Valentín en Kigdom Hearts


He aquí a esta fanática escritora de fics de KH publicando en estas fechas tan inesperadas XD

Bueno, la inspiración surgió de repente y quise intentar ser un poco festiva (por primera vez en la vida XD)

Nota de AbigoRaven: Este fic también está dedicado a Alex21KH, como parte de un descabellado esfuerzo porque vuelva a esta página!

Sin más preámbulos, disfruten el fic!


CAPITULO 1

El sol abrazador de la primavera se extendió sobre toda la ciudad "Destiny Island", si bien el clima cálido siempre fue característico exquisito y envidiable del lugar, muchas personas llegaron a refunfuñar sobre este día tan extremo...

Entre ellos, los alumnos de la escuela preparatoria Kingdom Hearts, quienes rogaban porque el primer periodo de clases terminara de una buena vez por todas.

El profesor Ansem rondaba de un lado a otro, alrededor del salón de clase y los alumnos, se aseguraba con mucho esmero de su parte, que los jóvenes escribieron cada palabra de lo que dictaba.

Hasta que de repente, se detuvo, por tercera vez consecutiva, hacia cierto castaño que no paraba de murmurar y arrojar cualquier cosa a la mano, hacia la compañera que se sentaba a su lado.

-Joven Sora, temo decir que he perdido la fe en que usted preste atención en mi clase, y como castigo, tendrá que quedarse después de clase y ayudarme a archivar unos documentos.

-¡Sí! Eh? ¿Qué dijo de último?

Ansem se agacho un poco y le hablo más fuerte casi al oído:

-Archivara mis documentos después de clase.

-¡Qué raro! ¿No estábamos en algo sobre los huesos? ¿Donde entra archivar sus documentos? ¡Ya me perdí!

Riku, el joven de cabello plateado que se sentaba atrás, le murmuro, sintiendo un poco de lastima por las risas que comenzaban a escucharse a su alrededor, contra su amigo:

-Sora, ese tema lo vimos desde la semana pasada. Y el profesor Ansem se refiere a que tú archivaras sus documentos.

-Ehem, gracias por explicar a su compañero, joven Riku.

El peli plateado asintió, cuando de repente Sora dio un salto en su lugar,

-¡¿Por qué?! Si no hice nada malo...

Ansem se cruzo de brazos, ya desde unos minutos antes había echado una ojeada a su libreta de apuntes, y solo tenía el titulo escrito.

Sora logro captar rápido el problema y un poco nervioso confeso sus intenciones:

-Lo que pasa es que no me he podido concentrar por todos esos mensajes raros que Ventus me mando sobre Kairi, y por eso quería preguntarle a ella...

El chico rubio, que había estado anotando en silencio desde la última fila, levanto la vista porque sintió un montón de miradas encima.

-¿Yo qué?

El castaño lo señalo, -Si me va a castigar, Ventus debería acompañarme.

-Joven Ventus, así que usted ha comenzado este alboroto- Ansem se rasco la barbilla, confundido por el rumbo de las acusaciones, sin embargo, no se detuvo a pensarlo demasiado, ya que se escucho el timbrazo del final de la clase, presionándolo a tomar su decisión:

-Muy bien entonces, ustedes van a quedarse a ayudarme después de clases.

Ventus se hundió en su propio asiento suspirando, mientras el profesor se retiraba del aula y Sora gritaba algo como "Sera pan comido si somos dos"

Luego, alguien le pico la espalda de repente, y Ventus se giro sobresaltado.

Se encontró de frente con el peli negro de ojos dorados, con gran parecido a Sora físicamente. Le estaba mirando con una expresión aburrida,

-¿Que clase es la que termino?

Ventus refunfuño, -Vanitas, apenas te dignas a aparecer.

-¿Porque esa cara de cachorro regañado?

-Nada, olvídalo. Toma mis apuntes antes de que mi hermano Roxas te vea y empiece a reñirme por ayudarte.

A lo lejos de esa convivencia, Roxas y Lea disfrutaban su propio periodo de descanso entre clase y clase.

El rubio vio no muy contento, cuando su hermano menor le entregaba los apuntes al vago hermano gemelo de Sora.

-Hey, ¿qué te pasa? Parece que estuvieras comiendo limones o algo así, ¿tan malo es el pudin que hice?- Lea, el pelirrojo sentado a su lado, le codeo las costillas.

