Hola a todos, lo sé, lo sé, me tarde muchísimo, pero han pasado muchas cosas. Ya saben que no dejare este proyecto así que solo les pido paciencia y les agradezco mucho el apoyo a este proyecto. Gracias, gracias, GRACIAS.


- ¿Yuri? - le llamo, pero su compañero no le escuchaba, parecía perdido.

-…Tu…- murmuro el rubio con una hermosa sonrisa formándose en su rostro-…Te encontré- sus ojos embelesados y sus mejillas rosas le imprimían un toque adorable, parecía completamente perdido ante la visión del moreno en el escenario. Se puso en pie con fiereza – ¡15 mil! - grito

-16,000- dijo un hombre de mediana edad de ojos azules que iba acompañado de una mujer.

Yuri apretó los dientes – 17,000-

-18,000- volvió a subir el precio el hombre, ahora este también se encontraba de pie con los ojos puestos en el alfa rubio – Mejor ríndete chiquillo, puedo estar así todo el día- le dijo sonriendo haciendo que varios alfas de las mesas vecinas rieran.

- ¡El que debe rendirse es usted vejete! - grito – 20,000-

Viktor jamás había visto así a su amigo, parecía a punto de saltarle encima al hombre que competía con él, estaba furioso, sin mencionar que su aroma había cambiado sorpresivamente, estaba expulsando feromonas que claramente querían indicar que él era el Alfa más poderoso del lugar. Parecía que quería demostrar su valor frente a todos.

Los ojos azules se fijaron en el Omega que aun permanecía firmemente sostenido por los otros hombres, pero sus ojos, dos hermosas obsidianas, estaban atentos a los movimientos del rubio a su lado. Lo veían de la misma forma que Yuuri solía verlo a él.

Su sorpresa paso a ser alegría, Yuri había encontrado a su Omega y en el peor de los escenarios.

La pelea entre el ruso y aquel hombre continuaba. Parecía que ninguno iba a ceder.

- ¿Al menos tienes la cantidad de dinero que estas ofreciendo? ¡Solo eres un chiquillo! - dijo el hombre – Este lugar es para adultos que pueden pagar- todos asentían y murmuraban poniéndose del lado de él, insinuando que Yuri no poseía el dinero que estaba ofertando por el Omega.

-Orden, por favor, orden- exclamo el presentador, los gritos no cesaban – Jovencito, ¿Tiene alguna manera de garantizar la cantidad que está ofreciendo? - le pregunto cortésmente, parecía que él también estaba dudando de la capacidad económica del rubio – Si no es así entonces me temo que deberé señalar como ganador al señor…-

-Leroy, Alain Leroy- el señor Leroy sonrió satisfecho al igual que la mujer que lo acompañaba.

Fue entonces que los dos rusos los reconocieron, Alain y Nathalie Leroy antiguos campeones olímpicos de baile sobre hielo. Con el suficiente dinero y prestigio para estar ahí, no había duda de que eran capaces de pagar el dinero que estaban ofreciendo por el Omega.

-Usted ya tiene una Omega, su esposa. ¿Para qué quiere a otro Omega? - pregunto Viktor, metiéndose por primera vez en la apasionada pelea entre los dos Alfas.

-No tengo por qué dar explicaciones, ese Omega va a ser de la familia Leroy y no vamos a fallar en conseguirlo- exclamo el hombre – Mejor ríndete, pequeño-

-Yuri no va a rendirse porque ese Omega es su pareja- el peliblanco se puso de pie – Y si necesita una garantía pues entonces, mi palabra bastara, soy Viktor Nikiforov, Pentacampeón de patinaje, apoyo incondicionalmente a mi compañero-

Al reconocerlo todos quedaron en silencio, si se dudaba de la capacidad económica de Yuri el quedaría como su aval y estaba dispuesto a pagar si el rubio no podía cumplir con la deuda por que no había forma que su amigo perdiera a su Omega, eso jamás lo permitiría.

-Si usted hace eso entonces ambos están ofertando por el Onceavo lote y debo advertirles que de ganar la oferta ambos deberán retirarse – el presentador se cruzó de brazos, esperando pacientemente - ¿Van a continuar ofertando ambos? –

Si ofertaba para ayudar a Yuri no podría quedarse para el salvar a Yuuri. Perdería a su pareja, pero tampoco quería que su amigo perdiera a la suya.

