Día 7: Almas Gemelas

Que se joda Afrodita y su teoría de las almas gemelas, que se joda su mala suerte, y que se joda él por sentir envidia de quienes la han encontrado. Todos en algún momento reciben un temporizador que llega a 0 cuando encuentras a tu alma gemela y toda la prensa estalló en el momento en que en la conferencia de prensa de los Juegos Olímpicos el contador de Phichit Chulanont y Seung Gil Lee llegaron a cero al mismo tiempo, esos dos nunca habían estado en el mismo lugar antes y contra todo pronóstico la persona que entró el pánico el alegra y siempre creyente en el amor tailandés fue quien entró en pánico y huyó de la prensa.

— ¿Tu amigo va a estar bien? — Preguntó Yuri Plisetsky a su contraparte japonés, quien miraba directamente en la dirección en la que huyó su querido amigo.

— Espero que sí, es solo que no es la manera en la que a Phichit le hubiese gustado conocer a su alma gemela, debo ir a ver cómo está Yurio, si Victor me busca dile donde estoy.

— Los temporizadores realmente solo le traen problemas a las personas.

— Yurio, estoy seguro que el tuyo se arreglará — Antes de dejar la sala de prensa el japonés palmeó un par de veces el hombro del rubio— Y si no es así, no significa que no podrás conocer a otra persona.

Las únicas personas que sabían del "defecto" de su temporizador eran Yuuri y Otabek, su mejor amigo. Victor solo pensaba que estaba siguiendo la tendencia de los jóvenes estadounidenses de no usar el temporizador, alegando que más que una ayuda, era una imposición de la diosa del amor el tener una "persona especial" determinada. Lo que en realidad pasaba es que cuando tenía diez años su temporizador llegó a 0 en un momento en que no había nadie más a su alrededor, estaba en el campamento de verano de Yakov y ensayaba solo después de que todos ya se habían ido a dormir. Tanto Otabek como Yuuri dijeron que tal vez era un error y su temporizador pronto se arreglaría, por otra parte Yuri simplemente pensaba que no tenía un alma gemela.

Y aunque dijera que no le importaba, era una gran mentira, ser el único en el planeta con un temporizador defectuoso realmente apestaba, una parte de Yuri en serio quería saber lo que se sentía tener un alma gemela, que se joda Afrodita, que se joda el resto del mundo.

— ¿Pasó algo? — Preguntó Otabek estirándose en el sofá, solían reunirse siempre durante las competencias y los juegos Olímpicos no eran a excepción. Su amigo kazajo corrió la suerte de tener una habitación para el solo por lo que estaban allí esperando que algo pasara con la situación entre el coreano y el tailandés, pero nadie parecía saber nada de ellos, solo que Yuuri estaba con su amigo mientras que SeungGil, quién sabe. — Tienes esa cara que pones cuando algo te complica

— Es solo que creo que no lo entiendo ¿No se supone que esos dos deberían estar ya besándose y siendo asquerosos como Victor y el Katsudon?

— No todos tienen las mismas reacciones, Yura. En los países asiáticos se toman muy en serio el tema de los temporizadores, y quizá no supieron que hacer. Espero que estén bien, de todos modos. Compito seguro por Phichit y es alguien que sus emociones le afectan mucho al momento de competir.

— ¿En tu país también es así? — Su amigo asintió— ¿Entonces por qué no usas tu temporizador?

— Cuando lo recibí estaba un chico me dijo todo eso de que no tenía que estar obligado a usarlo, que no debería seguir lo que la diosa del amor nos impone y en ese tiempo, le encontré la razón. Después pasó el tiempo y ya no lo encuentro necesario, aunque mi madre dice que lo traiga siempre conmigo, nunca he visto que dice o si está en cero.

— ¿Por qué no?

— Hoy estás especialmente curioso, Yura —Rió el mayor, estirando su mano para desordenar el cabello del más bajo— Te lo diré cuando la competencia termine, ahora comamos algo si no voy a morir, luego podemos bajar a jugar tenis de mesa con los demás. Deben estar todos esperando a Phichit.

Cuando comieron su pizza de contrabando bajaron a la sala común de la Villa Olímpica donde en efecto, todos los patinadores pasaban el rato esperando que Phichit apareciera o en su defecto, el callado Seung Gil, si bien parecían todos estar divirtiéndose los rostros de preocupación aparecían cada vez que una notificación aparecía en sus teléfonos y esta no venía del tailandés. Yuri observaba en silencio, y vio luego que Leo de la Iglesia usaba su temporizador a pesar de ser americano, y la curiosidad lo obligó a acercarse a Otabek a preguntar. Después de todo el kazajo y el estadounidense pasaron tiempo entrenando juntos.