-No es nada.

-Entonces, ¿que te parece? Tengo esperanzas como chef?

-Ni un poco- admitió su amigo, arrojo el pudin como si en verdad fuera algo detestable, cuando la verdad quería golpear la cabeza de ese Vanitas, en cuanto lo vio revolver el cabello de su hermano mientras Ventus reía divertido.

Pero no esperaba que cierta peli negra lo atrapara en el camino, negó con la cabeza y se sentó junto al dúo, dirigiéndose primero a Roxas:

-No debes tratar así la comida, incluso si es horrible.

-Hey, por qué dices que es horrible si ni siquiera la has probado, Xion?

El pelirrojo se la arrebato y comenzó a comérsela, pero a la segunda cucharada hizo una mueca y tuvo que levantarse al baño...

En su camino de salida, choco contra una rubia que venía de regreso.

Seguro se disculpo, pero no se le entendía porque se cubría la boca para no vomitar ahí.

-Namine!

La chica ubico de inmediato a su mejor amiga Kairi. Cuando ambas se reunieron en sus propios lugares, Aqua les confeso sobre sus inquietudes de ese día:

-Recuerdan que día es mañana, ¿verdad?

Ellas intercambiaron miradas, y luego negaron con la cabeza.

La chica de cabello azul mordió su labio, cuando de reojo miro a su amor platónico, un castaño musculoso que lanzaba un balón con Sora, mientras conversaba con Riku sobre el próximo campeonato de la escuela.

-Es 14 de febrero.

-¿14 de febrero?- repitió ella, todavía sin comprender mucho.

Aqua tuvo que inclinarse más hacia ellas, cuidando de que nadie más la escuchara:

-¿El día del amor y la amistad?

Ambas dieron un pequeño salto, con las mejillas sonrojadas.

-¿Ya tienen listos sus regalos?

-Yo...-la voz de Kairi era tímida y débil, -pienso terminarlo hoy.

-El mío está listo desde ayer- dijo Namine, más segura que la pelirroja.

-¡Excelente! Por un momento creí que lo habían olvidado- Aqua respiro tranquila, -esta vez será todo un éxito. Y no como el febrero pasado...

Ninguna quiso recordar el desastre, en cambio se animaron a sí mismas con una gran sonrisa.

-Espera,- Kairi de repente recordó, -que hay de Xion?

Las tres la miraron, ella seguía conversando con Roxas.

-¿No te pidió ayuda para escoger algo, ayer?

Kairi bajo la cabeza, -Y esa era la idea, pero nos topamos con Ventus y por poco nos descubre.

-¿Lo tendrá listo a tiempo?- pregunto Namine con preocupación.

-Solo hay una manera de averiguarlo...- Aqua se estaba poniendo de pie para ir en su búsqueda, cuando una espantosa presencia se apareció en la entrada del salón de clase...

-Recurran a libros, calculadoras, teléfonos celulares y hasta sus oraciones si es posible, porque el gran maestro profesor Xehanort ha llegado.

Todos se quedaron mudos al escuchar tal anuncio.

La llegada, no, incluso escuchar el nombre de ese profesor, era el peor de los augurios, ¡la pesadilla viviente para cualquier alumno!

Todos corrieron a sus lugares, excepto Terra, porque el hombre lo llamo antes de que siquiera empezara a caminar.

-S-Si, profesor maestro Xehanort?

-El balón.

Terra miro el propio balón entre sus manos, y luego al viejecito de mirada malvada que le sonreía de una manera enigmática.

-¿Que pasa con el balón?

-Quiero que lo arroje muy lejos, por la ventana.

Todos murmuraron algo como "ha comenzado su reinado del terror" o "pobre Terra"

El castaño se acerco hacia una de las ventanas que daban con los patios exteriores del colegio, los de primer año tenían clases de Educación Física, y también parecía que muchos profesores se estaban tomando un tiempo libre para almorzar.

Terra se giro un poco dubitativo hacia el profesor, -Pero, ¿y si le pego a alguien con él?

Los ojos del anciano brillaron con más malicia, -Entonces asegúrese de arrojarlo en la cabeza de alguien que odie.

Terra se preparo, y antes de lanzarlo, Aqua quiso detenerlo con una frase como: -Terra, ¡no lo hagas!

