Disclaimer |©Shingeki no Kyojin/進撃の巨人, sus personajes y trama son propiedad de su autor, Hajime Isayama. La trama de este Fic pertenece a ©Coorp. CharlyLand. Creación sin fines de lucro, sólo recreativos.

Advertencia | AU. Ooc. BL. Ereri. Fluff. Omegaverse.


Amor gatu-nya

2


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[Un gato nunca será una mascota,

Pues siempre es la parte traviesa y más amada de la familia]

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Una mariposa de color azul revolotea tras la ventana y él le ve pasar con desinterés, mientras bosteza por décima vez en la tarde. La luz tibia que se cuela a través del cristal le calienta el pelaje de manera acogedora y le hace sentir somnoliento, a su lado, acurrucado como un gusanito anillado y sirviéndole de almohadón extra, el idiota de su compañero se retuerce presa de —muy seguramente— algún sueño de un mar repleto de salmones presto a su deguste.

A veces Heichou, el gatito negro que vive en el tercer piso de un hermoso condominio de departamentos, piensa que no sabe cómo es que ha llegado a querer tanto a ese jodido gato, siendo que es tan opuesto a él, además de un sucio. Su pobre lengua ha perdido el sentido del gusto por tanto limpiarlo de las porquerías en que suele revolcarse. ¡Qué fastidio es ese compañero suyo! Pero que se le va a hacer si en el corazón nadie manda más que el amor. Y Rogue, su compañero, es su amor.

Después de acicalarse las patitas un poquito se acomoda panza arriba, bosteza otra vez y gira la cabecita para ver como las manecillas del reloj de pajarito que cuelga en la pared frente suyo, caen lentamente. Son las 3:15pm, y en el pecho gatuno de Heichou una ansiedad agradable comienza a crecer, deseando que el tiempo avance más rápido, que llegue ese momento.

Desde la otra habitación, la sala en donde el omega de su humano ve televisión, las voces de un programa que él suele ver y que tanto le gusta, se escuchan claras, parloteando de manera dramática sobre una extraña tradición de matar a aquellos que escapan de sus casas*. Vaya gente loca, piensa; y se pregunta por qué le gustará tanto ese programa a aquel omega, pero en el fondo sabe que jamás obtendrá una respuesta a eso, los humanos son complicados y él tan solo es un gato casero que jamás podrá formular en palabras sus dudas.

El Tic-tac rítmico descendente atrapa su mirada durante largos minutos y no sabe en qué momento sucede, pero en alguna parte se queda dormido y para cuando despierta, las manecillas están alineadas en un gesto de bigotes de chef bonachón que recitan las 4:45pm.

El momento ha llegado.

Estirándose elegantemente se despereza, y se sacude las orejitas en el proceso antes de saltarse de un tirón de su almohadón compartido con el vago de Rogue, que arriba todavía queda tendido como un trapo alargado, esponjo y durmiente.

De brincos y deslices llega hasta la sala, y la imagen que desde hace un par de meses ha estado recibiéndole a esas horas, se hace ante sus ojos:

Una luna blanca y muy llena envuelta en ropas holgadas, con un control remoto entre sus manos y acunado en su pecho, totalmente presa del sueño reparador que se marca entre sus respiraciones paulatinas de arriba y abajo.

«Lindo»

«Ese omega embarazado se ve lindo», con un sonido repiqueteante como gotitas de lluvia pincha aquella verdad la conciencia de Heichou y revive esa espinita de celos por los que alguna vez huyó de casa. Él sacude su cabecita, alejando esos pensamientos porque eso es cosa del pasado, todo ha cambiado, es lo que se dice moviéndose sigiloso hasta subirse en el respaldar del sofá en donde aquel omega llamado Levi, descansa.

«Cuidado. Con mucho cuidado» Se va repitiendo Heichou mientras va dando los últimos pasitos para llegar a su destino y empezar su ritual.

«Despacio. Un paso a la vez. Como una caricia soplada» Canturrea en su cabeza dando los últimos movimientos, y al hacerlos finalmente se encuentra nuevamente allí: Sobre las caderas ligeramente ensanchadas de Levi, el omega que tanto adora su—humano—Eren. Aunque ese no es su objetivo real, nop, la verdad es que lo que lo lleva a ese lugar cada tarde desde varias semanas atrás, es eso que se esconde bajo las telas y entre la piel de aquel humano.

