Dicen que las salas de espera de los consultorios suelen ser tan aterradoras, cómodas o deprimentes como te sientas, sin importar si lucen muy acogedoras o como una mazmorra del siglo XVIII.

Si Luan tuviera que decir cómo se sentía en la sala de espera del consultorio de la Dra. López, diría que asustada. No por el lugar, que era bastante agradable, sino por lo que debía hacer.

"Pero supongo que después de lo de hace dos días, mis papás no iban a dejar pasar más tiempo sin que viera ayuda profesional."

Porque fue dos días atrás que las cosas alcanzaron el punto de ebullición, al menos hasta donde Lynn Sr y Rita sabían.


Ocho de la mañana. Y era una mañana de lo más hermosa en Royal Woods, Michigan. Ya saben, uno de esos días que te llenan con una calidez en tu interior similar a la que uno siente cuando es niño. Si, era una mañana de lo más maravillosa. El sol brillaba, las aves cantaban…

… y en la casa Loud, era como si el día del juicio hubiera llegado.

Luan insistió en pasar la noche con Lynn y no hubo poder humano que la hiciera cambiar de opinión. Era dolorosamente obvio para todos que su hermana graciosa había tenido una nueva pesadilla, que debió haber sido particularmente aterradora y que, de alguna forma, había involucrado a la joven deportista. Solo tres de las cuatro hermanas que conocían la verdad podían imaginar la extensión del terror que había vivido Luan en su sueño. Y como si eso no bastara, los señores Loud decidieron que era hora de intervenir y lo harían a primera hora.

Y helos aquí, todos los hermanos reunidos al pie de las escaleras, esperando a que su hermana saliera del cuarto de sus padres, donde llevaba más de cinco minutos. Lori y Luna eran las que más atentas a lo que pudiera pasar.

—Literalmente como no me di cuenta de que algo estaba mal con Luan. —La primogénita de la familia se culpaba de no haberle dado la importancia suficiente a la situación de su hermana menor. —Tantas pesadillas en tan poco tiempo eran como para pensar que se saldría de control si no hacíamos nada. Al menos yo tuve que hacer algo.

Leni se acercó a confortar a su compañera de cuarto lo mejor posible, pero cuidando muy bien sus palabras. Guardar secretos jamás había sido lo suyo y evitar decir la verdad tras las pesadillas de su Luany le estaba provocando una migraña, pero la sufriría a gusto con tal de proteger a su hermanita.

—Al menos Luan pasó bien el resto de la noche. —les dijo Lynn a sus hermanas mayores. —Después de que se fueron todos, ella me abrazó y siguió llorando hasta que se quedó dormida. Y ni así me soltó.

—¿Y te dijo que soñó, hermana? —pregunto Luna, quien tenía curiosidad de saber que había pasado, aunque temiera conocer la respuesta.

—No me dijo nada. Solo me pidió perdón una y otra vez. Quizás no debí ser tan mala con ella.

—Todo ha quedado en el pasado. —dijo Lucy. —Pero en el dolor del pasado aprendemos a confrontar las miserias de nuestro futuro, y justo ahora es el momento para que Luan busque ayuda para enfrentar esas miserias que la agobian.

Nadie dijo nada más, pues todos coincidían en que necesitaban hacer algo por su hermana. La pregunta que estaba en la mente de los chicos Loud era "¿Cómo podremos ayudarla?", aunque los pensamientos de Lisa, Luna y Leni contenían una pregunta más.

¿Sus papás descubrirán la verdad que se oculta en los sueños de Luan?

Sin saberlo, ese mismo pensamiento había estado en la mente de la comediante desde que despertó. Aun se sentía sorprendida de no haber ido a vomitar, pero debía, NECESITABA ver que su hermanita estaba bien, que no había azotado su cabeza contra el suelo de la habitación de Linc hasta convertir su cráneo en una asquerosa mancha roja, con sus ojos sin vida mirándola fijamente en un permanente rictus de dolor. Esa necesidad fue mas fuerte que todo.

Cuando despertó, sintió un gran alivio al ver a su hermana menor, quien roncaba como un camión con el motor descompuesto, completamente ilesa.

"Tú motor sigue y sigue, Lynn. Como me alegra que siga andando."

Luan recordó que sus padres le habían pedido ir a verlos a su habitación en cuanto despertara. Intentó levantarse sin despertar a su hermanita, pero no tuvo mucho éxito pues la atleta despertó con el movimiento, y cuando le preguntó si había dormido bien, la comediante respondió que si y que iba ahora con sus papás.

Hasta parecía que la estaban esperando, pues la dejaron entrar en cuanto tocó la puerta.

—Buenos días, Luan. —La recibió su mamá. —Por favor, cierra la puerta.

La joven fue hacia donde estaban sus padres sin ocultar su titubeo. Esperaba que ellos creyeran que era porque la pesadilla de anoche aun estaba fresca. Después de todo, no había manera de que supieran la verdad.

"Que has estado cogiéndote a tú hermano cada vez que sueñas, y que has matado a su novia-no novia una vez y a tú hermana menor dos veces."

Lynn Sr y Rita hicieron espacio para que su hija se sentara entre ellos. Cuando ella se sentó, ambos la abrazaron fuertemente.

—Sabes que siempre puedes contar con nosotros, cariño. Puedes confiar en tus papás cuando necesites ayuda con lo que sea. —Rita aprovechó para comenzar a besar la cabeza de su hija.

—Y también cuenta con que, aunque nos cueste trabajo, haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que tengas días y noches de ensueño. ¿Entiendes?

El chiste de Lynn logró aligerar algo de la tensión en el aire y dejar a todos con una sonrisa.

—Bueno, Luan, dinos por favor lo que recuerdes de tú pesadilla de anoche.

Ante las palabras de su padre, la joven comenzó a narrar lo que sucedió anoche, o al menos una versión no sexual. Le dolía tener que mentirles a sus padres, pero no podía revelarles la extensión de sus depravaciones oníricas.

—Me encontraba en mi habitación trabajando en una rutina cómica, cuando escuché un ruido que venía del cuarto de Lincoln. Fui a ver que sucedía y… y encontré a Lynn luchando con Lincoln. Ella lo tenía sometido sobre la cama. Me molesté mucho y… comencé a golpearla muy duro. Fue… fue peor que las peleas que hemos tenido antes.