-Ya es muy tarde para mí, no puedo evitar ese tipo de impulsos... aunque pertenezcan a la oscuridad del maestro profesor Xehanort.

Lo arrojo y muchos se levantaron de sus lugares para ver hacia donde caía.

No se pudo ver bien, pero sí que le dio a alguien, porque algunos alumnos de abajo empezaron a correr hacia donde el dichoso balón se había perdido.

Xehanort empezó a reír, y todos volvieron a su lugar rápido.

-Muy bien, ahora vamos a empezar con la clase.

Aqua levanto la mano, y él le dio la palabra, no muy queriendo.

-Maestro... profesor Xehanort. No quiero ser grosera pero, a usted no le corresponde darnos clase.

-Es cierto,- Sora la apoyo, -la clase de Álgebra nos la da el profesor Alex.

Poco a poco, el resto se fue sumando a la protesta, hasta que Xehanort hizo un espantoso ademan con la mano, como si quisiera desenfundar un arma o algo y golpearlos a todos.

El grupo se quedo en silencio.

-El director me ha asignado con ustedes porque su profesor ha tomado unas vacaciones, aunque si me lo preguntan, yo creo que se fue porque no soportaba a unos alumnos tan tontos y negligentes- azoto las manos contra el escritorio, haciendo sobresaltar a más de uno de la clase, -son la clase más decepcionante de la escuela. Son tan tontos, que han tenido que recurrir al maestro profesor Xehanort para enderezarlos.

-Pero...- de pronto, Ventus se atrevió a opinar un poco, -a mí me gustaba como nos enseñaba el profesor, y por lo contrario, siempre llevábamos buenas notas grupales.

-¡Sí! ¡Queremos a nuestro profesor de vuelta!- dijo Xion.

Como el desorden estaba empezando de nuevo, el hombre tomo medias extremas, se subió al escritorio y con una especie de rociador de agua, un poco más grande que los comunes, empezó a mojarlos.

-¡Ya cállense bestias negligentes! Ahora mismo les advierto que si alguno de ustedes vuelve a levantar la voz en mi clase, recibirá el peor de mis castigos.

Hubo un gran silencio, para deleite del anciano.

Y entonces, comenzó su clase.

Entre una pesadilla de ejercicios matemáticos muy por encima del nivel preparatoria, los alumnos intentaban resolver en silencio cada problema, y cada vez que Xehanort presentía que alguno se acercaba a la respuesta, añadía otro número, símbolo o ecuación, para hacerlo más complejo aun.

A mitad de la hora, Xehanort empezó a roncar en su asiento detrás del escritorio, parecía que le arrullaba en gran medida las quejas y lloriqueos de la clase.

Aqua entonces le sugirió a sus amigas continuar con la charla, porque desde hace rato se habían rendido de intentar resolver aquella pesadilla y fingían, como todos, que calculaban los resultados.

-Xion... Xion!

La peli negra se giro, guiada por la voz de Aqua y el resto de sus amigas.

-¿Estas lista para mañana?

Aunque intentaba escucharlas o al menos leer sus labios para entender lo que le decían, ella no logro entender.

Eso hizo que Kairi intentara por todos los medios hacer que su voz se escuchara un poco más fuerte que la del resto de sus compañeros, pero lejos estaba de adivinar que el profesor también logro escucharla:

-¿Ya tienes tu regalo para el 14 de febrero?

-Bien, bien. Veo que existe un tema mucho más interesante para las jovencitas de esta decepcionante clase...

Kairi y Xion rieron nerviosas, mientras Aqua se escondía detrás de su libro y Namine fingía escribir y no conocer a su amiga.

-Lo lamento, maestro profesor Xehanort. No volverá a suceder.

Ella hizo una ligera reverencia como disculpa, pero eso nunca iba a ser suficiente para que tal anciano malévolo desistiera de un nuevo plan de castigo hacia su nueva clase.

-Por supuesto que no debe volver a suceder esta clase de rebeldía en mi clase, y para asegurarme de eso...-se giro ahora hacia la chica de cabello negro, con un brillo de malicia que casi lo hacía carcajearse.

