Vendaval

Nico

- No puedo creer que realmente vaya a hacer esto, después de tanto tiempo – dije por lo bajo mientras contemplaba la puerta de los Nishikino, no sabía que esperar y algo me decía que esto solamente traería mas problemas que soluciones porque aun recordaba la forma en que el Sr. Nishikino había reaccionado al mencionar a Maki en el teléfono el día en que se desmayo, sabia que esa persona era un cabeza dura, pero esperaba que de algún modo, las cosas se hubieran calmado…

- ¿Puedo ayudarla en algo? – una mujer mayor era la dueña de esa voz, su mirada parecía algo cansada, pero me veía atentamente - ¿Yazawa-san? – ella dijo mi nombre al ver que no respondía.

- ¿Cómo sabe mi nombre? – no terminaba de procesarlo así que esa pregunta salió instintivamente, aunque seguramente habría una explicación lógica para esta situación.

- Bueno, usted fue una de las compañeras de la señorita Maki ¿no es así? – dado que la madre de Maki también era pelirroja, solo quedaba una opción – soy la sirvienta personal de la señorita Maki, mi nombre es Waki –

- Waki-san, mucho gusto…, ¿Maki-ch…, Maki-san se encuentra en la casa? –

- Ya veo – ella ladeo su cabeza mientras se tocaba la barbilla haciendo una pose de reflexión, se quedo así por unos instantes y luego continuo – creo que seria mejor hablar en otro lugar, si le parece bien, a cinco calles de aquí hay una pequeña cafetería, podría adelantarse y en treinta minutos estaré ahí, creo que le interesara escuchar lo que tengo que decir –

- Entiendo, esta bien – dije algo extrañada ya que la casa de los Nishikino se encontraba frente a nosotras, ¿no seria lo mas lógico entrar?, en todo caso hice lo que me pidió.

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- Lamento haberla hecho esperar Yazawa-san – Waki-san se disculpaba mientras hacia una leve reverencia, para luego tomar asiento frente a mi.

- No se preocupe – este tipo de formalidades no se me daban muy bien, pero trate de actuar lo mas natural posible, una parte de mi quería saltar y hacer un montón de preguntas por lo que realmente era difícil contenerme. Al final no sabia que hacer - ¿Y bien?, ¿Maki-san no se encuentra en su casa? – o ¿Por qué rayos estamos aquí en vez de en la casa de los Nishikino?

- La señorita Maki ya no vive en esa casa – si bien se podía sentir el pesar en la voz de Waki-san, no podía sentirme realmente afectada por esa declaración, en cambio, la poca información que tenía comenzaba a encajar de alguna forma, el significado de la llamada de ese día resultaba mas grave de lo que imaginaba, pero si recordaba algunos eventos de la preparatoria, podía mas o menos deducir algunas cosas.

- ¿Es culpa del Señor Nishikino? – pregunte directamente, aunque pensándolo bien, como podría alguien hablar mal de su empleador… aunque yo lo llegue a hacer muchas veces, en fin…

- Así es, el nunca ha entendido a la señorita Maki, nunca la ha visto como la persona que es – aunque su voz sonaba solemne y calmada, no podía evitar pensar que esas palabras estaban llenas de sentimiento, o mas bien, llenas de pesar – mucho de lo que ha pasado se debe a su incomprensión y al final la única que sufre es Maki.

- … -

- Discúlpeme Yazawa-san, perdí la calma –

- No se preocupe, entiendo a lo que se refiere – aunque lo único que realmente entendía es que Maki se enfrentaba a grandes problemas – se que puede ser algo descortés, pero realmente no conozco toda la situación de Maki-san ¿podría usted decirme lo que sabe? –.

Ella se quedo mirándome durante un momento, su expresión prácticamente no cambiaba por lo que era muy difícil adivinar lo que estaba pensando, al final dio un suspiro antes de retomar la conversación.

- Normalmente esto seria impensable, pero lo cierto es que la señorita Maki necesita apoyo, ¿puedo confiar en usted Yazawa-san? –

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Había pasado mas o menos dos horas desde que Waki-san se fue y yo me quedé en la cafetería perdida en mis pensamientos, la información que recibí había hecho encajar muchas cosas, pero simplemente no podía salir del shock que me había causado saber todo esto.

A pesar de lo que dijo Waki-san me conto muchos detalles sobre la vida de Maki luego de que se graduara de Otonokizaka, y aunque lo único que escuche fue un resumen comparado a todo lo que seguramente paso, podía darme cuenta de la injusta e inesperada forma en que se fue torciendo el camino de Maki.

El problema es que todo esto me recordaba la ultima "conversación" que había tenido con Maki, si hubiera actuado diferente tal vez podría haberla ayudado de alguna forma, había actuado de una forma tan estúpida, sin pensar ni considerar nada…

Maldita sea.

Era consciente de muchos de los fallos que había cometido y sentía que me estaba esforzando en cambiar y corregir mis defectos, pero este tipo de recordatorios indirectos realmente me afectaban.

- Aunque solo hay una cosa que puedo hacer – mi decisión ya estaba tomada, el ultimo obstáculo era el miedo, pero ya no era suficiente para detenerme.

Maki

- Estoy exhausta – o mas bien agotada mentalmente, físicamente no me sentía ni bien ni mal pero las sesiones que conformaban el tratamiento eran bastante extensas y consumían mucha de mi energía, realmente era complicado contestar con honestidad todas las preguntas o llevar la conversación a donde me apetecía, había leído bastante sobre el campo, pero era innegable que un profesional se encontraba a otro nivel, por otro lado me sentía bastante apática con respecto a todo eso y no sentía que me estuviera ayudando realmente, de cualquier forma, el problema real no tenia solución – solo estoy perdiendo el tiempo -.