La cría de su Eren.

Esa pequeña criatura que un día por mera casualidad se dio a descubrir ante sus sentidos y que desde entonces se ganó un espacio inmenso en su corazón.

A Heichou le encanta sentir como su nariz sensible se roza con ese pequeño bultito que se eleva y mueve de un lado a otro cada vez que él le ronronea y acaricia.

Oh, Heichou ya adora a la cría de Eren.

Porque en el fondo, Heichou ha empezado a creerse la otra madre de esa cría.

Y allí está otra vez, acurrucado, ronroneado, metido bajo la camisa maternal color azul de Levi, haciéndole cariño a esa panza blanca en la que ciertos movimientos empiezan a darse. Golpecitos queditos que hacen a su corazón saltar.

Bebé ha despertado. Es el momento de compartir tiempo con bebé.

Jugueteando durante un buen rato, Heichou se deja colmar de felicidad, de una que le llena cada fibra y pelo de su ser, y que es tan reconfortante que causa que se quede dormido sobre aquella superficie suave y algo tiesa cuando los movimientos cesan y solo el latir de un corazón pequeñito queda.

—«Ah, ya quiero conocerte. Ven pronto» Es el pensamiento que se queda flotando en la cabecita peluda de Heichou al rendirse al sueño placentero.


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Levi siente ganas de meterle una buena patada a ese idiota alfa que tiene por pareja y que insiste en tomarle un montón de fotos cada vez que le encuentra en aquella —tierna, a palabras de Eren— situación, pero no puede moverse, porque eso significaría que Heichou, el gato que duerme sobre su panza medio descubierta, se despierte dejando en evidencia su actuar. Y él sabe que si eso sucede, ya no podrá disfrutar de esos momentos cálidos con aquel peculiar gato, de los que podría jurar a su bebé le encantan, pues siempre se mueve como loco cuando suceden. Levi sabe que es porque hay mucho cariño allí.

Desde el otro lado del sofá, Eren se gasta una expresión de idiota totalmente brutal, y el sonido crujiente de los flashes ya están poniendo de los pelos a Levi, quien chista molesto y se retuerce poquito, solo para que su cabeza esté mejor acomodada y Eren pueda ver claramente lo que sus labios van a modular.

—«¿No-crees-que-Heichou-hace-esto-porque-quiere-ser-mamá?»

Oh, y Levi disfruta con sádico placer ver como el rostro de Eren se cae y se descompone en un solo segundo, a la vez que sus ojos van adquiriendo un brillo afilado, sediento de sangre, clamando venganza.

«Ah, pobre Rogue» Piensa Levi a la vez que se levanta con cuidado, sosteniendo con suavidad el cuerpecito liviano y acuchable de Heichou para irse a dormir junto a él una —otra— siesta.

Cuando la puerta de la habitación principal de aquel departamento se cierra, como un eco se escucha el ruido de una nueva batalla campal, en la que muy seguramente habrá dentelladas, insultos, gruñidos, golpes y arañazos, unos muy rudos y sin compasión.

Sip, se dice Levi, la vida es muy buena, pero complicada. Mucho más cuando el amor pulula por todas partes, y este está compartido por varios corazones, pero la rutina que peca de más infierno que cielo y se crea de esto, es lo más maravilloso del mundo.

Y aquella casa es todo un puto paraíso. Uno muy jodidamente puto.


Notas finales:

¡Hola mis rubias melenudas! ¿Cómo estáis? Espero bien. Weee, hace casi un año escribí la primera parte, y muchas me preguntaron que si habría una continuación, creo que a algunas le contesté que sí, pero ya ven, como ha tardado su Carlangas, pero lo he logrado y salido victoriosa, pero bueno. Deben saber que esto se vino de sopetón después de ver un vídeo bien way y cuquis, aunque sé que puede que haya quedado feito pero bueno, es casi navidad y….

¡FELIZ NAVIDAD!

Este es su regalo.

Besotes grandes mujeres, gracias por leer, y si les gustó un poquito, dejadme un regalito bajo el arbolito de review (lol)

*Heichou está hablando de la Telenovela turca —hágase la referencia al Erencio— que se llama 'Sila, Cautiva por amor'. La trama es buena, y el protagonista más, pero la nena no le da.

Con amor

Charly*