Nada aquí me pertenece, ni Tokyo ghoul ni el fanfic, yo solamente estoy traduciendo.

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Buenos días

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Sorprendentemente, esa mañana Haise dejó que Touka dejará la cama con bastante facilidad, tomando en cuenta sus quejas habituales de no querer estar solo. Ella se volvió a mirarlo, sonriendo mientras la miraba con una expresión de sueño, frotándose los ojos cuando él se acercó a tocar suavemente su mano.

—Buenos días— Touka susurró, inclinándose y besándolo suavemente—: Voy a ir a hacer un poco de café ¿De acuerdo?

Él asintió con la cabeza, dejando escapar un pequeño bostezo mientras le soltó la mano.

—Voy a estar allí en un minuto... déjame quedarme aquí por un poco más...

—Está bien— Respondió ella, caminando hacia su armario—, voy a tomar prestado una de tus camisas, ¿Estas bien con eso?

—Mm— Se movió en la cama, en realidad no dando una respuesta adecuada.

Touka sonrió, poniendo los ojos como ella arrancó una de las prendas de la percha, cubriendo su cuerpo desnudo con ella. Ella tiró el cuello con sus manos, llevándola hasta la nariz mientras inhalaba el olor débil de su colonia en la camisa. Era cálido y reconfortante, casi como él estuviera envuelto alrededor de ella.

Se dirigió a la cocina, y esperó mientras tomaba el café. Volvió la cabeza cuando escuchó un fuerte golpe en el sofá, mirando hacia la sala, donde se encontró con un somnoliento Haise, con las gafas descansando sobre su nariz, mientras alcanzaba uno de sus libros sobre la mesa de café.

Touka volvió su atención hacia el café, volteando y vertiéndolo en el filtro, tarareando en voz baja para sí misma mientras esperaba a que el agua se mezclará con los granos de café.

La atención Haise de inmediato se dirigió hacia la cocina al sentir el aroma del café llenó el aire. Él alzó la vista de su libro, mirando hacia la puerta cuando se dio cuenta Touka estaba allí, de pie, ligeramente inclinado sobre el mostrador mientras esperaba a que el café estuviera listo.

Él se encontró a sí mismo mordiéndose el labio, sus ojos se centraron en cómo su camisa cayó ligeramente en contra de sus curvas, sus largas piernas visibles para él, tan vulnerable, tan expuesta...

Haise se mordió el dedo, tratando de mantener a sí mismo mientras mantenía la miraba desde la distancia. Touka siempre fue tan increíblemente atractivo para él cada vez que usaba su ropa, sólo la idea de que ella lo hiciera era suficiente para excitarlo.

La mirada de Touka abandono el el café y se dirigió hacia la sala de estar de nuevo. Por el rabillo del ojo, pudo ver que Haise seguía allí. Ya no estaba centrado en su libro. De hecho, podía ver como sus ojos se fijaban directamente en ella. Sus ojos viajaron por su cuerpo, viendo como sus caderas se resistió débilmente mientras Haise trató de controlarse a sí mismo.

Ella sonrió, volviendo la cabeza mientras se estiraba para alcanzar las tazas. Había varios en un estante más bajo, pero no, ella quería que él la viera. Ella se puso de puntillas, extendiendo su cuerpo mientras ella se apretó contra el mostrador, la camisa subiendo, poco a poco exponiendo la parte inferior de su trasero. Ella le devolvió la mirada, una sonrisa retorcida plasmada en sus labios mientras lo veía.

Haise no podía apartar los ojos de ella, sobre todo cuando alcanzó las tazas. ¿Le estaba tomando el pelo? Casi no le importaba mientras la veía verter el café. Tenía la garganta seca mientras la miraba, con los ojos fijos por completo en ella, con ganas de levantarse y unirse a ella en la cocina.

Casi no tuvo que esperar sin embargo, antes de darse cuenta, ella ya se dirigía hacia él, dos tazas en la mano. Se inclinó ligeramente, dándole una nueva vista. Haise resistió el impulso de dejar escapar un gruñido mientras la miraba, notando cómo la parte superior estaba abotonada menos de lo que debería haber sido, su pecho desnudo casi totalmente expuesto a él.

Touka sonrió, dando un paso más cerca de él mientras corría suavemente sus dedos por el pelo

—Te hice café... tal y como te gusta…

Lo observó mientras Haise prácticamente se ahogó con sus propias palabras, incapaz de responder mientras la miraba con los ojos abiertos. Ella se agachó, quitándole las gafas de la cara mientras los miraba.

— ¿Qué estás leyendo?— Preguntó ella, colocarlos en su propia cara—: ¿O quizás simplemente estas tratando de ver algo mejor?

Haise apenas podía contenerse cuando se encontró agarrando sus caderas, tirando de ella hacia abajo para que se sentó encima de él. Sus labios se unieron al instante en su piel, cubriéndola de besos mientras sus manos vagaban por su cuerpo, deslizándose, apoderadose de la parte inferior expuesta.

—Estas ansi-ah-oso, ¿verdad? — Susurró ella, sintiéndolo empujar su entrepierna contra ella. Podía sentir su erección presionándose contra ella a través del pantalón de pijama y ella giro sus caderas contra él en respuesta, sacando un gemido de él.