Aun así, hacer esto me garantizaba que Honoka estaría conmigo, el que ella se estuviera ocupando de todos los detalles me tranquilizaba y a la vez hacia que la culpa dentro de mi creciera…

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- ¡Tsk! – maldita, no porque tenga la razón debe tomar esa actitud y decir toda esa clase de cosas - ¡Ya lo se, maldita sea! –

Este tipo de cosas siempre están llenas de soluciones "sencillas" que son cuestión de perspectiva y mi trabajo es auto convencerme y adoptar esa nueva perspectiva, pero todo esto solo ha sido un tira y afloja que me deja mas agotada y confusa cada vez, aun así, las crisis siguen haciéndose presentes de vez en cuando, pero de alguna forma es mas fácil lidiar con ello.

- Al final, no se si esto es bueno o malo –

Lo único cierto es que la terapeuta se estaba llenando los bolsillos de dinero… y pensar de esa forma solo reafirmaba lo torcidos que se habían vuelto mis pensamientos, incluso cuando hubo un momento en que llegue a pensar que la medicina se trataba de salvar y ayudar a las personas.

Todo era demasiado problemático, la terapia cada vez tenia mas efecto y había empezado a ceder, mis pensamientos entraban en conflicto, mis ganas de avanzar comenzaban a hacer eco nuevamente en mi, pero el problema es que todo lo negativo seguía ahí, el dolor era tan fuerte y profundo como siempre, incluso si una parte de mi quería tener esperanza, mi auto desprecio no había cambiado y quería seguir hundiéndome.

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El tiempo pasaba, pero yo seguía teniendo esa sensación de encontrarme estancada, no sentía que hubiera mejorado o progresado en algo, lo único que agradecía era sentir el efecto de la medicación, pero, por otro lado, mi mente se encontraba en un sinfín de conflictos y no podía llegar a ninguna conclusión, el optimismo duraba poco pero ese tipo de pensamientos se encontraban ahí, haciéndome mas consiente de lo que quería y de lo que sentía.

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Honoka había cambiado, alegre o triste su mirada siempre había mostrado sus sentimientos de forma directa pero ahora era diferente, incluso si ella actuaba mas o menos como lo hacia últimamente, podía darme cuenta de eso. Lo mas probable es que yo fuera culpable de ese cambio, después de todo, ella se estaba encargando de todo, sumado a que ahora vivía con ella, simplemente había demasiadas cosas que me hacían ser un gran obstáculo para cualquier cosa que ella quisiera hacer, y aunque la situación actual aseguraba que ella estaría conmigo, algo de incomodidad se iba acumulando, aumentando la distancia entre nosotras.

Saber que "ella no se va a alejar de mi" es diferente a lo que yo quería, pero era lo único que podía tener, y era lo único que había buscado en primer lugar, me había aprovechado de la naturaleza de Honoka para atarla y obligarla a encargarse de mi, lo había hecho durante tanto tiempo que me resultaba molesto que esta incomodidad se hiciera presente hasta ahora.

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Maldita sea…

Me di cuenta de que mis ambiciones comenzaban a regresar, me sentí extrañada cuando pensé "hoy es un buen día", algo que no había ocurrido en tanto tiempo que ni siquiera recordaba la última vez que ese pensamiento había pasado por mi cabeza, me sentí asustada al querer volver a tocar el piano, pero no para desahogarme sino por el mero hecho de querer disfrutar de eso. ¿Qué pasa con estos pensamientos?, no es algo que alguien como yo tenga el derecho a pensar, después de todo lo que he hecho…

El tiempo pasaba y poco a poco lo iba notando, los medicamentos hacían su trabajo y la terapia, mas que ayudarme, me había hecho reflexionar, había comprendido algunas cosas, pero lo cierto es que siempre llegaba a la misma conclusión, yo tenia la culpa, simplemente había cometido error tras error hasta tocar fondo, era curioso como ese sufrimiento interior se había apaciguado, pero en su lugar la culpa simplemente seguía haciéndose más grande. A pesar no tener control sobre mi condición, si lo tenía sobre cosas más importantes, y simplemente había elegido incorrectamente en cada ocasión, arrastrando a todos conmigo.

Desde mi discusión con Nico, o tal vez desde mi graduación… no estaba segura en que momento fue en que mi vida comenzó a cambiar, no podía saber qué decisión había iniciado este efecto domino, pero lo cierto es que había mucho de que arrepentirse.

¿Había alguna forma de arreglarlo todo?

Honoka

Las cosas parecían estar funcionando, la rutina que había estado llevando estas ultimas semanas no me daban mucho tiempo para descansar, pero seguramente eso era lo mejor, sentía que si dejaba ese impulso podría quedarme sin fuerzas. Aun así, Maki parecía estar mejorando poco a poco, al menos su insomnio y sus crisis se habían controlado y solo ocurrían de vez en cuando. Siendo sincera, aunque podía escuchar de primera mano todos los datos médicos, realmente no entendía muchas de las cosas que decían, pero mientras Maki se encontrara mejor, eso era lo importante.

Por otro lado, las cosas en el trabajo se habían puesto muy extrañas desde que Maki se presento en el estudio, sabía que no podía culpar a Maki de lo ocurrido, simplemente había sido egoísta, creí que podría manejar todo y que de alguna manera iba a funcionar, solo pensé en mi como siempre.

Tsubasa había mantenido una actitud despreocupada, pero podía sentir que la distancia entre nosotras nuevamente se había hecho más grande, no podía culparla y aunque sabia que debía aceptarlo, una parte de mi se encontraba en conflicto con eso, aun así, estaba atada de manos mientras esta situación continuara sabia que no podía ofrecerle algo sincero a nadie.

Nico

Waki-san era una persona extraña, su forma de explicarme la situación de Maki estuvo llena anécdotas e información que a simple vista podría parecer irrelevante, pero en el fondo las cosas que describía eran difíciles de asimilar y seguramente era difícil hablar de ello directamente, y aunque mi cabeza nunca fue brillante, lo pensé mucho para poder entender lo mas que pudiera de todo lo que me dijo.

