Harry Potter y todo sus maravillosos mundo y personajes pertenecen a JK Rowling

Ya había pasado una semana de su fracaso en el Godric's Hollow. Harry seguía deprimido por la pérdida de su varita, lo cual la tenía también preocupada por qué no tenía ni idea de cómo se iban a defender los dos con una sola varita. Pero lo que más la preocupaba eran unos cólicos que le venían dando hace unos días y que en las últimas horas se habían intensificado. Sabía que no era su periodo porque llevaba rato sin llegar, probablemente por su mala alimentación en los últimos meses. No sabía lo que podría ser, y no era momento de enfermar debía ser fuerte por Harry y por ella misma.

Al caer la noche el dolor se intensificó y no pudo aguantar más sus ganas de llorar y gritar, sentía como si su vientre se estuviera desgarrando. Siguió el impulso de estar en cuclillas y se mantuvo en esa posición. Harry a su lado no hacía más que revolotear sin saber qué hacer. Cuando de un momento a otro sintió como un líquido transparente corría por sus piernas.

-Hermione me pudiste haber dicho que tenías ganas de orinar, yo te hubiese llevado sin problemas.

-Limpiar esto va a ser más difícil y hacer magia con tu varita es muy maluco. - se quejó Harry

Yo no era capaz de modular palabra. En mi mente todo cobraba sentido. ¡Cómo no lo había pensado antes! Me giré para mirar a Harry que seguí refunfuñando mientras buscaba un trapo para limpiar mis "orines"

-Harry – lo llamo. Él se voltea y me mira

- tranquila un accidente le pasa a cualquiera, ya te ayudo a quitarte los pantalones mojados.

- No están orinados Harry – le digo entre lágrimas de susto y emoción- es líquido amniótico.

El me miro con cara de bobo mientras intenta recordar dónde había escuchado la palabra líquido amniótico.

-Harry voy a dar a luz – gritó asustada.

-Pepero para eso ttendrias que estar embarazada- tartamudea asustado cayendo en cuenta de lo que estaba pasando.

-Crees que no lo sé – le digo

-Y para eso tuviste que tener sexo- me refuta Harry.

-Y lo he hecho – le gritó ya exasperada.

- ¡QUE! Pero si Ron me dijo que entre ustedes no había pasado nada- exclamó

-ya enojada grito –CONOZCO MUCHOS MÁS HOMBRES ADEMÁS DE RON- me arrepiento inmediatamente de haber gritado porque el dolor de mi abdomen se intensifica y me dan ganas de pujar.

-Harry ay por Merlin creo que ya va a nacer- le digo jadeando.

Harry me ayuda a quitarme los pantalones e interiores. Me apoyo en los hombros de Harry mientras continuo en cuclillas con una almohada en el piso donde cálculo podría caer el bebé y empiezo a pujar.

Cuando lo siento nacer cierro los ojos intentando no desfallecer del cansancio. Harry me ayuda a sentarme en el piso sobre una sábana, alza el bebé y me dice- es una niña – su voz se nota llorosa. Abro los ojos y los veo con lágrimas en los ojos y sosteniendo a la bebé y noto que sus manos están temblando, comprendo que estaba tan asustado como yo, puede que incluso más.

- ¿Harry porque no llora? - le preguntó asustada

-Es porque es más valiente que yo, porque respira bien y ya abrió los ojos- me dice un Harry con la voz todavía temblorosa.

Alzo los brazos para que me la pase. La enrolla en una toalla y me la pasa. Esta toda llena de sangre y tejidos y veo que tiene un cabello negro abundante que contrasta con su piel rosada y tiene unos ojazos grises con un tono azulado. Un poco diferentes a los de su padre. Sonrío y la beso en la frente mientras suelto unas lágrimas de la felicidad que me desborda. Es tan hermosa mi bebé.

-Ya sabemos que no va a sufrir por tener poco cabello- bromea Harry mientras busca algo con que cortar el cordón.

-Es preciosa, nunca había visto un bebé más hermoso – le digo mientras pasó mi dedo alrededor del rostro de mi bebé.

- ¿Me vas a contar quién es el padre? - me pregunta mientras se acerca

-Es Malfoy, Draco Malfoy – susurro. Soy consciente de lo complejo de la situación. Nadie aparte de Harry y yo puede saber de la existencia de mi hija.

Harry suspira- no podía liarte con alguien menos complicado, cierto – me dice con burla.

No le hago caso, mientras beso las manos de mi hija. - se llamará Ursula Bellatrix Granger- digo con voz firme.

- ¡QUE! – exclama Harry- entiendo que sea la tía de él, pero de verdad quieres llamarla como esa loca desquiciada. No puedes nombrar así a mi ahijada- dice mientras me mira como si estuviera loca.

- No seas dramático que va ser su segundo nombre no el primero- le digo mientras lo miro

Suspiro- Me gustaría que tuviera algo de la familia de Draco, y sabemos que tiene la tradición de nombrar los niños con nombres de estrellas o constelaciones. Además, el nombre Bellatrix significa mujer fuerte y poderosa. - digo mientras mi voz va bajando el volumen hasta ser como un susurro- ambos sabemos que ella va a tener que ser fuerte – Ursula me mira y solo noto inocencia y curiosidad en su mirada. Ella no sabe en qué situación nos encontramos.

-Me alegro que te hayas autoproclamado su padrino, tu tarea es protegerla cuando yo no pueda, además de limpiarle los pañales- le digo con burla intentando aligerar la situación.

Harry lanza una carcajada – recuerdas que en herbología mis plantas o no crecieron o se murieron y las que lograron sobrevivir eran las más pequeñas y acabadas de la clase- me mira preocupado, se me acerca y alarga los brazos para que le pase a mi pequeña Ursula. La sostiene y me dice – puedo prometer que daré mi vida para que nada malo le pase, aunque no puedo prometer nada sobre pañales bien cambiados.

