lado suyo

- Será mejor que los dejemos solos – pronuncio Kagome saliendo del lugar junto con su esposo y la exterminadora.

Ella más que nadie sabía el momento en el que se encontraban los padres de la pequeña Hanyou. Aquello solo lo podían resolverlo ellos dos. Sin estar completamente seguro de la decisión de su esposa Inuyasha comento:

- ¿Crees que sea bueno dejarlos solos? – pregunto preocupado

- Si, es lo mejor – aseguro la sacerdotisa

- Es normal que Rin tengas esas dudas – añadió Sango

- Note al igual que ustedes la alegría de Sesshomaru al ver a su hija, además al parecer regreso por Rin, estaba sumamente preocupado por ella cuando llego – menciono con una sonrisa de esperanza en sus labios

- Pero el imbécil no es muy inteligente para hablar con las mujeres – comento en burla el Hanyou

- Tu tampoco Inuyasha – dijo en tono de fastidio su bella esposa

- ¿Qué dices? – pregunto molesto

- Digo que tengo la impresión de que la llegada de Sesshomaru fue necesaria, realmente creo que si podrán resolver lo sucedido entre ambos – desvió inteligentemente

- Rin ha sufrido mucho – comento Inuyasha

- Sí, pero lo ama Inuyasha y el también la ama, estoy segura, ellos están destinados a estar juntos – aseguro

- El hilo rojo del destino, los une – añadió Sango

- ¿Qué? – pregunto incrédulo

- Así es – finalizo

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Aun a lado de Rin y sin palabras se encontraba observándola con esa su mirada tan penetrante y con la habilidad de no reflejar ningún sentimiento lo que ocasionaba intriga y nerviosismo a la joven a lado suyo incitándola temerosamente a hablar.

- Sesshomaru… - suspiro preocupada sosteniendo a su hija en brazos la cual se encontraba envuelta entre mantas que la cubrían del frio – ¿no me vas a responder? – imploro agitada y con el corazón acelerado

- No – soltó frio tal como el hielo al momento de levantarse de aquel lugar en dirección a la salida de la cabaña

- ¿Qué? – pregunto sorprendida - Pero… eso significa que… - sin terminar es bruscamente interrumpida

- No te responderé, eso es lo único que significa – finalizo a punto de salir del lugar, más que molestarse sentía dolor

- ¿Te volverás a ir? ¿Nuevamente me dejas? ¿nos dejas? – cuestiono la chica predispuesta a resignarse a una respuesta positiva de lo preguntado

Los diamantes dorados se abrieron tal como platos, aquellas preguntas habían detenido de golpe a un molesto Sesshomaru que hace unos segundos pensaba marcharse sin responder ninguna de las dudas de Rin; dio un casi invisible gruñido, sin duda alguna las preguntas de la joven habían llegado a lo más profundo de su ser. Quedando de pie frente a la salida de la cabaña se detuvo y sin voltear la mirada respondió un indiferente.

- No –

- ¿No…? - repitió ella mirándolo con sus tan grandes ojos implorando una mejor respuesta - ¿qué significa Sesshomaru? – pronuncio con voz fuerte y clamorosa ya no podía soportar más desaires del amor de su vida, tenía que saber el porqué del comportamiento de Sesshomaru así que cuestiono – dime que significa… ¿qué significo cuando me hiciste tuya aquella noche? ¿Qué significo cuando después de una vida de en sueños contigo me abandonaste en esta aldea sin dejar rastro de ti? ¿Qué significo vivir yo sola mi embarazo mientras luchaba con el corazón destrozado? – soltó preguntas una tras otra.

El Yokai seguía parado aun dando la espalda a la hermosa mujer y creatura recién nacida, serrando los ojos dio un suspiro ajusto al momento que decidió a voltear la mirada.

- ¿Qué significo que regresaras exigiéndome ir contigo? – pronunciando esto último con lagrimas corriendo por sus mejillas

Al escuchar esto último Seshsomaru al fin dio la media vuelta, frente a él, su pequeña hija y la mujer que tanto amaba (aun sin mencionárselo a ella) se percato de lo indefensas que parecían, las necesitaba, lo sabía, más que nada a ella, ella quien comenzando a llorar continuaba adolorida por un cuestionario aun no aclarado.