Aun omitiendo algunas cosas, lo que Luan contó fue suficiente para horrorizar a sus padres, quienes volvieron a abrazarla una vez que terminó.

—Luan, cariño, eso es espantoso. Con razón gritaste tan horrible, bebé. —Rita quería cubrir a su hija de besos de nuevo al ver sus lágrimas escurrir.

—¿Alguna de las pesadillas que tuviste antes fue tan mala?

La catorceañera tomó aire y les contó a sus papás algunas de sus otras pesadillas, omitiendo las partes sexuales. Mientras hablaba, Luan hacía lo posible por no dejar que su voz se quebrara, pero fue imposible en ciertos puntos.

Para cuando la jovencita terminó, sus padres lucían muy consternados por todo lo que había sucedido sin haberse dado cuenta. Esta era de las veces en que lamentaban no poder brindarle a cada uno de sus hijos una atención sin división, pero lamentarse por lo sucedido no resolvería nada.

—Luan, tú madre y yo necesitamos hablar sobre lo que nos contaste. Sal y espéranos junto a la puerta.

—Si, papá. —La joven salió de la habitación y se recargó en el sillón a esperar a que sus papás la llamaran. Sus hermanos tenían unos deseos locos por saber del chisme, pero al ver la expresión abatida de la comediante, decidieron darle un espacio. Luan volteó a ver a Lincoln por un segundo, esperando inconscientemente que su rostro le brindara algo de paz, pero en ese momento tuvo la sensación de ser observada fijamente. Cuando volteó hacia la dirección desde donde provenía la sensación, se encontró con la mirada de Luna, una mirada igualmente consternada y protectora… pero para Luan era claro que a quien buscaba proteger era a Lincoln.

"Y eso duele. En serio duele."

La puerta de la habitación de sus padres se abrió en menos de cinco minutos. Lynn y Rita se acomodaron junto a su cuarta hija.

—Chicos, su hermana nos contó lo que le ha estado sucediendo. Se que solemos dejar que ustedes resuelvan sus problemas por su cuenta, pero esta vez será diferente.

—Comprendemos que no hayas tenido la confianza para decirnos antes, cariño. —Rita miró a Luan con ternura y puso una mano sobre su hombro. —Y no estamos molestos por no habernos dicho nada. Si debiéramos molestarnos con alguien, sería con nosotros mismos.

—Y por eso hemos tomado una decisión. —El patriarca Loud puso una mano en el otro hombro de su comediante. —Hija, irás a ver a un especialista tan pronto como podamos agendar una cita. —Luan cerró sus ojos con tristeza mientras el resto de sus hermanos suspiraban.

—Estuvimos pensando a quien podrías ver, pero al final decidimos ir por lo seguro. Le pediremos a los McBride el número de la Dra. López.

—De acuerdo, mamá. —Luan no estaba de acuerdo en realidad, pero no había otra salida. Considerando que había logrado mantener ocultas las partes sexuales de sus pesadillas, la chica se consideraba afortunada.

"Pero mi buena fortuna no me ayudará con una profesional. Para cuando termine conmigo, pensará que también soy una profesional… una especializada en ofrecerle las nalgas a su hermano."


Los pensamientos de esa mañana se repetían nuevamente mientras seguía esperando ser recibida por la Dra. López. La espera de dos días había estado acompañada de incertidumbre, temor y claro, pesadillas. No tan graves como las de esa noche fatídica al menos, y debía agradecer eso a Lynn. La atleta se encontraba arrepentida de la forma en que había tratado a su hermana mayor, por lo que la invitó a pasar esa noche con ella. Lucy optó por acompañar a Luna para darles espacio.

"Y me ayudó mucho para evitar las pesadillas… O al menos lo peor de ellas."

Porque ni estando con Lynn pudo evitar sueños donde le enseñaba a Lincoln a jalarle el cuello al ganso, que entonces se metía a descansar en una cuevita rosadita y apretada.

—Srita. Loud, la Dra. López la recibirá ahora. —Llamó el recepcionista.

—Muchas gracias. —La chica se puso de pie mientras revisaba nuevamente su atuendo… que era el mismo de siempre. —Muchas gracias.

Los pasos de Luan eran titubeantes. Si pudiera, saldría corriendo de allí, pero eso no era opción. La jovencita abrió la puerta y observó el lugar. El consultorio era tan agradable como la sala de espera, con ventanas amplias cuyas persianas estaban abiertas, permitiendo el paso de la luz solar. Había un librero lleno con títulos de lo mas inusuales, al menos para la chica, aunque también había una pantalla y un sillón reclinable que la doctora seguramente usaba de vez en cuando. La alfombra era de un azul claro bastante agradable y que combinaba con el turquesa de los muros. Un escritorio de vidrio templado ocupaba el lugar central del consultorio, y detrás de él, leyendo algo en su laptop, se encontraba Rebeca López.

Rebeca era una mujer de rostro delgado y agradable que parecía tener 38 años, aunque en realidad solo tenía 31. Años de tratar con pacientes de toda índole, incluyendo a los McBride, habían logrado darle una buena dosis de arrugas. La joven psicóloga apartó la mirada del monitor al escuchar entrar a su paciente.

—Buenos días. Soy la Dra, Rebeca López. Tú eres Luan Loud, ¿correcto?

—Así es. Y es un gusto conocerla.

—Toma asiento por favor, Luan. — La castaña se sentó delante de la Dra. López, tratando de ocultar su nerviosismo, pero fallando miserablemente.

—Tu madre me dijo que has estado teniendo pesadillas constantemente desde hace algunos meses, y que hace dos noches tuviste una particularmente fuerte. ¿Es correcto?

—Así es. Supongo que viví un terror nocturno por algún error. Jajajaja. ¿Entiende?

La psicóloga anotó algunas cosas en su lap. La comediante bajó la mirada un poco avergonzada.

—También me contó que disfrutas mucho la comedia en general. Hacer chistes, crear rutinas cómicas, y que incluso practicas ventriloquía y mímica.

—Así es. Hacer reír a los demás es algo que disfruto mucho. Nada me alegra mas que poner una sonrisa en el rostro de otra persona, y si puedo hacerlo en muchos rostros, mejor aún.