Una de esas cosas era donde podría encontrar a Maki, pues ya que ella no se encontraba en la casa de los Nishikino, y según Waki-san, tampoco en el apartamento donde vivía cuando estaba en la universidad, eso reducía las opciones a lugares que si conocía.

- Aunque Waki-san no menciono a Honoka… "una senpai de la señorita Maki" – no podía ser de otra forma – al menos, eso espero -.

Recordaba mas o menos como llegar a la casa de Honoka, por lo que fue relativamente sencillo a pesar de no haber pisado esas calles desde hace mucho tiempo, por otro lado, después de llegar la calle donde se encontraba la tienda de dulces Homura, no pude seguir avanzando, simplemente me quede parada, aferrada a la valla que se encontraba en la esquina de la calle, donde podía ocultarme relativamente fácil si alguien salía de la tienda, por alguna razón, había traído unos lentes oscuros así que me los puse sin pensar mucho en ello, eran las nueve de la mañana y todavía tenia algo de tiempo para que empezara mi turno en el trabajo, aun así, no es como si tuviera todo el tiempo del mundo.

- ¿Que se supone que estoy haciendo? – habían pasado mas o menos veinte minutos desde que me había situado en ese lugar.

- Eso mismo me pregunto yo – una voz hablo con fuerza desde atrás por lo que me di la vuelta rápidamente, me había sorprendido y mi cuerpo se movió instintivamente.

- ¿Eh? – una oficial de la policía me miraba con sospecha, era una chica algo mas alta que yo que desprendía energía y aunque tenia unas facciones suaves en ese momento se veía extrañamente intimidante, por otro lado, sus ojos azules y su cabello plateado me parecían familiares.

- Nos reportaron que había alguien sospechoso rondando por esta zona – dijo ella mientras se acercaba – necesito que me acompañe -.

- E-espere, yo no… – dije tratando de alejarme, pero esta chica se movió con rapidez y me tomo de la muñeca con fuerza, me asuste, a pesar de que yo no tenia nada que ocultar, simplemente entre en pánico y no sabia que hacer, mi cuerpo se resistió por instinto, pero la oficial tenia una fuerza abrumadora y con un solo movimiento me tiro al suelo inmovilizándome por completo.

No recordaba que los policías fueran tan violentos, tal vez solo era que ella era muy impulsiva, en todo caso…

Esto realmente es un problema. Si ella piensa que me resistí no tengo nada con que defenderme, será mas fácil dejar que todo fluya, no creo que pase de un interrogatorio.

Suspire con resignación, hoy seria un día muy largo, la oficial me levanto mientras sostenía mis brazos con fuerza.

- ¡Nico-chan! – un grito cercano capto toda mi atención, volteé a ver rápidamente para comprobar lo que mi mente había pensado… Era Maki, ella corría hacia nosotras, mi corazón palpitaba con fuerza, pero no tenia idea de porque, la situación era simplemente demasiado para mi.

- Oficial, ¿Qué ocurre? – cuestiono Maki a quien todavía me tenia inmovilizada.

- Reportaron a una persona sospechosa –

- ¡Yo no he hecho nada! – respondí sin poder contenerme.

- Mmm, No me convence, será mejor que me acompañe a la estación – dijo mientras me obligaba a moverme.

- E-espere, ella… ella me estaba esperando – dijo ella sorprendiéndome completamente.

- ¿Es eso cierto? – cuestiono a Maki con una mirada intimidante –

- Si, e-ella es Yazawa Nico, me estaba esperando –

Luego de una serie de comprobaciones la oficial por fin decidió dejarnos en paz, no sin antes darnos una serie de advertencias, al final pasamos casi una hora dando explicaciones.

- Ya que estamos, ¿recuerdan haber visto a esta persona en algún lugar? – la oficial nos mostró una fotografía que más bien parecía un boceto 3D, o una de esas fotografías editadas que te hacían parecer mas viejo, la persona en cuestión era una mujer joven con buen aspecto con un cabello rojo oscuro y unos atractivos ojos color miel, de cualquier forma, no la había visto en mi vida, seguramente si la hubiera encontrado alguna vez lo recordaría…

Cuando la oficial se fue, el silencio se hizo presente, no tenia la mas mínima idea de que hacer después de todo lo que había pasado, y no me refería únicamente al incidente con la policía, había venido con la intención de encontrarme con Maki, pero ahora que la tenia frente a mi, las palabras simplemente no se formaban en mi cabeza,

- Gracias, me salvaste – por fin pude decir algo, aunque era algo que cualquiera diría en esta situación.

- N-no es nada, en todo caso… ¿Qué haces aquí? – eso mismo me pregunto yo.

Aun así, la Nico que mentía para ocultar su vergüenza ya no esta aquí, no debía permitirme equivocarme otra vez.

- Vine a verte, Maki-chan –

Maki

Nico-chan…

Ella había venido a buscarme, realmente no entendía el porque, trataba de encontrar una explicación lógica para entender por que ella se encontraba frente a mi, toda la situación parecía irreal, pero era hecho el que ella se encontraba frente a mi.

Nico provocaba en mi una tormenta de emociones que no era capaz de soportar ni entender, ¿estaba feliz por que ella estuviera aquí?, ¿acaso venia a reclamarme algo?, ¿qué debería hacer?,¿tenia siquiera el derecho de hablar con ella?, no lo entendía, pero lo cierto es que Nico representaba todo, mis anhelos y arrepentimientos, mis miedos y mis esperanzas.

Di media vuelta y corrí, escapando como una cobarde, buscando un poco de paz, un poco de silencio en medio de la tormenta de pensamientos que se desbordaban en mi cabeza, escuché a Nico gritar mi nombre varias veces, pero yo solo seguí corriendo, incluso si sabia que eso no me ayudaba en nada.