Aun escuchando y presenciando los sollozos de Rin, algo que no soportaba presenciar de ella, decidido Sesshomaru, comenzó a acercarse lentamente.

- No entiendo… ¿porque? ¿Dime… dime qué significa? – finalizo, le dolía, aquellas preguntas eran tan dolorosas pronunciarlas tanto como la respuesta que se esperaba, casi podía sentir una completa indiferencia de Sesshomaru quien solo la miraba desde la puerta de entrada. Sin notar que el Yokai se acercaba a ella, agacho la cabeza mientras se acurrucaba contra su hija.

Con pasos lentos y firmes el Lord se fue acercando a ella y al llegar al futon se arrodillo a altura de la chica, la tomo por la barbilla levantando su cara empapado en lágrimas. Limpio cuidadosa, tierna y delicadamente el rostro de Rin provocando el alto total en las cascadas de sus ojos. Se miraron tan profundamente como siempre y Sesshomaru acercándose a los labios de la mujer figurando una leve sonrisa, pronuncio:

- Significo que nuestros corazones siempre estarán unidos Rin – pronuncio con clara voz

- ¿Eh? -

- Pase lo que pase – hablo entre susurros acercándose más a Rin dejándola paralizada - Existe un lazo entre los dos que nos unirá eternamente – aclaro completamente seguro de sus palabras mirando compasivamente a su pequeña quien asombrada comenzó a temblar

- Eternamente… - soltó suspirando tratando de entender lo mencionado por el poderoso Yokai

- Ahora lo sé Rin tu y yo nacimos para estar juntos, de ahora en adelante no existirá poder que me separe de tu lado – afirmo acariciando el rostro de la mujer quien lo miraba completamente asombrada

- Sesshomaru – suspiro derramando una lagrima de sus cobrizos diamantes

- Es suficiente, no llores mas – comento, limpiando las mismas con su venenosas garras

- Ya no podría con una segunda decepción Sesshomaru, el no tenerte una vez mas ya no lo soportaría – confeso casi suplicante

- Rin… mírame – hablo tomando su mentón en dirección a sus dorados ojos – no volveré a dejarte sola ni un segundo mas

- No sabes lo mucho que te necesito Sesshomaru… - agrego aun dudosa

- Ante pongo mi honor Rin y en este momento te hago entrega de mi vida, esta a tu voluntad has con ella lo que te plazca

- Sesshomaru… - suspiro – no, tu vida nunca, porque si tu ya no estás, mi vida ya no tendría sentido, siempre te perteneció –

Al término de aquellas sinceras palabras Sesshomaru miro deseoso a Rin y tomándola delicadamente del rostro con ambas garras, la acerco lo suficiente para cerrar su conversación con un dulce beso. Al momento de sentir sus labios rosar con los de ella pudo percibir nuevamente esa sensación tan agridulce que tanto lo enloquece, la joven soltó un suspiro entre el beso revelando las sensaciones que el Yokai le causaba provocando una leve sonrisa en él. El beso fue aumentando de ritmo abriendo paso a la lengua de Sesshomaru que se adentro a la boca de Rin deslizándose por toda la cavidad estremeciendo a la mujer.

Ese beso podía sentirse tal y como el primero o hasta mejor, era apasionado pero tierno, sensual pero delicado y real, sobre todo puro y real ya que en ese beso ambos pudieron saborear los sentimientos uno del otro y lo que provocaban. Hasta llegar al punto de quedarse sin aire, se separaron lentamente entre livianos jadeos.

- Sabía que vivirías mejor sin mi – comenzó hablar el frio Yokai – al momento de dejarte aquí lo hice consiente de tu fuerza y valor para mantenerte aun sin requerir la protección de nadie.

- Te equivocas… no sabes lo mucho que me hacías falta – aclaro

- No tanto como tú a mí, sin tu presencia cerca, me hizo comprender lo que significas para mí, lo que ere para mi

- ¿Y que soy para ti?