-sus compañeras han mencionado una fecha importante para casi todo adolescente con hormonas alborotadas, y también para uno que otro pobre diablo que cree en esas patrañas del amor- la cara se le arrugo cuando dijo la última palabra, -yo sé lo que ustedes deben estar pensando, que soy un pobre anciano amargado que les va a arruinar su día tan especial... ¡pero se equivocan! Lo que es más, pienso darles todo mi apoyo y fomentar su participación activa en tan dichoso día...

El corazón del anciano (si es que tenía uno), comenzó a hacerle sentir la dicha, cuando examinaba los rostros de susto, suspenso y hasta enojo, de cada uno de los alumnos.

-El día de mañana, conmemorando el 14 de febrero, cada una de las alumnas de esta clase va a traer su regalo y frente a toda la clase, se lo va a entregar a su persona especial...

-¡Ya llegue! ¡¿De qué me perdí?!- Lea no pudo llegar en "mejor" momento. Roxas, que se sentaba muy cerca de la entrada del salón de clase, casi quiso patear a su amigo y cerrarle la puerta en la cara.

¡Algo malo se avecinaba! ¡Todos los chicos lo presentían!

-La oportuna llegada de su compañero, ha hecho que me dé cuenta, lo mucho que me gustaría ver a los jóvenes, compartiendo regalos igual que sus compañeras. Espero que muestre el mismo entusiasmo mañana, joven- se dirigió al pelirrojo desubicado, aquel que Roxas jalaba del brazo para que ya se sentara, antes de que comenzara a pedir que vinieran de traje u organizaron un baile.

Muchos miraron a Lea con una furia de querer golpearlo.

Y así continuo el resto de la clase, con insinuaciones muy crueles del profesor Xehanort, sobre el ridículo que deseaba que pasara cada uno de ellos.

Cuando la hora termino al fin, el anciano se detuvo cerca de la salida y les advirtió algo que les haría imposible escapar de ese castigo:

-Espero que a ninguno de ustedes se les ocurra faltar mañana, o que no vayan a traer su obsequio, porque serán penalizados con un año de servicios conmigo. Y saben que puedo hacerlo posible...

El resto de ese día de clases fue un martirio para todos, porque cada uno imaginaba el peor de los escenarios mañana.

Ni la campanada del fin de la jornada los animaba a salir corriendo de ahí y entablar planes para divertirse por la tarde.

-¡Vaya forma tan épica de estropearlo todo, Lea!- refunfuñaba Roxas. No se había cansado de recordárselo a su amigo durante toda la mañana, ni se cansaría, si es que mañana lo pasaba mal.

-Bueno ya perdóname, yo pensé que estaba el profesor Alex, ya sabes que con el podía llegar gritando y solo me castigaba en el examen.

-Sí pero, ¿por qué no te quedaste en el baño?

-Porque no soy adivino, ¡soy Lea! el mejor jugador de tenis, damas chinas y futuro cocinero, ¿lo has memorizado?

-No es culpa de Lea- intervino Xion, ya con mochila en mano, y lista para salir del salón de clase, -fue mi culpa, de haber puesto mas atención en lo que Kairi me preguntaba...

-Ya, ¿y porque ustedes las chicas estaban tan interesadas en mañana?

Inesperadamente, Sora se coló a la plática, a su lado venían Riku y Kairi.

-¡Sora! No deberías estar de camino con el profesor Ansem? Te aumentara las horas de castigo si no vas rápido- intervino la pelirroja, antes de que Xion pudiera intentar contestarle.

El castaño asintió y apresurado llamo a Ventus. El rubio estaba entretenido con un video que Terra la estaba enseñando desde su móvil.

Ambos se alejaron aprisa, Aqua y Namine apresuraron a Xion y Kairi para irse juntas.

En la clase solo quedaron hombres: Roxas, Lea, Terra, Riku y Vanitas.

El ultimo seguía sentado en su lugar, escuchando música muy alto en sus auriculares, de seguro planeaba quedarse hasta que Sora y Ventus terminaran su castigo.

-¿Y bien? ¿Alguno de ustedes tiene idea de que se le regala a una chica?- pregunto de repente Terra, haciendo que el grupito recordara el mal momento que iban a pasar mañana.

-El problema no es que, sino a quien regalarle- enfatizo Riku.

Todos quedaron en un silencio muy tenso.

Entonces a Lea se le ocurrió hacer una sugerencia bastante descabellada:

-¿Y qué tal si hacemos una huelga contra Xehanort para que lo saquen de la escuela?