—¿Sueles mostrarles tus rutinas a personas fuera de tú familia?

—Hago mucho mas que eso, doc. Estudié en la Escuela de Payasos de Royal Woods y estoy en el club de artes escénicas de mi preparatoria. Allí es donde hago gala de mis dotes como mimo, aunque aprendí eso con mucho mimomitación. ¿Entiende?

Rebeca siguió anotando.

—Tengo mi canal en línea donde subo videos y rutinas cómicas de todo tipo. Se llama "Luan Out Loud", por si desea ver mi repertorio.

Rebeca asintió con una ligera sonrisa y siguió anotando.

—Y también tengo mi propio negocio. Se llama "Negocios Graciosos" con el que llevo humor a todas partes, sobre todo cumpleaños. Solo no hago despedidas de solteras.

Rebeca se rió un poco e hizo una pausa. —Entonces tienes una fuente de ingresos propios.

—Así es. Al principio tuve que sacrificar algo de mis ganancias para pagar mis deudas. La Escuela de Payasos no es ninguna payasada. Jajajaja.

Rebeca siguió anotando.

—Actualmente gano lo suficiente para comprar lo que necesite sin molestar a mis papás, ayudarlos de vez en cuando y ahorrar para algunas otras cosas. Claro, tengo que apartar algo para el Tío Sam, pero prefiero que mi hermana Lisa se encargue de eso.

Rebeca volvió a hacer una pausa. —¿Acaso pagas impuestos?

—Si hay alguien a quien ni yo le hago bromas, es al fisco. Aunque esos payasos no hacen reír a nadie.

—Totalmente de acuerdo contigo. —Rebeca también sentía algo de animadversión por los chupasangre del IRS. —¿Crees que tu trabajo se haya tornado mas estresante de lo normal?

—Es difícil que eso pase cuando lo descuidas por andar teniendo malas noches. — Luan no estaba promocionando a "Negocios Graciosos" como debería, sin mencionar que no había subido material nuevo a "Luan Out Loud" desde que soñó que había convertido a Ronnie Anne en tiro al blanco.

—¿Considerarías entonces que sean tus actividades escolares las que estén generándote mayor presión? Se que la preparatoria es mas pesada de lo que parece. También se que los compañeros de clase pueden hacer las cosas complicadas en mas de un sentido.

Luan sabía a lo que se refería la Dra. Nunca faltaba el tipo que se reía de ella, y no precisamente de sus chistes. Y entre menos hablaran de la secundaria, mejor.

—Nunca ha faltado el chistosito que prefiere burlase, pero tengo a mis amigos y familia para sostenerme, además de que como comediante, estoy acostumbrada al rechazo y a los públicos imposibles de complacer.

La joven psicóloga registraba todo en su computadora. A decir verdad, Luan le estaba resultando alguien contradictoria. Años de tratar con todo tipo de pacientes y con los McBride le permitían saber cuando le hablaban con honestidad, cuando no, y cuando le eran parcialmente sinceros. La jovencita era jovial por naturaleza, se notaba que la comedia era su vocación y era sincera en su deseo de alegrar a la gente, pero era claro que había algo mas. No era relacionado con su negocio ni tampoco era la escuela, pero notó un ligero temblor en su mano derecha cuando tocó el punto de sus compañeros por lo que quizás tendría que tocar eso nuevamente. Si había algún secreto que la joven ocultara, estaba a una pregunta de validar su sospecha.

—¿Y también estás acostumbrada al rechazo que pudiera mostrarte tu familia?

—Desde luego, doc. Mi familia me apoya mucho y somos muy unidos, pero no siempre logro hacerlos reír y termino con uno que otro abucheo. Han… sucedido cosas un poco mas fuertes, pero en general somos todos para uno y uno para todos.

Bingo.

Rebeca sabía que su paciente le era honesta respecto a que había habido algunas diferencias. Notó su sinceridad al mencionar "cosas un poco mas fuertes", pero la frase no daba espacio para saber cuales eran esas cosas. Debería sondearla mas para saber exactamente de que se trataba, pues era claro que la jovencita ocultaba algo.

—En una familia grande como la tuya, la unión debe ser muy importante para seguir adelante y superar las dificultades y las rencillas. Sería ilógico pensar que no haya habido peleas o discusiones fuertes, pues incluso en una familia muy unida puede haber problemas de diversa gravedad.

Luan asintió con la mejor sonrisa que sus años de entrenamiento histriónico le permitían dar. El comentario de la Dra. López era la pregunta mas directa que había recibido en la sesión. ¿Cómo evadirla? ¿Cómo evitar decir la verdad?

"Lo único mas grave que puedo imaginar ahora es el bendito incidente de la suerte, pero si hablo de eso seguro termino soñando mis perversiones en algún hogar sustituto. Piensa, Luan, piensa. Debe haber algo que pueda decir que suene pesado o… Cierto, está eso…"

—Supongo que tiene razón, doc. A veces puedes tener una discusión muy fuerte con tú familia donde la gravedad del asunto te hace poner los pies en la tierra. Jajaja. ¿Entiende?

—Claro que si.

—Hablando en serio, doc, hubo una situación así hace algunos meses. Mis hermanos me criticaron muy duramente por mi manera de ser.

Rebeca fijó su mirada en Luan aun mas, si eso era posible. —¿Quieres hablar sobre ello?

—Preferiría no hacerlo, pero supongo que sería grosero de mi parte invertir este tiempo sin que lleguemos a nada. —La chica de frenos suspiró. —Ese día estaba muy emocionada por participar en un concurso de comediantes junior en el "Portal Chortle". ¿Conoce el lugar?

—Temo que no.

—Mientras les daba las invitaciones, les hice bromas algo pesadas. Supongo que eso los hartó y por eso dijeron… cosas. En ese momento consideré seriamente dejar la comedia.

La psicóloga anotaba todo con lujo de detalles.