- Eres lo mas importante en mi vida, eres lo más valioso para mí – confeso el Yokai - Rin, tu eres lo que amo – soltó al fin Sesshomaru

- Y tú lo que yo amo, y ahora también nuestra pequeña –

- Así es Rin, y tu – comento dirigiéndose a la pequeña bebe dormida en brazos de su madre - Tu eres mi hija, únicamente mía, hija del gran Sesshomaru

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- ¿Te sientes lo suficientemente fuerte para viajar Rin? – pregunto dudosa

- Sí, me siento mucho mejor señora Kagome muchas gracias – respondió con una dulce sonrisa

- Linda… no sabes el gusto que me da verte así de radiante – comento entusiasmada la sacerdotisa

- Muchas gracias señora… -

- Kagome… solo dime Kagome -

- Gracias Kagome… por tu amistad, por tus cuidados por todo

- No tienes que agradecer mi linda Rin, ten en cuenta que siempre estaré para ti cuando me necesites – confeso abrazando a la muy contenta joven quien cargaba en brazos a su albina y hermosa hija peli plateado

- Es usted una gran amiga Kagome… y al igual le ofrezco mi incondicional apoyo – hablo correspondiendo al dulce abrazo de despedida

Era momento de regresar con su señor al palacio, el hogar donde siempre había pertenecido y no era simplemente el lugar quien la había visto crecer si no el estar al lado del poderoso Lord de las tierras del Oeste con quien debía de estar…

Rin caminando a la salida del pueblo donde Sesshomaru ya la esperaba con su tan elegante y estoica manera de pararse. La nueva mama cargaba a su hija en irradiando felicidad, su mirada era aun más brillante que el mismo sol, el regresar con el ser a quien tanto amaba y ahora con el fruto de su entrega, era más hermoso que un sueño hecho realidad.

Al llegar a lado del imponente Yokai, dio media vuelta y miro a sus amigos quienes desde lejos contemplaban su marchar, con alegría compartió a todos una de sus tan conocidas sonrisas y dijo a voz potente.

- Adiós a todos y gracias por todo – grito alegremente Rin

- ¿Rin? – escucho cerca de ella

- ¿Inuyasha? – pregunto sorprendida

- Cuídate mucho, no permitas que este imbécil se aproveche de ti, y si hace alguna estupidez, no dudes en pedir mi ayuda, siempre estaré dispuesto a ayudarte – hablo el Hanyou en amenaza a su medio hermano

- Muchas gracias Inuyasha… - respondió con calidez Rin, aparte de Kagome Inuyasha había sido de las personas a quien más apreciaba y tenía confianza

- Deja de mencionar idioteces Inuyasha – añadió Sesshomaru frunciendo el ceño la disponibilidad de Inuyasha al ayudar a Rin no le había parecido en lo mas mínimo

- ¿Estupideces? – pregunto molesto

- Imbécil cuida tus palabras frente a tu mujer – finalizo cargando en brazos a su mujer e hija retirándose del lugar

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La llegada al gran palacio fue rápida, los súbditos y sirvientes en especial Yumika y Jaken recibieron con gran alegría y entusiasmo a la hermosa pareja del amo Sesshomaru y a la señorita Rin, y aun más el verlos llegar con una hermosa Hanyou en brazos. Al parecer todo se encontraba bien, el príncipe había recuperado a su mujer y la armonía tan luminosa del gran castillo había regresado, ya nada podría ser mejor a menos de….

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El día era hermoso, el viento soplaba tan cálido y dulce perteneciente a la bella primavera que abundaba a su alrededor correspondiente a la estación del año. El bello jardín rosa y su asombrosa alfombra de pétalos de sakura eran invadidos cada mañana por la ahora feliz pareja quien más que nunca se encontraba cariñosa y radiante.

Rin, Sesshomaru y su hermosa hija Mitsuki que significa "bella luna" cada mañana se adentraban a la maravilla rosa y se recostaban bajo el gran árbol de en medio, ya sea a desayunar, platicar, jugar o simplemente relajarse y disfrutar de su compañía. Sentados en tan fresco árbol y su bella hija dormida en la suave alfombra, platicaban lo sucedido:

- ¿No era un sueño? Entonces… ¿si eras tú? – pregunto dudosa

- Así es – respondió

- Entonces cada noche que me levantaba y veía el bosque sintiendo que algo me llamaba… ¿eras tú?