Ella tiró el pelo hacia atrás, lo que le obligó lejos de su cuello mientras le daba una mirada de ella, sus gafas descansando sobre el puente de la nariz.

—No sabía este tipo de cosas que gustaran tanto— Ella hizo una movimiento largo y profundo con sus caderas contra él, sonriendo mientras dejaba escapar quejidos de desesperación—, me gustaría haberlo sabido antes— sus dientes fueron directamente a su cuello, arrastrándose a través de la nuez de Adán, mientras escuchaba su ahogado gemido—, ¿Qué quieres hacer conmigo, Haise?— Preguntó ella, moviéndose hacia atrás para mirarlo de nuevo—: Voy a dejar que hagas lo que quieras...

— ¿C-Cualquier cosa?— Repitió, mirándola con los ojos entornados.

—Lo que sea— Sonrió ella, besando su mandíbula— ¿Quieres hacerme el amor como si no hubiera mañana?— Preguntó ella, tomando sus manos mientras ella les trasladó a sus pechos—, ¿tal vez sólo tocarme un poco? — Ella se acercó más, los dedos encontraron su camino en el pelo de nuevo mientras le susurró al oído—, soy tuya, y lo sabes...

Respirar ahora le resultaba difícil ya que tomó los pechos, sintiendo sus pezones endurecidos, ya que sobresalían a través de su camisa. Él inhaló profundamente mientras miraba a ellos, amando cómo se veían siendo empujados a través de la prenda.

Touka se encogió de hombros, exponiéndolos ligeramente.

— ¿Es demasiado para que puedas contestar?— Preguntó, moviéndose para besar sus labios—. Eres tan lindo..." le mimo, tomando las gafas y ajustándolos en su cara—. ¿Me veo bien con estas?

Tragó saliva, moviendo la cabeza en respuesta.

—Me gustaría saber antes de esto— Ella se rio, levantando las caderas de él ligeramente, viendo como él respondió, desesperadamente tratando de encontrarse con sus caderas de nuevo—, ¿Tal vez debería llevar puestas tus ropas más a menudo?

—Por favor…— se ahogó, mueve las manos para ahuecar su cara—, eres increíblemente increíble... ahora...

Ella se rió, se mueve hacia abajo para darle un beso.

—Te amo— Susurró—, Ahora hazme el amor, Haise. Sé que estás muriendo por ha-

Touka apenas pudo terminar la frase cuando sintió de repente ser volcada, Haise sujetándola hacia abajo sobre el sofá. Haise prácticamente rompió los botones de la camisa, dejando al descubierto sus pechos mejor, cuando sus labios se encontraron con uno de ellos, empezó a lamer el montículo dejando pequeñas marcas rojas, disfrutando el sabor de su piel.

Sus dedos encontraron su cabello, entrelazadas entre las hebras mientras estiraba ligeramente, escuchando mientras gemía contra su piel. Lo observó mientras se retiraba de sus pechos, dejando escapar una serie de jadeos mientras se movía para encontrarse con sus labios.

Haise empujó desesperación su pantalón de pijama mientras la besaba su otra mano tomando su cadera mientras se encontraba con su entrada. Haise empujó lentamente en ella, los dos gimiendo en la boca del otro en la sensación de encontrarse con la carne de otro.

Se apartó de ella, sin aliento casi sin darle tiempo para que pudiera acostumbrarse. Estaba ansioso por ella, desesperada por la liberación mientras mecía sus caderas contra ella.

Touka envolvió sus brazos alrededor de él, atrayendo su cuerpo cerca de él mientras ella apretó los labios en su oreja. Se sentía como Haise alzo sus piernas, lo que le permite envolverlos alrededor de su cintura, sus dedos hundiéndose en sus caderas con cada embestida. Ella gimió en su oído, palabras de aliento llenándolos con cada embestida.

—Haise…— Touka se detuvo en seco al sentir su propio cuerpo templar, sucumbiendo al placer mientras se arqueaba contra él. Ella escuchó como él dejaba escapar un gemido desesperado en respuesta a ella, sus embestidas con cada vez mayor ritmo que antes hasta que se dobló en su contra, las caderas perder el ritmo mientras explotó de placer en ella.

Él apoyó la cabeza en su hombro, su respiración pesada en contra de su rostro. Se trasladó a besarla con cansancio, sus labios en los de ella torpemente chocar, ya que estaban teniendo dificultades para respirar apropiadamente.

Haise se fue hacia atrás, presionando su mejilla contra la de ella mientras trataba de calmar su respiración.

—Yo... Te amo tanto...

Sus dedos jugaban con su cabello mientras relajaba su cuerpo contra el sofá, tratando de tranquilizar su propia respiración.

—Te amo demasiado... ahora bebe tu café antes de que se enfríe.


Ahora voy a chantajearlos(?) y es que me gustaría saber que hay interes en el fanfic para continuarlo o simplemente dejarlo o en tres o cinco capítulos, hikikomorishoujo es una escritora muy prolifica, hay mucha tela donde cortar, pero quiero saber si las traducciones agradan.

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