—Hubo un par de veces que lloré, pero mis hermanos no se dieron cuenta de eso. Lo que si hicieron una vez que supieron mis planes fue tratar de animarme. Nada funcionó, excepto por un plan desesperado de mi hermano menor. El día del concurso subió al escenario y se puso a contar chistes muy malos a propósito. Terminé subiendo al escenario para corregirlo y en cuanto la gente comenzó a reír, continué con la rutina. Al final, gané el concurso y volví a sentirme mejor conmigo misma, pero sobre todo, volví a sentirme mejor con mis hermanos.

Honestidad. La Dra. López leyó esa cualidad en el rostro de su paciente mientras terminaba de hablar. Eso definitivamente era algo fuerte y que a Luan le costaba decir sin un aire de tristeza. Aunque la chica se sintiera bien, quizás en su subconsciente seguía viva la posibilidad de verse rechazada por sus hermanos, de que siguieran viéndola como una molestia, lo que se traduciría en pesadillas.

"También explicaría el porque de la violencia en ellas. Ha sido un muy buen primer paso para resolver el problema de Luan…

¿Entonces porqué siento que sigo sin haber llegado a nada?"

Viendo que ya había logrado un avance, Rebeca dejó que el resto de la sesión se fuera en cosas mas ordinarias para aliviar la presión que impuso en su paciente. Cuando el tiempo concluyó, le dejó a Luan una pequeña tarea.

—Si llegas a tener alguna pesadilla, por favor anota los puntos mas importantes que puedas recordar. Puede que sean importantes en nuestras sesiones futuras.

—Enterada, Dra. López, y muchísimas gracias por su ayuda. Me sirvió mucho poder hablar de eso con alguien.

—Es un placer, Luan. Recuerda que nuestra próxima cita es este sábado a las 10:30. Por favor llámame si necesitas reagendar por lo que sea.

Al salir del consultorio, Luan no pudo evitar sonreír con ganas. No solo su gambito había resultado y logró quitarse de encima a la Dra. López, sino que hablar sobre eso realmente le ayudó a desahogarse y sentirse mejor.

—Pensaba que de verdad ya no me incomodaba, pero si me costó un poco no llorar con la doc. Supongo que le debo una después de todo… y a Linc también. —Porque si lo pensaba con calma, Lincoln había demostrado mucho valor al subir al escenario para motivarla a retomar la comedia a costa de hacer el ridículo. La sonrisa de Luan se volvió mas pequeña, pero ganó mas calidez a la vez. Su dulce y lindo hermanito realmente era alguien que valía oro. Ronnie Anne si que se había sacado la lotería.


Las artistas de la familia estaban preparándose para dormir. Durante la cena, Luan les contó a todos como le fue con la Dra. López. Por mas que quizo, no pudo evitar mencionar el incidente previo al concurso en el Portal Churtle, pero logró que sus hermanos no quedaran tan mal. Lo último que quería era que sus padres les llamaran la atención. Pudo ver el alivio en el rostro de todos mientras terminaban de cenar y eso le permitió mantenerse muy optimista hasta ahora. La comediante ya estaba bajo sus sábanas y sonrió una última vez antes de cerrar los ojos, o esa era la idea.

—Me alegra que te haya ido bien con la Dra. López, hermana. —Luna se sentó un momento junto a Luan. —Quiero pensar que estas sesiones te ayudarán mucho.

—Yo también, Luna. Estaba segura de que lo de esa vez ya no me molestaba, pero supongo que si hacía falta una fe de erratas.

—Voy a echarme unas cuentas zzzz por la noche, hermana. Duerme bien.

—Gracias, Luna. —La chica de frenos se acurrucó entre sus sábanas y cerró los ojos con la esperanza de pasar una buena noche. Eso le ahorró el ver como el rostro de Luna perdía su sonrisa para mutar a una expresión de preocupación, y es que Luna temía que su hermana pasara una nueva noche de mal sueño, temía no poder ser de mas ayuda para ella…

… Y temía no saber si debería temer por la integridad de Lincoln en su lugar.

Ajena a los temores de Luna, la comediante fue perdiendo la conciencia y pronto se halló nuevamente a merced de sus sueños.


La cabaña era un lugar mas acogedor de lo que la joven castaña recordaba. En medio de un bosque de secoyas y con un clima lo suficientemente fresco para ser disfrutable, pero sin llegar a ser tan helado por las noches. Luan respiró profundamente para sentir ese aire forestal en sus pulmones.

—No esperaba que me trajeras aquí para pasar las vacaciones, Luan. —La chica observó a Lincoln mientras entraba por la puerta con una maleta. —Extrañaré un poco la casa y el wi-fi, pero al menos tengo mis comics.

—Y también tienes a tu cómica favorita. Jajajaja. ¿Entiendes?

—Claro que si.

Mientras Luan iba a la cocina para ver si había algún tipo de vajilla, Lincoln buscó las habitaciones para dejar allí las maletas. Al cabo de unos minutos, el peliblanco volvió con una expresión que parecía decir "No maaaaa…".

—Luan, solo hay una habitación en toda la cabaña.

—¿En serio, Linc? Podría haber jurado que había al menos cuatro.

—Quizás debí decir, solo una habitación "usable". Una no tiene cama, la otra tiene un montón de heno en vez de cama y la tercera luce como si Lisa hubiera mezclado pólvora con nitroglicerina a oscuras y hubiera encendido un fósforo para ver.

—Entonces solo usemos esa habitación. No te henojes, Linc. Jajajajaja. ¿Entiendes?

—Fuerte y claro.

Los chicos decidieron cenar antes del anochecer pues el cansancio del viaje. Lincoln guardaba las sobras en el refrigerador y pensaba que quizás tendría tiempo de leer algunos comics antes de ir a dormir. Afortunadamente había traído un saco de dormir por si se les ocurría acampar.

—Lincoln, ven rápido. —La castaña se encontraba afuera, así que el jovencito salió con desgano a ver para que lo quería.

—¿Si, Luan?

—Mira eso.

Lo que su hermana quería mostrarle era la puesta del sol. La forma en que la luz se colaba entre los árboles resultaba hermosa de una manera inesperada.

—¿Verdad que es hermoso?

—Si. No me habría imaginado que un atardecer aquí podría ser tan bello.

Luan se sentó en una banquita en el pórtico y Linc se sentó junto a ella. Estaban tan cómodos que no se dieron cuenta de cuando sus manos se enlazaron.