— De la Iglesia lo usa.

— ¿Qué cosa?

— Su temporizador, aunque sea americano.

— Oh, cuando se lo pregunté me dijo que siempre estuvo seguro de que GuangHong sería su alma gemela. Y otras cosas que no te diré, porque pensarás que son demasiado cursi. —El rubio volvió la mirada hacia el grupo ¿Por qué todos tenían un alma gemela y él no? De seguro Otabek también la tenía, y solo se estaba haciendo el tonto con las cosas. "Espero se siga haciendo el tonto por más tiempo" Pensó apoyando su cabeza en el hombro del moreno, quien respondió al gesto acariciándole el cabello.

Al día siguiente cuando se realizaron las primeras clasificatorias ocurrió lo que todos pensaron y temieron que pasaría, en su primera presentación Phichit se veía realmente afectado por lo sucedido durante la conferencia de prensa y falló casi todos sus saltos cuádruples, sus triples se transformaron en dobles y simples. Para el final de las presentaciones del grupo el tailandés figuraba en el último lugar de la tabla. Todos miraban el primer grupo preocupados más por el estado actual del patinador que por su puntaje y esperaron que todo mejorara para su segunda presentación, dentro de unas horas en el mismo día. Yuri tal vez fue el único que vio que SeungGil también estaba viendo pero no dijo nada, era pésimo en esos temas pero creía que ese tema debían solucionarlo solo ellos dos.

— ¡Phichit, no la cagues! — Se escuchó gritar al coreano segundos antes de que empezara la segunda presentación del aludido. Nunca nadie lo había escuchado elevar la voz más allá de los 15 decibeles (De hecho, Yuri en un principio pensó que el tipo era mudo) y todos quedaron sorprendidos, pero pareció resultar para el tailandés quien incluso mejoró su marca personal, no ganó el primer grupo, pero se las arregló para pasar a las finales.

—Beka, creo que deberías usar tu temporizador. —Dijo Yuri acostado en la cama de su amigo, como siempre, retornaron a la habitación de este después de la competencia, sobre todo si acordaron celebrar su clasificación a las finales.

— ¿Cómo dices?

— O al menos revisarlo ¿Qué pasa si tal vez te estás perdiendo el ser realmente feliz para siempre por no haberlo visto? O no sé, a mí me gustaría que el mío funcionara…

— ¿Te sentirás mejor si te lo muestro? No me gusta cuando piensas demasiado las cosas, terminar haciéndote daño a ti mismo — El kazajo se sentó en la orilla de la cama y acarició el cabello del menos como solía hacerlo cada vez que el menor se ponía nervioso. Eso siempre resultaba para calmarlo— Espérame aquí, lo traeré — Yuri asintió y se sentó en la cama en posición de indio, Otabek fue por su maleta de dónde sacó una caja vieja donde supuso estaba el famoso temporizador del kazajo— Ten —Se la entregó— Mira tú primero.

— ¿Yo? —Él asintió— Está bien. —El rubio de la caja extrajo el aparato creado por la mismísima diosa del amor y miró la pantalla, como lo imaginó el contador estaba en cero. Por un momento se sintió decepcionado y preocupado, pero cuando vio la fecha exacta de la detención y la hora de la misma, supo que algo pasaba, algo que seguramente parecía una locura, conocía esa fecha bastante bien, era la que miraba todos los días desde hace cinco años en su temporizador— Esto… —Espérame aquí —Corrió a buscar su bolsa deportiva, donde guardaba el temporizador durante las competencias (Pensaba en él como una especie de amuleto o algo así) y cuando volvió, se lo entregó a Otabek — Es el mío — El mayor alzó una ceja. Después Yuri tomó el del contrario y se lo entregó el también, ese es el tuyo. Mira la fecha y hora, Beka… es la misma.

El moreno intercaló su mirada entre su temporizador, el de Yuri y Yuri, su cerebro parecía aún estar procesando la información, la única forma existente de que sus temporizadores fueran exactamente iguales era que fuesen almas gemelas ¿Pero cómo era posible si hace cinco años siquiera eran amigos?

— ¿Cómo es que…?

— En esa fecha estaba en el campamento de verano de Yakov… Campamento al que fuiste tú también. Lo que no entiendo es que yo estaba ensayando solo cuando eso pasó.