Se supone que esta enfermedad era algo aleatorio, pero lo cierto es que siempre pasaba en este tipo de situaciones, como un castigo inevitable…

A pesar de todos los ejercicios, de todos los esfuerzos que había hecho para aprender a controlarme en estos momentos, volví a caer.

- Ayuda, ayúdenme – suplique sabiendo que nadie podía hacer nada, que terminaría "pronto", que todo estaría bien al final, pero aun si lo sabia, esta vez no pude controlar el miedo.

- Maki, ¡Maki! – escuche su voz, desesperada, escuche la voz de Nico en un tono que nunca quise escuchar – todo va a estar bien, pronto pasara…-

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Había hecho mucho para aprender a lidiar con el pánico, por lo que en algún momento recupere un poco de autocontrol y trate de calmarme.

Esto es real, pero no es verdad… Esto es real, pero no es verdad… Esto es real, pero no es verdad…

Asimilar todas esas sensaciones, controlar el miedo, entender la naturaleza de ese dolor era mucho mas difícil de lo que suena, luchar contra las señales de alerta que envía el cuerpo y los pensamientos negativos solamente con fuerza de voluntad era lo principal, controlar mi respiración era la clave, aun así, lo único que podía hacer era esperar a que todo pasara.

Nico me sostenía con fuerza, podía sentirlo a pesar de todo, aun así, no podía pensar en ello…

En algún punto mi respiración comenzó a volver a la normalidad, mi corazón se calmo, y comencé a recuperar el control.

- ¿Ya paso? – Nico pregunto con calma, algo que me sorprendió porque normalmente las personas reaccionan de una forma diferente.

- S-si – fue lo único que pude responder ya que los remanentes del ataque aun seguían presentes, me encontraba empapada en sudor y completamente exhausta por lo que lo único que quería era descansar por un momento.

Nico

Maki aun parecía estar recuperándose por lo que revise rápidamente mi móvil.

Mas o menos media hora.

Leer información en internet era realmente muy diferente a verlo con mis propios ojos, aunque mis sentimientos no me habían dominado esta vez, me sentía alterada, aun asi, mientras Maki no se desmayara solo tenia que esperar a que todo pasara, lo había leído en muchos lados, pero aun así no pude evitar sentirme impotente al ver que no había forma de ayudar a Maki con su sufrimiento.

Sacudí mi cabeza para sacar esos pensamientos de mi mente, había venido a verla, y aunque definitivamente no era el mejor encuentro era muy tarde para dudar.

- Busquemos un lugar para que puedas descansar –

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- L-lo siento – ver a Maki siendo tan tímida realmente me parecía antinatural.

- No te preocupes – dije mientras le entregaba una bebida que había comprado en la maquina expendedora que esta cerca del parque, ella tomo la botella y sin pensarlo mucho comenzó a beber, a pesar de que se veía mejor lo cierto es que parecía como si hubiera salido a correr un maratón.

Rayos, no se me ocurre nada.

Había tantas cosas que quería decir, pero no tenia idea de como empezar, de cualquier forma ¿Cómo podíamos hablar cuando estábamos en la preparatoria?, aunque pensándolo mejor creo que muy pocas veces habíamos logrado hablar con sinceridad cuando estábamos las dos solas, ambas teníamos un carácter complicado.

- ¿Ibas a algún lado? –

Ella asintió en silencio, parecía que la situación también era difícil para ella.

- ¿Puedo acompañarte? –

- S-s-No, no, estoy bien – ella parecía confusa y yo también estaba haciendo mi mejor esfuerzo por no salir corriendo.

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Ese primer reencuentro fue difícil, lleno de comentarios torpes y situaciones incomodas, aun así, fue indiscutible lo emocionada que estaba en ese momento, a pesar de todo, cada instante que pase junto a Maki estuvo lleno de un sentimiento complejo pero simple, entendí que eso me hacia sentir bien, como si estuviera en el lugar correcto, en donde quería estar…

Pero eso no significo nada realmente, mi relación con Maki seguía sesgada por el tiempo, y por las ultimas palabras dichas hace mucho, eso sumado a los cambios que habíamos sufrido en todo el tiempo en que no estuvimos en contacto nos ponía en una situación "estancada", al menos eso sentía yo.

Pasaron los días, y trate de mantener una actitud positiva, en este tipo de situaciones solo podía depender de la fuerza de voluntad, ya que Maki no parecía tener intenciones de buscarme todo dependía de mí, quería creer que eso funcionaria y me aferre a esa idea.

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- En verdad me gusta este lugar – aunque no sentía que este lugar tuviera un encanto en particular, se había vuelto una parada habitual en mis encuentros con Maki, yo deliberadamente preparaba "demasiada" comida como almuerzo para mis horas de trabajo, por lo que tenia la excusa perfecta para retener a Maki, quien a pesar de que al principio se resistía, ahora simplemente me acompañaba sin quejarse, comíamos un poco y luego cada quien se iba por su lado, tal vez era poco, pero para mi no había mejor momento en el dia.

Que estupideces estoy pensando.

No paraba de sorprenderme de lo fácil que caía en ese tipo de pensamientos, después de aceptar en mi corazón que ella era la única para mi, lo demás era simple inercia, esos pensamientos de manga shoujo brotaban sin para, incluso si fuera el amor menos correspondido de Tokio, eso ya había pasado a segundo plano, después de todo, era solo algo en lo que debía trabajar, simplemente seguía el camino que quería para mi, si llegaba o no a cumplirse… pensaría en ello cuando pasara.

Maki claramente había cambiado, más allá de su aspecto, su carácter en general hacía a esta Maki casi irreconocible, aun así, sentía que la esencia de Maki no había cambiado mucho, todo ya era una locura en si misma por lo que estaba dando lo mejor de mi para no perder la cabeza.

- Es un buen lugar – Maki asintió después de un tiempo, en realidad nuestras conversaciones no habían pasado de temas triviales, cualquier tema de mi interés era como una mina, por lo que realmente no había nada que hacer.