Eran como las 8:30 cuando las luces se apagaron en la cabaña. Con puertas y ventanas bien cerradas, los chicos se encerraron en la habitación que compartirían. Luan llevaba puesta su pijama amarilla a cuadros de siempre, Lincoln llevaba su igualmente tradicional pijama anaranjada.

—Sábanas en su lugar al igual que almohadas y todo lo demás. Hora de pegar la pestaña. —Luan se acomodó sobre la cama, aunque notó que Lincoln estaba buscando algo. —¿Qué buscas, Linc? ¿Acaso trajiste a Bun bun? Y yo que esperaba pasar estos días solo contigo. Eres un Linc muy malo.

—Busco mi saco de dormir.

La joven comediante sintió una punzada en su pecho. —No hace falta que la busques, Lincoln. La cama es lo suficientemente grande para ambos.

—Pero no sé si sea apropiado.

—No te preocupes por eso, Linc. Somos familia y el que pasemos la noche en la misma cama no tiene nada de malo. Además, así podremos darnos algo de calor, que las noches aquí son algo frescas.

Quizás era porque sus ojos ya se habían acostumbrado a la oscuridad, pero a Lincoln le pareció ver una expresión triste en la mirada de su hermana. Podía ver que ella anhelaba su compañía esta noche.

—Tú ganas, Luan. Al menos contigo se que no habrá hornos daneses.

—Y tampoco tendremos un frío danés. Jejejeje. ¿Entiendes?

—Puedo seguir buscando el saco. ¿Sabes?

Los chicos Loud se acurrucaron bajo las sábanas y pronto comenzaron a caer rendidos. Ambos quedaron bien dormidos, aunque como Luan supuso, la temperatura cayó un poco durante la noche. Sin despertarse, sus cuerpos fueron acercándose poco a poco hasta que ambos terminaron abrazados, con los brazos de Lincoln rodeando la cintura de Luan, mientras que ella abrazaba la cabeza de su hermano y la acercaba a su seno. El chico inhaló la esencia que desprendía su hermana y sonreía sin despertar. El calor y la comodidad que sentía llevó a que el cuerpo del jovencito reaccionar, o mejor dicho, una parte reaccionara. Esa parte fue la que despertó a Luan cuando sintió algo picarle la pierna. La chica se sonrojó y sonrió al mismo tiempo mientras sentía la erección de su hermano contra su ser.

—A alguien le alegra mucho pasar la noche conmigo. —Las palabras de la joven no fueron mas que un susurro, ya que su hermano lucía tan pacífico en su sueño que despertarlo sería un crimen. Su cuerpo comenzó a frotarse despacio contra la erección del peliblanco. La sensación del falo de Lincoln era placentera y confortante a la vez, tanto que su entrepierna comenzó a humedecerse. El jovencito comenzó a estremecerse ante las sensaciones físicas que su miembro transmitía al cerebro. Sus caderas comenzaron a moverse tímidamente para aumentar el placer, hasta que fue imposible que continuara dormido.

—Este sueño está muy rico… Porqué tuve que despertar. —Fue lo primero que Lincoln murmuró al retomar la conciencia. Por un instante pensó que estaba en su cuarto, sujetándose de su almohada como había ocurrido en ocasiones anteriores. Poco a poco fue recordando que no estaba en su cuarto y que lo que abrazaba no era una almohada. Luan tuvo que aguantarse las ganas de reír cuando los ojos del peliblanco se abrieron como platos.

—¡LUAN! Cielos, perdóname. No es mi…

—Tranquilo, Linc. Sabía que íbamos a terminar así de juntitos con este clima, así que no estoy molesta en lo absoluto. Además, me siento ligeramente halagada de que bueno… algo se haya despertado antes que tú.

—¿Halagada? —Lincoln no creía que hubiera algo halagador en esa situación. Sintiendo la incomodidad de su hermano, Luan acarició su blanca cabeza como solía hacer cuando eran más chicos.

—Claro, Linc. Es decir, sé que es una reacción física natural, pero una parte de mi quiere creer que es porque… me encuentras atractiva. —La castaña desvió su mirada con pena. —Se que le parezco bonita y simpática a Benny, pero no estoy segura si me considera atractiva. No sé si a algún chico le parezca atractiva.

—Luan…

—Alguien en secundaria me dijo una vez que a ningún chico se le pararía por mí. Que incluso si un chico y yo estuviéramos desnudos… Ni así se le pararía por mí.

No quería llorar. En serio que Luan no quería llorar, pero esas palabras crueles resonaban en su mente. Por supuesto que lo de su hermano era un simple acto reflejo. Aun dejando de lado su relación fraternal, no había forma que Linc pudiera creer que era atractiva. El toque de una mano sobre su mejilla la sacó de tan tristes pensamientos.

—No pienses así, Luan. Por incómodo y raro que suene decirlo… me pareces lo suficientemente atractiva como para provocar… eso.

—¿Hablas en serio, Linc?

—Claro que si… Aunque no se que dirá eso de mí. Ya sabes. Que como que confesé que se me… paró por ti y no solo por el clima.

—¿No me mientes?

—Para ser honesto, creo que se me paró por accidente, pero sigue duro porque me pareces atractiva.

La castaña se dio cuenta que a pesar de la seriedad con la que habían estado hablando (Y que de hecho, había dejado de sentirse húmeda por ello.), el pene de Lincoln se sentía tan duro como cuando despertó.

—Entonces ayúdame a asegurarme de que soy atractiva.

La castaña se separó un poco del peliblanco para desabotonarse la parte de arriba de su pijama. Por unos breves instantes Lincoln pudo distinguir los pequeños montículos que conformaban los pechos de Luan, aunque la chica se acurrucó bajo las sábanas de nuevo.

—Lamento haber arruinado el espectáculo visual, Linc, pero en serio que está haciendo frío. —Ella se acercó a su hermano de nuevo y tomó una de sus manos para colocarla sobre sus senos. —Aunque si estas a oscuras, siempre puedes tantear el camino. Jajaja. ¿Entiendes?

