DISCLAIMER: Todo lo reconocible pertenece a J.K. Rowling, el resto es mío.

ADVERTENCIAS: 1. Esta historia contiene escenas sexuales explícitas. Sí, es la primera vez que escribo lemon, así que quedáis avisados de que no será nada especialmente bien hecho. 2. Personajes ligeramente ooC. 3. También quiero aclarar que he escrito la historia porque me apetecía y para entretenerme, así que no tiene una trama muy elaborada. Se trata simplemente de una historia que he querido compartir, porque ya que la escribo, ¿por qué no dejar que todos la leamos? Bueno, pues eso: que esta historia ni siquiera está bien hecha, así que si veníais buscando una trama super pensada, lo siento, habéis venido al lugar erróneo. Yo ya he avisado :)

Gracias a inesUchiha por el beteo *corazones*.

~[ EDICIÓN DE LA AUTORA, 27 de marzo de 2017: En un principio, cuando empecé a publicar, el fic tenía 12 capítulos y la publicación terminaba el 16 de marzo, pero las cosas se complicaron xD. En realidad, si empiezas a leer el fic ahora que está casi terminado, verás que hay 15 capítulos y que publico el último el 1 de abril. Esto se debe a que los capítulos extra (13-16) son mi regalo de cumpleaños para MeriAnne Black. Estoy editando todos los capítulos para corregir un par de cosas (principalmente, las comillas angulares xD), pero de contenido no he cambiado nada.

Canciones recomendadas:

Shape of you - Ed Sheeran

Love me now - John Legend ]~


SIN COMPROMISO


Capítulo 1

..

Parte I

Si hubieran preguntado a Hermione Granger cómo se sentía, habría explicado cuán excitada estaba unas horas atrás por asistir a una fiesta del Ministerio. Por eso no entendía cómo podía estar tan soberanamente aburrida.

Harry, Ron y ella habían sido invitados a aquella fiesta, que conmemoraba el aniversario de la creación del Ministerio, básicamente porque eran héroes de guerra. Ron había declinado la invitación en el último momento, seguramente para no encontrarse con Hermione, y Harry estaba en aquellos momentos atrapado entre el director de Gringotts, dos altos cargos del Ministerio y Omar Shafiq, uno de los muchos ricos que «hacían donaciones» al gobierno.

Harry le lanzó una mirada de súplica, pero Hermione fingió no haberlo visto; ella misma había pasado casi una hora atrapada en las garras de la secretaria del Ministro, Annette McDowell, una mujer muy simpática, pero aún más cotorra. Cuando por fin había conseguido librarse de ella, se había refugiado detrás de una copa de Martini, sentada en la barra del improvisado bar que habían dispuesto para los invitados.

Suspiró. ¿Para eso se había esmerado tanto en lucir perfecta? Había pasado horas en el baño. Se había dado una ducha exfoliante y había utilizado una mascarilla especial para domar su pelo. Se había depilado y puesto crema hasta que su piel brillaba, sin ninguna imperfección. ¡Hasta se había maquillado, algo que ella nunca hacía! Ginny, emocionada por sus intentos de ir arreglada, le había prestado un vestido suyo. Era azul, llegaba hasta media pierna y se ceñía a sus curvas. Y lo más importante y preocupante a partes iguales: tenía un escote infinito. Hermione temía que, si respiraba muy fuerte, se le escaparía una teta.

Y todo con la esperanza de hacer algún contacto que le sirviera para impulsar su proyecto sobre los derechos de los elfos, pero había descubierto con desilusión que los allí presentes solo estaban interesados en cómo habían vencido al Señor Tenebroso.

―Tanta tontería para nada ―musitó para sus adentros.

―Sabía que tarde o temprano acabarías loca, Granger, pero no esperaba que empezaras a hablar sola tan pronto ―dijo con burla una voz.

Hermione cerró los ojos un momento, maldiciendo su suerte. Luego, esbozando la sonrisa más falsa que podía poner, se giró hacia su interlocutor.

―Malfoy, qué alegría volver a verte ―respondió. Volvió a centrarse en su copa―. Piérdete.

Malfoy, para su desgracia, ignoró su «amable» sugerencia y se sentó a su lado.

―Eres tan amable como una rata muerta. No me extraña que Potter haya huido de ti.

―Soy yo la que ha huido de ellos ―respondió, antes de que pudiera contenerse.

Él soltó una carcajada.

―Como se nota que no estás acostumbrada a codearte con la flor y nata de nuestra sociedad.

―Sí, no he tenido esa ‹‹suerte››. La gente como yo no poseemos el talento de soportar estoicamente a los gilipollas como los de tu clase ―replicó con saña.

―Ah, cómo echaba de menos discutir con alguien a mi mismo nivel intelectual ―replicó el joven.

Hermione lo miró de reojo. Habían pasado varios años desde la última vez que lo vio; sus rasgos se habían afilado y casi diría que había crecido un poco, pero, por lo demás, seguía siendo el mismo niño rico malcriado y odioso de siempre. Lo único que podía concederle era que seguía conservando el buen gusto al vestir.

―¿Intentas insultarme? ―preguntó.

―Al contrario ―respondió Malfoy. Alzó una mano, llamando al camarero―. Dos whiskies, por favor ―pidió.

Hermione evaluó la situación rápidamente y decidió que era beber con Malfoy o morir de aburrimiento. Se giró hacia el camarero.

―Que sean dobles ―indicó.

Si a Hermione Granger le preguntaran por aquella noche, diría dos cosas:

Una: se había aburrido como una ostra.

Dos: no sabía cómo había acabado tirándose a Draco Malfoy en los baños del Ministerio.