Aun así, no pensé que eso fuera malo, había tiempo para ello.

Maki

Nico era la viva imagen del peligro, su sola presencia era suficiente para descolocarme, incluso si solo me quedaba ahí como una idiota y la seguía, ella parecía tranquila, y yo no podía evitar sentirme tentada a bajar la guardia, sin embargo, no podía permitirme eso, sabia claramente que si lo hacia todo terminaría mal de alguna manera y no quería eso, por otro lado ella era como un iman que no me dejaba escapar, el dolor que sentía en mi pecho cuando ella caminaba frente a mi, era mucho mas profundo que el sufrimiento constante que se había instalado en mi desde hace tiempo.

Quería tener esperanza, pero no la merecía, aun así, no podía negarme a disfrutar el milagro de su compañía.

Su amabilidad me lastimaba.

Su amabilidad me curaba.

¿A dónde terminaría cayendo?

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¡Eso es!, la idea se presento ante mi como una revelación, la solución era tan obvia que me preguntaba como no se me había podido ocurrir antes, de esa forma no hubiera tenido que pasar todo esto…

De cualquier forma, la respuesta ya estaba ante mi, lo único que podía hacer para poder ser perdonada era tratar de compensar mis errores y asegurarme de que no volvieran a pasar, pero lo cierto es que lo que tenia en mi no tenia solución, la lucha era agotadora y no había posibilidad de victoria, lo único que hacia era aprender a lidiar con ello y pensar en hacer eso toda mi vida me parecía una idea demasiado desalentadora, ¿había alguna razón para vivir todo eso?

Las miradas que alguna vez me habían transmitido apoyo y comprensión ahora simplemente reflejaban rechazo e incomodidad, ese era el precio de mis acciones y por supuesto, me lo merecía,

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Lo cierto es que había leído muy poco al respecto, el suicidio era un tema tabú en prácticamente cualquier circulo social, tal vez la única persona con la que se podría hablar sobre ello sería Nozomi, quien era una persona apegada al misticismo y con ideas un poco mas profundas que las de la mayoría, en cualquier caso, la información que tenia era poca y aunque realmente no necesitaba nada más, curiosamente sentía la necesidad de buscar al respecto, tal vez era la forma en que trataba de justificar mi decisión,

"Formas indoloras de suicidio", "Métodos eficaces de morir" y búsquedas parecidas no me llevaron a ningún lado, la mayoría de las paginas hablaban sobre cómo prevenir esta situación, la necesidad de buscar ayuda y cosas como esas, parecía que el buscador entendía mis intenciones y me mostraba otros resultados a propósito.

- En este país eso no me sorprende – aun así, que las búsquedas directas no me llevaran a ningún lado era un poco fastidioso…

Luego de haber leído una gran variedad de artículos, podía decir que la información mas relevante se encontraba en blogs sobre psicología, blogs personales de personas con depresión, o sitios que buscaban una respuesta en vez de negarlo sistemáticamente e invitar a la prevención.

Al final no sentí que la información que obtuve sirviera de algo, o más bien parecía que era algo que debía pensar por mí misma. Por otro lado, había otra cosa que quería investigar…

Escuche a Honoka subir las escaleras por lo que tuve que cerrar el ordenador de golpe mientras fingía leer un libro, incluso si no había problema en que usara la computadora tal vez mi subconsciente me había traicionado, pues sabia claramente que lo que estaba buscando no estaba bien.

Nico

Algo no se siente bien.

Había pasado media hora y no había rastro de Maki por ningún lado, dejando de lado el evidente retraso no había nada fuera de lo normal pero no podía evitar cierta inquietud creciendo en mi interior, llame un par de veces sin obtener respuesta, la ansiedad me supero y no pude mas que entrar en acción.

No es que hubiéramos acordado vernos, pero ya que la rutina de Maki no cambiaba entre semana, yo había aprovechado muchas de esas oportunidades para verla.

En teoría ella debió de haber ido por sus medicinas a la clínica como cada tercer día y después pasaba por aquí, eso se había repetido desde que nos reencontramos por lo que realmente no había forma de que eso cambiara de repente, ciertamente Maki parecía haber mejorado de alguna forma, pero yo seguía siendo de la opinión de que aun faltaba mucho camino por recorrer.

- Lo cierto es que las ultimas veces parecía muy relajada, casi alegre… -

"Mejor, creo que veo las cosas mas claras", fue su respuesta la ultima vez que le pregunte como se encontraba.

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- Nishikino Maki-san no se presento a su cita de hoy – la secretaria respondió mi pregunta con su mecánica indiferencia – se le envió un mensaje al numero que se especifica en su expediente notificándolo -.

- Ya veo… gracias – saque mi teléfono rápidamente, tenia que asegurarme que todo estuviera bien.

- Nada – Honoka no respondió tampoco, era su numero el que estaba registrado en la clínica por lo que ella debería de haber recibido el mensaje – no me sorprende – ella nunca fue una persona muy atenta en ese tipo de cosas.

Me sentía demasiado inquieta, algo simplemente no cuadraba, esa sensación se negaba a dejarme tranquila incitándome a cada momento a la acción, a pesar de mis dudas decidí ir a la casa de Honoka, según lo poco que sabia Honoka iba a trabajar por las mañanas por lo que Maki tenia ese tiempo para si misma, la idea de tratar con la familia de Honoka me incomodaba pero no tenía más opción, si quería calmar esa ansiedad en mi corazón necesitaba comprobar que todo estaba bien.

Luego de saludar a la madre de Honoka e inventar una excusa que ya ni siquiera recordaba, de alguna forma pude entrar a la habitación de Honoka, que llevaba algún tiempo compartiendo con Maki, no me sentía cómoda sabiendo que todas las noches Maki y Honoka se encontraban aquí…

Tratando de no pensar en ello me puse a examinar la habitación buscando algo que me diera algo de luz sobre la situación, desde que la madre de Honoka me dijo que Maki ya se había ido, mis preocupaciones habían aumentado, ¿Dónde estás Maki?

