Hola, hola, hola... Parece que llegamos al final de la historia *suspiro aliviado de Draco en la lejanía*. Me parece super irónico que algo que empezó como un OS sea el primer Dramione en el que le dé al botón de Complete. Ok, solo tiene tres capítulos y son cortitos, pero eh, una hace lo que puede xD.


EL BAILE DE NUESTROS CUERPOS


Parte III: Después

―Bueno, queridos alumnos, creo que es hora de dar por terminado el Baile de Primavera de este año.

Cuando Dumbledore les ordenó muy amablemente que se fueran a dormir, la mayoría de los alumnos protestaron; la noche todavía era joven. Hermione, en cambio, se alegraba secretamente de poder escapar de allí. Después de más de dos horas haciendo como que escuchaba todo lo que sus amigos decían, y sabiendo lo que la esperaba arriba, lo único que quería era largarse de allí.

Miró a su alrededor; hacía también más de dos horas que no había ni rastro de Malfoy. Sonrió; pobrecito, lo que le había hecho en el pasillo lo habría dejado demasiado trastocado.

―¿Y esa sonrisa? ―preguntó Harry.

Hermione parpadeó, pero se repuso rápidamente.

―Estaba pensando en mi cama ―respondió.

―Sí ―añadió Neville entre bostezos―. A mí también me apetece dormir.

«Dormir» no era exactamente lo que Hermione quería hacer en su cama, pero eso no era asunto de sus amigos.

Se despidieron en las escaleras; Hermione giró hacia la derecha, hacia la Torre de Premios Anuales, y sus amigos siguieron subiendo, a la Torre de Gryffindor. Una vez sola, Hermione se quitó los tacones con un suspiro de alivio y se soltó el pelo. Ya no había necesidad de ir tan arreglada.

Cuando entró en la Sala Común, apenas distinguió nada: todo estaba en penumbras; el único foco de luz era lo que quedaba del fuego encendido aquella tarde en la chimenea.

Sonrió.

―Buenas noches ―dijo. Por un segundo, pensó que se había equivocado y que allí no había nadie realmente, pero entonces una figura se levantó del sofá que estaba de espaldas a ella.

―Lo serán para ti ―gruñó Malfoy. Iba sin chaqueta y se había desabotonado los primeros botones de la camisa.

Hermione rio.

―Eso espero. ―Se acercó al chico y le tendió sus tacones . Él la miró como si se hubiera vuelto loca―. Sujétalos, anda, que quiero quitarme el vestido.

Para su propia consternación, Draco sujetó los zapatos mientras ella pasaba una mano por su hombro derecho, haciendo que el tirante se deslizara hacia abajo. Cuando hizo lo mismo con el otro tirante, el vestido cayó a sus pies con suavidad. El gritito ahogado que soltó Draco al verla no fue tan suave, para bochorno suyo y satisfacción de Hermione.

Le quitó los tacones de las manos y se encaminó escaleras arriba, a las habitaciones. A medio camino, ladeó la cabeza.

―¿No vienes?

Aquellas dos palabras fueron el resorte que necesitaba Draco para salir de su estupor. Recorrió su cuerpo semi-desnudo con la mirada preso de la rabia, casi con odio, antes de acercarse a grandes zancadas a ella, cogerla por la muñeca y girarla hacia él. Estampó sus labios contra los de ella con fiereza, lamiéndolos, saboreándolos, mordiéndolos para abrir paso a su lengua. Hermione no se quedaba atrás; su lengua fue al encuentro de la de él mientras enlazaba las piernas en su cintura. Malfoy la sujetó por el culo y subió las escaleras sin dejar de besarla.

Draco no supo ni cómo consiguió abrir la puerta de su dormitorio, pero una vez estuvieron dentro, se tiró en su cama con Granger debajo de su cuerpo. Le cogió las manos y las mantuvo sujetas por encima de su cabeza mientras besaba y mordía su cuello. Saberla a su merced lo hizo excitarse todavía más ―cómo si eso fuera posible, ja―, y su erección empezaba a suplicar por un poco de alivio, pero primero quería hacer sufrir a Granger un poco. Pagarle con la misma moneda.

Con una sonrisa lasciva, empezó a besar su cuello, a bajar por sus pechos ―ni sabía cuándo había desaparecido su sujetador, pero mejor, así se ahorraba trabajo― hasta su vientre plano (¿desde cuándo Granger estaba buena?) y más al sur todavía. Le quitó las bragas. Levantó la mirada para encontrarse con los ojos de Granger, que lo observaban con ansia.