El chico entendió muy bien, pues dejó que las palmas de sus manos recorrieran el plano, pero deleitable pecho de su hermana. Además, le agradaba sentir las suaves curvas de Luan. Se amoldaban perfectamente a su tacto y la forma en que sus pezones erectos tallaban sus palmas era muy excitante. La joven ronroneaba mas que gemir por el placer provocado, lo que hacía que moviera sus piernas en un esfuerzo por tallar su intimidad. Sentir el miembro de su hermano era un delicioso extra, pero ella quería mas y estaba seguro que él también.

—¿Qué tal si nos deshacemos de la ropa que nos falta? Esta noche amerita un encuentro al desnudo.

Lincoln comenzó a desvestirse en ese momento, mientras Luan se bajó sus pantalones y pantaletas. Aunque la cama no estaba fría, sus cuerpos resintieron un poco la falta de ropa, por lo que se pegaron de inmediato. El muchachito se abrazó a su hermana de forma que sus rostros quedaron casi el uno frente al otro, mientras que su pene aguijoneaba la cálida y húmeda vulva de Luan.

—Te siento tan tibia, Luan. Podría creer que el frío no te hace nada.

—Si saliera de debajo de las sábanas, bien que me congelaría, Linc. —La joven acercó su rostro al de su hermano y le dio un beso muy rápido. —Pero no se trata de salir de ninguna parte, sino mas bien de que alguien entre. Específicamente que tú entres dentro mí para que sepas que el frío no es parte también de mí.

—Jejeje. No sabía que también referenciabas canciones.

—Eso pasa cuando compartes habitación con Luna tantos años como yo. —Luan dejó de hablar y besó a Lincoln con mucha pasión. Uno creería que el beso era salvaje y desenfrenado, pero en este caso la pasión era reflejo de los sentimientos que inundaban a ambos. Si, a ambos, pues Linc correspondía cada movimiento de la lengua de su hermana con un cariño desmedido. No eran amantes que se entregaban a la lujuria, sino mas bien como una pareja que tras varios años de construir su relación, se preparaban para consumarla en un acto no diferente a una noche de bodas.

La castaña sintió el pene de su hermano dando suaves empujones contra sus labios vaginales. Sin romper el beso, Luan sujetó el órgano reproductor de Lincoln para acomodar el glande en la posición correcta.

—Hazlo con cuidado, Linc. Es una parte delicada la que vas a penetrar. —El chico contestó renovando el beso, y mientras una vez mas su lengua se enredaba con la de su hermana graciosa, comenzó a ejercer presión sobre su vulva, hasta que sintió como su pene rasgaba algo en ella. Luan gimió dentro de la boca de Lincoln para ahogar el dolor que sintió cuando su himen se rompió y, sin embargo, jamás se sintió mas mujer que en ese instante. Jamás se había sentido mas deseada.

El peliblanco comenzó a moverse muy despacio una vez sintió que había llegado tan profundo como le era posible. Estaba maravillado con el calor que sentía alrededor de su falo. Era algo mas allá de lo que su imaginación podría haber concebido. En otras circunstancias, el chico habría comenzado a embestir a su hermana como animal en celo, mas la lujuria estaba en tercer plano en este momento. Todo lo que Lincoln sentía era amor por Luan. Se sentía unido a ella de una manera que trascendía lo imposible, y al gozar de los labios de la dulce castaña, sentía que el mundo se había reducido a ellos. No había ninguna otra cosa que importara.

—Te amo, Linc, Te… Aaaahhh… Te amo… —Aunque dolía un poco todavía, la castaña sentía ya las olas de placer físico comenzando a recorrer su cuerpo como una descarga eléctrica. La forma en que el pene de su Lincoln entraba y salía rítmicamente estimulaba cada uno de sus nervios. —Puedes empujar con m… mas fue… fuerza… Quiero ser tu… AAAhhh… tuya…

—Lu… Luan… Luaaaaan… —La voz del chico era como un himno para los oídos de la catorceañera. El pubis de Linc chocaba con el de ella, presionando su clítoris, lo que la acercaba mas al bendito climax.

—Cuando… te vayaaaaAHHH… Te vayas a venir… Lincoln… haz… Hazlo dentro de mí… MMmmm…

—¿Qué quieres de…? Mmmmm…

—No salg… No salgas de mi…

El peliblanco no puso mucha atención. Su mente no tenía cabida para otra cosa que no fuera el placer que sentía. Hasta este momento jamás había imaginado que el sexo pudiera ser tan delicioso. De hecho, casi ni había pensado en sexo hasta ese momento. Incluso ahora la parte sexual del acto estaba en segundo plano, pues todo lo que le importaba era en lo mucho que quería a Luan, lo mucho que la amaba y como deseaba poder estar mas unido a ella. Era apenas ahora, mientras sus instintos lo orillaban a penetrarla lo mas rápido y profundo que pudiera, que era consciente de que esto era sexo.

"Entonces el sex… el sexo es amor… Es amar a algui… alguien con todo lo que tienes."

Lincoln no supo si era por el amor a Luan o por el riquísimo movimiento de mete-saca, pero sintió algo en su pene. Una sensación exquisita muy fuerte e incontrolable.

—Lu… Luan… Sient… AAHHHH… Voy… creo que vooooooooOOOOOOO…

Lincoln sintió las piernas de su hermana abrazando sus caderas, y como si eso hubiera sido un detonador, el muchachito sintió un enorme placer mientras su cuerpo se aliviaba en medio de espasmos deliciosos. Una parte de su mente a la que ignoró por completo le decía que saliera de Luan, pero otra a la que escuchaba fuerte y claro lo invitaba a que su pene quedara tan dentro de ella como pudiera, que lo que estaba vaciando en su interior llegara a lo mas profundo de su ser.

Luan, por el contrario, sabía perfectamente lo que pasaría una vez que Linc habló. Nada mas lo hubo atenazado con sus piernas, la castaña sintió el pene de Lincoln hincharse y comenzar a eyacular con fuerza en su interior.

—Si, Lincoln. Si… Me vengoOOOOOOO. —Un orgasmo electrizante atravesó el cuerpo de la jovencita. Los músculos de su vagina apretaron sin piedad el falo de su amado, exprimiendo todo el semen que de allí brotaba y conduciéndolo al interior de su útero al mismo tiempo. Las fuerzas de la pareja flaquearon al mismo tiempo, por lo que ambos quedaron sin aliento bajo las sábanas, abrazados y compartiendo un nuevo beso, menos intenso que los que se dieron durante su apareamiento, pero no por eso menos lleno de amor.