Había un futón bien doblado en una esquina del cuarto, seguramente era el que usaba Maki para dormir, el cuarto tenía un extraño equilibro que denotaba la personalidad de quienes usaban la habitación, cuando me fije bien, note que había un sobre encima del futón.

Eso termino de convencerme, ¡maldita sea! ¿por qué?, me acerque y tome el sobre abriéndolo lo más rápido que pude, sin duda alguna la letra de Maki era la que estaba plasmada en el papel.

- Es un jisei no ku (poema de despedida) – ciertamente es algo que escribirías estúpida Maki.

Por supuesto me sentía impactada, pero mas que eso estaba furiosa, pensar que todo lo que he hecho, lo que habíamos vivido tras nuestro reencuentro no sirvió de nada me molestaba sobremanera, incluso si eso era algo completamente egoísta, ¿acaso lo que trataba de hacer Maki no era egoísta también?, es cierto que Maki sufría día a día, estaba claro que se sentía culpable por muchas cosas, ¿pero tomar las cosas de frente no era la forma correcta de limpiar la culpa?, esa es la respuesta que había encontrado en mis experiencias…

Luego de que el primer choque comenzara a pasar, la tristeza parecía querer hacerse presente, aun mezclada con la confusión y el enojo, pero definitivamente no podía caer en eso, con una de mis manos me golpee para controlarme, de otra forma me quedaría atrapada en mis pensamientos sin poder moverme.

Tal vez todavía pueda hacer algo.

No quise pensar mucho en las probabilidades y aunque no era una persona completamente entregada a mis impulsos, cuando me encontraba en situaciones difíciles ponerme a pensar en mis acciones nunca me había dado buenos resultados, en todo caso ponerme a pensar sobre ello no me llevaba a ningún lado, tal vez simplemente quería aferrarme a la posibilidad de que aun podía hacer algo.

Aun así, ¿Qué podría hacer?, incluso si decía que no podía quedarme quieta, no había donde empezar, había vuelto al punto de partida y las posibilidades eran tantas que no había por donde partir, lo único que importaba era saber donde estaba Maki, llegando a ella ya pensaría que hacer después.

Casi por pura inercia volví a poner mis ojos sobre la hoja que tenia en mi mano, buscaba respuestas a las preguntas que inundaban mi mente, pero también rogaba por una pista, por algo que pudiera llevarme hasta Maki de alguna forma.

[…]Ya nos balanceamos

sobre este acantilado tan alto;

tras corrompernos

mueren las inseguridades. […]

No me di tiempo para reflexionar si eso era literal o era alguna clase de metáfora, lo tome como una pista y trate de partir desde ahí, no es como si tuviera algún tipo de don de detective o algo así, simplemente presione mucho mi mente para tratar de encontrar a una respuesta que pudiera convencerme, aunque lo único que pudiera hacer fueran suposiciones, tenía que depender de eso.

- mmm… no tengo idea – a pesar de que me sentía frustrada, usaba todas mis fuerzas para controlarme, mire a mi alrededor contemplando la habitación de Honoka.

- Oh, esto… - una idea cruzo mi mente, cabía la posibilidad de que estuviera perdiendo el tiempo, pero…

Era una falta de respeto, pero aun así abrí la tapa de la laptop que había en el escritorio, una parte de mi esperaba que el destino detuviera mis pasos con la pantalla de inicio pidiéndome una contraseña que no sabía, pero para mi sorpresa la computadora estaba encendida y me llevo directamente al escritorio.

Abrí el navegador y mire el historial, esto era algo que había aprendido en la oficina, borrar el historial era una de esas tantas cosas que son rutina en los tediosos trabajos de oficina, en todo caso, pensé que esto podría funcionar de alguna forma por lo que simplemente mire los registros que había en el ordenador, había cosas normales como, "Consejos para mejorar en el piano", "Curso avanzado de guitarra acústica", "Las mejores panaderías occidentales de Tokio", etc. Realmente no parecía haber nada raro, mis esperanzas sin fundamento estaban haciéndose cada vez más pequeñas, incluso si mi corazonada era correcta Maki bien podría haber hecho exactamente lo mismo borrando cualquier búsqueda que la pudiera delatar, aun así, seguí bajando en la historia de forma casi automática…

Encontré lo que quería en algún punto de esa búsqueda, solo eran unas cuantas entradas, de alguna forma parecía que, si había estado buscando sobre eso, en esa ocasión se le olvido borrar los registros por alguna razón, parecía claro que alguien había estados buscando lugares cercanos a Tokio con cascadas o ríos cercanos.

- Al parecer eso si era literal – mi cabeza dolía, definitivamente esta situación era demasiado...

Maki

El día desprendía un brillo alegre desde el amanecer, no había ni una sola nube en el cielo y el clima era lo suficientemente cómodo para no necesitar abrigarme, aun así, cuando salí de la casa de Honoka no pude evitar sentir un escalofrió, esta vez no había que tomar el camino hacia la clínica, me dirigí a la estación para tomar el tren que me llevaría a mi destino.

Había hecho algunos preparativos para este día, aunque había dudado mucho trate de solucionar y compensar, en la medida de lo posible, a las personas que me habían soportado estos últimos tiempos, trate de convencerme de estaba haciendo lo mejor, siendo sincera me hubiera gustado arreglar muchas más cosas, pero parte de todo esto era aceptar que había cosas que ya no se podían solucionar, que había cosas de las que ya no había marcha atrás, que por más esfuerzo hiciera o sufrimiento que experimentara, ya no había nada que hacer.