Roxas lo empujo con el pie, -No digas tonterías. Escuche que hace años unos alumnos intentaron hacerlo y todos tuvieron que repetir año, con el cómo tutor.

El pelirrojo fingió escalofríos.

-Por eso digo que mejor acatemos sus ordenes.- dijo Terra, -aunque no tengo ni idea de lo que voy a regalar... tendrá que ser lo que sea que alcance con un dólar, porque ya me gaste mi paga de este mes.

Riku negó con la cabeza, -Ninguna cosa que le gustaría a una chica costaría un dólar.

-Riku, tu pareces saber mucho de esto.

Lea intentaba hacer sentir incomodo al peli plateado, pero el otro joven, como persona madura y calmada que era, negó con la cabeza.

En eso, Roxas se atrevió a dar su opinión: -Pues yo creo que voy a regalarle algo a Xion.

-Xion?!-repitieron todos.

-Compañero, no sabía que te gustara Xion!

El rubio hizo caso omiso a las burlas de Lea, explicando como si fuera algo muy simple: -Ella es mi amiga, y se supone que es el día del amor y la amistad. No le veo nada de malo darle algo a ella. Además... me sentiré un poco más seguro, porque no es alguien que malinterprete las cosas.

-Buena observación Roxas, aunque no sé si a cierta persona le vaya a parecer eso- murmuro Riku, con la imagen de Namine en su cabeza.

-Piénsatelo mejor, Roxas. Imagina el peor de los escenarios, yo así lo hago.

Lea dejo a todos muy pensativos.

Así fue, hasta que escucharon a Vanitas opinar desde el otro lado del salón:

-No importa que tanto lo piensen o se esfuercen ustedes, perdedores. Es inevitable que todo terminara muy mal.

Sus burlas hicieron que Roxas se prendiera de furia por dentro.

-Y de seguro tú ya tienes todo perfectamente asegurado.

Vanitas sonrió, -Claro que sí.

-¡¿Ya sabes a quien regalarle?!- pregunto Lea sorprendido.

Vanitas no contesto hasta que termino de guardar sus cosas, se detuvo en el marco de la puerta y mientras afirmaba muy seguro de sí mismo, hizo relucir la mochila que cargaba sobre uno de sus hombros, una que pertenecía al hermano de Roxas.

-¡¿Quieres buscar pelea gratis?!

Todos sujetaron a Roxas, mientras las risas del peli negro hacían eco por todo el pasillo de afuera.

-No sé porque te molesta tanto que Vanitas y Ventus sean amigos, a tu hermano no parece molestarle.

-Sí, no hay nada de malo regalarle a un amigo, así como quieres hacerlo con Xion.

Opinaron Riku y Lea, respectivamente.

-Aunque temo que si todos nos ponemos a regalarnos siguiendo el ejemplo de Vanitas, vamos a terminar bajo los servicios de ese tal Xehanort.

-Es cierto, Terra- lo apoyo Riku, -lo mejor será elegir a una chica y rezar por no terminar siendo enemigos de ella.

Mientras este grupito discutía, Sora y Ventus hablaban sobre el tema con un poco menos de preocupación que ellos:

-Entonces, Ven. ¿Ya sabes a quien le vas a regalar mañana?

El rubio asintió, cargando la pila de documentos de un escritorio a otro.

El profesor Ansem era uno de los poco que tenían su propia oficina, además de ser muy lujosa y espaciosas. Lo malo era la pila de libros y papeles apilados en enormes columnas de estantes y archiveros.

El par tenia la tarea de ordenar alfabéticamente cada uno de los archivos que les dejo en un escritorio Ansem, mientras él se iba a comer.

-Y se puede saber ¿quién es?- pregunto Sora con curiosidad, pasando de una página a otra, en su propia pila de documentos para ordenar.

-Vanitas.

-¿Vanitas?- Sora no parecía tan sorprendido, -es una buena idea, porque sé que ustedes han sido mejores amigos desde hace un año, pero ¿y si al profesor Xehanort no le parece?

Ventus levanto los hombros, -Entonces al menos estará bien tomar el castigo junto con el-

-¿Insinúas que él es mejor compañero de castigos que yo?-bromeo Sora, fingiendo estar ofendido.