En un momento sentada en la barra y al siguiente tenía el vestido subido hasta la cintura y las piernas enrolladas en la cintura de Malfoy mientras él la penetraba una y otra vez contra la pared del baño.

No lo entendía: no había bebido tanto y, vale, Malfoy era atractivo, pero lo conocía desde hacía años y siempre le había resultado repulsivo.

Quizás fuera la forma en la que la había mirado, lentamente, de arriba abajo, como si fuera una de las modelos con las que acostumbraba a salir. O tal vez su perfume, que Hermione no sabía cuál era, pero que olía endemoniadamente bien. O el cosquilleo que había causado en su oreja cuando le había susurrado «¿Vienes?».

Sea como fuere, ahora estaba teniendo el mejor sexo que había experimentado en mucho tiempo. Malfoy besaba su cuello mientras aceleraba las envestidas. Hermione sabía que estaba a punto de llegar al orgasmo, y él también. Sin bajar el ritmo, Malfoy separó los labios de su cuello para mirarla. Tenía las pupilas dilatadas y la frente perlada de sudor.

―Di mi nombre ―exigió con voz ronca.

Y aceleró sus embistes, entrando en ella con toda su longitud. Hermione cerró los ojos, sobrepasada por el placer. Estaba a punto de llegar al orgasmo.

―¡Mal… Malfoy! ―gritó.

Ella explotó primero, su cuerpo se convulsionó ante las oleadas de placer. Él la siguió poco después, corriéndose dentro de ella hasta que no le quedó ni una gota.

Se quedaron en esa postura, jadeantes, hasta que los espasmos se acabaron. Entonces Malfoy le soltó las piernas y la dejó en el suelo. Estuvo a punto de caer, pero consiguió apoyarse en la pared; le temblaban las piernas todavía.

Se miraron, sin saber bien qué decir. El primero en moverse fue Malfoy. Abrió la puerta del baño y se aseó frente al espejo. Cuando terminó, casi parecía que no hubieran estado follando en uno de los estrechos baños de mujeres de la planta baja del Ministerio.

―Granger… Ni se te ocurra contar lo que ha pasado aquí ―advirtió. Ella puso los ojos en blanco: ni que tuviera la intención de proclamarlo a los cuatro vientos―. Ah y… arréglate esos pelos.

Hermione se miró al espejo y soltó un gritito de frustración: su pelo parecía ahora un nido de águilas. «A la mierda todo el esfuerzo», pensó. Conjuró un par de hechizos para intentar aparentar que allí no había pasado nada y se marchó directamente a casa.

Ya había tenido bastantes emociones por una noche.

..

Parte II

―Tengo que contarte una cosa ―soltó Hermione en cuanto llegó a casa de Ginny.

Esta se quedó mirándola con una ceja enarcada, esperando a que continuara, pero ahora que Hermione se había decidido a contárselo, no sabía cómo empezar.

―¿Y bien? ―inquirió la pelirroja, cansada de esperar.

Hermione inspiró hondo y lo soltó:

―El otro día me tiré a Draco Malfoy.

Ginny la miró, atónita, y se recostó en su silla.

―¿A Malfoy? ¿Al Draco Malfoy que conocemos? ¿Al Malfoy que venía a Hogwarts con nosotras?

―¡Claro que sí! ¿A cuántos Malfoy de nuestra edad conoces?

La chica soltó un silbido de admiración.

―¡Te has tirado a Draco Malfoy! ―exclamó.

Hermione puso los ojos en blanco.

―Lo sé, yo estaba allí ―respondió con ironía―. ¡Y por Merlín, deja de decir su nombre, que acabarás invocándolo de tanto mencionarlo!

Ginny se acercó hacia ella y apoyó un brazo en la mesa. Sonrió como un depredador cuando sabe que pronto atrapará a su presa. Hermione había visto esa cara: era la que utilizaba cuando quería conseguir algo.

―Y dime… ―«Ahí va», pensó Hermione― ¿es bueno?

Una sonrisa se deslizó por sus labios al recordar cómo la sostenía en alto y se hundía en ella una y otra vez.

―Vale, no respondas, tu cara ya me lo dice todo ―dijo Ginny, sonriendo con picardía―. ¿La tiene grande?

―¡No pienso responder a eso!

―O sea, que está bien dotado. ―Ginny se limitaba a sacar sus propias conclusiones, pero no iba mal encaminada. Se puso seria de repente―. ¿Tomaríais precauciones, verdad?

―¡Por supuesto! No quiero un hijo de ese imbécil, y mucho menos una enfermedad venérea ―repuso.

Ginny esbozó una sonrisa ladeada.

―Pero apuesto a que sí que quieres otras cosas suyas… ―Y por si no quedara bastante clara la insinuación, le guiñó un ojo.

―A veces tienes la edad mental de un niño de diez años ―le reprochó Hermione.

Ginny frunció los labios.

―¿A que retiro tu invitación a mi boda y me busco otra dama de honor? ―Hermione rio―. Por cierto, ¿te he contado ya quién será el padrino? ―dijo en tono casual mientras se miraba las uñas.

A Hermione se le acabó la risa de golpe.

―Dime que no. ―Silencio―. ¡Ginevra, dime que estás bromeando!

Pues no, resulta que no era una broma.

..


Bueno, pues así empieza esta historia. Antes de seguir, quiero advertir que Hermione tiene ese físico porque es imposible no pensar en Emma Watson cuando piensas en el personaje y no podéis negarme que Emma está bien buena ;)

Sí, lo sé, es una tontería, pero es lo que se me ha ocurrido xD Si te gusta, me alegro mucho, si no... bueno, la vida es así ;)

¿Opiniones? - Review :)

Un beso enorme.

MrsDarfoy