Después de todo lo que había pasado pudiera parecer indebido, pero aproveche lo que había obtenido en los tiempos en que llevaba el apellido Nishikino con orgullo para cumplir algunos de mis objetivos pues a pesar de que el me había dado la espalda, todo lo que ya tenia se mantuvo como estaba, probablemente esto se debió a ella.

Honoka nunca me lo dijo, pero era obvio que ella y mi madre habían llegado a algún tipo de acuerdo, después de todo era imposible que mi amiga se pudiera hacer cargo de todo sola, no menospreciaba a Honoka, pero lo cierto es que ni siquiera cuando estuvimos participando en el Love Live se encargo de sus responsabilidades como líder o como presidente del consejo estudiantil, ahora era más responsable pero…

Dejando eso de lado, había hecho los arreglos para que Honoka pudiera tener acceso a lo que tenía en mi cuenta, ella me había dado comida, cobijo y apoyo por mucho tiempo, por lo que realmente sentía que debía pagarle, incluso si no podía hacerlo por todo lo que había hecho por mí,

Además de eso, había hecho a Nico-chan dueña del apartamento que me habían dado, si lo vendía podría mejorar la situación de su familia o algo por el estilo, además de eso el piano que había recuperado de la casa de los Nishikino bien podría ser para Kokoro en algún momento, bueno había decidido dejar eso en sus manos por lo que realmente no me detuve a pensar en esos detalles.

Sentía una extraña sensación de calma, probablemente esta sensación de libertad la había sentido contadas veces a lo largo de mi vida, mi viaje fue tranquilo y hasta cierto punto emocionante, lo cierto es que había tenido muy pocas oportunidades de viajar sola en tren por lo que esa emoción pudo ser fruto de eso, sabia que mi mundo siempre había sido muy limitado, pero en ese punto realmente no me preocupaba por eso.

El destino era un pequeño pueblo relativamente cerca de Tokio, había buscado algunos lugares y este fue el único que me convenció, lugares como Yokohama o Yokosuka estaban más cerca, pero dado que eran lugares muy populares de comercio o turismo, iba a ser difícil encontrar el lugar adecuado, después de todo, yo no quería montar un espectáculo, pero lo cierto es que la casa de Honoka estaba fuera de cuestión además de que ya tenía planes para mi apartamento, tampoco pretendía colapsar los trenes o algo por el estilo, simplemente elegí la opción que me pareció más sensata.

Me reí ante tal pensamiento contradictorio mientras miraba el paisaje a través de la ventana del tren.

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El lugar era tan tranquilo como esperaba, a pesar de la hora la cantidad de personas era muy poca incluso en las afueras de la estación del tren, camine guiándome por lo que recordaba que había visto en internet, tenia una vaga idea de adonde quería ir, pero como tenía tiempo no necesitaba preocuparme por los detalles, por tanto, me dispuse a dar una especie de "paseo".

Aunque la mochila que cargaba en mi espalda no traía nada por lo que camine un buen rato sin rumbo… bueno, a pesar de que era aparentemente al azar, lo único que estaba haciendo era seguir el camino que marcaba la orilla del mar por lo que de forma natural llegaría al lugar adecuado.

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- Creo que este es un buen lugar – mire a mi alrededor admirando el paisaje que se presentaba ante mi y se extendía hasta el horizonte.

Me quede ahí por un tiempo, simplemente perdida en las sensaciones que el lugar tenia para ofrecer, no podía pensar en nada, ni las cosas buenas de mi vida me conmovieron ni las cosas malas con las que lidiaba me agobiaban, solo un poco más y todo acabaría, dejaría todos mis remordimientos en el mar para que se perdieran entre las olas.

- Ya es tiempo – nunca llegaría a la paz conmigo misma por lo que ya no había necesidad de seguirle el juego al conflicto interno que aun golpeaba mi conciencia con fuerza.

Me comencé a preparar, busque unas cuantas piedras para llenar mi mochila y la asegure a mi espalda, la mochila era peso extra ya que no estaba segura de que la altura fuera suficiente, además de eso hice algunas otras cosas, luego de unos minutos todos los preparativos habían terminado.

Me situé exactamente en medio del puente, y cerré mis ojos para dedicarle mis últimas palabras al mundo…

Terminado esto di un pequeño salto hacia adelante, confiando todo lo demás a la gravedad.

Por fin…

- ¡Maki! – un grito ahogado y un fuerte agarre me hizo abrir los ojos de golpe, el agarre me había tomado en una mala posición y termine golpeándome con fuerza con la estructura del puente.

- ¡¿Nico-chan?!¡¿Qué haces aquí?! – grite por instinto al sentirme atada, estaba tan cerca de lograrlo que una mezcla de enojo y frustración me cubrían por completo.

Ella estaba tomando mi brazo con fuerza mientras se ayudaba de la estructura para soportar mi peso, por un momento la observe sin mover un solo musculo.

- Vine a evitar que hicieras una locura –

- ¡No es ninguna locura!, ¡no tengo otra opción!, ¡suéltame! –

- ¡No te voy a soltar! ¡Maki, esta no es la forma de arreglar las cosas! –

- ¡No sé de qué hablas! – había tantas formas en que podía justificar mi respuesta, pero no quería ponerme a discutir, con que ella me soltara… eso es lo único que necesitaba, pero ella seguía aferrándose a mí con fuerza – ¡no tengo cura!, ¡no puedo arreglar nada y lo único que hago es hacer infelices a los demás!, ¡suéltame de una vez por favor! – todo se resumía en esas conclusiones, mi enojo inicial se estaba convirtiendo en desesperación, ella estaba aquí y no iba a dejarme ir tan fácilmente, tendría que enfrentarme a las consecuencias de esto, además de que todo lo demás seguía ahí.

Maldita sea, maldita sea, maldita sea.

- Por favor, no quiero seguir – oh, que patética se escucha mi voz.

- ¿Maki? –

Pensar en todo lo que me estaba esperando si seguía viva me lleno de miedo, sabía que todo iría a peor, quería escapar, pero ya no podía.