-Él no ofertará-Yuri respondió antes de que Viktor lo hiciera - Tienes que salvar a tu pareja, por eso estamos aquí. Te agradezco tu intención, pero tu Omega te necesita – le dijo sonriente

-Pero Yuri… - murmuro

- Además, no estoy acabado todavía—le susurro volteando a ver al anfitrión que seguía con su mirada clavada en ellos -Tengo una última oferta. Soy Yuri Plisetsky, campeón junior de patinaje, este año entrare al Gran Prix y planeo ganarlo, Les daré el 80 % de todas las ganancias durante mi carrera de patinador—

Todos los presentes soltaron exclamaciones de asombro - ¡Yuri! ¡Estás loco! - le regaño Viktor – les estas dando tu futuro, es demasiado-

-Mi futuro solo está donde este mi pareja. No lo dejaré, te dije que cuando lo encontrará daría todo lo que tengo para que estemos juntos y eso es justo lo que pienso hacer. Tal vez ahora no tenga tanto dinero como tú, pero puedo garantizar que seguiré patinando, seguiré ganando y mi situación económica será igual o mejor que la tuya – los ojos verdes brillaron con decisión - ¿Acepta mi oferta? –

- ¿Está seguro de lo que ofrece? – le cuestionó el presentador con los brazos cruzados frente a su pecho y al no ver vacilación en los ojos del rubio sonrió encantado.

-En ese caso yo oferto lo mismo más la cantidad de dinero que mi familia ha ofertado hasta este momento—el joven que acompañaba la matrimonio Leroy se puso en pie- Igual que el joven Plistaky soy un patinador, pero la diferencia es que yo ya soy bastante conocido- se retiró elegantemente las gafas obscuras que tenía y sonrió encantadoramente, JJ Leroy – Como dijo mi padre, no hay forma de que ese Omega no se vaya con nosotros-

- ¡Maldito bastado! – grito el rubio - ¡Es mi pareja! –

Poco le importo al peliazul que simplemente se encogió de hombros – Eso no tiene importancia, un trato es un trato y hoy yo acabo de dar la mejor oferta, ¿no es así? – se dirigió al presentador.

Viktor tomó el brazo de Yuri en señal de apoyo – Debería importar, no sé si lo notaste, pero ambos están reaccionando entre ellos. Las feromonas que ambos desprenden son para identificarse y formar un vínculo. ¡Todos podemos sentirlo! Deberían dejar que Yuri y su pareja se unan-

-No es una opción y creo que esto se está alargando demasiado. Quiero irme con mi pareja para formar el enlace lo antes posible- las palabras de JJ hicieron que los dientes del rubio se apretaran.

Los verdes ojos de Yuri vislumbraron al joven Omega que seguía en el escenario y algo dentro de él se revolvió, jamás había experimentado ese tipo de sensación, tan primitiva, de hecho, él siempre había criticado a los Alfas que se comportaban como animales, pero no pudo evitarlo y más rápido de lo que cualquiera hubiera previsto se lanzó sobre el joven Leroy.

Fue un torbellino de patadas, puñetazos, arañazos, mordidas y toda clase de golpes para herir al otro Alfa, Yuri le tomó del cabello y estampó su cara contra el suelo, pero el otro patinador no se quedó atrás, haciendo uso de su diferencia de tamaño volteo la situación, colocándose sobre el rubio, apresado sus caderas con las piernas y mantuvo las manos del rubio sobre su cabeza, sometiéndolo completamente.

-No tienes oportunidad conmigo, pequeño- le dijo con una sonrisa arrogante – Ríndete, es vergonzoso para un Alfa perder, pero esta vez te he superado y ese Omega es mío-

Yuri apretó los dientes, había perdido y cuando hay un enfrentamiento físico entre Alfas solo puede haber un ganador y este siempre se queda con el Omega, esa era una de las reglas no escritas, pero bien conocidas por todos. Su frustración le hacía querer soltarse a llorar, no era justo. Su inexperiencia y su juventud le habían hecho perder a su pareja… de solo pensar que no podría tenerlo en su vida le hacía retorcerse. No sobreviviría a esto, quería morir. Se sentía morir poco a poco mientras la fuerza de luchar iba desapareciendo.

El otro Alfa noto su rendición así que le soltó las muñecas sabiendo que el chiquillo no haría nada. –Bien, entonces…-

Sus palabras no vieron su final ya que un fuerte golpe en su nuca lo dejo noqueado en el suelo. Entre gritos y exclamaciones de sorpresa la figura de JJ fue quitada de encima del otro Alfa dejando ver al Omega por el cual estaban peleando.

Los ojos de Yuri se abrieron en sorpresa y no pudo evitar que su boca hiciera lo mismo. Su omega le extendió su mano con la respiración entrecortada y como si estuviera en trance tomo su mano, entrelazando sus dedos y el simple roce fue el causante de que un estremecimiento le recorriera, estaba tocando la piel de su pareja y eran tan suave, tan cálida que le fue inevitable el acercarse a él.