- ¿Sentías que alguien te llamaba? – cuestiono frunciendo el ceño

- No alguien si no, algo, era extraño como si un poder extraño me incitara a adentrarme al bosque – explico – no me había animado a ir, si no hasta esa noche donde creí soñar contigo – aclaro

- Mi presencia fue quien te atrajo…

- ¿Tú presencia? ¿Pero cómo pude sentirla? – hablo dudosa

- Hasta ahora no sabía el porqué tu olor había cambiado de esa manera – comento

- ¿a?

- Sabía que estabas en cinta al igual que lo que cargabas no era un Yokai puro, supuse que al parir ese olor en ti desaparecería ya que era perteneciente a Mitsuki pero… ese olor es el mismo que ahora sigue en ti – añadió firme el Yokai

- ¿Eso qué significa? – pregunto completamente sorprendida

- Que mi veneno está corriendo por tu sangre – soltó entre una leve sonrisa

- ¿Qué? ¿De qué hablas Seshsomaru?

- Las mordidas que te di, fueron las causantes, te inyecte involuntariamente mi veneno y tu cuerpo lo acepto de una manera increíble

- Eso que signifi… -

Sesshomaru sin dejarla terminar frase tomo de sus delicadas manos y la impulso a levantarse con él, la observo fijamente a los ojos, esos ojos tan cafés que lo enloquecían, que le trasmitían esa paz y dulzura a su vida, contemplo esa mirada tan inocente y llena de amor, un amor que solo le pertenecía a él, esa hermosa mujer que lo hacía sentir tan completo.

Aquel día Rin tan bella como siempre vestía un bello kimono color rojo cual vino con toques morados en sus largas mangas y en la parte de su cintura un enorme moño color rosa, la caía del kimono terminaba en finos picos característicos de la vestimenta de una señora. Sesshomaru siguió observándola provocando un completo sonrojo en ella. Eso nunca cambiaria, cada vez que el sensual Lord posaba su penetrante mirada en la joven le ocasionaba colorar su rostro, una sensación única y exquisita.

Delicadamente acaricio sus rosadas mejillas haciéndola estremecer, con su otra mano la abrazo de su pequeña cintura y la acerco a él acercando ambos cuerpos, Rin comenzó a agitarse por la cercanía del tan imponente Yokai frente a ella, no podía evitarlo con solo verlo la enloquecía, sus emociones y sentidos se prendían al punto máximo con el más mínimo tacto entre ambos. Su corazón comenzó a palpitar fuertemente al igual de su respiración alterarse, sentía claramente como el calor comenzaba a inundar su cuerpo tan rápido como un parpadeo.

Sus rostros se encontraban cada vez más cerca, lo suficiente para sentir el cálido aliento entre ambos, el sonrojo en las mejillas de Rin era más intenso, era una de las cosas que más adoraba Sesshomaru, comportarse tan inocente e inexperta como la primera vez lo incitaban cada vez más poseerla.

Sin resistirme más la abrazo con más fuerza al momento de poseer sus labios rosas con inmensa pasión y desesperación, la besaba tan posesivamente, cada beso que disfrutaba de ella era cada vez más delicioso. Sus labios se combinaban perfectamente, el sabor de su saliva lo excitaba mas y mas, sus lenguas jugaban tan exquisitamente provocativas insinuando uno al otro dar comienzo del siguiente nivel.

La chica se abrazo del cuello del peli plateado con intensión de profundizar aun más el beso consiguiendo reacción positiva, jadeaban de deseo mutuo, ambos pedían algo más. Las manos del Yokai comenzaron a deslizarse por las firmes caderas de la mujer hasta llegar a los glúteos quienes deliciosamente eran acariciados, nuevamente subió sus manos deslizándose por el curvilíneo cuerpo del dama hasta llegar a sus hombros los cuales fueron descubiertos poco a poco del kimono.

Desviando sus labios de la boca a sus hombros y clavícula, beso profundo, punzante y húmedo provocando gemidos de placer a Rin quien dejaba su completa voluntad en manos de su bien amado. Regresando a sus labios con un mojado y profundo beso se separo lentamente de ella para poder contemplar nuevamente con sus ojos cual diamantes dorados los de la chica.

