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Capitulo VII.

Reencuentro

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¿Cómo pueden los sentimientos de alguien desaparecer de esa forma?

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Se han escuchado rumores de pequeños poblados que desaparecen de la noche a la mañana , no estan seguros si Menma esta implicado pero lo más seguro es que tenga algo que ver . Estos ataques empezaron cuando él se fue.

Se dirigen hacia el último lugar que han atacado, por suerte para ellos algunas personas han logrado sobrevivir aunque su estado es deplorable . Les dicen que alguien con una mascara -para su sorpresa no una naranja con espiral, sino más bien blanca- ha llegado de repente e incendiado todo a su paso. Ataca parejo y sin contemplaciones y luego simplemente se va.

Kiba y Akamaru buscan sin descanso cualquier pista que pueda ayudarlos , logran encontrar un pedazo rasgado de tela . Kiba les dirige una mirada y ella sabe lo que signica, es de él.

El lider en la misión es Minato, decide que la misión ya no es de rescate, sino de percusión. Puede notar como le cuesta pronunciar esas palabras y como su esposa lo mira deshecha , aunque es evidente para todos que aún no pierden la esperanza en que esto sea un error. Más alla de ser padres de Menma , ellos dos eran ninjas de Konoha y su mision ante cualquier cosa era proteger su hogar...aunque fuera de su propio hijo.

Sin esperar más se dirigen hacia donde el olor se ha difuminado. Antes de poder avanzar más un ataque desde lo profundondel bosque los detiene .

Minato es el primero en responder contra el enemigo y pronto la batalla se torna feroz , la velocidad de ambos es impresionante , los demás saben que si se meten entre ellos solo estorbarán. Cuando parece que Minato va a ganar, un rasengan sale de la mano de aquel sujeto y es solo por milimetros es que puede esquivarlo.

—No puede ser...

Minato se queda perplejo, sin poder pronunciar palabra alguna. Solo hay cuatro personas en el mundo que pueden hacer aquello y él sabe que detrás de aquella mascara sólo puede estar una persona; su hijo.

Todos se han quedado sin saber qué hacer, sonaba difícil considerarma Menma un enemigo cuando ha sido el modelo de la clase desde siempre, verdaderamente tener que atacarlo los sobrepasa .

—Menma, ¿porque estas haciendo esto?

Hinata se atreve a preguntar , Minato tiene que detener a su esposa para impedir que se acerque a su propio hijo.

—Hinata, de entre todos pensé que tu serias la que lo entenderia más .

—¿Yo?...no te entiendo...

Porque ha sido confuso y doloroso para ella tener que buscar respuestas en un mundo donde tiene todo lo que pensó que la haría feliz , y resultó que nisiquiera así podía serlo.

—Esa aldea pacifista en la que vivimos ...no me deja crecer tanto como quiero, mi equipo esta compuesto por estúpidos . —Ella voltea a mirar a Charasuke , él esta con los puños cerrados más serio que nunca esta vez realmente se parece al muchacho que ella conoce, y aunque le ha prometido ayudarla cada vez que estan cerca de conseguir algo, se alejan cada vez más. —Una niña que solo me persigue y un Uchiha que solo se preocupa por la cantidad de mujeres que puede conseguir ..." Él " me ha mostrado que puedo conseguir mucho más ...— Menma estira su mano hacia ella, invitándola a que la tome .— ven conmigo...

—Yo...

Y es que se escucha tan tentador. Aunque sea una mentira que él quiera estar con ella .

—¡Ella no va a ir contigo!

Charasuke se pone frente a ella, vuelto una furia . Quisiera saber porque se ha puesto así , sabe que nisiquiera en ese mundo eran amigos porque su hermana le ha preguntado porque va verla, incluso Sakura ha hecho comentarios sobre ellos dos . Minato hace un señal y todos atacan , Kushina se queda a su lado como su escolta , aunque es más una mentira a sí misma para evitar en todo lo posible atacar a su hijo.

—Menma deja esto, aún puedes volver. — Le ruega su madre .

Una sonrisa sarcastica asoma de sus labios. Niega lentamente con la cabeza y empieza a reir. Para Hinata aquello que siempre le supo a una melodia dulce ahora sonaba como el mismisimo infierno.

—Ese el problema madre, que yo no quiero volver.

Hinata gira el rostro evitando mirarlo , rechazando la mano que en en sus más profundos e infantiles sueños se había imaginado tomando la suya .

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