—Te amo, Lincoln. Te amo, te amo, te amo.

—Y yo a ti, Luan. También te amo. —Linc desvió su mirada apenado. —Y espero me perdones por… eso, pero es que sentí tan rico…

—No hay nada que perdonar, Linc. —Murmuró Luan mientras aguantaba la risa. —Porque me encantó recibir todo tú semen. Ya sabes… el fluido en el que se encuentran tus espermatozoides.

—Los cuales se unen a los óvulos y así se produce el embarazo. —Complementó el chico.

—Se ve que pones atención a tus clases, Linc.

El peliblanco comenzó a deslizarse fuera de Luan, pero ella lo abrazó para evitarlo. —No lo hagas, Linc. Quédate dentro de mí. Quiero tenerte aquí al menos hasta que nos quedemos dormidos.

—Está bien, Luan. Me hace pensar que nada ni nadie podrá separarnos.

Tras un nuevo y dulce beso, Lincoln acomodó su cabeza para no incomodar a Luan, quien deslizó una mano entre sus cuerpos para acariciar su abdomen. —Así es, mi Lincoln. Sobre todo, ahora que dejaste algo tuyo dentro de mí.

La sonrisa del muchacho se desvaneció cuando esas palabras lo hicieron reflexionar en algo. —Eso significa que… —El peliblanco tembló y no precisamente por el frío.

—Sip, podría terminar esperando un Lincoln junior, muñeco.

Los ojos de Lincoln se abrieron como platos, justo al mismo tiempo que los de Luan en la vida real. La joven se dio cuenta de que había tenido un nuevo sueño sexual con su hermano, pero no sentía las náuseas que los solían acompañar. No sentía asco ni tampoco mareos. Se sentía incómoda, pero nada mas.

—Mi estómago debería sentirse revuelto y mi boca como una lata de cerveza usada. Digo, me siento molesta por eso, pero no tanto como otras veces. Si tan solo no hubiera sido algo sexual… —La joven sentía su entrepierna tan húmeda como en otras ocasiones. —Hasta sería algo con lo que me gustaría soñar de nuevo. Me sentí tan bien… Amada y a salvo.

El sueño comenzó a dominarla de nuevo. Su último pensamiento antes de perder el sentido fue uno que no había tenido desde el sueño que tuvo poco después de que los Santiago su hubiesen marchado…

Uno de amor, ternura y seguridad.


Me cuesta creer que pasaron casi dos años para actualizar Dulce Pesadilla. Sentía que era menos, pero eso sirve para recordar que el tiempo pasa bastante rápido cuando muchas cosas IRL se juntan por el simple hecho de ser ya responsabilidades. Afortunadamente, las cosas se han dado de forma que pude retomar el escribir nuevamente y trabajar nuevamente en esta historia que tanto ha gustado y que muchos recuerdan a pesar de la falta de actualizaciones. Por ello, les agradezco a todos los que están leyendo esta historia, pues se que el tiempo es el mayor enemigo del autor que no publica constantemente.

Esta no es la única historia que estoy tratando de retomar. He estado escribiendo el segundo capítulo de Bajo un mismo cielo (Si no saben de que hablo, no hay problema xD), el siguiente de Lucy en el cielo bajo la luz de la luna y estoy por comenzar con el nuevo capítulo de Alas de ángel. Y claro, quiero retomar Fire Emblem Loud aprovechando que mi atraso me ha dado mucho material para trabajar xD Solo me preocupan dos cosas que podrían ser piedritas en el camino. Una es mi trabajo, desde luego. La otra es contener las ideas que me vienen a la mente para otras historias. Una ya hasta tiene primer capítulo escrito ;)

Ahora es momento de responder a sus reviews, que considerando el tiempo que ha pasado, pues también urgía xD

El caballero de las antorchas: Luan tuvo que recurrir a un psicólogo después de todo, pero fue a ver a alguien que ya era algo así como conocido de la familia. Ya estaba entre mis planes originales usar a la Dra. López y así seguirá. La castaña las vio negras para guardar sus secretos y tuvo que abrir una vieja herida par evitar lo peor. Por el lado positivo, no sufrió tanto en sueños esta vez. No que haya sido cómodo, pero al menos la ayuda a mantener estabilidad, algo que será primordial para nuestra amiga.

Ntian: Espero que sigas por aquí y que de ser así, que hayas disfrutado mucho este capítulo con todo y que no hubo tanto de Lynn esta vez, pero lo que hubo fue lindo. Algo que no ha cambiado en este tiempo es el que Lynn me caiga bien. Middle men fue muy buen episodio y me será muy útil para futuras historias donde Lynn tenga mas peso. Espero que sigas disfrutando de esta historia, man :D

James Aderson: Estamos en eso xD

miguel fuentedejesus: Muchas gracias por tú apoyo

escudodeplata: Y eso que comentaste en tú review es parte de lo que hace la situación de Luan tan desesperante. Se siente cómoda con Lincoln, desea estar con él, pero su subconsciente lleva ese deseo demasiado lejos. ¿O no es así? ¿Acaso de verdad lo ama mas que como hermano? La pobre chica apenas tuvo un poco de paz en este capítulo y quien sabe cuanto le durará. ¡Muchísimas gracias por tus palabras!

Lobo Hibiky: Y la chica ya tiene la ayuda profesional que necesitaba pero no quería xDDD Lo malo es que no está siendo honesta con la Dra. López y evadió el problema de fondo. No que pueda culparla, pero la honestidad es muy importante y sin ella, las sesiones no llegarán muy lejos. Agradezco tú apoyo y espero que puedas leer estas palabras :D

J0nas Nagera: Espero que puedas decir lo mismo de esta otra espera en que los hice pasar. Jeje... jejejeje... *Suda frío* Ejem, bueno, espero te alegre que Lynn está bien y ya hizo las paces con Luan, y solo se necesitó un sueño muy vivido donde la mataba xDDD Luan aun no está lista para confesarle eso a la Dra. López ni los otros asesinatos. Ni se diga de sus sueños húmedos, pero supongo que la Dra. no podrá saberlo todo. Sorry. Tenía que decirlo xDD ¡Muchas gracias por tus reviews y muchísimo éxito con tus historias!