- Rin – pronuncio Sesshomaru con voz dulce

- ¿Sí? – pregunto aun agitada

- ¿Deseas permanecer a mi lado por siempre? – pregunto tomando las manos de la joven

- Por su puesto, deseo permanecer a lado tuyo hasta el último de mis días – confeso la enamorada mujer

- El ultimo de tus días… - repitió dudoso

- Así es, como humana mi vida tendrá un límite y quiero pasar hasta el último contigo – aclaro con una dulce sonrisa

- La muerte no será un impedimento Rin – comento el príncipe con una leve sonrisa en su tan bello rostro

- ¿De qué hablas? -

- Tu humanidad ha sido contaminada con mi veneno -

- ¿Tu veneno? – pregunto sobresaltada - Sigo viva eso quiere decir que…

- Mi veneno a causado en ti esa reacción – continuo

- ¿Cual reacción? – la duda en Rin era ahora más grande, Sesshomaru no parecía explicar bien las cosas

- Permanecer a mi lado por toda la eternidad, si así lo deseas – pronuncio al fin

- Claro que lo deseo Sesshomaru tu… - es interrumpida

Un viento dulce comenzó a soplar, los pétalos de las flores sakura comenzaron a mecerse alrededor de ellos, un reflejo de la luz del sol iluminó por un momento el rostro de ambos, en un segundo el tiempo se detuvo, no existía nadie más en aquel lugar solo los dos, Rin, Sesshomaru contemplándose mutuamente conectando alma con alma atreves de sus ojos.

El sensual Yokai tomando ambas manos de la joven al mismo instante de besarlas tan tiernamente hablo:

- Entonces, cásate conmigo Rin – pronuncio seguro y con voz firme Sesshomaru

- Sesshomaru… - soltó junto con un suspiro

Las palabras de propuesta de Sesshomaru habían ocasionado su cuerpo temblar, su corazón se acelero al punto de querer salir y sus ojos comenzaron a llenarse de lagrimas.

- Mi veneno esta en tu sangre lo que ocasiono prolongar tu vida, al aceptarla, tu cuerpo se ha mezclado con ella. No tendrás una vida tan corto como un humano común, será tan parecida a un…

- ¿Hanyou? - suspiro

- Así es, exactamente igual a la mujer de Inuyasha con la diferencia que mi veneno es puro. Así que Rin, ¿aceptas ser mi esposa? – pregunto por segunda vez

- Claro que si, si, si, Sesshomaru, si acepto casarme contigo, acepto ser tu esposa… - respondió finalmente saltando a sus brazos con una inmensa alegría y derramando lagrimas de sus diamantes cobrizos

Correspondiendo rápidamente a su afecto Sesshomaru le devolvió el abrazo.

- Te amo Sesshomaru – pronuncio Rin siendo ella quien ahora atrapaba las labios del Lord

- ¿Rin tienes calor? – pregunto

- ¿Qué? Pues el sol está bastante fuerte pero…

- Mitsuki seguirá dormida por un largo tiempo – comento coquetamente mientras comenzaba a desatar el kimono de Rin

- ¿Tú tienes calor? – pregunto excitada –

- Mucho pero no es provocado por el sol – aclaro mordiéndose sensualmente los labios – adelantemos la noche de bodas – propuso tomando en su completo poder a Rin

Entre risitas nerviosas Rin miro ansiosa a Sesshomaru indicándole proceder a su propuesta.

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Fin…


Bien ese fue el final, espero que les gustara tanto o más que a mí, hasta ahora esta ha sido la historia más larga que he hecho, la pareja de Sesshomaru y Rin es de mis favoritas de todos los tiempos, me encanta, se que fue simple pero la hice con todo mi cariño y con ideas de que terminaran juntos como buena fanática.

Me agradaría mucho me comentaran si quieren que publique en ONE SHOT de la boda de esta pareja (porque si lo considere pero quiero sus opiniones). Espero me dejen comentarios de que les pareció, que opinan, díganme también en que falle todo es aceptado excepto insultos porque me harán llorar…

Les comento que comenzare otra historia de esta hermosa pareja, será la continuación de un ONE SHOT titulado LA CARTA QUE TE ESCRIBI el cual están cordialmente invitados a leer, la continuación se llamara SESSHOMARU EL FRIO YOKAI.

Bien sin más que decir y esperando sus comentarios me despido de esta historia les mando un fuerte abrazo y muchos besos.