-Hmmm, bueno, es que el siempre quiere hacer todo rápido y por sí solo, para irse pronto.

Sora y el hicieron unas imitaciones divertidas del peli negro, que cargaba todo mientras soltaba maldiciones contra los que lo castigaban.

-¿Y qué hay de ti, Sora? ¿Ya pensaste a quien le vas a regalar?

-¿Yo?- Sora miro hacia el techo, rascándose la cabeza un poco, -Creo que... me gustaría regalarle algo a Kairi!

El rubio se sorprendió, -¿En serio?

-Sí. Con el perdón de Riku porque también es mi mejor amigo, me gustaría regalarle algo a ella. ¡Siempre he querido hacerlo! Pero pensé que todos se iban a burlar, por eso nunca me atreví... ¡pero ahora es la oportunidad!

Ventus se sentó a su lado, estudiando las reacciones de su amigo.

-¿Y también vas a decirle lo que sientes frente a toda la clase?

-¡Eso...!-Sora se puso rojo, -no, eso mejor se lo digo después de la clase.

Ventus casi se cae hacia un lado de la sorpresa, y el castaño soltó un par de carcajadas.

-Sí que eres valiente Sora. Buena suerte entonces.

-Gracias amigo, pero... ¿crees que vayamos a terminar a tiempo para que pueda comprar un regalo?

Ambos miraron la enorme cantidad de archivos pendientes, y el rubio se rasco la mejilla con una sonrisa nerviosa:

-Lo dudo un poco.

-¡¿Y entonces que vamos a hacer con los regalos?! No puede ser mañana, porque nos toca a primera hora ¡con ese vejestorio del mal!

El rubio suspiro, hace rato que lo había estado pensando, sabiendo que su amigo Sora, como siempre, no estaba prevenido para las consecuencias de sus propios problemas:

-Puedes terminar esta pila de archivos e irte. Yo me encargare del resto, y le diré al profesor Ansem que te sentías mal de repente.

A Sora casi se le salen las lágrimas de la alegría, -¡Te debo una, Ven!

-No hay problema. Creo que la tienda donde voy cierra hasta muy tarde.

-Bueno, entonces me apuro, porque yo no tengo ni idea de dónde voy a comprar algo para Kairi!

Casi al mismo tiempo, en los suburbios de la ciudad, el grupo de chicas caminaban indecisas y en silencio.

Aunque decidieron ayudar a Xion a escoger su obsequio, había una extraña tensión entre ellas, sobre todo con Xion y Namine.

Aqua y Kairi sabían que Namine quería regalarle algo a Roxas, el chico del que estaba perdidamente enamorada desde hace mucho tiempo. Pero durante el camino, expreso sus dudas de que quizás Xion también quería regalarle algo.

Sinceramente no sabían si ella estaba enamorada, pero Namine creía que sí.

Cuando tomaron un descanso en la cafetería habitual, Aqua por fin se decidió a ser directa, por estar cansada de ese ambiente tan poco común en su convivencia diaria:

-Xion, ¿ya has pensado a quien vas a regalarle? Todo el tiempo que lo estuvimos planeando, y nunca nos dijiste...

-¿No lo dije?- Xion bebió tímidamente de su soda, viendo que Kairi asentía.

-Sería más fácil ayudarte a elegir un regalo, si sabemos de quien se trata.

Xion bebió otro poco, sin ninguna prisa por contestar, es como si el ambiente entre sus amigas no la hubiera molestado en todo ese rato.

-Es cierto...

Esta vez Namine quiso intervenir y presionarla a contestar, hundiendo el tenedor en su rebanada de pastel –Si, nosotros te dijimos a quien le íbamos a regalar. Y parece un poco injusto, que tu no...

Xion asintió, ya consciente de lo que estaba pasando, -Es cierto. Les pido disculpas por no haberlo dicho. La verdad, si no lo dije antes fue porque... porque me apena un poco admitirlo- se ruborizo un poco y las demás se acercaron más a la mesa para escucharla.

Pero los planes de la peli negra eran diferentes, a lo que ellas suponían.

-Podrán enterarse mañana, cuando lo entregue. Por ahora, deben hacerse a la idea de que es un chico y nada más. Ustedes pueden sugerirme cosas, y yo decidiré si es algo que le gustaría a él.

Continuara...