Otabek no dudo en envolver en sus brazos la pequeña figura de su Alfa encorvándose levemente para depositar un dulce beso su frente donde tenía un golpe para bajar a la comisura de su labio partido, heridas que se había hecho por pelear para protegerlo.

Siempre le habían dicho que al nacer como un Omega debía acostumbrarse a tener la cabeza en el suelo, pero jamás se había sentido de aquella manera, siempre altivo, con fuertes opiniones y sin miedo para expresarlas, eso le llevo a que la Organización le atrapara, no le dieron ninguna opción más que el participar en esta subasta y se sentía asqueado, intento huir más de una vez, pero al final no se puede huir del destino.

Jamás creyó que su pareja estuviera en la subasta, lo supo en cuanto se miraron, un calor abrazador se instauro en su pecho y entre tantas alfas pudo distinguir el delicioso aroma y de pronto el mundo tenía sentido, su mundo se volvió mucho más brillante.

Verlo pelear por el con tal pasión desato en él un gran orgullo, su Alfa a pesar de ser más joven se defendía con garras y colmillos. Se sintió orgulloso de que su Alfa fuera tan valiente y apasionado. Su instinto se despertó cuando los Alfas dejaron atrás las palabras para comenzar a lo físico, algo en su interior rugió y la ira se apodero de el al ver a JJ someter a su pareja.

Nadie sometería a su pareja.

No era como los demás Omegas, no se quedaría sentado al ver que su Alfa está luchando, peleara a su lado, aunque le cueste todo, la idea de conformarse con alguien que no es Yuri le suena frio y sinceramente devastador, había atacado para defender a su pareja y ahora que lo tenía en sus brazos no se arrepentía de nada.

Sus labios se juntaron para dar inicio a un beso, el primer beso que la pareja compartía, labios en perfecta coordinación, sus corazones latiendo al unísono, ambos pares de manos intentando apresar al otro en el deseo incontenible de fundirse en un uno.

El calor que sentían se fue multiplicando, subiendo lentamente y haciendo que ambos comenzaran a dejar salir su deseo en forma de feromonas, sus cuerpos conociéndose y sus almas enredándose entre ellas, determinadas a formar un vínculo imposible de romper.

Se separaron no sin antes de soltar un largo y ronco jadeo. Yuri le abrazo con fuerza y a pesar de ser más bajo de estatura se puso frente a el para defenderlo – ¡Es mío!- le dijo al anfitrión. – Pagare todo lo que les he ofertado y pienso cumplirlo. Debes dármelo a mí porque si no lo haces no dejare de pelear. No dejare que Otabek se vaya con otra persona que no sea yo. -

El hombre pareció pensarlo y dirigía su mirada a los involucrados. Veía a las alfas, el ruso mirándolo directamente a los ojos con fiereza y el canadiense inconsciente en el piso.

- ¡Es un ultraje! ¡Mi hijo gano la pelea! ¿Cómo se atreve ese Omega o golpearlo? ¡esto no se quedará así! - Grito el señor Leroy poniéndose al lado de su hijo – Mi hijo gano y ese Omega nos pertenece, ese fue el trato-

- ¡No me irme con él! -grito el Kazajo tomando la mano de su Alfa.

Las palabras de un Omega eran poco relevantes, él no tenía control sobre su propia vida y en un lugar lleno de Alfas esa actitud era peligrosa. Viktor noto como la mayoría de los presentes miraban al Omega con ganas de saltarle encima y según ellos "enseñarle su lugar". Si las cosas continuaban Yuri tendría que pelear con más de un Alfa esa tarde.

-En realidad, el Alfa ganador de esta pelea es Yuri ya que el otro está fuera de combate. Además de que está dispuesto a cumplir su palabra, es la mejor oferta que podían darle a la organización- Viktor esperaba que sus palabras inclinaran la balanza un poco a favor de su amigo., era injusto que ese par se separara, era tan obvio que habían nacido para estar juntos. -No creo que señor Leroy pueda firmar nada en este momento y este asunto se está alargando más de la cuenta-

Miro al hombre que podía dar veredicto final, cualquier cosa que él dijera estaría creando el destino de los dos Alfas y del Omega.

Lo pensó por unos segundos, sopesando las opciones que tenía, a pesar de no ser un experto en el patinaje artístico conocía a Yuri Plisetsky, después de todo era un joven ruso, con un talento indiscutible y un futuro prometedor. Mucho más que el señor Leroy que seguramente volvería a Canadá y la organización no tendría un control tan notorio como con alguien de área local. - ¡Vendido al señor Plisetsky! - grito dando un pequeño golpe con el mazo.