JuniorVB: Pues ya la mandaron al psicólogo, man. Si eso será suficiente o no, ya veremos.

Banghg: Siento que la ausencia de esta vez impactó la calidad, pero quizás solo soy yo. Sigo siendo muy autocrítico con mi trabajo. Luan se las ingenió para confesar a sus padres algunas coas sin soltar toda la sopa. No iba a ser posible hacer lo mismo con la Dra. López así que tuvo que hacer el equivalente a cortarse un brazo para salvar el cuerpo y hablar sobre su propio NSL; un incidente doloroso para ella y que le daría a la psicóloga algo con que entretenerse. Su éxito fue parcial, pero le compró tiempo valioso. Si eso sirve a la larga a la chica, quien sabe. Al menos volvió a tener la paz que tuvo capítulos atrás. ¡Espero sigas leyendo esta historia y muchísimas gracias por tú review!

Julex93: Tus reviews siempre son bienvenidos y espero puedas leer este saludo, man :D Luna sigue dividida entre consolar a Luan y temer lo que podría hacerle a Lincoln. Quedó un poco tranquila tras el primer día de terapia de Luan, pero aun tiene sus dudas. Si se entera del último sueño de la comediante, sus alarmas se dispararán de nuevo, y podría abrirse mas la brecha que hay entre ellas. No es muy grande, pero Luan sabe que Luna siente recelo por ella. Eso podría ser malo a la larga. Mientras no me demore yo par escribir la respuesta... xDD

Doce Espadas: Muchas gracias por tus palabras, man. En serio. Espero que puedas leer estas palabras y que, a pesar del tiempo que pasó en esta ocasión, la historia siga siendo de tú agrado e interés :D

Sam the Stormbringer: Si hay alguien que espero siga leyendo esta historia, eres tú, man. Leer tus reviews es algo que siempre disfruto, como por ejemplo, lo mucho que logré impactarte con ese lemon convertido en crimen. Bueno, un crimen mas serio xDD Este capítulo tocó algunos puntos para Luan y tuvo un poco de paz a pesar de ser otro encuentro con su hermano. La chica necesitaba un pequeño descanso en vista de que su terapia mas lo que venga en camino. Porque eso si, su grito bien que sirvió xDD

Dope17: Agradezco mucho tú review, man. Espero contar con otro, pero se que el tiempo que ha pasado impacta y mucho. De haber leído este capítulo, espero que haya sido de tú agrado.

Cuando comencé esta historia, había pocas historias de Luan Yandere en español, y las que había pues recordaban mucho a I love my brother. Ahorita hay mucho menos y tiene sentido. Con todo el nuevo material que hay, existen muchas otras temáticas de las que escribir. Eso también da mayor caracter a los personajes y hace que el mantener su escencia se haga mas complejo. Luan es difícil de escribir para mí porque no soy muy dado al humor y me cuesta crear los juegos de palabras que hacen que Luan sea Luan, pero eso hace de esta historia un reto del cual no me echaré para atrás a pesar de los bloqueos que llegue a tener.

Sobre la escena sexual del capítulo pasado, no la sentí tan forzada porque fue una muestra de la espiral descendiente en que cayó Luan y que hizo imposible que pudiera evitar mas tiempo la intervención de sus padres, lo cual ya la llevó con la Dra. López. Lo que si es que la escena me parece repetitiva. El esquema de realidad-sueño está agotándose y eso afecta la calidad de la historia. No iba a hacer un lemon en este capítulo originalmente, pero terminé cayendo en esa zona de confort porque quise darle a Luan un sueño agradable en vista de su reflexión de los eventos en el Portal Chortle. Que un chico haga algo por uno a pesar de hacer el ridículo es una muestra de amor muy grande. Fue amor fraternal, desde luego, pero Luan lo tomó en otro sentido. Es como la chica dijo una vez; él hace cosas que podrían llevar a una chica a enamorarse.

Espero sigas leyendo la historia tras todo este tiempo y no temas ser honesto en tus reviews. Saber los errores que cometes es tan valioso para un escritor como conocer tus aciertos.

normandelosnorma: Con la ayuda que está recibiendo, Luan podrá alejarse de las pastillas y demás medicamentos, pero depende mucho de lo que pase a su alrededor. Nada está escrito aun.

Ace-sino: Neta espero que sigas por acá y estés dispuesto a leer esta historia. Se lo que es quedarse horas por la noche leyendo fics hasta llegar al final. Lo he hecho varias veces, y en ocasiones por muchas noches seguidas xDD Y el leer lo mucho que te ha encantado la historia es un honor para mí. Me agrada poder transmitir esa clase de emociones, lograr que cada lector imagine las escenas que lee, escuche los diálogos en las voces de los personajes y sienta lo que ellos viven a lo largo de la narración.

Si leíste este capítulo, espero haya sido de tú agrado y no te preocupes por las faltas de ortografía, que nos suceden a todos. No me sorprendería que varias se me hayan ido en este capítulo xD

krriss16: Pues vaya que tuvo un respiro la chica xDD Tuvo que pasar por una sesión de terapia y abrir una vieja herida, pero no se puede negar que la pasó bien por una vez en mucho rato :D

monicaxd: ¡Muchas gracias por tú review y espero que sigas por acá!

xXYouThinkYouKnowMeXx: Tu deseo se ha concedido xDD

LuArt: Pues aquí hay mas, man. Espero que estés leyéndolo y lo hayas disfrutado xD

copet: Creo que eres al que mejor le fue por no haber tenido que esperar tanto tiempo :p Muchas, muchas gracias por tú review y espero que el capítulo haya sido de tú agrado :D

Restan dos o tres capítulos para terminar, y cuenten conque esta historia llegará a su fin a pesar del tiempo que pueda pasar. Espero que el capítulo 13 pueda estar listo en unas cuantas semanas o al menos, no pasar de tres meses. Mientras las cosas en la oficina se mantengan como hasta ahora, esa probabilidad es muy grande. Muchas gracias a todos los que leen esta historia, así sean lectores que la siguen desde el inicio, lectores nuevos e incluso los que ya no la leen. Cuídense todos y que tengan mucho, mucho éxito.