Ahora entendió todo, y su memoria viajó hasta la fecha que estaba inscrita en sus temporizadores. Antes de ser enviado a entrenar con los más jóvenes por sus problemas para aprender ballet, Otabek se quedó hasta tarde en el estudio para pedir a Yakov no ser enviado con los niños y fue en ese momento en que vio por primera vez los ojos de soldado del menor, ensayando solo en la sala, junto con sus admirables habilidades para la disciplina. Se escondió en un rincón del estudio para mirar en silencio, cuando vio a Yuri por primera vez decidió que no sería tan malo aprender con los más jóvenes, y no habló con Yakov para no ser cambiado de división.

— Gracias a Dios —El kazajo casi suspiró de alivio.

— ¿Qué estás diciendo?

— No estabas solo en la sala… Yo buscaba a Yakov y te encontré ensayando solo, me quedé mirando un rato, pero no me viste porque me oculté para no molestarte… — Yuri estaba ahora muy sorprendio ¿Entonces conoció a su alma gemela hace años? Y no solo eso ¿Acaso fue mejor amigo de su alma gemela todo este tiempo? — La verdad es que no quería verlo porque realmente apestaría encontrarme con mi alma gemela y tener que decirle que estoy enamorado de otra persona — Dejó ambos temporizadores a un lado y tomó la mano del menor atrayéndolo a sí— Me alegra que seas tú, ya que quiere decir que todo este tiempo estuve enamorado de mi alma gemela.

Alerta en la habitación del patinador de Kazajistán, Yuri Plisetsky está a punto de sufrir un paro cardiaco. La verdad es que llevaba tiempo pensando que puede que lo que sentía por su amigo era más que amistad, pero la idea de que el kazajo podría encontrar en algún momento a su persona destinada lo aterraba por completo por lo que entró en una gran etapa de negación, donde trataba de ocultar sus sentimientos y hacerse creer a si mismo que solo eran los mejores y más cariñosos amigos del mundo del patinaje, obvio que nunca resultó, pero Yuri se decía a si mismo todos los días que solo eran amigos a ver si algún día su subconsciente comenzaba a creerlo. Pero ahora no tenía razón alguna para tener miedo de que Otabek pudiese encontrar a alguien más, ahora que todo tenía sentido no había razón para seguir negando lo innegable.

— Si serás un gran idiota — Le respondió al mayor ocupando su mano libre para acariciarle el rostro, sus ojos fijos en los del otro, sus dedos se entrelazaron y Yuri se acercó al rostro del contrario, quedando sus frentes unidas— Estaba tan jodidamente aterrado de que encontraras a tu alma gemela y me dejaras solo ¿Por qué diablos somos tan estúpidos? Estaba tan preocupado por estar defectuoso todo el tiempo, y siempre fuiste tú.

— No estás defectuoso, Yura —Sus narices se rozaron apenas— Para mí eres lo más perfecto que hay sobre la tierra, incluso más hermoso que la mismísima Afrodita —Antes de que Yuri pudiera reclamarle por lo cursi que estaba siendo Otabek le impidió hablar uniendo sus labios en un beso que el rubio catalogó como demasiado perfecto como para olvidarlo algún día. El kazajo soltó la mano de Yuri para abrazar su fina cintura y el rubio hizo lo mismo con el cuello del héroe de Kazajistán ¿Estaba equivocado? Sí, todo el tiempo pensó que nunca tendría un alma gemela y resultó que solo le faltó ver un poco más allá de lo que la vida parecía estar diciéndole ¿Estaba feliz ahora? Claro que sí, aunque estar equivocado era una de las cosas que más le molestara en el planeta, esta equivocación fue todo lo contrario.

Tal vez debería de decirle a Afrodita que se jodiera, no pudo haberle dado una mejor alma gemela.


Notas de la autora

ULTIMO DÍA NADIE SE ENOJA CHICOS, feliz día 7, estaba pensando en que este día tuviera la temática de fantasía pero nunca se me ocurrió algo bueno, se me ocurrieron varias cosas pero cuando pensé en esto realmente pensé que era una mejor idea así que ¡Temática de almas gemelas para terminar esta maravillosa semana! ¿La disfrutaron? Yo sí, no quiero que termine.

Hay mención de otras OTP because sí y espero que les guste, ña.

Nos vemos en la siguiente entrega de alguna de mis historias, muchas gracias a todas las personas que leyeron estos one-shot y dejaron su amor en forma de comentarios, la verdad es que me encanta leerlos y me incentivan a continuar escribiendo.

¡Aquí termina la semana Otayuri! Espero haya sido de su disfrute.