Las quejas no se hicieron esperar y no solo de parte de los Leroy, de todos los presentes en el lugar así que el anfitrión golpeo varias veces para hacerles callar - ¡Silencio! Hablo en nombre de la organización y mi decisión es definitiva- reafirmo su orden golpeando de nuevo. –Señor Plisetsky, usted y su Omega pueden retirarse. -

Yuri vacilo un poco y miro a Viktor con un poco de culpa – Tranquilo, haz lo que dicen y vete con tu pareja- le dijo sonriendo – Cuando acabe esto saldremos los cuatro a algún lado, lo prometo- le dijo intentando transmitirle un valor que no sentía.

-No te vayas de este lugar sin él- murmuro Yuri – No pierdas, Viktor-

-Nunca- sonrió alegremente el peliblanco y esta sonrisa no se borró hasta que su compañero y su Omega se alejaron a la entrada del salón, les abrieron la puerta y enseguida vio como una mujer llegaba hasta a ellos, comenzando a hablarles gesticulando en exceso.

-Doceavo lote- leyó el anfitrión haciendo que Viktor volviera la vista al frete, ya sabía quién era y estaba dispuesto a entregar todo cuanto poseía para recuperarlo. Su Omega entro en el recinto, vistiendo tan poca ropa que su instinto le hizo rugir y apretar los dientes, nadie tenía el derecho de verle así.

–Katsuki Yuuri, originario de Japón, 23 años de edad, virgen sin marca. La pugna se abre en 20 mil dólares- el japonés elevo sus ojos y estos reflejaban tal tristeza que un pedacito del corazón de Viktor se fisuro, si tan solo hubiera escuchado a Yuuri no hubieran llegado a ese extremo, estarían juntos en un lugar apartado, su omega estaría en sus brazos a salvo de cualquier daño.

Sus miradas no tardaron ni unos segundos en encontrarse.

Yuri abrió los ojos y la boca en sorpresa y sin poder contenerse comenzó a llorar, las lágrimas corrían cristalinas por sus mejillas rojas de vergüenza, se sentía tan avergonzado de estar ahí, de que Viktor lo viera de aquella manera tan denigrante. Vendiéndose como si fuera una cosa.

El Alfa no dudo, levanto la mano enseguida para hacer saber que aceptaba la oferta.

-Tenemos 20 mil- dijo el hombre con su voz fuerte y segura - ¿Alguien da más? - pregunto.

-30 mil- un hombre calvo, vestido completamente de blanco hizo que los pocos presentes voltearan a verlo sorprendidos, había subido la apuesta demasiado así que varios veían perdida esa subasta especial de la organización. Muchos de esos Alfas volverían a sus hogares sin un Omega.

-31 mil- dijo Viktor, no estaba dispuesto a perder, no después de volver a ver a su afligida pareja.

-40 mil- dijo el hombre sereno, como si no estuvieran hablando de esas cantidades.

- 50 mil- esta vez fue Viktor el que subió la oferta, no pensaba perder y si tenía que quedarse en la calle así lo haría con tal de volver a tener a Yuuri entre sus brazos.

Poco importaba lo que sucedía a su alrededor, Yuuri solo podía captar a Viktor y como este ofertaba por él sin ningún deje de inseguridad o molestia. Se preguntó si Viktor aún estaba enfadado, el porqué de su presencia en ese lugar, se preguntó tantas cosas mientras los minutos pasaban, uno a uno sin que él pudiera apartar la vista de su atractivo Alfa.

-70 mil-

Deseaba volver a estar con Viktor, era el anhelo más grande que había tenido en toda su vida, deseaba sentirse amado y seguro y sabía que eso solo podría ser una realidad si era en los brazos del ruso. Estaba completamente enamorado de él.

-80 mil-

-Vi…Viktor…- murmuro muy bajo, estaba seguro que nadie le escucharía, pero al notar la penetrante mirada azul sobre él se sintió estremecer. Su pareja le estaba mirado, le estaba escuchando con atención. –Lo…lo siento mucho…-

-85 mil-

- ¡Un millón de dólares! - grito Viktor. - ¡Daré todo lo que tengo por él así que deje de ofertar! -

El hombre sonrió levemente – Lamentablemente no puedo hacer eso- se puso de pie – Sin embargo, hare un trato contigo. Dejare que te lleves a ese Omega si aceptas dar tu renuncia inmediata del patinaje artístico- sus palabras dejaron mudo a Viktor – Entonces… ¿Tu renuncia o tu Omega?

CONTINUARA…

Si llegaste hasta aquí dime que te pareció. Saludos y nos leemos pronto.