- ¡Ya no quiero esta vida! – grite con todas mis fuerzas esperando que ella entendiera mi mensaje, que tuviera compasión y me soltara de una vez.

- Entonces… entonces, ¡entrégame esa vida a mí! -

- ¿Eh? –

- ¡E-eso!, si ya no quieres vivir, entrégate a mí, he pasado cada día detrás de la sombra que dejaste que no pienso dejar que te escapes tan fácilmente –

- Pero ¿qué…? –

- He pasado todos estos años tratando de superarte, tratando de no pensar en ti, pero no puedo, luego te encontré… y ahora te quieres ir otra vez, ¡no!, puede que hagas infelices a los demás, puede que te sientas horrible por muchas cosas, no lo sé y no me importa, pero… ¡Yo no podré vivir si me dejas de nuevo!, así que vive para mí, aprovechare esa vida que quieres tirar –

- ¿Eh? – mi mente quedo en silencio, no había forma de que ese argumento fuera valido, era egoísta, rechazaba todo y se centraba en solo en lo que ella quería, pero a pesar de todo…

- ¿Qué dices Maki?, ¿serás mía? –

Oh, maldita sea, la mirada de Nico estaba llena de esa arrogancia sinsentido, de esa confianza en si misma que siempre presumía cuando la conocí, de ese fuego que me atrajo tanto desde el primer momento, su voz no tenía un tono suave, ni persuasiva ni romántica ni compasiva, era una voz retadora y dominante, como si su pregunta afirmara la respuesta, no había forma en que me pudiera resistir eso.

Era una falsa salvación, pues no había forma de arreglar lo que ya estaba hecho, no solucionaría ninguno de mis problemas, pero…

Nico

- ¿Qué dices Maki? ¿serás mía? –

Mi boca prácticamente se movía por cuenta propia, en algún momento mis sentimientos salieron a flote, dejé de lado cualquier circunstancia, preocupación o consideración, lo único que quería era salvar a Maki, y además de eso quería a Maki para mí, quería vivir para ella y que ella hiciera lo mismo por mí, sentía que no había otro momento para decirlo, aun así, sentí que mis palabras eran realmente una locura, aun asi…

- Nani sore? Imi wakannai (¿Qué dices? No te entiendo) – a pesar de que era la frase característica que Maki usaba cuando se molestaba o se desentendía de una situación, esta vez, el en rostro de Maki se podía ver una sonrisa que me pareció hermosa, mientras las lágrimas recorrían sus mejillas, no necesitaba nada más, después de tantos años de mi confesión fallida el día de mi graduación, por fin había obtenido su respuesta.

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Habían pasado como veinte minutos desde que había logrado que Maki regresara a "tierra firme" y yo seguía sin poder moverme, mis brazos se encontraban destrozados que no podía decir si realmente los sentía o no, por otro lado mis piernas estaban adoloridas y en general todo mi cuerpo me dolía aquí y allá, Maki se encontraba a mi lado, se había desmayado un poco después de haber subido, lo cierto es que yo solo mantenía mis ojos abiertos a base de fuerza de voluntad porque las ganas de dormir un poco no me faltaban, además del estado de mi cuerpo, mi mente estaba completamente agotada, me sentía feliz, sin embargo, pues había logrado algo que parecía una causa perdida desde el principio, era un milagro, al menos así se sentía.

- Esta vez lo logre – susurre para mí, di un vistazo a mi alrededor.

En verdad odio este lugar…

Era una coincidencia demasiado cruel, el hecho de que esta vez lo había logrado era una especie de consuelo, pero pensar en ello profundamente no me llevaría a ningún lado, por lo que volví mi atención a Maki y a pesar del dolor extendí mi brazo para acariciar su mejilla.

- Realmente me diste problemas -


¡Hola!, ha pasado algun tiempo pero por fin llegue al momento esperado, la verdad siento mucho que este capitulo resuelva las cosas de formas tan "abruptas", pero lo cierto es que todo esto paso en lapso de tiempo considerable para las chicas, mucho de lo que se vio en anteriores capitulos era el escenario necesario para estos momentos, despues de todo Maki simplemente se estaba audestruyendo poco a poco, y todo en si era un ciclo de situaciones que no llevaban a ningun lado, a pesar de que "avanzaban" estaban estancadas, la depresion forma algo muy parecido cuando se instala en la vida de las personas, fue mi mejor intento para transmitirlo,

Un Jisei, es una carta de suicidio pero en forma de poesía tradicional japonesa, es decir, mas que una carta es un poema de despedida, su desarrollo como parte de la cultura japonesa es mas que interesante, en este caso, la parte que se "puede leer" es una traducción al español desde el inglés del jisei de Misao Fujimura, al principio pensé en poner una buena parte del poema, asi como otras cosas de mi propia mano, pero decidí que no era necesario por una razón bien fundamentada, pues a pesar de que tengo cierta cercanía con el tema, trate de investigar más a fondo el suicidio desde varias perspectivas y encontré que en algunos lados la forma correcta de tratar cartas de suicidio donde el acto fue frustrado, era quemando la carta sin leerla, después de todo, el contenido pierde significado si el acto en si mismo no llega a su final.

Por otro lado, hay muchas huecos que faltan por llenar, y por supuesto, la relacion de Honoka y Tsubasa, la verdad es que cuando Maki y Nico entran en un fic, es muy facil que terminen opacando de alguna forma a otros personajes y yo cai en la trampa. en fin, espero de verdad que este capitulo les haya gustado por lo que les pido dejen su comentario con alguna opinion.

Agradecimientos especiales a SilentDrago, Kazuki-taichou, SarahLeal, jaydisita, LostNeko120 por sus comentarios en el capitulo anterior, supongo que esos son los unicos lectores que quedan actualmente, en todo caso, si tambien estas leyendo, te lo agradezco mucho.

Hasta la próxima actualización.