Cuando Malfoy pasó la lengua por todo su sexo, Hermione soltó un suspiro de placer. No era tonta, sabía que no la dejaría llegar al orgasmo, pero por Merlín que iba a disfrutar de aquella lengua mientras pudiera. Con una mano estrujó las sábanas de seda de la cama de Malfoy mientras que llevaba la otra la cabeza rubia de él, instándolo a ir más rápido.

Draco separó sus labios interiores con los dedos y pasó la lengua por su clítoris, arrancándole un gemido de puro éxtasis. Granger ya estaba completamente mojada cuando la lengua de Draco empezó a jugar con su entrada. «Vaya, vaya, qué pervertida es la sangre sucia», pensó Draco mientras metía dos dedos de golpe en su interior. Empezó a moverlos dentro y fuera primero lentamente, después con rapidez mientras no dejaba de jugar con su clítoris, chupándolo y mordisqueándolo. Sabía que Granger estaba a punto de tener un orgasmo, así que metió un tercer dedo. Los gemidos que soltaba y el movimiento de la pelvis contra su cara dejaban claro que estaba a nada de correrse.

Y Draco paró de golpe. Granger levantó la cabeza y le lanzó una mirada airada, pero él sonrió ladinamente. Ojo por ojo y orgasmo frustrado por orgasmo frustrado.

Se dio un momento para quitarse la ropa; Granger recorrió su cuerpo con una mirada que lo hizo encenderse al máximo. Se situó encima de ella, pero cambió de idea en el último momento; con un movimiento rápido, la situó de espaldas a él, a cuatro patas. Ella ladeó la cabeza para mirarlo, pero lejos de parecer escandalizada o consternada, sonrió y arqueó el cuerpo, permitiéndole un mejor acceso.

Draco agarró su melena con una mano y tiró de su cabeza suavemente hacia atrás; ahora sabría quién mandaba. Entró en ella de golpe, arrancándole un grito ahogado. No pensaba darle tregua. Empezó a moverse rápidamente, embistiéndola con fuerza; salía casi por completo para volver a hundirse en ella hasta el fondo. Con una mano mantenía su cabeza sujeta y con la otra en su cadera guiaba sus movimientos, pero Granger parecía no necesitar ninguna guía en el sexo, pues se llevó una mano a sus partes y empezó a masajearse el clítoris, buscando llegar más rápidamente al orgasmo. Lo único que se escuchaba eran sus jadeos y gruñidos y el choque de sus cuerpos.

La primera en correrse fue Hermione; espasmos recorrieron su cuerpo antes de correrse entre gritos. Draco se corrió segundos después. Desde luego, después de todo lo que había pasado en las últimas horas, podía decir con total seguridad que aquel había sido el orgasmo más placentero de su vida.

Malfoy salió de su interior y se tumbó en la cama boca arriba, jadeando y con una sonrisa de satisfacción. Hermione se permitió unos minutos de descanso antes de levantarse. Él la miró con desconcierto.

―Bueno… no ha estado mal ―dijo ella antes de hacer intención de marcharse.

Draco se incorporó.

―¿Cómo que «no ha estado mal»? ―exclamó―. Seguro que no has follado con nadie que lo haga mejor que yo.

Hermione se giró y le lanzó una mirada de lástima.

―Si eso te ayuda a sentirte mejor… ―dijo con un encogimiento de hombros.

Y se fue a su habitación, dejando a Draco boqueando y con la autoestima por los suelos. Él se levantó de la cama y siguió a Hermione.

―¿¡Adónde crees que vas, Granger!? ¡Retira eso ahora mismo! … ¡Nadie niega mis habilidades en la cama, nadie! ¡Te vas a enterar! … ¡Abre la puerta, joder, que no hemos terminado! … ¿¡Te estás riendo!? ¡No reirás tanto cuando te eche el mejor polvo de tu vida!


Review si crees que Draco es tonto y que le está regalando sexo fácil a Hermione.

Review si crees que Hermione se lo ha sabido montar de puta madre para tener a Draco donde quería.

Review para reparar el orgullo de macho herido de Draco.

Review si quieres un poco de pasión y a un Draco (o a una Hermione. O a los dos xD) en tu vida.

En definitiva: REVIEW (please?)

MrsDarfoy

P.D: ¡Nos vemos en mis otros Dramiones! Mil gracias por seguir y comentar mis chorradas *corazones*