Se sienta a mi lado. Nos quedamos un rato largo solo mirando a mi pequeña bebé. Todavía no éramos capaces de salir del asombro por el nacimiento sorpresa y yo me sentía la mujer más feliz del mundo. No era capaz de pensar en nada más que no fuera lo hermosa y etérea que se veía mi pequeña Úrsula.

Harry suspiro- Todavía no entiendo como Malfoy pudo tener una hija tan linda. El mérito es todo tuyo Hermione- dice mientras la mese en sus brazos.

-Tienes que admitir que Draco es un hombre muy sexy- me burlo

-Ugh Hermione estas mal de la vista, pero si espero que el cabello lo heredé de Draco y no herede ese nido de pájaros que tienes en la cabeza- me puya

-Una palabra más sobre mi cabello y me aseguraré de que no puedas tener descendencia, pásamela que la voy a limpiar ya- le digo alzando los brazos.

Harry pone a la bebé en la litera mientras me ayuda a sentarme en mi cama, para luego pasármela. Comienzo a limpiarla – tiene características más Black que Malfoy y algo me dice que sacara mi nariz respingada- digo mientras la limpio.

-Eso es bueno así no la relacionaran tan fácil con Malfoy, pero tal ves pueden llegar a pensar que es mía porque tiene el cabello negro, aunque el tono sea diferente.

-Ginny y tus amantes me va a matar – digo sonriendo.

La sonrisa se me va del rostro cuando volteo a la pequeña para limpiarle la espalda y veo detrás de su hombro izquierdo una marca con un tono más oscuro que su piel con forma de serpiente que saca una lengua bífida y menea la cola como si fuera un cascabel, además de que tiene unos ojos verdes esmeralda- Harry mira esto- exclamó.

El viene rápido a mirar – esa marca es la de la próxima reina tenebrosa- me dice bromeando. Le doy un codazo para que deje de bromear.

-Sé que mi hija no es ningún diablo, será que es la marca de alguna maldición- digo preocupada

-No creo que sea una maldición, si acaba de nacer ¿cómo la habrían maldecido? Tal ves es la marca con la que nacen los Malfoy que no son sangre pura o no nacen en el matrimonio- me dice Harry ya serio.

-Le voy a lanzar un hechizo de ocultación, es mejor que no esté a la vista- dijo

Busque mi varita lance el hechizo correcto y la marca dejó de verse.

-Entonces te vas a retirar de la búsqueda, porque esto es muy peligroso para ti y la bebé- dijo Harry con pena.

-No me voy a retirar, hay mucho en juego y no te voy a dejar solo. No soy Ron- le respondo

-Entonces que vas a hacer, debido a que Draco y tú son sus padres es muy peligroso dejarla al cuidado de alguien. Y llevarla en la búsqueda es peor. No te preocupes por abandonar, Ursula está primero, yo me las ingeniare. -

-Ya te dije que no. Lo mejor es que la deje en un orfanato muggle hasta que acabe la guerra. De todas maneras, no estoy segura de que valla a salir viva al final de la guerra y ella tiene derecho a tener una familia. - digo con dolor.

Harry me abraza mientras comienzo a llorar del dolor y la impotencia que me causa tener que abandonar a mi hija. No quiero, pero debo hacerlo. Por un futuro mejor para ella y debo salir viva para tener un futuro a su lado.

- ¿Le vas a avisar a Draco que tiene una hija? - me pregunta Harry todavía abrazándome

-Creo que lo mejor es que no sepa nada hasta que se acabe la guerra. Aunque no tengo ni idea de cómo se lo voy a decir. Sabes no es que habláramos mucho. - le respondo

Harry entorna los ojos- ya me imagino que solo hacían cochinadas- me dice en un tono tan mojigato que parecía la tía Muriel.

-Ya está hablando la voz de la virtud- respondo con sarcasmo.

Una semana después en medio de la noche llegamos a un pequeño pueblo. El pueblo tenía un ambiente acogedor del tipo donde todo el mundo se conoce y se conserva la confianza. En el centro del pueblo había una casa grande con un letrero que decía "Orfanato Un lugar de esperanza". Sabía que era el momento para dejarla, no iba a encontrar un mejor lugar. sino lo hacía ya, nunca iba a poder hacerlo. Coloque un hechizo de calefacción en una canasta que le había conseguido, enrolle a Úrsula en una cobija gruesa, la metí en la canasta y coloque está en el suelo al frente de la puerta del orfanato. Puse entre las cobijas una sobre que tenía dos cartas: una diciendo quién soy yo, el nombre de mi hija, y mis intenciones de volver pronto por ella. Y en la otra una carta para Úrsula en caso de que no la volviera a ver. Toqué la puerta fuertemente y salí corriendo y me escondí detrás de un poste donde me esperaba Harry.

Y desde allí mientras la nieve caía. Vi como a ocho metros de distancia una puerta se abría y entraban a una bebé en un canasto.

Era 4 de mayo Voldemort había sido derrotado el día anterior. El mundo mágico estaba en un caos. Pero Hermione estaba que se moría de la emoción y ansiedad. Se había acabado la guerra, seguía viva y podía volver a ver a su hija.

Harry le había dicho que quería ir con ella por Ursula. Pero en ese momento él se encontraba rodeado de toda la comunidad mágica y ella estaba impaciente por ver a su hija. Por lo que fue sola.

Al llegar al pueblo se dirigió rápidamente al orfanato. Para encontrar con un montón de escombros, con un letrero que decía "zona de demolición".